—Esto es tan vergonzoso, bájame Jeon.

Jungkook caminaba con paso decidido por los pasillos de la universidad, llevando a Jimin entre sus brazos de una manera que no pasaba desapercibida. Jimin, con la cara oculta en el cuello de Jungkook, sentía una mezcla de vergüenza y emoción. La atención de los demás estudiantes se centraba en la pareja, y sonrisas tiernas se formaban en los rostros de aquellos que presenciaban la escena.

Algunos murmullos de aprobación y gestos de complicidad se extendían entre los observadores, quienes no podían evitar emocionarse al ver la expresión orgullosa de Jungkook y la reacción avergonzada pero encantadora de Jimin. 

—No voy a bajarte bonito.

—Bájame idiota—Jimin mordió el cuello de Jungkook—Te lo mereces.

—Eso dolió bonito, pero no voy a soltarte.

—Te odio.

—Me amas en lo más profundo de ese corazón tan oscuro que tienes, pero muy en el fondo.

—No, no te soporto jodido imbécil.

Jimin dejo un pequeño beso en el lugar donde había mordido a Jungkook y se relajó en sus brazos dejándose llevar por el calor que Jungkook le brindaba.

—Eres un encanto, por cierto dijiste que tu padre regreso, ¿Es empresario?.

—No, es militar.