(Se puso la sudadera de su novio pa llamar su atención)

Ambos yacían relajados sobre una suave manta, bajo el resplandor de la luna, Jimin descansaba con la cabeza en el cálido pecho de Jungkook mientras leía en voz alta, las palabras fluían como melodía, y Jungkook escuchaba cada palabra que salía de los labios de Jimin.

Las ocurrencias y comentarios ingeniosos de Jungkook provocaban risas espontáneas en Jimin, la atmósfera se volvía más íntima cuando Jungkook le ofrecía fresas juguetonamente a Jimin, compartiendo no solo el sabor dulce de las frutas, sino también momentos de cercanía. Después de terminar el libro, la velada tomó un giro inesperado cuando Jungkook decidió enseñarle a Jimin algunos movimientos básicos de boxeo. Cada intento desencadenaba carcajadas, pero también consolidaba una conexión más profunda entre ellos.

El jardín se convirtió en un escenario de diversión y emoción cuando empezaron a corretearse mutuamente. Riendo, se persiguieron por entre las sombras del jardín, compartiendo risas contagiosas y experimentando una conexión única que solo se fortalecía con cada carcajada. 

—¡Jimin, detente!", gritó Jung entre risas, pero Jim se negó a ceder, esquivándolo ágilmente.

—¡Ni lo sueñes!—respondió Jimin, su voz mezclada con la emoción del juego.

Finalmente, Jungkook logró alcanzar a Jimin y lo tomó de la cintura, ambos cayeron al suelo en una mezcla de risas y alboroto. En un rápido acto de reflejos, Jungkook amortiguó el impacto, pero para su sorpresa, Jimin también había reaccionado y colocó una mano detrás de su cabeza para protegerlo. 

Este gesto hizo que un rubor se extendiera por las mejillas de Jungkook, mientras Jimin dejaba caer su cabeza en el pecho de Jungkook

—¿Disfrutaste de la cita?—preguntó Jungkook, con una sonrisa.

—Si, es la primera vez que me siento asi, fue maravilloso aunque no pudo creer que un tonto como tu lograra hacer que me riera tanto.

—Incluso logré que no me insultarás.

—Solo acepte para no hacerte el feo, no te sientas especial Jeon.

—Me siento especial porque aun no me has soltado—acarició la espalda de Jimin—¿Tienes frío pequeño demonio?

—No... Tu cuerpo es cálido—murmuró Jimin—Se está haciendo tarde, mañana tenemos clases.

—Lo se.

Jung asintió con una suave sonrisa y ambos intentaron levantarse del suelo, en un movimiento sincronizado, sus cuerpos se movieron de manera inadvertida, y rozaron accidentalmente sus labios. 

Un momento de silencio llenó el aire mientras ambos se miraban a los ojos, sintiendo la cálida respiración del otro. La conexión era innegable, y poco a poco, sus rostros se acercaron de nuevo, dejando que sus labios se rozaran en un beso espontáneo y lleno de ternura.

—¿Puedo besarte?

—Solo hazlo Jeon.

El beso que siguió fue delicado y significativo, las palabras nunca antes dichas fueron escuchadas por sus corazones, un beso que ambos necesitaban, ambos se separaron y juntaron sus frentes, Jungkook acarició la mejilla de Jimin con suavidad.

—Quédate Jeon.

—No planeaba irme bonito.

Jimin y Jungkook se encontraban inmersos en un apasionado intercambio de besos que parecía no tener fin, pero en un instante, Jimin se apartó con los labios hinchados y una expresión sonrojada que encendió a Jungkook y volvió a besarlo con más pasión pegando sus cuerpos hasta que no queda ni un centímetro de distancia. 

Jimin enredo sus piernas en la cintura de Jungkook mientras los besos de Jungkook bajaban hasta llegar a su cuello dejando algunas marcas, los jadeos de ambos llenaban la habitación, las caricias de Jungkook causaban en Jimin miles se sensaciones que lo estaban llevando a la locura, claramente ambos deseaban esto.

En un movimiento rápido Jungkook retiró su camisa, Jimin no dudo en llevar sus manos al torso descubierto y bien trabajo, sus dedos tocaban cada centímetro de él, ambos se miraron y detuvieron sus movimientos, Jungkook se alejó un poco mordiendo su labio.

—Sabes que no podemos hacer esto, ¿Verdad?.

—Usa mis piernas Jeon—Jimin mordió su labio nervioso y apartó la mirada.

—¿Estás seguro?

Jimin asintió y llevo sus manos a su pans para después bajarlo lentamente hasta retirarlo junto a su ropa interior y aventarlo lejos de la cama, Jungkook trago muy fuerte y bajo su pans dejando ver su pene ya necesitado, se acerco y tomo ambas piernas de Jimin juntandolas y tomo su pene colocándolo entre las piernas, el roce de ambos hizo que se estremecieron, ambos querían más, ambos se deseaban.

Jungkook comenzó a mover sus caderas rozando su pene con el de Jimin, los movimientos eran lentos y certeros, Jimin necesitaba sentir a Jungkook, sentir sus besos y caricias, sentir que lo hacía suyo. La cama era un desastre, las sábanas estaban desechas, los gemidos de ambos inundaban la habitación, no podían tocarse como ellos deseaban, deseaban poder tomar todo del otro.

—Jungkook...mgh.

—Mierda.

Jungkook paro sus movimientos y separó ambas piernas para despues tomar ambos penes y masturbarlos al mismo tiempo.

—¡No espera! ¡Ah!.

Los gemidos de Jimin se hicieron más sonoros y llevo una de sus manos a su boca, la sensación era increíble y el placer que estaba siendo demasiado que no estaba seguro cuánto más resistiría, aunque debía admitir que no se compararía con tener el pene de Jungkook dentro de él.

El rostro sonrojado de Jimin, el cómo se aferraba a las sabanas y la forma en la que movía sus caderas buscando más contacto, todo estaba volviendo loco a Jungkook, abajo de el, Jimin lucía tan pequeño y jodidamente caliente, finalmente ambos se corrieron al mismo tiempo manchando el vientre de Jimin.

Jungkook dejó caer su cuerpo sobre el de Jimin, en ese momento ambos se abrazaron con ternura, cada uno era diferente entre si, pero encajaban en los brazos del otro.

—Me gustas.

Y si, ambos lo dijeron al mismo tiempo.