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La concentración de Jungkook se desvaneció por un instante cuando Jimin logró vencerlo, riendo mientras dejaba el arma en su lugar.

—¡Vaya, no sabía que eras tan bueno en esto! Nadie me había derrotado más de cinco veces—admitió Jung con una sonrisa sorprendida.

—Yo nunca pierdo—bromeó Jimin, devolviendo la mirada a Jung—Entonces, ¿por qué me trajiste aquí al arcade?.

—Te conozco, al menos un poco—respondió sintiendo cómo sus mejillas se tornaban cálidas—Sabia que te gustaban estas cosas pero nunca imaginé que serias tan bueno.

Jimin lo miró a los ojos y, al notar el leve rubor en las mejillas de Jungkook, también se sonrojó levemente.

—Idiota—murmuró, apartando la mirada, pero no pudo evitar esbozar una sonrisa—Camina, te voy a volver a derrotar.

Jimin avanzaba a paso ligero, y Jungkook lo seguía con la mirada fija solo en él, ajeno a lo que ocurría alrededor. De repente, Jimin se detuvo y Jungkook, totalmente absorto, chocó con él. Al levantar la vista, se encontró con un par de chicos que estaban justo delante de ellos.

—Oye, chico, eres bastante bueno en esto. ¿Te gustaría jugar conmigo y mis amigos?.

Un grupo de chicos llegó y comenzaron a rodear a Jimin y Jungkook, se colocó rápidamente al lado de Jimin, pero antes de que pudiera hablar, Jimin lo interrumpió con un gesto afectuoso.

—Estoy con mi novio imbéciles.

Jimin tomo el cuello de Jungkook y lo abrazo pegando sus mejillas, los otros chicos fruncieron el ceño, pero antes de que pudieran decir algo, los volvió a interrumpir.

—Yo puedo ser muy paciente, pero mi novio no lo es, de todas formas este lugar ya fue arruinado por su puta culpa.

Jimin camino arrastrando a Jungkook, quien estaba sin palabras y con un rojo intenso pintando sus mejillas. Jungkok se sentía abrumado por la declaración de Jimin y su cálido abrazo, incapaz de contener la felicidad que fluía al darse cuenta de que Jimin aún no lo soltaba.

—Puedes volver a repetirlo, fue muy lindo.

—Jodete.