05 - Grundell
[10 Minutos Después]
-Llegamos - dijo Aria señalando los grandes portones de la entrada principal de su mansión.
El carruaje entró a los terrenos y siguió el camino hacia la mansión, siendo que tras unos 5 minutos llegaron frente a la mansión.
-Aquí es, mi casa, la mansión Grundell - dijo Aria sonriendo.
-¡Woah! - exclamó Tatsumi viendo impresionado la gran mansión.
Issei por su parte se sorprendió ya que es la misma mansión donde Siesta le llevó.
Aria bajó del carruaje y miró a los dos castaños.
-Bienvenidos a mi hogar - dijo Aria con una sonrisa.
Tatsumi aún no salía de su asombro inicial, siendo que sólo se limitó a ver todo.
Issei sólo esperaba poder ver a Siesta otra vez, ya hace una semana que no la ve.
En eso un mayordomo abre la puerta.
-Bienvenida de vuelta, Aria-sama, y veo que viene acompañada, por favor pasen, la Angélica-sama les está esperando con los otros dos invitados - dijo el mayordomo con total amabilidad y profesionalismo.
-Gracias August, vengan chicos, no sientan pena - dijo Aria amablemente.
Así August los guió hasta el gran comedor, siendo que en el trayecto que no fue corto, Tatsumi e Issei miraban lo que había dentro.
Tatsumi porque era primera vez que entra a una mansión, mientras que Issei por simple curiosidad.
Habían guardias en varias partes, sirvientas por aquí y por allá, siendo que algunas vieron a los dos castaños interesadas, mayordomos y demás.
Varios cuadros y demás cosas que eran caras.
Una casa básica de millonario.
Así August los llevo a las puertas del comedor.
Al entrar, fueron recibidos por varias sirvientas y sirvientes, siendo que en la gran mesa del comedor, siendo la típica mesa super larga la cual apenas y se usa un 10% de esta, estaban ya 3 personas.
2 féminas y un chico de la edad de Issei y Tatsumi, siendo que este último se sorprendió al reconocerlos.
-¡Sayo, Ieyasu! - grito Tatsumi a los dos chicos quienes al reconocerlo, se levantaron de sus asientos y fueron donde él.
-¡Tatsumi! - gritaron ambos chicos, claramente felices de verle.
Issei se mantuvo al margen mientras ellos se reencontraban.
-Oh, vaya, entonces el amigo del que hablaron era él, pero que coincidencia - dijo la mujer sentada en la mesa.
Issei la miró y tuvo que decir que era completamente una belleza.
La mujer es hermosa, cabello rubio largo, ojos azules, una piel clara y una figura delgada pero voluptuosa a la vez, vistiendo un vestido que se pegaba a su cuerpo de buena manera, una belleza madura que era agradable a sus ojos.
[Por si preguntan el nombre, es Hyoudou Marisa de… no se la verdad, solo busquen en San Google]
-Madre, traje a estos dos jóvenes conmigo, espero no te moleste - comentó Aria a la mujer quien miró a Issei con una suave sonrisa.
-No tienes que pedir disculpas cariño, son bienvenidos a nuestro hogar - dijo la mujer con una sonrisa.
Issei supo que era hora de presentarse.
-Buenas noches, mi nombre es Hyoudou Issei, le agradezco a usted y a Aria-san por permitirme quedarme en su morada por esta noche - dijo Issei, puesto su suegra le enseño como ser educado, después de todo, ahora era parte de una familia de alta alcurnia.
-Oh, pero que educado, mucho gusto Hyoudou-kun, me llamo Angélica Grundell y soy la dueña de todo este lugar, y no tienes que agradecer, nuestra familia se dedica a ayudar a quien lo necesita desde hace muchos años - dijo Angélica con una sonrisa.
Issei asintió.
-Aún así, me siento agradecido y si llegan a necesitar algo de alguien como yo, no duden en pedirlo que yo lo haré con gusto - dijo Issei siendo que la verdad, le agradaba esta gente, no era como los demás que a mirado en esta semana en este lugar.
-Ara, tomaré eso en cuenta, por lo pronto, toma asiento, la cena ya esta servida - dijo Angélica e Issei asintió.
Tatsumi dejó a sus amigos y se presentó, agradeciendo a la mujer quien sonriendo aceptó el agradecimiento.
Así fueron a tomar sus lugares, Tatsumi cerca de sus dos amigos e Issei se sentó cerca de Aria, aunque antes de sentarse le ayudó a Aria como todo un caballero.
-Vaya, gracias - dijo Aria impresionada, pues no pensó que Issei sea así de educado.
-Es simple caballerosidad, me lo enseñaron - dijo Issei sentándose al lado izquierdo de la rubia quien asintió.
En eso varios sirvientes y sirvientas entraron con varios platillo en carritos transportadores.
Issei se fijo en dos en especifico, una era obviamente Siesta, quien ni lo había visto, y la otra era quien dirigía al resto y que le dio una gran impresión a Issei.
-"Esa sirvienta no es normal compañero" - le dijo Ddraig.
La sirvienta en cuestión vestía como toda maid de la casa, tiene el cabello negro atado en dos trenzas que le caen a cada lado, su piel es clara, usa lentes circulares, un rosario cuelga de su cuello y se nota muy tranquila, pero el aura a su alrededor no era normal, denotaba algo de peligro para un humano normal.
[Ignoren la pistola y la mirada de "ya valiste", los qué sepan quien es ta bueno, pero los que no pos ni modo]
-"Vaya, si qué tiene una presencia imponente" - pensó el castaño impresionado.
Las sirvientas sirvieron la comida, siendo que Siesta inmediatamente noto a Issei y se alegro mucho.
-¡Ise-san! - dijo Siesta sonriendo.
Las dos Grundell notaron eso y Ángela preguntó.
-¿Acaso ya se conocían de antes? - preguntó a la sirvienta quién asintió sonriendo.
-Él fue quien me salvo la semana pasada - respondió Siesta asombrando a las dos rubias y los chicos, siendo que la sirvienta en jefe miró a Issei analíticamente.
-Oh, entonces tú eres el salvador del que Siesta-chan no ha dejado de hablar, el mundo sí que es pequeño - comentó Aria haciendo que Siesta se sonroje mucho.
-¡A-A-A-Aria-sama, no diga eso! - dijo muy roja la pobre Siesta quien miró a Issei avergonzada, siendo que el castaño se sonrojo por eso ya que aparte de Rias y las demás, Siesta es la primera en mencionarle mucho.
-Fufufu, gracias por ayudarla, para nuestra familia cada sirviente y personal es importante, pues sin ellos no somos nada - dijo Ángela con una hermosa sonrisa que cautivo a Issei, pero este negaría con una ligera sonrisa.
-No tiene que agradecer, sólo hice lo que vi que era correcto - dijo Issei siendo que Ángela negó.
-Puede que sea eso, pero es muy raro recibir y dar ayuda en esta ciudad, y creo que eso lo sabes ¿cierto? - dijo Ángela al castaño quien suspiro y se puso serio.
-Si, no se si le llega a ofender esto, pero por todo lo que he visto estos pocos días que he estado en la capital, es un lugar lleno de gente podrida que se lucra de los pobres y la verdad es algo que me molesta - dijo Issei sorprendiendo a Tatsumi y sus amigos.
Ángela y Aria se miraron para asentir, siendo Ángela quien habló.
-En efecto, la capital es un nido de ratas, lobos en piel de oveja que se hacen pasar por buena gente, ya sean pobres o ricos, solo el más fuerte sobrevive en esta jungla que es la capital y más teniendo al emperador que tenemos siendo dominado por el primer ministro - dijo Ángela con total seriedad.
Otra vez el trío de campesinos se sorprendieron, pues no sabían eso de la capital.
-Entonces los rumores que escuché son ciertos - dijo Issei seriamente - según escuché el emperador es un niño y quien controla todo desde las sombras es el primer ministro Honest - dijo mirando a la mujer quien asintió.
-Si, así es, el emperador tiene apenas 12 años de edad y no sabe nada de lo que ocurre en el exterior, pues el primer ministro se ha encargado de esconder todo eso mientras él sigue con sus fechorías - dijo Ángela e Issei entendió.
-Mi madre sabe de eso porque es miembro de los concejeros del emperador y ministra de salud del imperio - dijo Aria sonando orgullosa de su madre.
-Vaya, no esperaba eso - dijo Issei.
Tatsumi y sus dos amigos estaban en silencio, pero sorprendidos puesto que un pez gordo les dio donde quedarse.
-Por cierto… - ahora Ángela miró a Tatsumi - entonces tu eres el amigo del que Sayo y Ieyasu tanto hablaban - dijo y el castaño asintió.
-Si, mucho gusto, mi nombre es Tatsumi y agradezco que me dejen quedarme aquí, ya veré la manera de regresarles el favor cuando me vuelva famoso en la capital - dijo Tatsumi con convicción en su mirada.
Ángela se sorprendió un poco por eso y miró a su hija.
-Él dijo que quería entrar en el ejército Imperial y volverse famoso - dijo Aria - aunque creo que ese es el mismo objetivo de Sayo y Ieyasu - mencionó mirando al dúo de hermanos.
-Oh, vaya, ¿y lograste entrar para ser recluta? - preguntó Ángela.
Tatsumi se sonrojo de la vergüenza y se puso nervioso.
-Bu-bueno… yo… este… - el chico de pueblo no sabía que decir hasta que suspiro - la verdad no, me echaron a patadas - dijo avergonzado.
-Y ahí fue cuando conociste a Leone, si, yo vi como el sujeto que reclutaba le decía de cosas - mencionó Issei haciendo que Ángela sintiera una contracción al escuchar el nombre de Leone.
-Ahhh, te paso lo mismo que Ieyasu, creían que por tener habilidades iban a entrar a un gran cargo a la primera, son idiotas - dijo Sayo mientras negaba.
-¡Oye! ¿Que iba a saber yo que eso no era posible? - dijo Tatsumi molesto.
-Si, y ya deja de decir eso, no tenemos la culpa de no saber como funcionan las cosas aquí - dijo Ieyasu mirando molesto a su hermana.
-Y es por eso que la gente fuera de la capital es blanco fácil para gente con malas intenciones aquí en la capital - dijo Aria mirando al trío quienes la miraron.
-Cierto, no es por ofender, pero la gente de campo piensa que vivir en la capital es miel sobre hojuelas, pero eso no es más que una fachada para algo peor - dijo Ángela sonando sería.
Issei se calló y estuvo atento, también el trío de campo.
-La capital, como ya dije antes, es un lugar donde gente con muy malas intensiones vive - dijo Ángela.
-Si, tienen suerte de haberse encontrado conmigo, ya que otros simplemente los habrían atraído con dulces palabras y sepa el cielo que les hubieran hecho - mencionó Aria.
Esto claro que asusto al trio de pueblerinos, pues no pensaron en esa posibilidad.
-¿Y como se estaría seguro se que ustedes no son iguales? - pregunto Issei sin miedo alguno.
El comedor se quedó en silencio y las dos rubias miraron a Issei, aunque no parecían ofendidas.
-Bueno, pues si de algo se enorgullece mi familia, es que en todos los años que hemos estado vigentes en la capital Imperial, hemos ayudado a quien lo necesita sin ver su proceder o sexo, simplemente les ayudamos para que tengan una mejor calidad de vida en esta ciudad - declaró la rubia quien lucia tranquila.
-Te lo dije antes ¿no?, somos distintos a otras familias en esta capital, por no decir la única que ayuda a los necesitados - dijo Aria con una sonrisa.
-Si me permiten hablar, Ángela-sama y Aria-sama tienen razón, gracias a ella es que yo y mi prima tenemos hogar, además de que Ángela-sama administra el único hospital que admite a gente de toda clase social en esta capital - dijo Siesta quién todo el rato estuvo de pie al lado de Issei.
Issei se quedó en silencio pero luego soltó un suspiro.
-Perdón por lo que dije, es que ver tanta venta mala me tiene algo loco, ya me quedo claro que son buenas personas - se disculpó el castaño inclinandose un poco.
-No hace falta, es bueno que seas desconfiado, así que no te disculpes - dijo Ángela con una sonrisa.
Todo se calmo y Ángela volvió a hablar.
-Bueno, ya basta de hablar, la comida se está enfriando y es mejor disfrutarla cuando aún está caliente - dijo Ángela y así las sirvientas empezaron a servir la comida.
-Aquí tienes Ise-san - dijo Asia pelinegra… digo, Siesta, sirviendo un poco de vino en una copa al castaño.
Issei le sonrió.
-Gracias Siesta - agradeció tomando la copa.
La cena pasó con calma, siendo que Tatsumi parecía llorar de la alegría al cenar algo delicioso, mientras que Issei debía de decir que quien cocino era un expert@.
Luego de 20 minutos terminaron de cenar, o al menos Issei y Tatsumi, pues casi se comieron toda la comida que pusieron en la mesa.
-Si qué tienen apetito - dijo Aria sorprendida.
-Jejeje, es que jamás en mi vida he probado algo así de delicioso - dijo Tatsumi con sinceridad.
-Bueno, yo entrenó mucho y mi cuerpo absorbe el cuádruple de proteínas que una persona normal, por eso suelo comer mucho - dijo Issei, pues últimamente ha sentido mucho apetito y se lo amerita al ser parte dragón y demonio.
-No es problema, así no se desperdicia tanta comida, pero bueno, se está haciendo tarde y yo tengo que ir temprano al hospital a ver unos asuntos, así que me retiro a mi recamara, tengan buenas noches - dijo Ángela con educación mientras se retiraba siendo seguida por la Maid de trenzas y lentes, quien le lanzó una última mirada a Issei antes de irse junto a su jefa.
-Cierto, yo tengo que acompañar a mamá mañana, ya que trabajo ahí - dijo Aria mirando a August el mayordomo - August, ¿podrías mostrarles sus aposentos a Ise-san y Tatsumi-san? - pidió y el mayordomo asintió.
-Como desee Aria-sama, yo me encargo de eso - dijo August con calma.
-Gracias - dijo Aria con una sonrisa y miró a los tres chicos y chica - me despido por hoy, nos vemos mañana, tengan bonita noche chicos - dijo para irse junto con Siesta quien se despide de Issei con una sonrisa.
Ahí quedaron los cuatro.
-Bueno… - Issei miró a los hermanos pelinegros y se acercó - mucho gusto, soy Issei Hyoudou, pero me pueden decir Ise - dijo sonriendo mientra extendía su mano para saludar.
-Soy Ieyasu y ella es mi hermana menor Sayo, un placer Ise - dijo Ieyasu con una gran sonrisa amigable.
-Mucho gusto Ise - dijo Sayo con una leve sonrisa.
-Igualmente Sayo, Ieyasu, espero nos llevemos bien mientras estemos aquí - dijo Issei sonriendo.
En eso Tatsumi habla.
-Entonces tu conoces a la chica que me robo ¿verdad? - preguntó Tatsumi aún molesto con Leone por robarle todo el dinero que tenía.
-Si y reitero que yo no se nada de ningún robo, pues salí a cazar bestias peligrosas - dijo Issei lavandose las manos, pues no tenía nada que ver.
-Mmm, te creo, no te vez como un ladrón - dijo Tatsumi tras mirar bien a Issei - bueno, mucho gusto igualmente, espero nos llevemos bien en lo que trabajamos para Aria-san - declaró sonriendo a lo que Issei compartió la sonrisa.
-Lo mismo digo Tatsumi, espero que nos llevemos bien - dijo Issei pues tener un amigo en este mundo seria bueno.
Los cuatro charlaron un poco, pero no mucho ya que Tatsumi tenía mucho sueño y lo que le pasó en la tarde le canso mentalmente.
Issei fue guiado por Siesta a lo que será su nueva habitación mientras esté trabajando para Aria.
-Buenas noches Ise-san - dijo Siesta con una sonrisa.
-Igualmente Siesta, ten bonita noche, nos vemos mañana - dijo Issei sonriendo a la pelinegra.
Ella sonrió y se marchó, pues tenía deberes que terminar para descansar.
Issei cerró la puerta y miró la habitación, nada sorprendido pues cuando va de visita donde sus suegros, ya tiene un cuarto que comparte con Rias y las chicas, siendo que es más elegante que ese.
Se echó sobre la cama y mirando el techo pensó.
-"Espero que alguien me venga a buscar, pero primero será ver la manera de ayudar en esta ciudad de mierda" - pensó recordando en lo podrido que estaba este mundo, recordándole historias sobre la Deep Web que son ciertas ya que Azazel se lo confirmó.
Issei suspiro y cerró los ojos listo para dormir, ya que mañana será otro día.
[Fin 05]
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