🍃Capítulo final pt2
《⏳》
—¡¿Y tú cómo carajos sabes dónde está mi hija?!
—Te explico en el camino, es mejor irnos ya —apuró
—¿Y cómo demonios sé que no me estás mintiendo?
El sujeto rodó los ojos, para después sacar su celular y buscar algo en el. YoonGi lo miró inquisitivo pero aún a la defensiva.
—Es ella, ¿o no? —mostró la pantalla con una fotografía de SunMi, tomada hace una hora.
Dos segundos pasaron, cuando YoonGi había empujado a Jongsuk, tomándolo con fuerza del cuello de su camisa, para después estamparlo contra la pared de adentro de su casa. Lo levantó del piso unos centímetros, antes de hablarle con una voz terriblemente grave.
—Tu fuiste.
No era una pregunta, era una afirmación.
—¿Q-Qué?
YoonGi ajustó su agarre y acercó su rostro al del hombre, mirándolo con ojos furiosos. —Tú te llevaste a mí hija. Tú y Taeyeon, ¿o me equivoco?
Ya no había vuelta atrás. Jongsuk relamió sus labios nervioso, sabía que no podía negar nada. Sabe que lo que hizo está mal, y está aquí para enmendar lo sucedido y ayudarle a recuperar a su hija.
—Sí… ¡Pero fue idea de ella! —mencionó rápido— Taeyeon me pidió ayuda y-
Un golpe en el rostro lo silenció. —¡Violaste a Jimin! —lo golpeó otra vez con fuerza logrando que su nariz sangrara— ¡Hijo de perra!, ¡Te llevaste a mí hija y abusaste de mi esposo!, ¡¿Cómo pudiste?!
YoonGi siguió golpeándolo, con furia. Lo dejó caer al suelo, para después propinarle unas patadas en el estómago. Estaba más que furioso, estaba cegado en ira. —¡No te bastó con arruinarle la vida cuando era un niño o cuando tenía dieciséis!, ¡Que ahora también quisiste continuar jodiendolo!, ¡Maldito malnacido!
El pálido ahora se hallaba rojo. Estaba descargando su furia en él y no le daría el gusto de saber que Jimin, su Jiminnie estaba en espera, no lo haría. En cambio, Jongsuk no se defendía, sabía que merecía cada uno de esos golpes. Pero si continuaba así, no estaría en condiciones de cumplir su cometido que era ir a rescatar a la niña.
—Basta… —se encogió en su lugar y tosió sangre, abrazando su estómago. —Si me dejas mal… n-no podré llevarte… con t-tu hija…
Y solo eso, logró detener a YoonGi. Escucharlo hablar de su hija, lo hizo enojarse más, pero sabe que si no fuera por eso, él continuaría golpeándolo hasta dejarle inconsciente o hasta sentirse saciado de lo que les hizo.
YoonGi tomó sus llaves y miró al sujeto sangrante en su entrada. —Levántate, iremos en mi auto.
🍃⏳🍃
En el camino, Jongsuk iba muy ocupado, tratando de detener el sangrado de su nariz, labio y ceja. YoonGi conducía en silencio con la mandíbula tensa y sus nudillos blancos sobre el volante, tan sólo escuchaba las bajas indicaciones del otro.
El silencio era incómodo, por lo menos para Jongsuk, porque YoonGi estaba con su mente a mil por hora, con un solo objetivo, el cual era: recuperar a su hija. Ya después de eso, refundiría a esos dos hijos de puta en la cárcel.
Miró de reojo a su no grato acompañante, quien con su camisa limpiaba la sangre de su nariz que aún se negaba a detenerse. Estuvo tentado en darle un tip para que la sangre se detuviera pero mejor se contuvo, que se las arregle él sólo.
Una vez llegaron a lo que parecía ser un complejo de apartamentos medio decentes, estacionó el auto. El celular de YoonGi comenzó a timbrar, apareciendo el nombre de su amado en la pantalla. Con todo el dolor de su corazón, rechazó la llamada y puso su celular en modo vibrador. Aprovechó que Jongsuk iba saliendo del auto, para enviarle su ubicación al detective Wang. Su ventanilla fue tocada y con velocidad guardó el celular en su bolsillo, para después bajar. Comenzando a seguirlo al edificio de tres pisos.
—Escucha, tenemos que tener cuidado. Taeyeon está mal de la cabeza
—Dime algo que no sepa —bufó rodando los ojos.
—Te lo digo porque creo que alucina… —se detuvo y lo miró— a veces me dice "YoonGi" y sonríe de manera escalofriante o habla sola. —el pálido enarcó una ceja— hace unos días, uhm… tu hija no dejaba de llorar y ella quería inyectarle algo raro… pero yo se lo impedi… te lo digo, está loca.
YoonGi se hallaba petrificado. ¿Inyectar?, ¿Y si la quería matar? —¿Y qué hacemos aquí? ¡Vamos ya! ¡No puedo dejar a mi hija con esa desquiciada un segundo más!
El desesperado padre avanzó un par de pasos pero una mano tomó su brazo. —Espera, tengo un plan…
🍃⏳🍃
Iban caminando por los silenciosos pasillos, hasta que se detuvieron frente a una puerta. YoonGi iba a entrar primero. Con las alucinaciones de Taeyeon, lo más seguro es que no se asuste al ver al verdadero YoonGi, pensando que es el que aparece en su mente.
Jongsuk abrió la puerta con su llave. YoonGi respiró, empuñó sus manos y se adentró, caminando con precaución. Todo el lugar lucía muy normal. Era un apartamento como cualquier otro con su pequeñísimo juego de sillones, su cocina y tres puertas. Sacó su celular para enviarle rápidamente al detective, el número de habitación.
No escuchaba a Taeyeon por ninguna parte y eso es lo que lo ponía de nervios, al pensar que saldría en cualquier instante de algún lugar, tal como en una película de terror.
Abrió una puerta de lo que parecía ser una habitación más no encontró a nadie dentro. Abrió otra, la cual era el baño y también se hallaba vacío.
Quedaba una…
Relamió sus labios, giró la perilla…y se congeló. Una simple cuna en el medio de la habitación… su corazón comenzó a latir con fuerza, al mismo tiempo en que no dudó en caminar hacia ella.
Sus ojos se llenaron de lágrimas, cuando por fin la miró, dormida tan tranquila… ¡Era ella!
—M-mi niña… — acercó sus brazos y finalmente la sostuvo, después de dos largas semanas de incertidumbre. —SunMi… mi precioso melocotón, te encontré bebé…
YoonGi observaba su rostro sin creérselo. Repartió varios besitos en su carita una y otra vez. —Vámonos a casa, hija mía…
No le importó lo demás que estaba ahí adentro. Él solo iba por su niña y aprovecharía en salir, al ver que Taeyeon no estaba… pero en cuanto dio un paso fuera de la habitación… la puerta principal se abrió.
—Y-YoonGi… llegaste, ¿por qué tardaste tanto, mi amor?
El pálido se paralizó en su lugar al ver acercase a la causante de sus pesadillas y problemas. Su furia estaba surgiendo de nuevo, y tenía que hacer de todo por contenerse, para no arruinar el plan.
La mujer miró a la niña en brazos y llevó una mano a su boca sorprendida. —¿Nuestra hija estaba llorando otra vez?
—¿Nuestra-...? —el rostro de YoonGi se desfiguró, al ver la terrible inestabilidad de la chica frente a él.
Taeyeon se apresuró a buscar algo en su bolso, para después mostrarlos con una enorme un tétrica sonrisa. —¡Sorpresa! Conseguí nuestros boletos de avión para irnos a NY, tú yo y nuestra pequeña. ¿No es genial?
—¿Qué?
El pálido tragó grueso. ¿Ella planeaba llevarse a su hija fuera del país? Definitivamente llegaron justo a tiempo. YoonGi le dio una leve mirada a Jongsuk quien se asomaba detrás de la puerta de entrada, haciéndole señas, dando a entender que él no sabía nada del viaje.
—¿YoonGi? —ella lo miró confundida, desapareciendo todo rastro de alegría de su rostro. —¿Qué sucede?... no te noto feliz…
YoonGi estaba mudo. Estaba conteniendo sus palabras lo más que podía. Retrocedió un paso en tanto negaba. Le dio una mirada a su preciosa hija, quien aún dormía tranquilamente en sus brazos.
—Nos iremos a otro continente y empezaremos nuestra vida j-juntos… juntos nosotros tres… —comenzó a jugar nerviosamente con sus manos
Negó. —No puedo… todo esto me supera…
—¿Qué?... ¿C-Cómo que no puedes?
A la mierda el plan. —Necesitas ayuda profesional… estás… estás muy mal…
—¿YoonGi?
Ella abrió sus ojos con asombro. ¡De verdad era él! En serio, no podía creer que el YoonGi real, estaba frente a él.
—¿Cómo pudiste? —murmuró gravemente, abrazando protectoramente a su hija— ¿Cómo te atreviste a llevarte a MI hija?. No Taeyeon… ya basta de tenerte compasión, iré muy en serio contigo y no me importa refundirte en prisión.
—¿P-Pero qué dices? YoonGi, yo t-te amo, no puedes hacerme esto…
—Lo tuyo es obsesión, Taeyeon. No amor. —la silenció. —Comprende que ya estoy casado y él es el amor de mi vida, no tu. A ti no te amo, incluso el más mínimo aprecio que tenía por ti, desapareció hace tiempo atrás, convirtiéndose en desprecio. No te quiero en mi vida ni en la de mi familia.
Lágrimas gruesas comenzaban a salir de los desorientados ojos de Taeyeon. Pasaba sus manos con desesperación por su rostro y por su cabello castaño mal teñido, murmurando cosas inentendibles.
—No me puedes dejar… no, no puedes… no…
Fue en un instante, donde ella quiso correr hacia YoonGi y arrebatarle a la bebé, pero unos brazos la detuvieron. Taeyeon miró por sobre su hombro, encontrándose con Jongsuk. —¡¿Tú?! ¡Se suponía que estabas de mi lado! ¡Tu fuiste quien lo trajo! ¡Maldito traidor!
Jongsuk no tuvo oportunidad de hablar, porque un grupo de seis uniformados, entraron al lugar.
YoonGi suspiró aliviado. ¿De verdad todo había acabado? Dirigió su vista a su niña, quien sólo se había removido un poco por el ruido. Sonrió, finalmente sonrió al verla a salvo entre sus brazos. La pequeña abrió un poco sus ojitos y comenzó a llorar, por el ruido de tantas personas ahí dentro y Dios… YoonGi había extrañado tanto ese precioso llanto, que incluso a él también le dieron ganas de llorar.
—Vámonos a casa, Hija… allá hay alguien que te extraña muchísimo… —besó su frente, dándose cuenta casi al instante, de la calidez en ella. Tocó las mejillas y efectivamente, su pequeña tenía fiebre. Era mejor llevarla ya mismo a la clínica.
El detective Wang se acercó a él, y señaló con un asentimiento a los dos culpables de toda esta odisea. Ambos eran sujetados por policías, Jongsuk no ponía resistencia, en cambio Taeyeon, forcejeaba con el uniformado que la tenía mal sujetada.
—¡No me puedes dejar, YoonGi!
El pálido simplemente la ignoró, aún escuchando sus súplicas. Pasó de largo, directo a la salida, cuando un estruendo resonó en todo el lugar y un horrible dolor le recorrió por todo el brazo, temiendo en dejar caer a su hija.
De su brazo salía sangre. Una bala había impactado contra él. Solo logró sisear una baja maldición, para después voltear y buscar al culpable. Pues Taeyeon se hallaba con un arma del uniformado que tenía a lado y había logrado sacarla y disparar, todo en sólo unos segundos.
—¡¿Por qué mierda no le pusieron las esposas?! —gritó Wang con furia. Le arrebató el arma a Taeyeon y el mismo le colocó con fuerza las esposas metálicas tras su espalda. Y después empujarla contra los policías para que la sujetaran. —Llevenlos a la estación, en este mismo instante.
—¡Sí señor!
Wang sobó el puente de su nariz, en tanto negaba por la ineptitud de sus soldados. Se acercó a YoonGi quien sujetaba a su hija con su brazo sano, en tanto revisaba superficialmente su herida.
—¿Estás bien?
—Creo que… —siseó— necesitaré unos puntos… la bala no se quedó incrustada. —señaló con un movimiento de cabeza— está allá… y necesito que vayamos a la clínica, mi hija tiene fiebre…
Y entonces, después de dos semanas de incertidumbre, YoonGi salía con su hija en brazos. Mientras se llevaban a Taeyeon y a Jongsuk a la estación de policía, donde abrirían un juicio días después, que obviamente esos malnacidos no podían ganar, para finalmente sentenciarlos a muchos años en prisión…
A pesar de que su brazo dolía… le entusiasmaba más, que Jimin viera a SunMi.
🍃⏳🍃
—¡YoonGi!
La cortina se abrió, dejando que el alma regresará al cuerpo de ambos hombres que habían entrado agitados a urgencias. YoonGi yacía sentado sobre una camilla, con su torso desnudo, en tanto una enfermera vendaba su brazo, después de haber curado su herida de bala.
—¡Estás bien! —exclamó su hermano mayor completamente aliviado— Mierda, cuando Hoseok me llamó diciéndome que tenías una herida de bala, temí lo peor
—Estoy bie-
—¡Todo es culpa de Chanyeol! —culpó Hoseok con una mano en su pecho, tratando de calmar su agitado corazón del susto.
—¿Qué yo qué? —exclamó el nombrado desde alguna parte de la sala de urgencias. Para después acercarse, mientras se quitaba unos guantes de látex.
—¡Tú! —reclamó Jung— solo me dijiste que YoonGi tenía una herida de bala, ¡Más no me dijiste en donde!
—¿Qué?, ¡Pero si yo-!
YoonGi y Namjoon rodaron los ojos al ver a aquellos dos ponerse a reclamarse el uno al otro. Namjoon se acercó a su hermano menor y colocó una mano en su hombro. —De verdad, ¿estás bien?
—Mejor que nunca, Namjoon —YoonGi sonrió, viendo como la enfermera se iba. —Esta simple herida no va a arruinar este momento.
—¿Mejor que nunca? Pero… ¿Qué pasó?, ¿A dónde fuiste? —Namjoon simplemente no entendía porqué su hermano estaba herido. Nadie le había explicado nada, aunque tenía una vaga idea por su cabeza de lo que pudo haber pasado pero… —¿Sabes algo más sobre SunMi?
YoonGi abrió la boca para decir algo, pero una enfermera con sosteniendo a su pequeña le ganó la primicia. Con un poco de dificultad, sostuvo a su hija en brazos, sintiéndose tranquilo al verla dormir.
—Sorpresivamente, ella se encuentra en buen estado de salud, además de la fiebre, que al parecer fue provocada por una pequeña infección en su garganta, la cual según los estudios, luce un poco irritada… —Por supuesto, pensó YoonGi. Pues Jongsuk le había contado, antes de que lo subieran a la patrulla que ella había llorado mucho estas últimas dos semanas. —Pero fuera de eso, se encuentra muy bien y no tiene ningún rastro de maltrato o desnutrición
—Gracias al cielo… —suspiró con alivio abrazándola contra su pecho y besando sus suaves cabellitos.
Después de que la enfermera le entregara la receta con el medicamento recetado para su hija, ella se retiró. Yoong volteó a ver a su hermano que lucía petrificado en su lugar.
—YoonGi… ¿De verdad es ella?
Asintió. —Lo es… la recuperé, y no volveré a permitir que me la quiten, nunca más…
—Pero… ¿C-Cómo? —no despegaba su vista de la niña— ¡Pude haber ido contigo!
—La oportunidad salió de manera inesperada y yo no dudé en irme, solo quería rescatarla
—Santo Dios… —se acercó y la miró más de cerca. sonrió al darse cuenta que, efectivamente era su preciosa sobrina. —¿Pero cómo pasó?, ¿Quiénes fueron?, ¡Todos estos días no me has dicho nada!, me siento muy perdido…
—Ay Namjoon… tengo tanto que contarte, pero lo haré en otro momento, te lo prometo. —se puso de pie con ayuda del mayor— ahora, llévame a casa… ya quiero ver la carita de felicidad de Jimin, al ver a nuestra hija…
🍃⏳🍃
La puerta de la casa se abrió, y el lugar se llenó de pasos. Eso por supuesto llamó la atención de Taehyung, quien estaba meciendo a sus gemelos en el portabebé. Se puso de pie y caminó hacia la entrada, rápidamente encontrándose con su esposo y su pálido amigo. Namjoon se había ido directo a su casa a informarle a su amado SeokJin, las buenas nuevas con toda la felicidad del mundo.
—¡YoonGi! Gracias al cielo que estás bien —dijo aliviado con una mano en su pecho— Jimin está- oh…
Se detuvo al ver cómo YoonGi sostenía un bultito cubierto con una manta. Cubrió su boca con su mano, dejando escapar un jadeo sorprendido, que ni cuenta se dio cuando su amado Hoseok, lo había tomado de la cintura con dulzura, y le susurraba en el oído: —Es SunMi, amorcito…
—Oh por dios —sus ojitos se cristalizaron y dio un paso a YoonGi— ¿P-Puedo verla?
El pálido asintió con una pequeña sonrisa, para después descubrir el rostro de su niña, que aún yacía tranquilamente dormida. Taehyung jadeó anonadado pero feliz, permitiendo que un par de lágrimas se escaparan.
—Necesito que la sostengas un momento —se la entregó con cuidado y por supuesto que Taehyung aceptó sin rechistar— ¿Dónde está Jimin?
—E-En el sofá, dormido —murmuró tratando de contenerse en soltar en llanto al tener a la pequeña en sus brazos. YoonGi asintió, para después irse con él. —¡Mira, Hobie!, ¡Es ella!
YoonGi sonrió al escuchar a Taehyung. Si el estaba muy feliz, no se imaginaba como se pondrá Jimin…
Al llegar a él, se inclinó frente a su rostro y acarició su mejilla. Lo miró con detenimiento, notando su delgadez, la manera en que sus pómulos comenzaban a marcarse. Lo pálido que lucía y las enormes y oscuras ojeras bajo sus ojos… de verdad le dolía verlo así. Pero ahora todo acabará.
—Jimin… —lo sacudió un poquito del hombro. —Minnie… mi amor… —Jimin dio un saltito y abrió sus ojos casi de golpe, asustándose de ver el rostro de su esposo tan de cerca. —Tranquilo, soy yo…
El mayor tomó su mano dejando un besito en ella. Jimin parpadeó un par de veces, pues aún se sentía desorientado, sin embargo se congeló en su lugar y su vista se clavó en el brazo de su amado.
—Y-YoonGi, tienes… tienes sangre —murmuró con temblor al ver la camisa azul cielo manchada de un color escarlata. —¿Q-Qué te pasó?
Preocupado se reincorporó en su lugar, sentándose en el sofá en un movimiento brusco. Mala idea, pues ese rápido movimiento, le había provocado un leve mareo, cosa que YoonGi notó y aún con el dolor de su brazo lo sostuvo. Se sentó a su lado acariciando su nuca, tratando de calmarlo.
—Shh… está bien… —besó su sien
Jimin hizo una mueca y cuando se sintió mejor, se movió un poco para ver a YoonGi a los ojos. —¿Ya me dirás qué te pasó?
YoonGi también lo miró a los ojos, mostró una pequeña sonrisa ladeada, y llevó su mano a la suave mejilla con cariño. Se sintió triste al ver sus ojitos apagados, pero a pesar de que últimamente habían discutido seguido, en esos ojitos apagados, aún había un rastro de preocupación por su mayor.
—Te amo…
La respuesta había descolocado un poco a Jimin, que no pudo evitar fruncir el ceño. —YoonGi, ¿Estás bien?
Este asintió y volvió a repetir, esta vez con una sonrisa un poco más grande en sus labios. —Te amo, Jimin…
Aún confundido, Jimin llevó sus manos al brazo de YoonGi, haciendo una mueca al ver más de cerca la mancha de sangre. Pero abrió los ojos al ver un agujero en ella. ¿Una bala?, pensó aterrado regresando su vista a los ojos del mayor.
—YoonGi, por favor dime que te pasó
Pero YoonGi negó restándole importancia, para luego atreverse a dejar un casto beso en la mejilla contraria. —Te amo, Minnie…
—Yo también te amo, YoonGi —murmuró Jimin al borde del llanto muy preocupado. —Pero por favor dime, ¿que te ocurrió?, ¿Cómo te hiciste esto?
YoonGi sonrió al escuchar el te amo de su amado. No sé resistió más, así que dejó un corto besito en sus bonitos labios. Tocó su frente y peinó su flequillo hacia atrás. —No importa… ¿Qué crees? te tengo una bonita sorpresa
De verdad se sentía confundido con la actitud tan de repente mente melosa de YoonGi. —YoonGi, yo no quiero sorpresas, solo quiero saber que te pasó.
—Vamos, cierra tus ojos, sé que te gustará…
Jimin rodó los ojos y los cerró. —No sé qué te sucede… o que estés planeando, pero nada me importa ahora que no sea saber que te pasó y-
—Listo, puedes abrirlos…
Bufó y abrió con lentitud sus ojos, topandose igualmente con su esposo viéndolo con una enorme sonrisa. —¿Qué? ¿Por qué sonríes así-...?
Sus ojitos se clavaron en el pequeño cuerpo que su esposo tenía en sus brazos. Inmediatamente se quedó sin habla, cubriendo su boca sin creerlo mientras sus ojos se llenaban de lágrimas en un santiamén, comenzando a negar.
—S-SunMi… m-mi niña…. ¿De verdad e-es ella?
Había soñado tanto con ese momento que temía que fuera solo una mala jugada de su imaginación.
—Sí, cariño… —su voz se quebró— es nuestra pequeña…
La bebé había pasado a los brazos débiles y temblorosos de Jimin, quien no dejaba de llorar al verla. La miraba de los pies a la cabeza, mirando cada detalle para asegurarse de que era ella y no había duda alguna.
—Oh por dios, mi niña… hija mía… —lloraba abrazándola contra su pecho, temiendo que se la arrebataran de nuevo— ¡estás aquí!, ¡No puedo creerlo!
YoonGi rodeó a su amado de la cintura y recargó su mentón en el delgado hombro, juntando sus cuerpos lo más posible, mientras ambos lloraban de infinita felicidad, al por fin tener a su preciosa hija con ellos.
Por otro lado, Hoseok y Taehyung derramaban lágrimas en tanto se mantenían abrazados, viendo con extrema felicidad y ternura a sus mejores amigos, tener el mejor reencuentro con su bebita.
El llanto de Jimin fue calmandose de manera gradual, hasta que este no se escuchó más y su cuerpo pesó. YoonGi lo notó, y lo primero que hizo fue sostener lo más rápido que pudo a su hija, antes de que los brazos de Jimin perdieran toda la fuerza y la pequeña se le cayera.
Jimin se había desmayado. Después de todo, se encontraba muy débil y una emoción fuerte como esta, lo dejó completamente inestable, que perdió la conciencia. YoonGi entendía el sentir de Jimin, así que no se asustó mucho. Pero se vio en apuros cuando quiso llevarlo a la cama, pues el dolor en su brazo no le permitió cargarlo, así que fue Hoseok quien lo subió a la habitación.
—Chicos… de verdad, muchas gracias por estar con nosotros —decía YoonGi entrando al living, después de dejar a Jimin dormitando, quien no dejaba de abrazar a su hija.
Hoseok se balanceaba lado a lado con suavidad, tratando de arrullar a su pequeña TaeRin, quien se había despertado sin hacer mucho ruido. El pelinegro le dedicó una pequeña sonrisa cuando volteó a ver a su mejor amigo. —Para eso estamos, Yoon… Me alegra muchísimo que SunMi esté finalmente con ustedes y que atraparan a esos desgraciados… Todo mejorará, estoy seguro…
—Los ánimos volverán a esta casa… aunque, estoy pensando en mudarnos, a Jimin le aterra estar solo aquí
—En nuestro vecindario están poniendo en venta varias casas, de hecho hay una en venta a cuatro casas de la nuestra, si se animan a mudarse, seríamos vecinos —habló Jung con emoción
—No sería mala idea… y estaríamos más comunicados, le hará bien a Jimin el tener a Taehyung más cerca —mencionó
—¿Yo qué? —volteó Taehyung bajando una hoja que se encontraba leyendo. —¿me hablaron?
—No Taehyungie… —su esposo lo miró notándolo tenso. —¿Qué leías?
YoonGi también se interesó. Pues Taehyung había escondido la hoja en su espalda. —Son… Uhm… —tartamudeó— son los estudios de Jimin…
—¿Estudios? —YoonGi enarcó una ceja
—¡Oh! había olvidado decirte —habló Hoseok desde el suelo, terminando de acomodar a su hija en el portabebé— Hani me dio el sobre con unos estudios de Jimin, me dijo que te los diera. Los había dejado ahí en la mesa.
Taehyung se acercó a YoonGi con una expresión triste. Le tendió la hoja y el pálido la tomó sin emoción alguna. —Creo que me adelanté al decir que todo mejorará… Supongo que ya lo leíste —se refirió a Tae— o tal vez, Jimin ya te había dicho que está embarazado…
El menor asintió. —Él me lo dijo unas horas atrás…
Hoseok se puso de pie y colocó una mano en el hombro de su amigo. —Fuerza, hermano… ambos hablen y tomen la opción que crean mejor
YoonGi suspiró, leyendo la hoja con los resultados, que claramente decían positivo. —Yo… solo no sé… Jimin se puso muy mal al enterarse, él fue quien sufrió todo esto, así que la decisión se la dejaré a él… estamos hablando de su cuerpo y de su salud mental. Yo apoyaré cualquier cosa que él decida, no quiero obligarlo a nada…
Jung reforzó el agarre en el hombro de su mejor amigo, tratando de brindarle fuerzas y haciéndole saber que contaba con él siempre. Taehyung bajó la mirada, pero la alzó ante la voz del pálido.
—Esperen… —comenzó a leer con más detenimiento— Resultado: Positivo… embrión de una, dos, tres, cuatro… ¡Cinco!
—¿Qué? —preguntó Taehyung confundido.
YoonGi releía una y otra vez para asegurarse. —cinco… ¡Jimin tiene cinco semanas! —se rió con alegría, volteando a ver a sus amigos— ¡El incidente fue hace quince días!, ¡Dos semanas atrás!
—Eso quiere decir que Ji-
—¡El bebé es mío! —gritó con emoción y una enorme sonrisa en su rostro— ¡Jimin tiene un mes y una semana de embarazo!
Taehyung se cubrió la boca y saltó a abrazar a YoonGi con lágrimas en su ojos. —¡Me alegra tanto saber esto!
Hoseok estaba que no se lo creía. ¡Finalmente las cosas estaban mejorando para sus amigos!
—Serás padre de nuevo, Yoon —palmeó su espalda felicitándole con sinceridad.
—¡Tengo que decirle a Jimin!
YoonGi había subido las escaleras como rayo, mientras Hoseok abrazó a Taehyung de la cintura y besó su sien con orgullo. El mayor tomó el portabebé de la agarradera y juntos, salieron de ahí.
La puerta de la habitación se abrió y YoonGi se adentró a grandes zancadas, importándole poco que Jimin estuviera dormido. Se sentó en la orilla de la cama y se permitió deleitarse con la vista…
Jimin se hallaba recostado de lado con sus piernas encogidas y con SunMi dormida muy juntita a su pecho. El joven padre, mantenía una mano en la nuca de su bebita y la otra en su espaldita. Su nariz estaba pegada a los cabellitos de su pequeña, donde aspiraba el encantador y dulce aroma que tanto había echado de menos.
Había extrañado tanto verlos así. Y próximamente, un nuevo bebé se uniría a la fotografía…
Se quitó los zapatos y con extremo cuidado, se subió a la cama. Se recostó frente a su amado y juntó sus cabezas, donde alcanzó a dejar un dulce besito en la cabecita de su hija. Llevó su mano a la delgada cintura de su amado, siseando bajito en el proceso gracias a la herida en su brazo.
Con su pulgar acarició ahí mismo y se permitió relajarse completamente, después de dos largas y horribles semanas… Por fin, podría decir que se sentía sumamente feliz.
Él y Jimin muy juntos y su bebita en medio de ellos, siendo protegida.
—Minnie…
Besó su frente, moviéndolo un poquito en su vago intento de querer despertarlo. Jimin suspiró soltando un leve quejido.
—Mi amor…
Esos ojitos se abrieron poco a poco, encontrándose con su bebé, cosa que le hizo sonreír. Dejó un besito en sus cabellitos sin quitar la sonrisa de su rostro. —Te extrañé muchísimo, mi niña…
El pálido sonrió con ternura para después, volver a besar su frente tratando de llamar su atención. —Cariño… ¿Recuerdas los estudios que Hani te hizo?
Jimin se tensó. Pero asintió levemente. —¿Qué tienen? —se encogió más en su lugar, evadiendo la mirada de su mayor. —¿S-Salió negativo?
Había preguntado con un atisbo de esperanza.
—Positivo… —Jimin sintió ganas de llorar— nuestro bebito tiene un mes y una semanita de gestación. Aún es muy pequeñito… pero estoy seguro de que es fuerte…
Jimin abrió sus ojos y frunció el ceño ante la manera en la que YoonGi se refirió al bebé. —¿Nuestro? Pero, YoonGi… s-sabes que no es-
—Es mío, cariño… —murmuró tocando su mentón para que lo mirara a los ojos— es nuestro… ¿no escuchaste? tienes un mes y una semana de embarazo… y ese horrible incidente fue hace quince días, es imposible que tu embarazo sea producto de ello…
—E-Entonces… tú y yo… —sollozó mirándolo a los ojos
—Sí, mi amor… —sonrió también acariciando el mentón de su amado, sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas— seremos padres de nuevo… y SunMi tendrá un hermanito… nuestra pequeña SunMi será hermana mayor…
Y no necesitaron más. Ambos se abrazaron —cuidando de no aplastar a su hija— mientras las lágrimas salían sin parar. Por fin podrían decir que se sentían plenamente felices. Por fin todo se había solucionado.
Pasaron por tantas cosas, por tantos momentos, muchos de ellos felices y entre ellos varios trágicos y muy difíciles de sobrellevar. Pero ambos supieron afrontarlo juntos, a pesar de los obstáculos, hicieron de todo con tal de mantenerse juntos y superar cada uno de los problemas que se le pusieron enfrente.
Las cosas pasan en solo unos Segundos ante tus ojos. Las situaciones son inesperadas y tu felicidad te puede ser arrebatada en solo un par de Segundos.
En un parpadeo, las tragedias suceden. Tan inesperadas y aterradoras. Y a estas les toman no minutos, si no que, muchas horas, días, meses e incluso años de tu vida para solucionarlas
Pero no todo es malo, en unos Segundos, te podrían robar un beso y eso solamente te haría eternamente feliz. En solo segundos, podrías recibir inesperadamente un abrazo de tu persona favorita, en solo Segundos, podrías ver cómo se inclinan frente a ti mostrándote una preciosa argolla ante tus ojos, para hacerte feliz todos los días de su vida.
Mira a tu alrededor y te darás cuenta de que los Segundos están pasando, los Segundos no se detienen jamás, estos corren sin parar. El tiempo corre y la vida se acaba. Vive, grita, llora, ríe, canta, baila, ama, abraza… que la vida, se te podría ir en tan solo unos Segundos…
Fin.
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¡EL FINAL! NO PUEDO CREERLO TuT💗
Espero les haya gustado, las leo en el epílogo, junto con toda mi biblia de agradecimientos. Sony los ama~💓🍃
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