🍃Capítulo 4O

《⏳》

Dos semanas, dos malditas semanas habían pasado desde que se llevaron a SunMi.

Todos los días, salimos a repartir volantes con la fotografía de nuestra hija. Hasta que los detectives de la estación de policía que no están ayudando, nos dijeron que nos detuvieramos.

Ellos están trabajando en el caso desde el primer día y nos ayudarán a encontrar a nuestra hija, pero necesitan encontrar más pistas sobre ellos.

Todos estos días sin nuestra pequeña SunMi, han sido una verdadera tortura. Realmente nos hace falta escuchar sus risas y llantos, abrazarla, mimarla y jugar con ella.

Pensé que todo esto lo afrontaríamos juntos, pero Jimin se ha alejado mucho. Supongo que me lo merezco, después de todo le hice lo mismo cuando mi padre murió. Pero esto es algo que nos concierne a los dos.

Aún así, Jimin luce devastado, pues se siente completamente culpable de lo sucedido. Se siente culpable de no haber podido evitar que se llevaran a SunMi. Trato de hacerle entender que no fue su culpa. Pero simplemente sigue ignorandome.

También he querido llevarlo a que le hagan unos estudios, temo por su salud. Últimamente, está muy pálido, su rostro ha perdido color, ese rebosante carmín en sus mejillas ha desaparecido al igual que también ha adelgazado. Jimin no quiere comer, me rechaza cualquier alimento.

Temo que haya caído en un cuadro de depresión y también llegue a desarrollar anemia. Lo cual, estoy un 90% seguro de que mis sospechas son ciertas, pues sus síntomas me lo dicen.

Cada que salíamos a repartir volantes o mostrarles fotografías a la personas y preguntarles si habían visto a nuestra hija, tardamos alrededor de tres horas. Después, regresamos a casa derrotados. Mi pequeño se iba directo a nuestra habitación, la cual siempre estaba a oscuras, no abría las cortinas y la cama siempre estaba desordenada. Jimin se recostaba en posición fetal, sollozaba y finalmente se quedaba dormido. A veces las pesadillas de ese día lo despertaban llorando a media noche.

Sólo quiero tener a mi hija de regreso y que Jimin vuelva a sonreír…

🍃⏳🍃

En el living se encontraban dos adultos, una niña y un bebé. Todos con semblante serio y sin hacer ruido, mientras conversaban tranquilos.

YoonGi estaba echado en el sillón, en tanto restregaba su cara y masajeaba sus sienes. Últimamente, el dolor de cabeza era su fiel compañero. También portaba unas enormes ojeras bajo sus ojos, producto de pasar noches en vela, pensando en su hija y el incidente con Jimin. Era muy complicado conciliar el sueño en esa situación.

En cambio Namjoon, acababa de dormir a Yeri, la tenía descansando en su regazo, mientras que su hijo, reposaba en su cómodo portabebé. El moreno, de verdad que no quería traer a sus hijos, para no incomodar a su hermano, pero no hubo con quien podría dejarlos por media hora, normalmente Jin sería el que cuidaría de ellos, pero esta vez quiso acompañarlo, sobre todo porque quería ver como estaba Jimin. Apenas habían pasado dos semanas desde el nacimiento, así que la herida se la cesárea aún estaba fresca, lo cual lo hacía caminar con lentitud y extremo cuidado.

Ambos voltearon cuando escucharon ciertos pasos bajar las escaleras, YoonGi se puso de pie al ver a su hermano con los brazos ocupados, así que ayudó a Jin a terminar de bajar las escaleras con cuidado. Jin le agradeció en un susurro y con una pequeña sonrisa.

Cuando finalmente, regresaron al living y se sentaron, todos soltaron un sonoro suspiro.

—¿Hablaste con él? — preguntó YoonGi esperanzado

Negó—No me dijo ninguna palabra… al menos tengo la certeza de que escuchó todo lo que le dije… — suspiró — YoonGi… me preocupa mucho Jimin… está muy delgado y pálido

—Lo sé… — talló su rostro — temo que desarrolle anemia, no ha querido comer casi nada, sólo pica la comida… todo esto lo tiene tan mal — comenzó a mover su pie de manera nerviosa — y mierda, juro que estoy haciendo mi mayor esfuerzo para mantenerme fuerte ante todo, pero es jodidamente difícil al no tener a mi hija aquí, al ver a Jimin así y saber lo que le hicieron… no sé cuánto pueda soportar

—Para eso estamos aquí, si caes, nosotros te ayudaremos a levantarte, estaremos contigo siempre, hermano… — habló Namjoon — también Jimin, pero es comprensible su estado

—Gracias, Namjoon… — murmuró bajito

—Por cierto, YoonGi — habló Jin — hay una cosa que también me tiene muy preocupado

—¿Qué es?

—Tú, bueno… debido al abuso que sufrió Jimin… — mordió su labio inferior y jugó con sus dedos, pensando si decirlo o no — ¿no has pensado en la posibilidad de que él… haya quedado embarazado?

Namjoon contuvo su respiración y volteó a ver con ojos grandes a su esposo. Él también había pensado en eso, pero aún no sabía o no se atrevía a plantearle esa posibilidad a su hermano. Casi se atraganta con su saliva al escuchar a Jin decírselo sin rodeos.

En cambio YoonGi, lucía petrificado en su lugar. Namjoon se preocupó al verlo negar silenciosamente, en tanto cubría su boca con su mano de manera nerviosa.

—Sería el colmo… — balbuceó desconcertado, mirando de un lado a otro comenzando a mover su pie de nuevo. De un instante a otro se quedó quieto. Había recordado algo — No, es imposible — levantó su vista, observando fijamente a las dos personas frente a él — Jiminnie se aplica la inyección anticonceptiva cada mes. La última se la puso cinco días antes de… a-antes de que le hicieran e-eso… — rascó detrás de su oreja sintiendo como un peso se quitaba de sus hombros y continuó — es efectiva, es la misma inyección que utilizó Taehyung estos años

—¿Los gemelos no lo habían tomado por sorpresa?

—Sí, pero no fue porque su anticonceptivo fallara, en ese entonces Taehyung tomaba las píldoras, porque le recomendaron que dejara de usar las inyecciones por un tiempo porque si no, podría quedar estéril. Taehyung no estaba acostumbrado a las píldoras que el día de la luna de miel, las olvidó y así fueron concebidos los gemelos — explicó

—Ahh… — suspiró aliviado — entonces, estás seguro de que son efectivas

—Lo son… poco después de que la cuarentena terminó, Jimin quiso probar con las inyecciones, ya son cinco meses desde que las usa. Él mismo se las aplica, o en ocasiones yo se la pongo, esta última vez él mismo lo hizo…

—Bien… enterarme de esto, de verdad me tranquiliza. No sabes lo preocupado que estaba… — Volteó a ver a su hijo que tenía sus ojitos abiertos — Namie, ¿podrías pasarme el biberón?

—Oh… — liberó con cuidado uno de los brazos que sostenían a la pequeña Yeri y alcanzó el biberón, para después entregárselo a su esposo — aquí tienes

—Gracias…

Jin acomodó a su pequeño bebé en sus brazos antes de que se pusiera a llorar, para reclamar su leche. YoonGi observaba todo en silencio, sintiéndose vacío. De verdad extrañaba a su hija.

—Puedo… ¿Puedo alimentarlo? — preguntó YoonGi con voz temblorosa. Jin y Namjoon lo observaron sorprendido.

—Uhh, por supuesto — Jin intentó ponerse de pie, pero YoonGi lo detuvo, levantándose en su lugar.

—No hagas esfuerzo, te puedes lastimar — mencionó YoonGi acercándose. SeokJin sonrió con ternura y entregó a su hijo en los brazos del menor, quien lo sostuvo con suma delicadeza

YoonGi se sentó en el sofá de enfrente, observando atentamente la carita de su sobrino, cuando éste frunció el ceño. El pálido se asustó un poquito y con premura, acercó el pequeño biberón a los labios del niño, quien comenzó a succionar hambriento. YoonGi mostró una pequeña sonrisa, la primer y más sincera sonrisa en dos semanas.

—Por más que suene feo… creo que éstas dos semanas lo había estado ignorando, ni siquiera lo había conocido correctamente… — mencionó bajito, sintiendo una pizca de culpabilidad.

—No te preocupes, Yoon — habló Namjoon comprensivo — se que es un caos lo que está pasando y tu mente está centrada en otra cosa

—Además, mi hijo está feliz de conocer a su Tío Suga — decía Jin con una sonrisa

—Espero que Yeri no se moleste por decirle así a YoonGi — El moreno bajó su vista a su regazo donde, yacía su hija tranquilamente dormida y con la mejilla aplastada contra el firme pecho.

—Naah, no creo, además-...

—¿Cuál es su nombre? — interrumpió a Jin — me siento pésimo, ni siquiera eso sé…

—YoonGi, está bien, no te mortifiques por eso… — su hermano trató de tranquilizarlo — Su nombre es Soobin

—¡Yo lo escogí! — Jin levantó la mano

Namjoon sonrió tomando la mano de su amado, y entrelazó la suya con la de él, dejando un dulce beso en el dorso.

—Soobin… — murmuró YoonGi en voz baja. Sonrió enternecido, el pequeño lo estaba viendo a los ojos — Hola, Soobin… eres tan pequeñito, me recuerdas a mi hija cuando nació — sus ojos se cristalizaron — estoy seguro de que tú y ella se llevarán grandioso, te prometo que… — su voz se quebró. Namjoon y Jin intercambiaron miradas al ver al menor quebrarse — …te prometo que la conocerás muy, muy pronto…

La pareja ahí, observaban a YoonGi con tristeza. Ellos también se sentían dolidos por la pérdida de la pequeña Min. Ellos también aman a su sobrina y les duele en el alma no encontrarla por ninguna parte.

—YoonGi, ¿Qué noticias has tenido de SunMi?

El nombrado tomó una calada de aire, tratando de tranquilizarse y no soltar en llanto.

—Nada… los detectives, siguen revisando las grabaciones, intentando encontrar una pista para identificar a los secuestradores. — el pequeño en sus brazos se estaba quedando dormido. YoonGi retiró el biberón casi vacío y colocó al bebé contra su pecho y hombro, comenzando a dar leves palmadas en su espaldita — descubrieron que la persona que arrebató a SunMi de los brazos de Jimin, fue una mujer

Definitivamente eso no ayudaba en nada. Necesitaban más pistas, estos días han vivido en la incertidumbre de no saber más sobre el paradero de su hija o de los captores.

YoonGi se mantuvo con el pequeño Soobin en sus brazos, logrando dormirlo. Namjoon y Jin estaban por ponerse de pie, para poder retirarse a su hogar, cuando una delgada figura, cruzó el umbral del living, llamando la atención de los tres adultos presentes.

—Jiminnie… — YoonGi se puso de pie y le entregó el bebé a SeokJin, para después acercarse a su esposo.

Jimin se mantenía callado, su semblante era pálido y su pijama le quedaba más grande que de costumbre. Sus regordetas mejillas no estaban, ni tampoco ese bello color rojo que las adornaban. Tenía unas oscuras ojeras bajo sus ojos, a pesar de dormir mucho.

Un jadeo se escuchó al ver como Jimin se tambaleaba en su lugar, pero YoonGi fue rápido y lo sostuvo de la cintura, evitando que este cayera.

—¡Jimin! — Lo llevó con cuidado al sofá y se sentó junto con él, aún sin soltarlo — dios, cariño estás débil

El más pequeño restregó su rostro, la luz lastimaba sus ojos. Jin se acercó a ellos y se sentó a lado de Jimin muy preocupado. Llevó una mano a la frente del menor y se alarmó al sentirlo muy caliente.

—Santo dios, YoonGi… Jimin está ardiendo en fiebre

El pálido tocó su frente y mejillas, dándose cuenta de que efectivamente tenía fiebre. Namjoon recostó a su hija en el sofá, para acercarse a los demás. Se inclinó frente a Jimin y tomó su mano para verificar su pulso.

—Tiene el pulso muy lento, Jimin se puede desmayar en cualquier momento, hermano

YoonGi maldijo a lo bajo —Casi no come… Jimin, ¿Por qué no me haces caso? Tienes que com-

—¿E-Es tu bebé? — se dirigió a Jin con voz bajita y ronca, sin dejar de ver el bultito que sostenía en sus brazos

—¿Eh? Sí, lo es… — por mero instinto abrazó a su hijo y lo meció

—Es muy boni… ¿Es un niño? Creí que iba a ser-…  — Lo miró con más atención, dándose cuenta de la ropita que usaba

—Que iba a ser niña, lo sé. A mi también me sorprendió cuando nació — se rió bajito tratando de aligerar el ambiente

A pesar de que Jimin estaba sentado, YoonGi aún lo sostenía de la cintura, cuidando de que no colapsara, pues se encontraba realmente débil.

—¿Lo puedo sostener? — YoonGi iba a negarse, pero Jimin lo detuvo — prometo ser cuidadoso

SeokJin asintió con confianza y con extrema delicadeza, pasó a su bebé a los delgados brazos de Jimin, quien lo acunó con mucho amor.

—E-Es tan pequeñito… — murmuró con voz trémula, sin dejar de verlo maravillado. — Ho-ola bebé, uhh…

—Soobin, su nombre es Soobin

—Soobin… que bonito…

Tanto Namjoon, como Jin y YoonGi, estaban atentos a los movimientos del menor de los cuatro. Pues Jimin se movía con dificultad y sus brazos temblaban. La depresión, el estrés y la falta de alimento, le estaban cobrando factura a su cuerpo, con una probable anemia.

De repente, las lágrimas bajaban sin cesar por sus mejillas. Sostener así al pequeño Soobin, le recordaba tanto a su hija. La extrañaba tanto, era como si le hubieran quitado gran parte de su alma. Jimin sostuvo el cuerpecito del bebé con más fuerza y lo abrazó, comenzando a sollozar el nombre de su hija una y otra vez.

—Y-Yo… mi niña… m-mi bebé… — sollozaba, mientras YoonGi trataba de consolarlo. El castaño volteó a ver a Jin y con mucha tristeza le entregó a su hijo, no quería lastimarlo accidentalmente en medio de su llanto. Pero el bebé había comenzado a llorar por el llanto de Jimin y a este le dolió aún más el corazón, porque ese lindo llorar, le recordó a su niña una vez más. — L-Lo sien-to J-Jin… lo desper-té… y-yo no quería…

—Está bien, Jimin. Él está bien… tu tranquilo, ¿Sí? No pasa nada, pequeño… — SeokJin le mostró una sonrisa comprensiva en tanto arrullaba a su bebé en sus brazos y Namjoon se acercaba con el biberón al cual, aún le quedaba un poco de leche.

—Cariño… — el corazón de YoonGi dolía al ver a su amado esposo así de mal. Por más que trataba de reconfortarlo, no funcionaba y eso sólo lo hacía sentirse frustrado y sumamente triste.

—M-Mi bebé… ¡La extraño! — lloró más fuerte. — e-extraño tanto a mi hi-hija… mi SunMi, mi niña… la necesito de vu-vuelta…

Todas sus mejillas estaban cubiertas de lágrimas. Sus ojos ardían, y la fiebre sólo aumentaba más. Jimin estaba al borde de un colapso de nuevo.

—¿Papá? — la pequeña Yeri tallaba su ojito adormilada. Había despertado con el escándalo. Namjoon se acercó rápido a ella y la tomó en sus brazos tratando de dormirla nuevamente. — ¿Por qué Tío ChimChim está llorando?

—Él… él está triste, princesa… — Namjoon entró a la cocina con ella, para que no se asustara con el llanto.

En cambio, Soobin no dejaba de llorar. Así que Jimin se puso de pie torpemente, quería regresar a la habitación, sólo había bajado para preocupar y lastimar a todos. Eso repetía en su mente. YoonGi se levantó detrás de él asustado.

—¡Jimin!, ¿A dónde vas?

—Quiero dormir… — caminaba tambaleante, como si estuviera a punto de desfallecer.

—Déjame acompañarte — se acercó tomando a Jimin del brazo, pero este se zafó con molestia.

—N-No estoy inválido, YoonGi… — se sostuvo del marco de la puerta

Jin observaba todo muy preocupado, que mejor decidió darles un poco de privacidad, así que entró también a la cocina, y dejar a la pareja sola, que al parecer estaba por iniciar una discusión.

—¡Pero es como si lo estuvieras! — gritó ya desesperado. Jimin se detuvo y se encogió en su lugar. — No quieres comer, estás débil, muy delgado y pálido, Jimin. Me tienes muy preocupado, ¡temo por tu salud! En sólo dos semanas has enfermado tanto…

—Porque en esas dos semanas no he visto a mi hija, YoonGi. — se volteó y lo encaró con creciente enojo — Porque hace dos putas semanas, abusaron de mi. Porque hace dos malditas semanas de mierda que estoy culpándome por no poder proteger a mi propia hija quien por mi culpa se llevaron. ¡Porque hace dos jodidas semanas que no sé nada de ella!

—Jimin… mi amor yo-...

Jimin finalmente había explotado, y sacaría todo lo que se había guardado, sin importar cuán crueles sean sus palabras.

—Todos estos días, han sido como el mismo infierno. ¿Cómo quieres que coma si ni siquiera sé si mi hija está siendo alimentada?, ¿Cómo quieres que no sufra pesadillas si los malditos recuerdos de ese maldito día me atormenta cada que cierro los ojos?. ¡Mierda, YoonGi! Quiero salir a buscar a mi hija. ¡Pero tu no me dejas! — las lágrimas no dejaban de salir. El mayor se encontraba congelado en su lugar por todo lo que estaba escuchando — Sé que estoy enfermando… ¡¿Pero cómo no hacerlo, si la incertidumbre me está matando?! — su respiración se estaba volviendo irregular, estaba molesto, triste, no sabía qué hacer — ¡Carajo YoonGi, sólo quiero a mi hija de vuelta!

—Jimin… — se acercó un par de pasos

—Si no me dejas ir contigo a buscarla, iré a hacerlo yo solo por mis propios medios.

—¿Qué? — se sintió escandalizado — ¡No, Jimin! No puedes, ¿Qué acaso no ves cómo estás? ¡apenas te puedes mantener de pie! ¡¿Cómo piensas ir tu solo a buscar a SunMi?! ¡No sabrías dónde buscar!

Jimin apretó sus puños, solo sintiendo como su molestia crecía más y más. Ya estaba harto de la sobreprotección de YoonGi.

—Entonces… ¡Entonces me iré a Busan!

—¿Qué? P-pero Jimin-...

—No me dejas ir a buscar a mi hija, estás sobre mi todo el tiempo diciéndome que no puedo hacer esto, o aquello. ¡YoonGi ya basta!, ¡Soy tu esposo!, ¡No un niño! Así que deja de tratarme así. Yo… me iré con mi madre, así por lo menos dejo de estorbarte aquí — se dio media vuelta y camino a las escaleras sintiendo como su corazón latía muy rápido y su cuerpo temblaba

—¡Jimin! — llegó por detrás y lo abrazó detieniéndolo — Por favor, Jimin… mi vida, no… no te vayas tú también…

El menor se quedó quieto, con un enorme nudo en su garganta. Las lágrimas jamás habían parado de bajar, sólo había detenido su llanto, el cual amenazaba horriblemente con volver.

—Cariño… lo siento, ¿si?... me disculpo si te hice sentir mal… solo, solo estoy preocupado, ¿Está mal que me preocupe por ti?... — se quedó callado — me duele tanto verte así… sé que extrañas a nuestra hija, yo también la extraño… pero no es justo que te culpes de esa manera, no fue tu culpa, Jimin, no lo fue.

El más pequeño comenzó a sollozar. Así que YoonGi lo giró para quedar frente a frente y llevó sus manos a las húmedas y calientes mejillas de su esposo, acariciando con su pulgar una y otra vez. Sin resistirse más, dejó un dulce beso en los esponjoso labios.

—Tienes mucha fiebre, t-tus mejillas ya no están, luces como un fantasma, cariño… por favor, necesito que te alimentes, no me gustaría que desarrolles una anemia… a nuestra niña no le gustaría verte así — Jimin sollozó más fuerte — necesito que comas, así cuando… cuando nuestra pequeña SunMi regrese, te encuentre recuperado y puedas abrazarla con fuerza y mucho amor, por favor Minnie… por lo menos hazlo por ella y no… no te vayas…

Los brazos más delgados rodearon el cuerpo del mayor, aferrándose con dolor, mientras lloraba de manera desgarradora. Estas dos semanas es lo único que ha podido hacer bien: llorar. YoonGi no resistió más y las lágrimas también salieron de sus ojos. Ambos estaban muy dolidos, no tener a su hija con ellos, era algo que los destrozaba. El pálido intentaba consolar a su pequeño esposo pero, ¿Cómo consolar a alguien más cuando no puedes ni hacerlo contigo mismo?

—Te prometo que… nuestra hija volverá, Minnie…

—Y-YoonGi…

Las piernas de Jimin flaquearon, pero YoonGi alcanzó a sostenerlo pegándolo a su cuerpo. El mayor se asustó casi de inmediato al sentir muy pesado el cuerpo de su esposo.

—No, no — pasó su fuerte brazo por la espalda y se inclinó en el suelo para sostener a su pareja correctamente. Los ojitos de Jimin estaban cerrados y con desesperación comenzó a palmear las mejillas — Minnie, mi amor, abre tus ojitos…

Maldijo a lo bajo, tratando de ponerse de pie con su esposo en brazos. Con cuidado lo sostuvo, para después recostarlo en el sofá. Namjoon se asomó, y salió al darse cuenta de lo que estaba pasando, Jin salió detrás de él.

—¿Qué pasó? — preguntó preocupado. Por suerte Yeri se había vuelto a quedar dormida y reposaba cómodamente su cabecita en el hombro de papá.

—Ay no… — SeokJin se acercó al ver la figura de Jimin sobre el sofá

—Jimin… Jimin está muy mal… todo esto está acabando con él… — murmuró YoonGi, en tanto revisaba el pulso del menor — lo llevaré a la clínica, y haré que le pongan un suero para que al menos con eso se recupere un poco, después de todo no ha comido muy bien y… creo que ya tiene anemia

—Es lo mejor, YoonGi — dijo Jin de acuerdo sin dejar de ver al menor de los cuatro ahí inconsciente — Jimin lo necesita

—¿Quieres que los lleve? — preguntó su hermano — ¿O irás en tu auto?

—No me siento apto para conducir, Nam…

🍃⏳🍃

Sólo dos personas estaban en esa fría y silenciosa habitación de hospital. Jimin yacía en la cama con una vía insertada en su brazo. En medio del proceso en el que le sacaban un poco de sangre para hacerle unos estudios, había despertado asustado, así que tuvieron que ponerle un ligero calmante para que durmiera un rato más.

Por otra parte, en la misma habitación, estaba YoonGi recostado sobre un cómodo sofá reclinable. En su mano derecha, sostenía su celular, esperando con ansias a que este timbrar con algún mensaje o llamada entrante. El dorso de esa misma mano, lo tenía sobre su rostro, a la altura de los ojos y frente, cubriendo su vista. Mientras que la mano izquierda, la tenía sobre el reposabrazos del sofá, pues también le había sido colocada una vía con suero en ella.

En el momento en que canalizaban a Jimin, una enfermera — ya mayor — que lleva más de veinticinco años trabajando ahí y trata a YoonGi como a su hijo, lo revisó y por decisión propia decidió colocarle un suero también, al verlo “más pálido de lo normal”.

No quería decirlo, pero tenía días con una horrible migraña y dolor en el pecho. Lo atribuía a la angustia y falta de sueño.

Sus párpados pesaban, el sueño lo estaba consumiendo poco a poco. La habitación estaba silenciosa, sólo se escuchaba el pitido de la máquina que marcaba el pulso de su amado esposo. Afortunadamente ya se escuchaba estable y YoonGi esperaba que el suero que se le estaba siendo administrado, lo hiciera sentir mejor.


El pelinegro se estaba dejando llevar por el mundo de los sueños, cuando su celular comenzó a timbrar con una llamada entrante. Jimin se removió por el ruido tan repentino, pero no despertó. YoonGi dio un pequeño saltito y contestó lo más rápido que pudo.

—¿Hola?... detective Wang… no, ahora mismo no estoy en mi casa, estoy en el hospital… si, mi esposo tuvo un colapso y está hospitalizado… ajá… y por el momento yo también… — observó la aguja insertada en su mano — ¿Tienes noticias sobre mi hija?... ¿Qué? — se enderezó en su lugar — ¡¿De verdad?!... ¡Sí!, envíame la imagen y te diré si logro identificar el rostro… gracias — colgó

En la grabación, lograron ver por unos segundos, el rostro de uno de los captores. Específicamente, el de la supuesta mujer.

YoonGi de verdad esperaba que al ver el rostro de dicha mujer, pudieran obtener alguna información.

Su celular timbro, siendo esta vez un mensaje entrante. Sus manos comenzaron a sudar de ansiedad, al pensar que al fin podría tener alguna de pista de donde estaría su hija. Abrió el mensaje, y abrió la imagen que le había sido mandada.

Era una captura de las grabaciones de la casa. La imagen se veía un poco pixelada por el acercamiento y recorte. YoonGi fijo su vista en en la pantalla mientras intentaba hacer zoom lo más que se podía.

Esa nariz… ese mentón…

—No puede ser… — sintió su sangre helarse al darse cuenta de quién era esa “misteriosa” mujer. — T-Tengo que llamarle a-...

La puerta de la habitación se abrió dejando entrar a la jefa de laboratorio: Hani. Quien entró con su vista en una hoja y una sonrisa en sus labios.

—¡YoonGi! Los estudios están listos y Jimin-... — se detuvo al ver la cara de espanto de su colega — ¿YoonGi? Ouhh… perdón si te asusté, pero… ¡Oye! sé que no me maquillé hoy pero esa no es razón para que me mires de esa manera

El pelinegro parpadeó y sacudió su cabeza comenzando a negar con su mano. —N-No, no es eso… — peinó con nervios su cabello hacia atrás — tu… eh… mi suero se ha acabado, m-me lo quitaré, necesito ir a hablar con-

—¡Shh! — le dio un manotazo — aún le falta poco menos de la mitad, así que deja eso si no quieres la abuela Kim te regañe.

—Nonna… Es que no entiendes, ¡Ya sé quién se llevó a mi hija!

Hani abrió sus ojos sorprendida — ¿De verdad?

—¡Sí! Y necesito ir a la estación de policía — decía desesperado moviendo su pierna con ansiedad

—E-Está bien, pero mira — señaló el suero colgando del atril — eso está por acabarse, ¿no quieres que te diga los resultados de los estudios de Jiminnie antes de que te vayas?

YoonGi volteó a ver a su esposo que aún estaba tranquilamente descansando y suspiró tratando de tranquilizarse un poco. Bien, si quería saber el estado de salud de su esposo. Por más que quería ir a decir que ya sabía quién fue quien se llevó a su hija, la salud de su pequeño también era un tema importante.

Asintió relajándose un poco.

—Bueno, Jimin presenta desnutrición y un leve cuadro de anemia… — decía leyendo la hoja

—Lo sabía… — acarició el puente de su nariz

—Necesita vitaminas y una buena alimentación, no es bueno que tenga anemia en su estado

YoonGi frunció el ceño y volteó a ver a la mujer

—¿Estado?

—Sí, Jimin está embarazado

Contuvo su respiración, sintiéndose mareado. Unas náuseas le atacaron, pero logró contenerse. Hani se acercó preocupada colocando un brazo en la espalda de su amigo.

—¡YoonGi! Hey, tranquilo ¿pasó algo?

El pálido — ahora más pálido — tenía una mano en su pecho y unas inmensas ganas de matar a ese hijo de puta que se atrevió a tocar a su amado esposo.

—Por favor dime que escuché mal… ¿Dijiste que Jimin está… embarazado? — en su mente rogaba una y otra vez que Hani se haya equivocado.

—Sí, eso dije: Jimin está embarazado. — YoonGi cerró sus ojos sintiendo como la ira crecía más y más en su interior — ¿Dije algo malo?... ¿N-No sabías que Jimin está esperando un bebé?

YoonGi negó manteniéndose en silencio, apretando con fuerza sus puños, mientras maldecía una y mil veces a todos los infiernos y a la misma mierda.

Pero una débil y temblorosa voz, lo hizo congelarse.

¿E-Estoy e-embarazado?

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¿Este es el momento en el que debo huir para que no me maten? </3

¡TARDÉ 12 DÍAS EN ACTUALIZAR! wiiiiiiii~💕

Tranquilosss, las cosas mejorarán pronto, se los prometo. ¡PUES ESTAMOS A SÓLO DOS CAPÍTULOS DEL FINAL! ai kent bulivet o:

¿Qué les pareció el capítulo? ¿Se esperaban a Jimin embarazado? Espero no molestarles con eso;--; sólo esperen al siguiente capítulo y todo mejorará💖 Por cierto, ¿Tienen alguna duda? Aquí se las puedo aclarar~

¿Quieres que te dedique el próximo capítulo? es así comenta aquí💚

CAPÍTULO 40 ¡WOW! Bueno me voy~ no olviden que los amo mucho💖

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