🍃Capítulo 32

Dedicado a: BLOOMPJM
Feliz cumpleaños por adelantado. Teamomuchomucho~💖

《⏳》

La noche era muy fría, una tormenta invernal había llegado. El frío lo había despertado, pues su fuente de calor, los fuertes brazos que lo cobijaban, no estaban. Palmeó con su mano, el lugar a su lado, sintiéndolo frío.

—¿YoonGi? — susurró con sus ojos entrecerrados. Observo el reloj digital, marcando las cuatro de la mañana.

Se sentó en la cama y frotó sus brazos, mirando a su alrededor con el ceño ligeramente fruncido y los labios abultados. Dejó escapar un enorme bostezo y se puso de pie, dirigiéndose a la pequeña cunita de su bebé, encontrandola vacía.

Pensó que ambos debían de estar en la habitación de SunMi, así que con los pies descalzos, se encaminó con paso perezoso.

Al entrar a la habitación, se encontró con la bella escena de YoonGi, sentado en el sofá reclinable, con la tenue luz de la lámpara, mientras alimentaba a su hija.

—Y entonces, Papi me salvó de ahogarme… creo que desde ahí comencé a sentir cositas por él, porque cuando lo vi, con sus ojitos expresando mucha preocupación… — bajó un poco el tono de voz, intentando contarlo como un secreto — …me pareció muy bonito

Jimin cubrió su boca, conteniendo su risa. SunMi miraba a su padre, con sus bellos ojitos muy abiertos, mientras succionaba su biberón.

—No tienes idea de lo nervioso que estaba, cuando iba a invitarlo a salir… y en nuestra primera cita — se rió bajito — derramé mi helado sobre sus zapatos… ¡Estaba muy nervioso! Nunca había tenido una cita y la primera que tuve la arruiné derramando todo eso en los zapatos de tu Papi, además de que...

—Tuve que tirar mis zapatos — dijo Jimin entrando — eran mis favoritos

—¡Jimin! — el pálido dio un saltito sobre saltándose — dios cariño, no esperaba que entraras

El menor rió bajito y se acercó a acariciar la cabecita de su hija y besó la mejilla de su esposo

—Ya escuché lo que le contabas a SunMi~

—Bueno… — hizo una mueca, un poco avergonzado — tiene que saber cómo se conocieron sus padres…

—Tienes razón — se sentó en el posabrazos del sofá, junto a sus dos personas favoritas — en serio, jamás olvidaré, que derramaste tu helado en mis zapatos favoritos…

—Lo siento, cariño… estaba muy nervioso — mordió su labio y observó a su hija que poco a poco iba cerrando sus ojitos. Después dirigió su vista a su esposo — ¿De verdad los tiraste? Me habías dicho que no les pasó nada

—Es broma — pasó su brazo por los hombros del mayor y recargó su cabeza con los otra — solo los lavé y quedaron como nuevos…

Minutos después, el mayor palmeaba la espaldita de su bebé. Sintiendo como su pequeño esposo se quedaba dormido recargado en su hombro. Volteó a ambos lados, notando sus dos hombros ocupados por las personitas más importantes en su vida. Con una pequeña sonrisa, suspiró dichoso, se sentía tan feliz. Dejó unos pequeños besitos en las dos cabezas y procedió a mover a su amado.

—Jimin… — movió su hombro — Minnie… vámos a la cama

Una pequeña queja salió de los labios del menor, levantándose con mucha pereza. YoonGi también se puso de pie, dejando salir un enorme bostezo. El mayor lo miró con ternura, hasta que se dio cuenta que no calzaba sus pantuflas.

—Jimin, estás descalzo — le dijo un poco serio — el piso está muy frío, te puedes enfermar

—Oh… — miró sus pies

—Sabes que no me gusta que andes descalzo… — con lentitud le entregó a la bebé y Jimin la rodeó con sus brazos apegándola a su pecho

—Pero hay alfombra… — hizo un puchero siguiéndole con la vista

Vio como el mayor apagó la lámpara. Su sombra se acercó a él y en un instante, ya lo sostenía en sus brazos, de los labios del menor surcó una pequeña sonrisa, y dejó un pequeño beso en la frente de su niña, para después reposar su cabeza sobre el pecho de su esposo. No tardaron mucho en llegar a la habitación puesto que estaban una al lado de la otra, y YoonGi dejó salir un suspiro suave mientras colocaba con suma delicadeza a Jimin y a su hija sobre la cama.

Después, tomó a SunMi de los brazos de su pequeño esposo, al mismo tiempo dejando un beso en su frente y en aquel pronunciando puchero que estaba mostrando. Recostó a su bebé en su cuna, viéndola plácidamente dormida. Luego, subió a la cama, gateando hasta quedar a lado de su amado y acomodar las cobijas sobre sus cuerpos.

Jimin aprovechó que YoonGi estaba sentado, apoyando su espalda del respaldo de la cama, y ágilmente se escabulló entre sus brazos, recostando su cabeza sobre su pecho y dejando descansar su brazo derecho sobre su abdomen. YoonGi sonrió ante la adorable acción de su esposo y terminó de arroparlos con las cobijas.  

—Mmh... no —se quejó el menor al sentir como su esposo se inclinaba para apagar la luz de la lámpara de su lado de la cama—Déjala encendida...

—Oh, ¿mi pequeño esposo quiere cariñitos? — le habló con una voz más aguda de lo normal, haciendo reír levemente al menor y recibiendo un débil golpe en el pecho de su parte

YoonGi besó nuevamente la frente de Jimin, deslizando sus manos por debajo de las cobijas y así abrazar la pequeña cintura contraria con sus cálidos brazos, al mismo tiempo empezando a dejar suaves caricias desde sus piernas hasta su abdomen, entregándole un vaivén de caricias y mimos.

El menor suspiró gustoso, apegándose más al cuerpo de su esposo, logrando que enredaran sus piernas. Intentando no incomodar a Jimin; YoonGi se deslizó hacia abajo, hasta quedar acostado, estiró su brazo y apagó la lámpara, para después bajar con suavidad a su pequeño esposo de su pecho, acomodarse de lado, así logrando quedar cara a cara.

Jimin gruñó con molestia, pues le habían bajado de su lugar favorito para dormir. El pálido escuchó eso y rió divertido.

—Ven aquí… — atrajo el menudo cuerpo hacia él, rodeándolo protectoramente con sus brazos.

Nuevamente, enredaron sus piernas. YoonGi apegó a Jimin contra su pecho. Metió su mano debajo de la suave pijama y acarició con parsimonia la espalda del menor, una y otra vez; depositando besitos en su cabeza.

—Mmh… ¿YoonGi? — llamó. La dulce, bajita y adormecida voz del menor, llamó su atención.

—¿Sí, cariño? — respondió ronco

—Dame un beso… — se separó un poco y sin abrir sus ojitos, abultó sus labios.

YoonGi rió bajito, pues al ya acostumbrar su vista a la oscuridad, logró ver los bonitos labios de su esposo, esperando ansiosos. Se acercó dejando un pequeño besito. Jimin frunció el ceño.

—Otro… — beso — otro más…

—Jimin… — se rió y lo besó de nuevo pero esta vez, Jimin lo atrajo hacia él, intensificando un poco el beso, de manera cariñosa.

Ligeros chasquidos resonaban ante el suave movimiento de sus labios. Luego, sólo fueron pequeños besitos en sus labios, mejillas y barbilla. Frotando sus narices, mientras mantenían sus ojos cerrados y poco a poco el sueño los iba venciendo.

—YoonGi…

—¿Mhm? — estaba por quedarse dormido

—Te amo, mucho… — bostezó hundiéndose más en el pecho de su esposo

—Yo también te amo, mi vida… — murmuró apegándolo más a él. — Te amo como no tienes idea…

Entre breves caricias, terminaron cómodamente dormidos. Aferrados el uno al otro, amándose cada día más…

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Jimin se despertó con el ligero golpeteo del viento contra las ventanas. Abrió sus ojos, notando la habitación ya iluminada y bostezó enormemente, estirando sus piernas y brazos. Sintió un peso sobre su cintura, encontrándose con el brazo de YoonGi, abrazándole contra él.

Sonrió con ternura observando detenidamente, su rostro relajado. YoonGi se esfuerza mucho y siempre está consintiendo a sus dos tesoros. Disfruta hacerlo. En las madrugadas, él se levanta para ir a atender a SunMi sin permitir que Jimin vaya, pues dice que el menor ya tuvo bastantes noches sin dormir bien y ahora YoonGi le dice que le toca a él.

Jimin dejó un besito en los labios de su esposo y cuidando de no despertarlo, se safó de su agarre y salió de la cama. Con rapidez, fue al baño a liberar su vejiga y después, mojó su cara y cepilló sus dientes. Al salir, se acercó a la pequeña cunita y vio que su bebé estaba despierta. Sonrió y la tomó en brazos, observando sus bellos ojitos.

—Hola, bebé… — dijo dulcemente besando su carita — buen día, SunMi...

Salió con su niña a la habitación de enseguida y le cambió el pañal sucio. Luego, preparó su biberón, se sentó en el cómodo sofá reclinable y se dispuso a alimentarla, sin dejar de hacerle cariñitos.

—¿Qué te parece, si consentimos a papá? — observó los ojitos de su niña — él hace muchas cosas por nosotros… ¿Le llevamos el desayuno a la cama? — la bebé parpadeó sin dejar de observar atenta el rostro de su padre — perfecto, entonces el desayuno será

Cuando SunMi, finalmente terminó su biberón, Jimin bajó con ella a la cocina, encontrándose en el trayecto a Miki, dormida y enroscada en su pequeña camita. Jimin dejó a su hija en el portabebé que tenía ahí en la cocina y se dispuso a preparar el desayuno para su guapo esposo.

Metió dos piezas de pan con mantequilla en la tostadora, mientras vertía tres huevos en un bowl y los comenzó batir y condimentar para después, dejar caer la mezcla en la sartén. El sonido de la tostadora llegó a sus oídos, sacando a la vista el pan, perfectamente tostado. En otra sartén, puso unas piezas de tocino y las comenzó a freír.

Volteó a ver a su niña, que lo seguía con la mirada a donde se moviera. Le lanzó un besito, y continuó con el desayuno. Cuando finalmente terminó, colocó todo en una pequeña bandeja. Se apresuró a tomar a su bebé en brazos y subió a la habitación, esperando que YoonGi aún no despertara. Suspiró aliviado cuando lo vio aún dormir. Dejó a SunMi en su cunita y bajó de nuevo hasta la cocina tomando entre sus manos, la pequeña bandeja y subió una vez más a la habitación. Dejó la bandeja en un mueble y subió a la cama.

Gateó a lado de donde yacía su esposo aún dormido y con cuidado se subió a él, abrazándole como un koala, aferrándose a su tronco. Comenzó a pasear su nariz por su pecho, por su cuello, mentón… y finalmente llegar a sus labios. Comenzó a dejar pequeños besitos una y otra vez, hasta que lo escuchó dejar salir un pequeño sonido ronco a modo de queja.

Jimin rió y besó todo el rostro de su amado esposo. YoonGi movió sus brazos, abrazando la estrecha cintura del menor, en tanto iba despertando poco a poco.

—Yoonie… — besó sus labios — despierta, mi gatito gruñón…

—Mhmm…

—Yoonie~ — dijo con voz melosa, hundiendo su rostro en el pálido cuello — ¿Quieres seguir durmiendo?

—Uhmm… — gruñó con un leve asentimiento de cabeza, abrazando más el cuerpo más pequeño

—¿Y si te doy muchos besitos?  — levantó su cabeza observando el rostro del mayor. YoonGi abultó sus labios

Jimin rió por la acción de su esposo, ya que estaba haciendo lo mismo que él le hizo esa noche. Se acercó a los labios del mayor comenzando a dejar muchos besitos una y otra vez, también en todo su rostro.

—Mmh… — YoonGi gruñó y abrió sus ojos, para de inmediato encontrarse con los ojos de su amado frente a él, sonriendo enormemente. — que bonita forma de despertar…

—Hola, gatito gruñón… — rió divertido

—Buen día, mejillitas… — llevó una de sus manos a la mejilla contraria

—Buen día, Yoonie… — besó la punta de su nariz para después recostar su cabeza en el firme pecho, el pálido hundió sus dedos en las hebras castañas — al fin despiertas…

—¿Qué hora es?

—Van a ser las once y media… — murmuró disfrutando de las caricias y el palpitar de su amado — Te traje algo…

Plantó un besito en los bonitos labios del mayor, para después bajar de la cama y tomar la bandeja. Se acercó a su esposo que lo observaba muy sorprendido.

—Tú…

—Te traje el desayuno a la cama… — sonrió entregándole la bandeja

El estómago de YoonGi gruñó en cuanto vio lo que su pequeño había cocinado. Huevos revueltos, tocino, tostadas con mantequilla y miel y una taza humeante de café.

—Se que desde cumplí casi siete meses, no hacía nada de esto para ti y pues… quise consentirte un poco esta vez…

—No tenías que molestarte…

—No fue molestia, Yoonie — dijo acercándose a la cuna — de verdad quería hacerlo

Jimin había regresado a la cama, pero esta vez con su bebé en brazos, meciéndola lado a lado. YoonGi estaba por probar el primer bocado, pero se detuvo al pensar  en algo.

—Cariño, ¿Ya desayunaste?

—¿Uh? Aún no…  — YoonGi frunció el ceño — desayunaré en un rato más, lo prometo

—Ah, eso sí que no. — negó — Ven aquí…

Jimin se acercó un poco más, con un puchero en sus labios. YoonGi acercó la cuchara a la boca de su amado, esperando a que la aceptara.

—Pero, YoonGi… lo preparé para ti…

—Yo también comeré, cariño — acercó más la cuchara — Pero no me sentiré cómodo si no te veo comer a ti

El castaño abrió su boca, recibiendo el alimento y una sonrisa de parte de su esposo. YoonGi se acercó dejando un pequeño beso en sus labios. Y sin anticiparlo, ambos compartieron el desayuno, dándose de comer mutuamente, entre besitos, caricias y palabras dulces entre ellos y para su hija.

Minutos después de haber terminado con todo rastro de alimento en la charola. Se enfocaron, más que nada en su bella bebé. YoonGi la mantenía boca abajo sobre su pecho, dedicándole caricias en la pequeña espaldita, intentando hacerla dormir. Jimin veía como su niña se negaba a cerrar sus ojitos, al parecer aún tenía mucha energía.

—Creo que no quiere dormir, cariño… — el pálido rió bajito observando a su niña sobre su pecho. — ¿Verdad que no tienes sueño, mi dulce y precioso melocotón?

—Tiene sus ojitos muy abiertos — sonrió Jimin acercando su rostro al de su bebé — SunMi-ah~

El menor tocaba la naricita de su hija, viéndola parpadear, cada que su dedo tocaba la suavecita piel. Los dos padres reían al ver como su niña intentaba mover su cabecita para así evitar que su papi tocara su nariz.

Cuando Jimin dejó de tocar su naricita, la pequeña mantenía sus ojitos fijos en el rostro de papi. A SunMi le parecía muy interesante ver su rostro y escuchar su voz.

—Bebé~… — Jimin tomó la pequeña manita. En un instante su dedo meñique fue apresado entre la mano de su hija

YoonGi continuaba  acariciando la pequeña espalda, intentando arrullarla. Y al parecer estaba funcionando, porque los párpados de SunMi comenzaban a cerrarse… de no ser porque restregó un poquito su nariz en la pijama de su padre, provocándole un pequeño y tierno estornudo — su primer estornudo —, que hizo despertar por completo a la pequeña

—Oh, SunMi…

—¿Crees que vaya a pescar un resfriado? — preguntó YoonGi muy preocupado

—No… más bien creo que tu pijama le hizo estornudar — Jimin la tomó en brazos — ¿Ahora quieres estar conmigo, verdad?

—Oye… — el pálido bufó al ver como Jimin, quitaba a su niña de su pecho para después, acunarla en sus brazos y besar incontables veces su carita.

—Ven aquí, celoso… — dijo divertido

YoonGi abultó sus labios, con fingida molestia y se acercó un poco. Jimin, antes de acercarse  al rostro del mayor, volvió a colocar con sumo cuidado a su hija sobre el pálido pecho de su esposo, quien de inmediato abrazó el pequeño cuerpo para así proteger a su niña. Jimin besó los labios de YoonGi con cariño, para luego recostarse a su lado, sobre el brazo derecho del pálido apoyó su cabeza y recibió un beso en la frente, provocándole una sonrisa.

Su hermosa hija ya tenía dos semanas con ellos, y no dejaba de sorprenderlos. Cada día se volvía más preciosa, sus rasgos se podían diferenciar más y podría decirse que se había mezclado realmente bien, pues lucía como la mitad de sus padres.

YoonGi estaba más que feliz de lo bien que les estaba yendo, después de todos los momentos difíciles, su pequeña familia era lo mejor que podía tener.

—Amo estar así… con mi hija y contigo — murmuró tocando la cabecita de su bebé, quien no dejaba de mirar a Jimin atentamente

—Yo también… ¿Sabes? No puedo creer que SunMi ya tenga dos semanas y tres días de nacida…

—Lo sé, el tiempo es realmente efímero… — dijo bajito acariciando los pequeños deditos — parece que fue ayer cuando estábamos dentro de la tina y tú ponías todas tus fuerzas para traerla al mundo…

—Admito que jamás había experimentado un dolor así en mi vida — rió — ni siquiera cuando me lesioné la pierna en danza

—Te juro que quería tomar todo tu dolor y soportarlo yo — besó su mejilla — Pero el que lo soportó fuiste tú, ¿Ya te dije que estoy muy orgulloso de ti?

—Muchas veces… — sonrió plantando un pequeño beso en los labios ajenos — Pero cada dolor, cada noche sin dormir y por supuesto, cada contracción, valieron la pena y pasaría por todo eso mil veces más, si la recompensa es tener a nuestra hija, completamente saludable, aquí con nosotros…

—Eres tan fuerte, cariño… — murmuró entrelazando sus manos — me has dado a la bebé más preciosa de todo el mundo. Hiciste un trabajo maravilloso, nuestra hija es perfecta

—Claro que es preciosa — sonrió un poco avergonzado por el halago — es idéntica a ti, Yoonie

YoonGi rió bajito y observó a su niña que ya se había quedado dormida sobre su pecho. Aunque YoonGi no lo quiera admitir, sabe que su hija se parece mucho a él y eso lo hace sentir orgulloso.

Dejó un par de besitos y unas caricias en la bella carita de porcelana. Para después, besar a su pequeño esposo, que lo miraba enternecido.

—Vamos a ducharnos, cariño… en dos horas tenemos que ir a la primera revisión de SunMi

—¿Revisión?, ¿Qué no es dentro de…? — preguntó confundido abriendo sus ojos muy sorprendido — No inventes, ¿En serio es hoy?

—En serio — rió acariciando la mejilla de su amado, para proceder a dejar un besito en esos esponjosos labios — así que entremos a la ducha, mientras SunMi duerme un rato más

—Mmh… me parece una buena idea…

Se acercaron con lentitud, sus respiraciones chocaron, sus labios estaban por unirse, cuando un pequeño y tierno estornudo los hizo separarse y observar a su hija

—Creo… — se rió — Creo que ya no usaré esta pijama cuando esté cerca de SunMi…

El mayor, le entregó el pequeño bultito a su amado, mientras ambos reían por el tierno estornudo de su bebé…

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La joven pareja, ingresaba a la clínica muy abrigados, mientras eran saludados por varios de los compañeros de YoonGi, que emocionados querían ver a la bebé y ambos padres, la presumían con mucho orgullo.

Caminaron muy juntos, por los blancos y pulcros pasillos, hasta llegar a la sala de espera del consultorio. Se sentaron en uno de los sofás a esperar su turno, mientras le hacían cariñitos a su bebé. En el lugar se encontraban unas parejas más con sus niños y bebés, también esperando su turno para entrar.

—YoonGi… — llamó bajito

—¿Mmh?

—¿Crees que podamos pasar a ver a TaeRin?

—No lo sé, cariño… la pequeña está en cuidados intensivos neonatales. Ahí sólo pueden pasar sus padres… — YoonGi acarició la mejilla de su tierno esposo, quien había abultado sus labios con decepción

—De verdad quiero conocerla… — observó a su hija durmiendo en sus brazos

—No te desesperes, Minnie. — acarició su brazo — Pronto la conoceremos

El pálido tomó la barbilla de su tierno esposo, para así dejar un pequeño besito en sus labios. Jimin sonrió un poco avergonzado con sus mejillas sonrojadas, pues sentía unas cuantas miradas curiosas sobre ellos. YoonGi estaba por besarle de nuevo cuando el sonido de alguien aclarando su garganta le interrumpió.

—Oh, Jungkook — YoonGi se puso de pie

—Hey… ¿Qué tal, chicos?, ¿Cómo han estado? — sonrió viendo a ambos, y después dirigiendo su atención al pequeño bultito que Jimin sostenía — ¿Cómo van con esta pequeñita?

—Estamos muy bien — respondió YoonGi observando a su esposo que descubría la carita de su pequeña para que su amigo la viera — y mi niña, cada día más preciosa

—Dios… en serio cada vez se parece más a ti YoonGi — comentó sorprendido observando a la bebé dormir

—Lo sé — sonrió orgulloso. Jimin rodó los ojos divertido, pues cada que decían eso, YoonGi alardeaba.

—¿Y como te has sentido, Jimin? — preguntó con los brazos cruzados

—Uhm, pues… creo que aún no me acostumbro del todo a no tener mi vientre… — dijo bajando la mirada a la carita de su bebé

—Tranquilo, apenas han pasado dos semanas

Mantuvieron una charla, sobre la salud de la pequeña Jung. Les informó que TaeRin, estaba evolucionando favorablemente y que pronto estaría en casa con sus padres y hermanito. Después, YoonGi hizo que su amigo sostuviera a la pequeña. Hasta ahora, sólo Jungkook era el que faltaba de hacerlo, pues YoonGi tiene una fotografía de cada uno de sus amigos sosteniendo a su niña.

—Oh, por cierto — habló Jungkook con la bebé en brazos — Ya que Hoseok, no estará trabajando durante un tiempo, tendrá un médico de reemplazo, es quién mientras atenderá a SunMi

—Lo sabía — YoonGi hizo una mueca y se cruzó de brazos — ¿Sabes quien es?

Asintió — llegó hace cuatro días, su nombre es Kim Jongin

—Kim Jongin… — murmuró el pálido pensativo — Creo que he escuchado su nombre antes…

—Hace un año vino a una de las conferencias que aquí impartimos, él participó mucho, es muy listo y bueno en su área. Tiene veintitrés años. — informó jugando con la manita de la bebé

—Ya veo… esperemos que sea tan bueno como dices, porque se encargará de uno de mis tesoros

—Confío en que será muy bueno — dijo Jimin con una sonrisa viendo a su esposo

—Lo será… — dijo Jungkook sin dejar de ver a SunMi — chicos… ¿de verdad es la misma bebé que ayudé a nacer?

—Es ella misma — se rió YoonGi — ¿Por qué tan sorprendido?

—Es que… en serio es muy bella. — murmuró maravillado tocando la regordeta y sonrojada mejilla — parece de esas muñecas de porcelana que están en los aparadores de las jugueterías

YoonGi y Jimin compartieron miradas con una pequeña sonrisa

—De verdad, chicos — negó divertido con una risa — ¿Cómo le hicieron para tener una niña tan preciosa? Estoy muy sorprendido y eso que apenas tiene dos semanas.

—Pues lo que hicimos fue… — Jimin le cubrió la boca, así evitando que contara una estupidez — ¿Qué?

—No digas esas cosas… — murmuró el menor de los tres avergonzado

—Pero si sólo iba a decir que la hicimos con mucho amor

—Sí, claro… — Jimin rodó los ojos conteniendo su risa

—Además, se parece a mi, por supuesto que está preciosa — sacudió su hombro con modestia

—En efecto se parece a ti, querido amigo. Pero lamento decirte que ella está aún más bonita… ¡Oh, miren nada más! — exclamó emocionado, viendo como SunMi abría sus ojitos

—¿Despertó? — preguntó Jimin

—Sí… Hola pequeña SunMi — murmuró — soy el Tío Jungkook

—¿Por qué todos se autodenominan “Tíos” de SunMi? — murmuró YoonGi a su pequeño esposo

—Ay, déjalos — lo codeó — nuestra hija tiene muchos tíos que la amarán y consentirán

—Más les vale…

•●•

—Buenas tardes, mi nombre es Kim Jongin y estaré temporalmente a cargo de la salud de su hija — se presentó con una venía

Ambos saludaron de igual manera, para después sentarse frente al escritorio, donde el nuevo médico les hizo varias preguntas sobre la pequeña. YoonGi lo observaba de manera disimulada pero muy juicioso. El joven médico sentía la fuerte mirada del otro y eso le ponía bastante nervioso.

YoonGi siempre juzga mentalmente a los nuevos internos. Tiene que saber si de verdad tienen madera para trabajar en la clínica. Pone a prueba todas sus habilidades, por eso en los cursos y conferencias que ha impartido en varias ocasiones, suele ser demasiado estricto.

Jongin relamía sus labios, en tanto tecleaba en el computador. Por otro lado, Jimin ajeno a la tensión que había entre los otros dos, arrullaba con tranquilidad a su hija.

—P-puede… — carraspeó — ¿Puede descubrir el pecho de su hija? Necesito escuchar sus latidos

—Por supuesto — respondió Jimin — Yoonie, ¿Me ayudas?... ¿YoonGi?

—¿Eh? — parpadeó confundido saliendo de sus pensamientos — ¿Sí, cariño?

—¿Me puedes ayudar a descubrir el pecho de SunMi?

—Oh, sí…

SunMi estaba prácticamente envuelta entre varias mantas, para protegerla del frío. Mientras Jimin sostenía a la niña, YoonGi quitaba con cuidado las mantas, para al final, bajar el cierre del suavecito traje.

El pediatra había observado el intercambio de palabras y miradas que se daban la pareja. Fue muy rápido el cambio en la mirada del pálido cuando su pareja le habló. El joven médico, se puso de pie y se colocó a lado se Jimin. Se inclinó colocándose su estetoscopio.

—Esto… puede estar un poco frío — Jimin asintió, levantando la pequeña blusita interior.

Acercó su estetoscopio, tocando la suave y delicada piel de la pequeña, comenzando a escuchar sus latidos acompasados. SunMi comenzó a quejarse con levedad, ante el frío tacto del metal. Jimin acarició la cabecita de su niña, intentando transmitirle tranquilidad.

—Se le escucha saludable y mantiene buen ritmo — informó poniéndose de pie y anotando en su bitácora

Ambos padres asistieron y se dispusieron a cubrir de nuevo a su pequeña. Luego, recostaron a SunMi en la camilla para proceder con los demás chequeos de rutina. Midieron su cabecita y revisaron su crecimiento. También la pesaron y monitoreó sus reflejos.

—¿El cordón umbilical ya se ha caído?

—Sí — respondió YoonGi con los brazos cruzados junto a la pequeña camilla — hace cuatro días

El médico asintió y pidió revisar el ombligo, encontrandolo en un buen estado. Para después, hacer una última revisión a los pulmones de la bebé.

—Hemos terminado, tomen asiento por favor

La pareja se sentó en sus lugares, mientras la pequeña se removía inquieta en los brazos de Jimin. Pues tantos movimientos, la abrumaron, haciéndole sentirse incómoda.

—Tranquila… — murmuró dulcemente, intentando arrullarla, pero los quejiditos continuaban.

—Al parecer, no le gustó tanto movimiento a su alrededor — comentó Jongin con una pequeña sonrisa — desde que nació, ¿La han mantenido en un lugar tranquilo?

Jimin asintió — No la habíamos sacado de nuestro hogar durante estas dos semanas, hasta hoy. Y pues, no acostumbramos a hacer mucho ruido, sobre todo desde que llegó SunMi a nuestras vidas

—Eso es bueno — dijo terminando de teclear — y pues, su hija crece muy saludable y se encuentra en perfecto estado. Han cuidado muy bien de ella.

—Oh, gracias — esbozó una pequeña sonrisa

—No es nada — le devolvió el gesto, para después volver su vista al pálido que continuaba un poco serio tocando la manita de su bebé — Uhh… disculpen que me desvíe un poco del tema pero… creo que lo he visto antes

—Supongo que sí — respondió aclarando su garganta — déjame presentarme

Jimin vio a su esposo extender su mano y estrecharla firmemente con el pediatra.

—Min YoonGi, médico cirujano de esta clínica y… el mejor de la región, por supuesto

Jongin abrió sus ojos sorprendido, de verdad no sé esperaba eso.

—Oh… ¿El mismo Min YoonGi que hizo una cirugía a corazón abierto durante diez horas?

—Nueve — corrigió — y sí, soy yo

—No puedo creerlo, yo… ¡Yo lo admiro!

—¿Eh?

—Sí, a pesar de ser tan joven, ha logrado cosas grandiosas y me siento honrado de poder ser por lo menos, el pediatra temporal de su hija. — sonrió tímido

YoonGi sonrió levemente al escuchar eso, así que decidió dejar de mirarlo como si fuera una presa, para regalarle una sonrisa en agradecimiento. Después de todo, se dio cuenta de que el chico trabajó muy bien e hizo todo con mucho cuidado, haciendo lo posible por no molestar a su hija. Jimin miró a su esposo que lucía un poco avergonzado, así que tomó su mano por debajo y le acarició, para después terminar con sus manos entrelazadas.

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La cita médica, había terminado. Jimin le había mandado un mensaje a Taehyung para saber si ya estaban en su hogar, a lo que el otro le respondió que si.

Decidieron pasar a un supermercado a comprar algunos bocadillos y golosinas. Sobre todo, Jimin quería comprar las gomitas favoritas de Taehyung.

Jimin empujaba el carrito y YoonGi sostenía a SunMi. Podría haber recostado a su hija en el asiento para bebé, pero YoonGi no quiso soltarla en ningún momento.

Poco a poco iban dejando caer cosas dentro del carrito, mientras avanzaban por los pasillos. SunMi comenzó a soltar leves quejiditos y removiéndose en los brazos de su padre. YoonGi se detuvo en medio del pasillo, tratando de calmarla con leves palmaditas en su espalda y meciéndose  lado a lado.

—Creo que no te gusta estar fuera de casa, ¿Verdad, melocotón? — Jimin se acercó, sonriendo con ternura al ver como su esposo trataba de calmar a su hija. Le dedicó suaves caricias al cabello de su criaturita, logrando que se tranquilizara un poquito. Tomó el chupete que estaba en el bolso de bebé y se lo dio a su niña, ahora si calmándola por completo.

Minutos después, Jimin notó que YoonGi no dejaba de moverse lado a lado, cosa que le parecía muy graciosa.

—Yoonie… SunMi ya se durmió, no es necesario que te sigas meciendo así — dijo con una risita

—Uhh… Minnie, creo que no fue buena idea beberme esa limonada fría en el camino...

—Oh… — entendió lo que quería decir — dame a SunMi y ve

—No quiero dejarlos solos — abrazó más a la pequeña contra su pecho

—Sólo serán unos minutos, anda — tomó a SunMi en sus brazos — ve rápido, aquí estaremos

—De acuerdo… si sucede algo, me llamas — metió las manos en sus bolsillos y dio unos saltitos conteniendo sus ganas — ¡Cualquier cosa, eh!

—Estarás de vuelta en cuatro minutos, YoonGi ¿Qué puede pasar en ese tiempo?

—¡Muchas cosas! Pero bueno, ya vuelvo. Volveré muy muy rápido

El castaño rió cuando vio a su esposo caminar con prisa. Negó divertido y observó a su pequeña que había despertado, gracias al cambio de brazos. Le dedicó caricias en sus regordetas mejillas y la recostó en el asiento de bebés que tenía el carrito.

—Papá va a regresar rápido… — besó la pequeña frente, haciéndole parpadear.

Empujó nuevamente el carrito, viendo en los estantes que más podía echar. Tomó varias cosas que necesitaba para la despensa. Faltaban dos semanas para Navidad y como cada año, se reúnen con sus amigos y entre Jin y YoonGi, preparan la maravillosa cena. Así que poco a poco irá comprando las cosas, para que no les falte nada.

Jimin continuó caminando mientras le hacía tiernos cariñitos a su bebé. Levantó la mirada, quedándose petrificado de inmediato al ver a unos cuantos metros, una muy conocida larga cabellera rubia.

—Taeyeon… — murmuró a lo bajo con voz trémula

Retrocedió asustado.

Esa tipa estaba loca. Ella fue capaz de empujar a Jimin cuando estaba embarazado, no sabe de que sería capaz si viera a la niña ahora que ya nació, y más con el enorme parecido que tiene con YoonGi.

—Se supone que estaba lejos… ¿Qué hace aquí? — murmuraba para sí mismo, mientras que con sigilo lograba llegar al siguiente pasillo, perdiéndola de vista

Soltó el carrito, dejando escapar un fuerte suspiro. Cubrió su rostro con sus manos, moviéndose ansioso en medio del pasillo.

—Espero no me haya visto… — susurró, sintiendo chocar con algo, y escuchando como unas cosas caían. — ¡Lo siento, d-déjeme ayudarle!

Jimin se inclinó de inmediato, tomando unas caja de que al parecer eran de Ramen instantáneo. El chasquear de una lengua se escuchó y una mano masculina también tomaba las cajas y las metia en su canasta de compras, Jimin hizo lo mismo.

Sacudió sus rodillas y se puso de pie disculpándose con la persona. Levantó su mirada, encontrándose con el rostro de un sujeto bastante atractivo, pero no parecía tener expresión alguna en su rostro.

—Lo siento, no me fijé… — se disculpó de nuevo. El tipo lo observaba curioso pero manteniendo su semblante serio.

—Como sea… — rodó sus ojos. Jimin mordió sus labios avergonzado, llamando de inmediato la atención del más alto.

Esos labios los conocía, esas mejillas…

—¿Jimin? — el nombrado levantó la vista confundido

—¿Eh?... — ¿Cómo sabe mi nombre?

—¿Park Jimin? — preguntó conteniendo una carcajada — No puede ser…

Jimin asintió con suavidad, descolocándose con la ahora expresión divertida en el rostro del sujeto.

—Wow, eres a quien menos esperaba encontrarme aquí — dijo mirándolo de arriba abajo mordiendo su labio — mira nada más… haz cambiado...

—Uhm… ¿Nos conocemos? — preguntó sintiéndose incómodo por como lo recorría con la mirada. Retrocedió un par de pasos tomando la orilla de su carrito

—¿Qué? — soltó una carcajada irónica — ¿En serio no me recuerdas?

Jimin negó cohibido. No tenía un buen presentimiento de esto.

¿Dónde estás YoonGi?

—Creo que no tienes buena memoria, preciosura…

—¿E-eh?

—No puedo creer que no recuerdes a tu ex novio… — Jimin abrió sus ojos sintiendo un escalofrío en su espina dorsal

—T-tú eres…

—Lee Jongsuk, es un verdadero placer volver a verte, Jiminnie… — dijo con voz ronca

Lee Jongsuk… Lee Jongsuk… Lee Jongsuk… su maldito ex de la preparatoria. Estaba ahí, frente a él.

El tipo que sólo había estado con Jimin por una simple apuesta, intentando arrebatarle la virginidad. Pero a último momento se arrepintió al saber que… podía concebir.

Desde ese incidente, Jimin no había vuelto a verle jamás. Hasta hoy.

—¿Qué? ¿Te comieron la lengua los ratones? ¿Por qué no dices nada? — dio un paso hacia adelante con una sonrisa socarrona

—V-vete, por favor… — tartamudeó

Chasqueó su lengua — Pff, ¿Continúas teniéndome rencor? Supéralo, Park. Además, te iba a hacer un favor

—Jugaste con mis sentimientos… — murmuró — Sólo para recibir el dinero de tu tonta apuesta

—No puede ser… — rodó los ojos con molestia — ¿Quieres saber algo? No recibí el dinero, recuerda que no lo hicimos

—No sabes lo aliviado que me sentí de que no sucediera nada — lo miró a los ojos con fuerza, sin embargo se sintió intimidado se nuevo

—Yo igual y sabes muy bien, porqué no lo hice — hizo una mueca de disgusto

—Sí, te resultó repulsivo que yo pudiera quedar en estado — murmuró cabizbajo. Las lágrimas amenazaban con salir, aun le dolía recordar sus palabras tan malditamente hirientes.

—¿Sabes algo? — dijo mordiendo su labio mientras se acercaba cada vez más — Creo que ahora no me resultaría repulsivo… — tocó la barbilla del castaño haciéndole apretar sus labios — ¿Qué te parece si vamos a mi departamento y te…?

Se detuvo en el instante en que un suave llanto comenzó a escucharse. Jimin reaccionó de inmediato, golpeando la mano de Jongsuk, para después acercarse a su hija.

—Tranquila, SunMi… — murmuró muy bajito tomándola en brazos, cubriendola bien con las suaves mantas que la envolvían.

El alto chico, miraba a Jimin con sorpresa, siguiendo cada uno de los movimientos que hacía con la bebé. Siendo esto, una cosa más que no se esperaba…

En cambio, el joven padre se sentía más nervioso, ahora que Jongsuk lo había visto con su hija, no tiene idea de lo que el tipo le podría decir, pues sus palabras siempre han sido muy crueles y teme que diga algo contra la niña.

—Cada vez… — aplaudió al ver como tranquilizó el llanto de la bebé al darle su chupete  — ...me sorprendes más, Park. Esa criatura es tuya ¿Verdad?

—Sí, es mi hija — dijo firme, rogando en su mente que no se le notara lo nervioso. Abrazó a su hija contra su pecho, así escondiendo su carita.

—No puedo creerlo — se carcajeó — ¿Quién te hizo el favor?

—Nadie me hizo ningún favor…

—Sí, claro. — bufó rodando los ojos y cruzó sus brazos — se ve muy pequeña, supongo que no tiene mucho que nació… ¡Oh, ahora entiendo porque tus mejillas están igual de enormes que en la secundaria! Subiste de peso para tener… a esa cosa — señaló

—No le digas así a mi hija — dijo molesto

—Es que, en serio no te imagino con un vientre enorme — estiró sus brazos haciendo alusión a algo enorme frente a él — ¿Te transportabas rodando?

Jimin suspiró y supo que había tenido suficiente. Besó la cabecita de su hija y la recostó de nuevo en la sillita del carrito dispuesto a irse, pero una mano sobre su brazo se lo impidió.

—Suéltame

—La verdad ya no me da asco que seas capaz de concebir… — relamió sus labios comiéndose a Jimin con la mirada — olvídate de esa niña y te ayudo a hacer otro…

—¿Qué? ¡Aléjate! — forcejeó intentando zafarse

—Anda, se que lo quieres desde hace años, no te resistas más — deslizó una de sus manos por la cintura de Jimin, hasta pasarla en una de sus glúteos

El castaño sintió su piel erizarse de miedo. Así que a como pudo, logró zafarse de su agarre y lo empujó. Haciendo al otro enfadar, tomándolo más fuerte de la cintura, tocándolo con morbosidad.

¿Por qué las personas no hacían nada? ¿Por qué no lo ayudaban?

—¡No! — colocó sus manos en el pecho contrario empujando

—Déjame llevarte a mi departamento, Jiminnie… — murmuró en el oído del más bajo — vas a ver que pedirás por más…

Jimin continuó forcejeando, intentando soltarse. En un movimiento ágil, levantó su rodilla, golpeando directo el estómago de Jongsuk, para luego darle un pisotón en su pie, haciéndole quejarse audiblemente.

—Eres un… — dijo ahogado, abrazando su estómago.

—No quiero nada contigo, Jongsuk

—Te… te gusta hacerte del rogar… ¿verdad? — se acercó de nuevo, tomando firmemente a Jimin de los hombros. — Creo que ya fui muy paciente contigo, vendrás conmigo y…

—Suéltalo en este mismo instante, si no quieres que te rompa la cara.

El rostro de YoonGi era de notoria molestia. Al ingresar al pasillo, el pálido había visto como su esposo le había dado un rodillazo y un pisotón al tipo ese. Así que se apresuró a llegar hasta ellos.

—No te metas, imbécil

Asustado, Jimin miró a su esposo  quien tronó su cuello, y con un movimiento rápido, su puño impactó contra la nariz de Jongsuk. Este siseó tambaleándose hacia atrás, sosteniendo su nariz, la cual había comenzado a sangrar casi de inmediato.

—Tú, maldito… — observó su mano cubierta de sangre — ¡Me has hecho sangrar!

Jimin tomó a su niña en brazos y se colocó detrás de su esposo. YoonGi entrelazó fuertemente su mano con la de su pequeño.

—Te mereces eso y más — gruñó molesto — No te vuelvas a acercar a-…

¿Qué sucede aquí? — un guardia de seguridad del lugar llegó

—¡Ese tipo me golpeó! — Jongsuk apuntó acusatorio

YoonGi mantuvo su postura, levantando una ceja, ante la manera en que Jongsuk le había acusado como si fuera un niño.

—Ese sujeto estaba acosando física y verbalmente a MI esposo, mientras yo no estaba. — el guardia volteó a ver a Jongsuk. Este sólo frunció el ceño — además de que pudo lastimar a mi esposo, también pudo haber lastimado a mi hija. Yo sólo le di lo que se merecía

—Esposo… — murmuró para sí mismo observando a ambos. Jimin ocultó su rostro detrás de YoonGi, abrazando a su hija —  ¡Pero él me si me lastimó! — se defendió

—Señor, tendrá que acompañarme — dijo el guardia sacando unas esposas metálicas

—Ah, eso sí que no — retrocedió pero tropezó con unas cajas que aún estaban tiradas y cayó

El guardia aprovechó para poder esposarlo, mientras el otro se resistía.

—Te recomiendo cubrir tus poros y mantener tu rostro hacia el suelo. — habló YoonGi con una pequeña sonrisa irónica — Si echas tu cabeza hacia atrás, tragarás sangre y podrías ahogarte…

—YoonGi, vámonos… — dijo Jimin bajito, jalando la orilla del suéter de su esposo

—Primero me rompes la nariz y después me dices esto — dijo poniéndose de pie siendo esposado

—No te la rompí, sólo tienes una pequeña hemorragia, dramático

—Hmph… — sonrió de lado siendo halado por el guardia. Ahora dirigiendo su vista a Jimin — Nos veremos de nuevo, Jiminnie

—¿Qué? ¿Cómo sabes el nombre de mi…?

—¡No, YoonGi! — Lo detuvo viendo como Lee Jongsuk se iba esposado. — y-ya no importa…

El pálido volteó a ver a su esposo que mantenía la mirada baja y su labio temblaba, amenazando con romper a llorar.

—Cariño… — acunó sus mejillas

—Vámonos, por favor…

—Shh… — lo abrazó cuidando de no aplastar a SunMi — ya pasó… ¿Estás bien? — asintió — ¿Te hizo algo? — negó despacito, sorbiendo la nariz

YoonGi acarició la espalda de Jimin, intentando tranquilizarlo un poco.

—Sabía que no debía irme… Tuve que ir a los servicios del piso de arriba, por eso tardé. Perdóname… — besó su cabeza una y otra vez

Jimin negó — Está bien, c-creo que supe controlar todo esto un poco…

—Logré ver ese rodillazo y el pisotón — sonrió orgulloso — Lo hiciste muy bien, cariño…  — Jimin sonrió

Besó nuevamente su cabello y tomó la manita de su bebé quien mantenía sus ojitos abiertos y succionaba su chupete con tranquilidad.

—Cariño… ¿Conoces a ese sujeto? — Jimin se tensó — porque al parecer… él sí te conoce

—M-mejor vámonos… — tartamudeó

—Jimin — Lo tomó de los hombros separándolo un poco de su pecho — ¿Me estás ocultando algo?

—Y-yo… — miró al suelo — él es…

Estaba por decir la verdad, estaba por decir que ese hombre, era su ex de la preparatoria, aquél que lo usó, aquél que lo hirió. Pero una aguda voz, le interrumpió

¿Y-YoonGi?

El pálido abrió sus ojos enormemente. Volteó su cabeza en dirección de la femenina voz, llevándose una desagradable sorpresa.

¿Taeyeon?, ¿Qué haces aquí?

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A casi un día de cumplir un mes desde la última actualización, he vuelto. Una enorme disculpa, la verdad, la inspiración no llegaba, más bien tenía un enorme bloqueo y las palabras no salían;---; BLOOMPJM fue testigo de mi frustración todo este tiempo. Y aún así, siento que el capítulo quedó muy simple... a excepción de lo último que era lo importante. Detesto hacerles esperar;---;💔

~

Ahora, cambiando de tema~ ¿Qué les pareció el capítulo? ¿Esperaban que Taeyeon y Jongsuk, aparecieran? c8 esperaré con ansias sus comentarios, todos y cada uno son muy importantes para mi💖

Quiero que sepan que los amo muuuuuuuuucho💖 muchas gracias por continuar aquí, se merecen el cielo entero💖

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