🍃Capítulo 25
Dedicado a: Maje2505 ~
Muchísimas gracias por todos tus comentarios💕
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Jimin abrió perezosamente sus ojitos y parpadeó un par de veces, tratando de acostumbrar su vista a la luz que le lastimaba, pues sus ojitos estaban sensibles. Intentó mover su cuerpo, sintiéndolo algo pesado y adolorido. Sus caderas y cintura dolían, pero era un dolor tolerable.
Dejó escapar un quejido ronco y abrió bien sus ojos, enfocó su vista en la habitación, llevándose una gran sorpresa al ver todos los arreglos florales muy lindos, la mayoría eran con flores blancas y rosa pálido. Había globos de helio que decían "Congratulations" "It's a girl!!!" "Happy Family" por mencionar algunos. También habían peluches de varios tamaños, cajitas de regalo y casi está seguro de divisar unas cajas de chocolate.
¿Cuánto tiempo dormí?, Se preguntaba a sí mismo, pues no se dio cuenta cuando trajeron todo esto a la habitación.
Recuerda que después de haber alimentado a su niña, sentía sus párpados pesar y se quedó profundamente dormido.
Se dio cuenta de que estaba sólo en la habitación, ni su esposo y ni su hija estaban con él.
Suspiró bajito y llevó sus manos a su vientre pensando en acariciarlo, se sorprendió de sentirlo muy pequeño y blando. Vaya... se había acostumbrado tanto a tener su manos sobre el, que ahora extrañará tenerlo.
Pero... ¿cómo habrá quedado mi abdomen después de tener a mi bebé?, pensó.
Tiene miedo. Miedo de que lo que podría ver, no le gustara. Se siente flácido y vacío. No puede evitar pensar que la piel de su vientre, quedó toda estirada y colgando.
Tendrá que ejercitarse mucho, si quiere volver a su figura de antes del embarazo. Porque no piensa mostrarle su cuerpo a su esposo, mientras esté así, fuera de forma.
YoonGi, a pesar del frío y la nieve, sale a correr durante las mañanas, desde que le dieron su incapacidad por paternidad. Su amado está en forma, no tiene músculos notables, es delgado pero aún así se nota su cuerpo ejercitado y tiene ese bonito y pálido abdomen plano, al cual Jimin le encanta tocar con sus manos.
Sabe que su esposo le amará como sea. Pero no es suficiente. Es cuestión de amor propio, de autoestima, quiere sentirse bien consigo mismo, quiere verse al espejo y no temer de lo que vea reflejado, quiere sentirse satisfecho al ver su figura.
Cuando iba en la secundaria, lo molestaban mucho por ser rellenito. Sus mejillas siempre han sido abultadas y los niños le ponían feos apodos. Desde entonces, Jimin siempre se ha sentido acomplejado con su cuerpo.
Las burlas siguieron toda la secundaria. Él intentaba hacer ejercicio y evitaba comer sus comidas favoritas, pero su esfuerzo no daba frutos. Él era delgado, sus mejillas eran lo único rechoncho, pero aun así su cuerpo no maduraba, seguía siendo un niño. Todos crecían, menos él y no entendía porqué.
Todo cambió en su último año de secundaria cuando un día, en una clase de deportes, comenzó a sentir un dolor en su vientre bajo. Desafortunadamente, estaba compitiendo en un partido de voleibol, contra los chicos que lo molestaban mucho.
El Jimin de catorce años se había quedado quieto en medio de la cancha, presionando su abdomen con una mueca de dolor. A pesar de ser bajito, era muy bueno en los deportes. Uno de los chicos que lo molestaban, se dio cuenta de que Jimin se había quedado parado y con malicia, aprovechó para lanzarle el balón muy fuerte, dando directo en su pancita.
Cayó al suelo muy asustado con sus ojos muy abiertos, comenzó a sentir cierta humedad en sus pantaloncillos. Las risas de todos se escuchaban lejanas, su dolor aumentó. Se movió un poco, llevando su mano a esa humedad, cuando vio su mano manchada de un viscoso color rojo, entró en pánico y de sus ojitos comenzaron a brotar gruesas lágrimas.
Las risas cesaron, al ver la sangre en la mano de Jimin. Nadie se acercaba a ayudarlo, hasta que el entrenador lo vio en el suelo y fue a socorrerlo, preguntando quien le había hecho daño. Los demás niños e incluso los "amigos" del chico bravucón, lo señalaron y acusaron de que había golpeado al pequeño Jimin con el balón. El entrenador le dijo que lo esperara en la dirección, mientras se iba con un Jimin muy asustado y llorando en brazos
Lo llevó a la enfermería, pero la joven enfermera que atendía ahí no lograba entender bien de donde provenía el sangrado, era una pequeña escuela humilde no había mucho que se pudiera hacer. Así que llamaron a una ambulancia y se lo llevaron al hospital más cercano.
La madre de Jimin llegó al hospital muy asustada, después de recibir la llamada de que su hijo se hallaba ahí. Ella llamó a su esposo para que viniera lo más rápido posible.
—¡Máaaa! — lloró el pequeño Jimin al abrazar a su madre
—Tranquilo, mi niño... — acariciaba su espalda tratando de tranquilizarlo
La doctora que atendió al niño, le explicaba a la joven SunHee que su hijo acababa de entrar a la pubertad siendo un doncel. La madre miró sorprendida a la mujer de bata blanca, pidiéndole que le explique mejor.
Los donceles al llegar a la pubertad, sangran sólo una vez. Con ese sangrado se da a entender que el útero que maduraba en su interior, está listo para albergar bebés. Es parecido a la primera menstruación de las chicas pero ellas lo hacen cada mes, en cambio los donceles, la única vez que sangrarán es cuando llegan a la pubertad, que es justo lo que acababa de pasar con Jimin.
Esto, al parecer era hereditario. El padre de la mamá de Jimin, era uno. Pero él, al enamorarse y casarse con una mujer, nunca tuvo de que preocuparse.
Jimin estaba asustado, él no quería tener una barriga enorme con un bebé dentro, ¡Se burlarían más de él!
Lo llevaron a casa y dentro de su habitación, bañado y arropado, sus padres se sentaron lado a lado en la cama, explicándole con calma. Afortunadamente, Jennie, la hermanita de Jimin, aún se encontraba en el colegio.
—Yo no quiero que mi barriga crezca como la de la Tía Shin — dijo sollozando
Sí, a pesar de tener catorce años, Jimin aún era algo inocente. Y el niño más dulce que podía existir, que con unos cuantos pasos te dejaría encantado, pues era el mejor en su clase de danza contemporánea.
Gracias a su inocencia, los demás se aprovechaban de él para molestarle y hacerle sentir mal, aún así el no acusaba a los chicos malos con sus padres o profesores.
—Escucha, pastelito... — habló su padre y acarició su cabello — quiero que sepas que tienes todo nuestro apoyo si decides tener de pareja a un chico, somos tus padres y jamás te juzgaremos. Sólo te pido que cuando lleguen a... uhm... tener sexo, usen protección — el pequeño castaño se sonrojó — aún no quiero ser abuelo, me veo muy joven todavía como para ser llamado abuelo, eh
Jimin se la pasó llorando todo ese día, los niños lo molestarían más si se llegasen a enterar. Desgraciadamente su mejor amigo, tenía dos años que se había regresado a su ciudad natal, Daegu. Extrañaba mucho a Taehyung, habían cursado toda la escuela primaria juntos y ahora él estaba lejos, justo cuando necesitaba un abrazo.
Esa noche, llamó a su mejor amigo y le contó todo lo que sus padres y doctora le dijeron.
—ChimChim... yo, también lo soy...
Fue lo que obtuvo como respuesta por parte de Taehyung, sorprendiéndole mucho. Su amigo le contó que se enteró cinco meses atrás, pero le daba vergüenza decirlo, así que prefirió mantenerlo en secreto todo ese tiempo.
A partir de ese día, Jimin cambió. No sólo su cuerpo que comenzó a amoldarse dejando de parecer un niño, su cintura se hizo pequeña, su trasero respingado y unas buenas piernas, producto de sus horas de danza. Lucía más maduro.
Al entrar a la preparatoria, se sentía bien consigo mismo. Ya no lucía "rellenito" aún era bajito pero si había crecido un poco. Comenzó a sentirse atraído a varias chicas, o eso creía él. Más bien se sentía más atraído por los chicos, pero aun tenía cierto miedo de lo que podría pasar, si él terminaba con un chico como pareja.
Cuando cursaba su tercer año de preparatoria, le dio el si, a un chico que le estuvo pretendiendo por dos años. Curiosamente era ese chico que lo molestaban en la secundaria y el mismo que le lanzó ese balón, llamado Lee Jongsuk
El chico se había disculpado muchas veces por todo lo que le había hecho y se sentía muy arrepentido. Después de dos semanas de tanto insistir, Jimin decidió darle una oportunidad, creyendo que el muchacho había cambiado con los años y ya no era el mismo cabeza hueca de la secundaria.
Jimin comenzaba a sentirse querido. Un mes después de relación, donde obtuvo su primer beso, el chico quería avanzar en la relación. El castaño no estaba muy convencido de hacerlo, tenía miedo. Ya tenía diecisiete años, ya no era más un niño y se había informado mucho sobre métodos anticonceptivos.
Justo el día que cumplían un mes siendo pareja, el menor aceptó hacerlo con su novio.
Se hallaban en la casa del más grande, en su habitación para ser más específicos. Se encontraban solos y estaba sucediendo...
Ambos ya estaban casi desnudos y Jongsuk se sentía desesperado. Jimin se sintió descolocado al sentir como su ropa interior era bajada de un tirón y su novio estaba listo para introducir su miembro en él.
Todas las alarmas salieron disparadas dentro de la mente de Jimin. Intentó detenerlo y hacerle usar un preservativo, pero el otro se negaba a usarlo, alegando que no se sentiría igual. Entonces Jimin, ya cansado le dijo que debido a su estado, podría quedar embarazado si no se protegían.
"Que asco", fue lo que salió de los labios de su novio, quien comenzó a vestirse de inmediato. Jimin estaba en shock, escuchando todas las palabras hirientes que "su novio" le decía
—Había apostado con mis amigos a que lograba llevarte a la cama, después de todo te habías puesto muy bueno y ya no eras ese niño gordo que molestaba antes — decía con una sonrisa cínica, terminando de vestirse. —Nunca me gustaste, Jimin. Sólo te quería para un simple polvo y mira que me costaste un mes de trabajo, ¿Y para qué? ¡Para nada!. Ahora resulta... — le lanzó su ropa en la cara para que se vistiera — ...que eres de esos tipos asquerosos que pueden quedar preñados, no puedo creer que por poco y lo hago contigo, que asco.
Jimin no daba crédito a lo que escuchaba. Salió llorando de ahí. No hizo nada, mas que correr y llorar. Se sentía pésimo, utilizado y sí, su corazón se había roto en muchos pedacitos. Él había comenzado a quererlo y simplemente fue eso... sólo una apuesta.
Terminó la preparatoria, sin volver a dirigirle la palabra a Jongsuk. Mejor se fue a la Universidad de Seoul, junto a su mejor amigo. Así intentando olvidar ese trago amargo.
Y por supuesto que lo logró, al encontrarse con Min YoonGi, quien lo aceptó tal y como era, pues juntos tuvieron un bello noviazgo, lleno de amor y respeto mutuo. Llegó el momento en el que decidieron casarse, para después comenzar a formar su propia familia...
•●•
—¡Oh, has despertado! — cerró la puerta detrás de él — ¿Cómo te sientes? — cuestionó tomando la mano más pequeña — ¿Minnie?
Jimin miraba un punto fijo, muy perdido en sus pensamientos, que no se había percatado de que su esposo había llegado.
—¿Mi vida, estás bien? — tomó la barbilla del contrario haciéndole parpadear
—YoonGi... — murmuró sintiendo sus ojitos llenarse de lágrimas y extendió sus brazos, pidiendo un abrazo
El pálido, inmediatamente lo estrechó entre sus brazos mientras lo arrullaba, dejando suaves caricias en su espalda. Al parecer, Jimin aun estaba un poco sensible
—¿Estás bien? — preguntó bajito, sintiendo el breve asentimiento de cabeza
—Te extrañé, eso es todo... — murmuró contra el pálido cuello
—Oh Minnie... — besó su sien — Te amo, ¿Lo sabías?
Asintió separándose un poco, para mirarle a los ojos
—Eres tan lindo... — sonrió con ternura, limpiando con su pulgar las lágrimas bajo sus ojitos — ¿Te sientes más descansado?
—Sí... aunque, un poco adolorido, sobre todo mis caderas — hizo una mueca y miró a la ventana — ¿Qué hora es?
—Casi las dos de la tarde — volvió a abrazarlo con cariño, balanceándose con suavidad lado a lado — Has dormido seis horas...
—¿Las dos? — se sorprendió — ¿Y mi bebé?
—En unos minutos la traerán, si no me equivoco, ya va a ser su hora de comer — acarició su espalda
—Oh, de acuerdo — sonrió emocionado — Yoonie, ¿De dónde salió todo esto?
Se separó un poco — Ah... de mis compañeros de aquí... se han enterado de que nuestra bebé ha nacido y quisieron regalarnos unos detallitos. Han estado viniendo, mientras dormías... — acunó el rostro ajeno, removiendo los castaños cabellos que caían en la frente, viéndolo directo a los ojos con amor
—Que lindos... tengo que darles las gracias — sonrió avergonzado — ¿Por qué me miras tanto?
—Porque te amo mucho — dejó un pequeño besito en los esponjosos labios — ¿Qué hice para merecerte, Park?
—Min... — murmuró sobre los labios de su amado — Soy Min...
—Min Jimin... jamás me cansaré... de escuchar tu nombre... junto a mi apellido... — murmuró entre besos — se escucha tan bello... cuando lo dices... Min... Jimin
Se besaron con suavidad y dulzura, transmitiendo toda su necesidad de estar juntos y sobre todo, su amor
—Soy tan afortunado de tenerte, Jiminnie... — susurró con sus frentes unidas, entrelazando sus manos — te amo, tanto, tanto...
Sí, Jimin había tomado la decisión correcta al aceptar a YoonGi en su vida. Él también se sentía la persona más afortunada y dichosa de tenerlo a su lado...
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Después de alimentar a la pequeña Min. Ambos padres, miraban con amor y devoción a su hija, que yacía dormida en los brazos del menor
—Se parece mucho a ti, Yoonie — dijo bajito — mírala, es tan pálida como tú, su naricita es como un pequeño y lindo botón — rió
—Su cabello es castaño como el tuyo, cariño... — acarició los delgados y suaves cabellitos
—Me pregunto que dirá mi madre... — volteó a ver a su esposo — ¡YoonGi!
—¿Qué?
—Dime, que ya les avisaste a nuestras familias — el mayor abrió los ojos sorprendido
—Oh, yo... no. No he tenido cabeza para otra cosa, más que para ti y nuestra bebé — rascó su nuca avergonzado, viendo como el castaño reía bajito
—¿Ni si quiera a tu hermano? — negó — ¿No lo has visto aquí?
—Creo que ha de estar muy ocupado, como para no haberlo escuchado de boca de los demás, así como Hoseok
—Bueno, todos creíamos que... — tocó la diminuta manita formada en un puñito — ...este angelito, nacería el día veinticuatro...
—Creo que tenía prisa en conocernos... — susurró besando la cabecita
—Yoonie... — llamó — ¿Por qué no la sostienes? Desde el día que me enteré que estaba embarazado, he soñado con verte sostener a nuestra hija...
—Oh, yo... B-bueno... — se tropezó con sus propias palabras
—Tú... ¿No la has sostenido?
Negó despacio — Mírala... e-es tan pequeña y frágil... ¿Y si la lastimo?
—Heeey... no le harás daño — habló con voz suave, viendo a su esposo con ternura — cargaste a Yeri cuando nació...
—Pero...
—Sin peros, vamos... — le animó a que se acercara sin miedo, transmitiéndole tranquilidad esbozando una tierna sonrisa
Con nerviosismo, vio como su amado le entregaba a su bebé con mucha delicadeza, acomodándola entre sus brazos.
YoonGi sostenía a su hija, por primera vez. Se sentía la persona más dichosa de todo el mundo, al ver esa preciosa carita dormilona de mofletes regordetes y ruborizados.
Sintió en su corazón, un pinchazo de emoción, sentimiento y protección. Sin más, apegó a su hija a su pecho, rodeándola protectoramente con sus brazos. Miles de emociones florecieron en el ahora padre, comenzando a derramar lágrimas de felicidad, al sostener ese pequeño y ligero bultito, que tanto anhelaba conocer.
No podía creer que su hija, la niña que tanto esperaba con ansias, al fin estaba en sus brazos. Después de tanto tiempo, ella estaba ahí, era real.
Se sentía la persona más afortunada y feliz en toda la faz de la tierra. Finalmente, se había convertido en padre. El padre de una pequeña y la más preciosa, bella niña que podría existir.
El fruto de su amor con Jimin, estaba en sus brazos. A partir de hoy, esta pequeña bebé, junto con su esposo, son el centro de su universo por lo que luchará por darles lo mejor de si mismo, sobre todo y principalmente, mucho amor.
El nudo en su garganta era enorme, tanto que era casi inhumano poder contenerlo. Sin más, comenzó a sollozar, haciendo su espalda vibrar. Se aferraba a su hija de una manera tan hermosa, dando a entender que era lo más preciado para él y que jamás permitiría que la alejaran de su lado, por que Min YoonGi, haría todo por su hija, con tal de mantenerla a salvo y que no le falte nada.
—Te amo, muñequita... — sollozó — Oh, hija mía, te amo tanto...
Jimin miraba a esa bella escena de padre e hija, con un nudo en su garganta, sintiendo las lágrimas deslizarse sin parar por su mejillas. Min YoonGi era el hombre perfecto y definitivamente, él se ha sacado la lotería al tenerlo como esposo y padre de su hija.
—Jimin... — llamó entrecortado sin dejar de abrazar a su bebé — Te amo tanto, gra-gracias por darme a la bebé más preciosa de todo el universo, te luciste, mi vida... — lloró admirando a la pequeña — ella, es perfecta...
—YoonGi... — su voz salió bajita y rota
Me va a matar de tanto amor...
—Te juro que daría mi vida por ella — lo miró con sus ojos cubiertos de lágrimas — Tú y mi hija, son lo mejor que ha llegado a mi vida... quiero salir a las calles y gritar a los cuatro vientos de que soy papá de la niña más preciosa que puede existir y que mi esposo no se compara con nadie por que lo amo más que nada... Ante mis ojos, mi hija y tú son lo más perfecto y nada, ni nadie, me hará cambiar de opinión...
El bajito sólo hacia un puchero mientras miraba a su esposo con los ojitos llenos de lágrimas. Su corazón palpitaba agitado, rebosante de amor y felicidad
—Te amo demasiado, YoonGi... — recargó su cabeza en su hombro. El pálido sonrió aún con sus ojos cristalizados y besó la sien de su pequeño
—Yo también te amo, cariño... no tienes ni idea de cuanto... — miró a su hija dormir y respirar tranquilamente entre sus brazos. Su pechito subía y bajaba con suavidad — Tú y nuestra hija, son los más sagrado que tengo en la vida, mi amor...
Ambos juntos en la cama de hospital, Jimin semi-recostado y YoonGi sentado a su lado. Ambos juntos, hombro con hombro y sus cabezas recargadas, no haciendo otra cosa, más que admirar a su bella hija dormir, que lucía igual que un angelito, mientras era acunada en los brazos de papá.
—Gracias, Minnie... gracias por darme una hija preciosa — murmuró — es perfecta, gracias...
—Gracias a ti por ser su padre, Yoonie...
Se mantuvieron en esa posición por varios minutos, hasta que el sonido de la puerta siendo tocada un par de veces, los sacó de su burbuja, llamando su atención.
—Adelante — levantó el mayor un poco la voz, temiendo interrumpir el sueño de su hija
La puerta fue abierta, dejando entrar con sigilo, al hermano del pálido.
—Vaya... — los observó sorprendidos — Entonces, sí es cierto...
—Hermano...
Sonrió ladino y se cruzó de brazos, cerrando su puerta detrás — luces muy bien con tu hija en brazos...
—Nam... — con lentitud de puso de pie, dando un par de pasos al frente
—Felicidades, nuevos papás — se acercó y abrazó a su hermano menor, cuidando de no aplastar el pequeño bulto en los brazos del contrario
Namjoon palmeó su espalda así separándose para enfocar su vista en la linda carita dormilona que su hermano acunaba.
—YoonGi... — abrió los ojos sorprendido — ...es igual a ti a cómo te recuerdo de bebé...
—¿De verdad? — sus mejillas se ruborizaron levemente
—¿Verdad que sí? Yo digo lo mismo — habló Jimin con una sonrisa
—¿Ves? Jimin está de acuerdo conmigo — sonrió y dirigió su atención al menor — ¿Cómo te sientes?
—Un poquito cansado — esbozó una pequeña sonrisa
—Es entendible — soltó una pequeña risa, ahora colocándose a un lado de la cama mientras metía sus manos en los bolsillos delanteros de su pantalón de vestir, ahora observando a Jimin —. ¿Puedo saber el nombre de mi preciosa sobrina?
—SunMi, Min SunMi — respondió con orgullo
—Es muy bello... — sonrió prestando atención a la niña en brazos de su hermano
Namjoon observó a su hermano menor, cargando a su hija con mucho amor. Después de tanto tiempo que lucharon por concebir, al fin se han convertido en padres.
—Nam, ¿Quieres sostenerla?
—¿Qué? No lo sé... te vez muy bien con ella y... Uhm... no quiero inquietar su sueño... — rascó su nuca avergonzado y sacó su celular de su bolsillo — déjame tomarte una foto para enviársela a Jin
YoonGi asintió, sentándose junto a su esposo, quien de inmediato dio toda su atención a su hija. Namjoon tomó con rapidez la fotografía, ambos se veían tan ensimismados con su hija que una fotografía sin posar y simplemente actuando natural, era lo mejor.
—Listo, puedes tomarla
—Ya la tomé — se rió bajito
—¿Eh? — el menor lo miró confundido
—Se miraban tan tiernos, viendo a su hija. Que la fotografía salió hermosa, sin necesidad de posar — se acercó mostrándola
—Es verdad... me ha encantado — susurró Jimin sorprendido
El pálido le pidió que le mandara la fotografía, pues salió muy natural y hermosa. Quiere mandarla a imprimir para enmarcarla.
YoonGi logró que su hermano mayor sostuviera a la pequeña SunMi. El moreno la sostenía con extremo cuidado, no quería hacer algo mal.
Miró la bella carita de porcelana y no pudo evitar, esbozar una sonrisa. Su sobrina es muy hermosa.
Sostenerla de esta manera, le trajo recuerdos de hace tres años, cuando su pequeña Yeri nació. Era igual de pequeñita, se había sentido la persona más feliz en todo el mundo, cuando al fin la tuvo en sus brazos.
Pues, había sido un parto muy complicado, su hija venía con el cordón umbilical, enredado en su cuellito. Así que a Jin, le tuvieron que hacer una cesárea de emergencia. Ambos estaban muy asustados, pero al final todo resultó muy bien.
Namjoon sintió una pizca de añoranza, al tener a su sobrina en brazos. Se sintió más ansioso que nunca, pues si todo sale bien, probablemente sus brazos estén nuevamente ocupados, dentro de unos meses más...
Por otro lado... SeokJin se encontraba viendo dibujos animados con su hija, cuando a su celular le llegó un mensaje de su esposo. Al abrirlo, sus ojos se abrieron enormemente, llenándose de lágrimas de felicidad, al ver a YoonGi y Jimin, con su hija en brazos.
Se sintió tan feliz y orgulloso de ellos. Un poco después, llegó otra imagen, está vez era su Namjoon, su amado Namjoon quien sostenía a la nueva integrante de la familia, se veía tan encantado con la pequeña en brazos.
De manera inconsciente, llevó su mano libre a su abdomen plano y acarició. Anhelando poder darle a su esposo esa felicidad de nuevo dentro de unos cuantos meses más...
Apagó la televisión, llamando la atención de su pequeña
—Paaaaapi~ ¿Porqué la apagaste? — hizo un puchero
—Por que... — la tomó en brazos recargando su peso en su cadera y llenó su carita de besos, así sacándole risitas — ...vamos a quitarnos nuestras pijamas y nos vestiremos bonito
—¿A dónde vamos? — sacudió sus piecitos emocionada
—Iremos al trabajo de papá, para conocer a una linda personita...
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En la clínica era conocido por ser alguien muy serio y profesional, que era muy raro verlo sonreír durante su horario laboral, era tan serio que a pesar de ser joven, daba una cierta sensación de miedo y mucho respeto. Sin embargo, es muy buen compañero y amigo de todos ahí.
Pero cuando su horario terminaba, cambiaba esa cara seria, por una relajada y feliz.
Por eso, para el resto de sus compañeros que se encontraban trabajando, ver al Doctor Min YoonGi, caminando muy quitado de la pena, por todo el hospital en su pijama de algodón, de color rojo a cuadros y pantuflas de su oso favorito, kumamon y su cabello negro algo desordenado, era algo muy extraño y gracioso para todos de ver. Además de que no quitaba esa enorme sonrisa de su rostro.
El pálido se encontraba frente al enorme cristal de los cuneros, viendo muy contento a su hija junto con el resto de los bebés. Pues le acababan de hacer unas pequeñas revisiones y en unos minutos la llevarán de vuelta a la habitación con su esposo
—¡Hey, Yoon! — se dio media vuelta al escuchar el llamado
—Oh, hey Hope — sonrió al verlo acercarse junto con su embarazado esposo — creí que no ibas a regresar desde que está mañana saliste corriendo de la habitación
—Estuve ocupado... — tomó la mano de su pareja quien dejó escapar un bostezo — y también le estuve llamando a Taehyung, pero no me respondía porque estaba dormido
—YoonGi, ¿Qué haces con pijama y pantuflas a las cuatro de la tarde aquí en la clínica? — preguntó el embarazado riendo — ¿Para esto me hiciste venir a la clínica, Hobie?
—¿Qué? ¿Hoseok no te lo ha dicho?
—¿Decirme, qué? — volteó a ver a su esposo con el ceño fruncido
—Mi hija nació esta madrugada
—¡¿QUÉ?! — levantó la voz — ¡¿Qué no iba a nacer el veinticuatro? ¡Hoy es cinco de diciembre! Oh acaso... ¿Ya es navidad? — miró a YoonGi desesperado y luego a su esposo — ¿Ya es veinticuatro? ¡Hobie! ¿Y mi regalo?
—Hoy es cinco de diciembre, Taehyung — habló YoonGi riéndose — mi hija se adelantó y nació hoy a las 3:46 de la mañana
—¡Oh, mierda! ¿Dónde está Jimin? ¿la bebé? ¡Oh dios! ¡Necesito ver a la bebé! — decía desesperado
—Hey, Taehyung — Hoseok lo tomó de los hombros — Tae, tranquilo, no te alteres, respira
—Aquí está, mira — el pálido señaló orgulloso detrás del cristal — ella, la que está en el medio, de manta rosa con amarillo
Taehyung se puso a chillar de la emoción en pleno pasillo. Pegó, prácticamente casi toda su cara, al cristal.
Después de unos minutos ahí, donde Taehyung no quería despegarse. Acepto irse, sólo porque le dijeron que lo llevarían con su mejor amigo. El embarazado Iba muy feliz, dando saltitos mientras caminaba, incluso el sueño se le fue.
A Hoseok le aterraba ver a su amado moverse así, no puede evitar pensar que su bebé, el bebé que está dentro de Taehyung, esté revolviéndose ahí dentro a causa de los saltos e hiperactividad del gestante.
Las únicas veces que está en completa calma, es cuando lo ve dormir. Ahí no se mueve para nada. Pero mientras está despierto, no se mantiene para nada quieto. Hoseok recuerda, las veces en las que YoonGi le contaba que Jimin, se cansaba mucho, y no se movía demasiado y era muy cuidadoso de no hacer movimientos bruscos. Pero Taehyung es todo lo contrario, tanto que muchas veces pone a Hoseok muy nervioso, pero según las revisiones, tanto su esposo como su bebé, están muy saludables y en perfecto estado.
Y al parecer el bebé no se dejará saber el sexo, hasta que nazca. El pequeño sigue mostrando su traserito y/o espalda durante los ultrasonidos. Parece ser que se encuentra muy cómodo en esa posición y le parece divertido mantener a sus padres con la incógnita.
Al llegar a la habitación, YoonGi fue el primero en entrar, siendo seguido por los otros. Pero se detuvo en seco al darse cuenta de que Jungkook estaba revisando a Jimin. Así que con lentitud retrocedió empujando a los otros dos para fuera, antes de que vieran algo.
—¿Sucede algo? — preguntó su mejor amigo
—Jungkook está ahí, revisando a Jimin — respondió
—Ay, sólo es una herida en su abdomen, ¿Qué tiene de malo? — dijo Taehyung abriendo la puerta y se metió
—¡No, Taehyung! — el pálido entró detrás de él junto con Hoseok
Jimin mantenía sus ojitos cerrados y sus mejillas ruborizadas. Pues sentía vergüenza de tener a su amigo revisando entre sus piernas.
Afortunadamente al tener las piernas flexionadas y la manta encima, no lo podía ver, si no sería más vergonzoso.
La puerta había sido abierta, dejando escuchar varios pasos y voces conocidas. Abrió los ojos, topandose con su esposo y amigos.
—¿Chicos? — sus mejillas se ruborizaros aún mas
—¡Oh, ChimChim! — su mejor amigo casi se tiró a sus brazos
—¿T-Tae?
—¡Taehyung! — llamó YoonGi
Al escuchar el escándalo, Jungkook se asomó por sobre las piernas con un cubrebocas en su cara. Sólo se miraban sus ojos sorprendidos.
—Chicos, ¿No saben que esto es privado? Sólo YoonGi puede estar aquí durante la revisión
—Salgamos unos minutos, Taehyung — llamó Hoseok con una mano cubriendo sus ojos y estiró su otra mano para que su esposo la tomara.
Hoseok, muy avergonzado se había cubierto los ojos al instante en que se dio cuenta en donde estaba revisando su amigo.
—Ay, pero... — se separó de su amigo — ¿Qué tiene que esté revisando la herida de la cesárea...? ¿Jungkook, qué haces ahí?
—T-Tae... Y-yo tuve a mi bebé, por parto natural... — murmuró Jimin avergonzado
—¡Oh, Santa mierda!
Por suerte, desde el ángulo donde estaba la puerta, no podían ver donde Jungkook revisaba. Sólo veían a Jimin recostado en la cama.
Excepto, Taehyung. Él fue a asomarse y ver que era lo que estaba haciendo Jungkook
—¿Esto me harán a mi también cuando tenga a mi bebé? — le preguntó al joven médico, quien lo miró con una ceja enarcada
Después de que YoonGi y Hoseok lograran sacar a Taehyung de la habitación, éste se encontraba de brazos cruzados en medio del pasillo.
—Taehyung... ¿Por qué hiciste eso? — Le reprendió viendo como formaba un puchero
—Chicos — YoonGi abrió la puerta — ya pueden pasar...
—No es nada que no haya visto antes — desvío la mirada molesto
—¿Qué? — hablaron ambos mejores amigos al unísono
—¿Qué? — les imitó poniendo los ojos en blanco — Jimin y yo éramos unos vírgenes, completamente inexpertos cuando nos mudamos aquí a Seoul e ingresamos a la universidad. Intentamos experimentar entre nosotros, hubo unos toques por aquí y por allá, pero al vernos a la cara nos sentimos avergonzados y nos detuvimos, así que si, nos hemos visto todo.
Bostezó desinteresado e ingresó a la habitación dejando al par con la boca abierta. Ambos estaban sorprendidos por la naturalidad en la que Taehyung contó como él y Jimin casi tenían sexo.
Jungkook salió, encontrándose a sus compañeros muy quietos, como si estuvieran pensando algo. Se encogió de hombros y mejor se fue.
Ambos se despabilaron y cuando entraron a la habitación, Taehyung estaba abrazando a Jimin, mientras lo llenaba de preguntas.
—¿Cómo fue? ¿De verdad dolió mucho? — se separó. Hoseok se apresuró a llevar una silla cerca de la cama y ayudó a su esposo a sentarse
—Bueno... — las mejillas de Jimin se ruborizaron así esbozando una pequeña sonrisa tímida— me sentía desesperado, pero sí, dolió mucho... las contracciones eran muy fuertes y bueno, me dolió... pero valió la pena, además YoonGi me apoyó mucho — miró con sus ojitos brillosos a su amado, quien rodeó la cama sin dejar de sonreír y se sentó al borde, para rodearle los hombros con su brazo, así plantando un bello beso en su mejilla — sin sus palabras de aliento, no sé si lo habría logrado, también el agua me relajó un poco
—¿Agua? ¿Cómo que agua?
—Jimin tuvo un parto en el agua, en nuestra tina — respondió con calma con sus ojos cerrados, mientras frotaba su nariz con suavidad en las hebras castañas
—¡¡Hobie!! — el nombrado dio un salto
—¿Qué pasa? — el pobre va a venir sufriendo de los nervios por tantos sustos que su hiperactivo esposo le causa
—¡Yo quiero un parto en el agua! — pidió emocionado golpeando sus pies contra el piso
—Oh, bueno... creo que podríamos hacerlo, así que lo consultaremos con Jungkook en la próxima cita, ¿Te parece?
El menor, asintió entusiasmado, mostrando una de sus características sonrisas cuadradas.
Así, estuvieron charlando amenamente durante unos minutos más, hasta que una enfermera ingresó, entregando a la pequeña SunMi en los brazos de Jimin. Informando que todo marchaba bien con su hija.
—¡No puede ser! — exclamó Taehyung maravillado — ¡Es una versión miniatura de ti, YoonGi!
El nombrado, sonrió orgulloso al escuchar eso.
—También se parece a ChimChim, pero pareciera que el que la dio a luz, fue YoonGi — cubrió su boca sorprendido
—Mi niña es una belleza — habló el pálido con orgullo
—¿Puedo cargarla?
Con lentitud, la pequeña fue entregada a los brazos de Taehyung, quien miraba muy emocionado a la bebé dormir. Hoseok se colocó detrás de él, para mirar a la niña más de cerca.
—¡Tiene tus mejillas, ChimChim!
—Es muy hermosa, chicos — alagó el más alto
—Hola, mochi bebé — habló dulcemente — Soy el Tío Tae...
Todos en la habitación le miraban con ternura, pues Taehyung se encontraba aún más sensible con su embarazo.
—Hobie... — le llamó con la voz quebrada
—¿Qué pasa, Tae? — acarició sus hombros
—Y-yo... quiero tener muchos bebés... — dijo sollozando
—¿Qué? — todos le miraron sorprendidos
—Es que... si todos van a ser igual de bonitos y tiernos como ella... te doy los hijos que quieras, Jung Hoseok
Sí, Hoseok casi de desmaya al escuchar eso.
Taehyung había obligado a su esposo a sostener a la bebé, pues este se rehusaba porque no sabía como sostenerla. Hasta que su esposo le enseñó como, y justo cuando sostuvo a la pequeña en brazos, Jung Taehyung se sentía morir de la emoción, teniendo sentimientos encontrados al ver a su amado esposo con un bebé en brazos reafirmando lo anterior dicho de que le daría los hijos que quisiera.
Ahora, la pequeña ya se encontraba en los brazos de papá, quien se paseaba por toda la habitación, arrullando a su hija. Jimin miraba a su esposo con mucho amor.
—Y entonces les dije, que tú yo casi lo hacíamos aquella vez
—¡Tae!, ¿Por qué les contaste eso?
—Solo quería ver el mundo arder — se encogió de hombros restándole importancia
—Si ustedes, iban a tener sexo... ¿Quién iba a... dar? — cuestionó Hoseok muy curioso
—No llegamos tan lejos como para saberlo... — murmuró Jimin avergonzado
—¡Estoy casi seguro que Jimin era el que iba a recibir! — acusó el embarazado apuntando a su mejor amigo
—¿Por qué Jimin? — preguntó el pálido con una ceja enarcada meciéndose lado a lado
—Bueno, yo hasta ese entonces no había tenido ninguna experiencia sexual y ChimChim ya había tenido algo cercano a eso
—¿Qué? — YoonGi volteó a ver a su pequeño esposo quien sólo se encogió en su lugar
—Él estuvo a punto de acostarse con su novio de la preparatoria pero no lo concretaron porque...
—¡Taehyung! — lo interrumpió casi gritando
YoonGi miraba a Jimin con el ceño fruncido. ¿Por qué no le había contado eso su esposo?
—¿Jimin, es verdad eso?
—Uhm... S-sí...
—...
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¡¡¡5881 PALABRAS!!!
¡HoooOooOOola mis bellezas!!
Bueno, aquí les expliqué más o menos lo que es un doncel, para los que no entendían bien💕 espero no les resulte raro ;u;
También, les mostré una parte del pasado de nuestro Jiminnie... ¿Qué opinan del tal "Jongsuk"? 7u7
Sus comentarios en el capítulo anterior, en serio me hicieron muy feliz. Me da muchísima alegría saber que, les gustó el nacimiento. Graciasgraciasgraciasinfinitas
Ahora a la pregunta de siempre...
¡¿QUÉ LES PARECIÓ ÉSTE CAPÍTULO?! ¿No estuvo aburrido?
Esperaré todos sus comentarios que tanto amo, todoshtodoshtodoshtodosh💜
¿Ya les dije que les quiero muuUuuUchooOoO? ¡Pues les amo! Gracias por tomarse el tiempo de leer Segundos, recuerden que está historia continua gracias a todos ustedes que les gusta leerlo:")
💖G R A C I A S💖
¡Nos leemos en el próximo!~
Les ama muchomucho, Sony♡
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