🍃Capítulo 22
Capítulo dedicado a: A_Pretty_User
Muchísimas gracias por tus comentarios y tu apoyo, te mando muchos besos y abrazos para ti.❤
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Ha pasado una semana desde la agresión de Taeyeon hacia Jimin.
Misma semana en la que Taeyeon no ha puesto un pie en la clínica, y ni ha dado señales de vida…
El director del lugar, tampoco ha asistido. Namjoon y YoonGi habían ido el lunes pasado, a primera hora a la oficina del Señor Leeteuk, encontrando que él estaba de “viaje de negocios” y no se sabría exactamente cuando regresaría.
En fin, nuevamente el lunes llegó, también el martes, miércoles, jueves y aún no hay ni luces de que el Señor Leeteuk vaya a regresar…
Esta es la última semana de trabajo para YoonGi, donde al fin obtendrá una incapacidad de casi tres meses, por paternidad. Así podrá cuidar de su hija recién nacida y de su pareja, de tiempo completo sin ninguna interrupción
Su bebé, está a tan sólo tres semanas de nacer. Y hace sólo tres días que Jimin, finalmente cumplió los nueve meses de embarazo.
YoonGi no quiere irse de descanso, sin antes hablar con el director de la clínica. Pero al parecer su “viaje de negocios” se ha prolongado. También es muy extraño que Taeyeon aún no aparezca…
Si el Señor Leeteuk no llega hasta el día de mañana, tendría que ir a Daegu para hablar por lo menos con la madre de Taeyeon. Cosa que YoonGi no quiere hacer, no porque no quiera tener una charla, si no que no se quiere alejar de Jimin.
Pensarán, ¿Por qué no lo lleva con él a Daegu?
Pues, ahora que su pareja tiene nueve meses, no está cómodo en cualquier parte, le es difícil encontrar una posición cómoda, también en ocasiones está bastante irritable. Sus pies y piernas se hinchan mucho más que antes y los dolores en su espalda baja no son para nada fáciles. Sumándose las fuertes pataditas que también dan directo en sus costillas, muchas veces le es complicado poder dormir.
El viaje es de casi tres horas, sería bastante incómodo para Jimin ir sentado tanto tiempo en un lugar reducido
Podría llevarlo con Hoseok o con su hermano, sabe que ahí lo cuidarían muy bien, pero aun así prefiere estar a su lado consintiéndolo
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YoonGi se encontraba en su oficina, bebiendo tranquilamente una taza humeante de café, mientras revisaba unos documentos importantes
Quiere dejar todo en orden antes de tomar su incapacidad. Tendrá un suplente durante estos meses, el cual se encargará de sus pacientes y cirugías. Es un muy buen médico, compañero y amigo un año mayor que él, llamado Do Kyungsoo
Tiene la entera confianza en que hará muy bien su trabajo.
La puerta de su oficina se abrió, dejando ver a su hermano
—Hey Nam… — saludó sin quitar la vista de la hoja que revisaba
—El director ha llegado y ahora mismo se encuentra en su oficina — soltó llamado inmediatamente la atención del pálido
—¿Es en serio? — dejó los documentos sobre su escritorio
—Sí, me lo acabo de encontrar allá en el pasillo
YoonGi se puso de pie y se dirigió a la puerta
—Ahora mismo iré a hablar con él
Había salido con prisa de su oficina, dejando atrás a su hermano. Cuando al fin estuvo frente a la puerta, tocó un par de veces, escuchando un “adelante”
—Buenos días, Leeteuk — saludó con suma confianza, cerrando la puerta detrás de él
—Oh YoonGi, buen día ¿Qué te trae aquí tan temprano? — preguntó sorprendido de ver a su mejor cirujano entrar a su oficina
—Pues, verá… — tomó asiento frente al escritorio. Soltó un suspiro — Necesito hablar con usted, sobre un tema bastante delicado
—¿Delicado? — enarcó una ceja confundido — Vamos hijo, que me asustas
YoonGi no pudo evitar reír un poco, hacia mucho que no escuchaba al Señor Leeteuk llamarle así. El director le tiene muchísima estima a YoonGi, lo trata como un hijo, al ver que llegó a esta clínica tan joven y que tiene unas habilidades maravillosas así logrando ser uno de los mejores médicos cirujanos de la ciudad a tan corta edad.
—Así es — asintió — delicado… involucra a… su hijastra, Taeyeon
El hombre se tensó un poco
—¿Taeyeon? — frunció el ceño extrañado — ¿Qué sucedió?
—Es una larga historia — carraspeó — escuche, debe de saber que, conozco a Taeyeon desde que era un niño
—Sí, eso lo sé. Son muy buenos amigos
—Uhm — hizo una mueca — algo así, lo éramos. Para no extender tanto esto, iré al grano. — suspiró y observó los ojos del contrario — Taeyeon, siempre estuvo enamorada de mi, yo jamás le correspondí. Durante varios años tuvo cierta obsesión conmigo pero entonces ella se fue a América, yo creí que allá haría su vida y me superaría…
—Pero…
—Pero no lo hizo. — mordió su labio con un poco de nerviosismo, sabe que lo que está a punto de decir es una fuerte acusación
—¿Qué quieres decir con eso? Me estás diciendo que ella… ¿Aún anda detrás de ti?
Asintió — Cuando me la volví a encontrar hace varios meses, le presenté a mi pareja: Jimin. Ella se sorprendió mucho y se fue corriendo
—Bueno… no creo que eso sea tan malo, como para que digas que es un tema delicado — rió nervioso
—No, no — negó con las manos — eso no es todo
—¿Hay más?
—Ella me besó hace poco, Jimin vio todo… — suspiró recordando el mal momento — Ella me confesó todo, me sigue amando y no me ha podido olvidar. Gracias a eso Jimin y yo tuvimos una fuerte discusión
—Dios, eso… — lo interrumpió
—Aún hay más. — se acomodó en su silla y colocó sus manos sobre el escritorio — hace dos semanas… Taeyeon chocó por accidente al auto donde venían mi esposo y también la pareja de Jung Hoseok, mi mejor amigo. Ambos están embarazados, afortunadamente no pasó nada grave, fue todo: un accidente
—Oh, pues… — volvió a interrumpirlo
—Lo grave empezó cuando comenzaron a discutir, no lo niego… Jimin y ella se abofetearon un par de veces. Las palabras de Taeyeon fueron muy hirientes, se puso algo histérica y ¿Sabe qué hizo?
—¿Q-qué hizo? — tragó saliva
—Empujó a Jimin, haciéndolo caer al suelo. — lo observó sin parpadear — Empujó a mi pareja quien tenía ocho meses de embarazo
—¿Tenía? — abrió sus ojos asustado — No me digas que…
—Sí, tenía. Porque hace unos días cumplió los nueve meses
El hombre suspiró aliviado
—Mi Jiminnie se puso muy mal, no podía controlar su respiración y por poco el parto se adelanta. Y espere, viene lo peor…
—Oh santo cielo… — restregó sus ojos con su mano derecha
—Ese mismo día, Jimin tuvo que ser hospitalizado aquí durante unas horas. La cosa es que, lo dejé sólo unos minutos y ella, vino aquí — palmeó el escritorio molesto — e intentó atacar a mi esposo. Traía una maldita jeringa dispuesta a aplicársela, mi pequeño obviamente se resistió alcanzando a golpear la mano de Taeyeon haciendo que soltara la jeringa y se quebrara en el suelo. Ella se molestó y jaló con fuerza el cabello de Jimin…
Suspiró fuertemente tratando de contenerse. El contrario sólo lo observaba impactado.
—¿Sabe qué contenía esa jeringa? Una fuerte dosis de anestesia pura combinado con otros químicos. No se pudo verificar bien que era lo demás ya que cuando encontraron esa cosa, estaba prácticamente seco y pegado al suelo. Con esa inyección, fácil pudo haberle inducido un coma a mi esposo y lo más probable es que también dañaría a mi bebé.
—Dios mío, YoonGi yo…
—¿Sabe que más me asustó? Jimin me dijo que Taeyeon se veía irreconocible y la expresión en su rostro era de alguien desquiciado, sonreía de manera aterradora…
—Esto… todo esto, jamás lo esperé. Ella ya estaba controlada...
—¿Controlada? — frunció el ceño — ¿A caso hay algo que no sé?
Leeteuk cerró los ojos dejando escapar un muy fuerte suspiro. Se acomodó en su silla y colocó sus codos sobre el escritorio, así entrelazando sus dedos.
—Escucha YoonGi, te seré sincero… — habló mirando abajo
—Lo escucho… — respondió algo temeroso de lo que podría escuchar
¿Por qué siento que lo que me va a decir, no me gustará para nada?, pensó.
—Taeyeon, no está bien. Ella… está bajo medicamentos y tratamientos psiquiátricos
—¿Psiquiátricos? — preguntó incrédulo — ¿Exactamente, qué es lo que tiene?
—Trastorno de obsesión… supongo que ya debes de saber con quien está obsesionada.
Observó al joven médico que lucía bastante sorprendido
—Cuando se la llevaron América fue porque se enteró de que tú habías encontrado una relación amorosa. Yo en ese entonces aún no conocía a la madre de Taeyeon, pero hace dos años antes de casarnos, me contó todo.
—Creí que se había ido a estudiar…
—La verdad, fue porque al enterarse de que habías conseguido “Novia” comenzó a ponerse histérica, decía cosas incoherentes, entre sus delirios decía “Es mío, es mío” “No permitiré que nadie más lo tenga” — YoonGi tragó saliva — su madre, tomó medidas drásticas cuando la vio intentar tomarse todo un frasco de pastillas. Estaba intentando suicidarse… así que optó por llevársela con unos familiares a América y llevarla con un buen psiquiatra
YoonGi mordió su labio, aún escuchando atentamente.
—No fue complicado tratarla, con unos medicamentos y terapias con el psiquiatra la controlaron. Cuando se ponía más grave, le aplicaban sedantes. Después de unos meses, comenzó a tener una vida normal, quiso ir a la escuela de medicina de allá, por supuesto que sin olvidar tomar sus medicamentos a diario para evitar recaídas.
》En uno de mis viajes y conferencias, fui a la Universidad donde ella estaba, ahí la conocí y Taeyeon me presentó a su madre. El resto es historia. — hizo una mueca — Le prometí que cuando se graduara, le tendría un puesto aquí en mi clínica, era de las diez con mejor promedio de la facultad.
—Vaya…
—Cuando la madre de Taeyeon me contó todo lo que su hija pasó, siempre omitía el nombre de con quien ella estaba obsesionada. Así que si no me lo hubieras dicho, jamás me habría enterado que esa persona eres tú. Ahora entiendo porqué ha vuelto a ponerse mal…
—¿Mal? Esto… ¿Tiene que ver con que no se ha aparecido por aquí todos estos días?
—Así es — carraspeó — se la llevaron a América de nuevo a tratarla.
—¿Qué?
—El incidente con tu pareja la alteró demasiado, ese día llegó a casa muy noche, la parte delantera del auto abollada y muy muy alterada, despeinada, pero sin quitar esa perturbadora sonrisa, murmurando “me van a atrapar” “Se lo quitaré” — el hombre se calló omitiendo que también había dicho cosas como “Los mataré y así nadie lo tendrá” — después de mucho tiempo de no verla así, su madre le aplicó un sedante muy preocupada. Esa misma noche buscó un vuelo privado para llevársela a América, yo las acompañé por eso también me había ausentado todos estos días.
—Por dios… — el pálido suspiró muy fuerte y restregó sus manos en su rostro negando — Esto es demasiado... Disculpe por lo que voy a decir pero, fue una completa negligencia que usted permitiera que ella entrara a laborar aquí, sabiendo sus antecedentes psiquiátricos
—Te vuelvo a decir, ella estaba muy bien, ni siquiera lucía enferma. De haber sabido que tu presencia comenzaría a alterarla, no la hubiera ingresado. ¡Pero nunca me dijeron de quien se trataba! — se sintió culpable — ahora que me contaste lo sucedido con tu esposo, todo encaja a la perfección, ahora comprendo porque está tan mal, ni si quiera la reconocía… Ella, daba miedo, sus ojos… no eran los de mi pequeña y tierna hija…
—Señor… — el joven médico se sintió mal, al ver al hombre así de afligido
—Tranquilo… no es tu culpa, hijo. Ella aún no ha logrado superar todo esto y ahora hasta tu esposo ha salido lastimado. — se puso de pie e hizo una venía — me disculpo por todo lo que Taeyeon les hizo pasar
—No, no Leeteuk — se avergonzó de ver a su mayor disculparse — no tiene que hacer esto, usted no.
—Claro que sí — se enderezó — Mi hija no volverá a molestarte, tú y tu pareja pueden estar tranquilos. — aclaró su garganta desviando la mirada — si me disculpas, me retiro… todo esto fue una bomba para mi y me estoy siento mal…
Sin más que decir, salió en silencio. YoonGi se quedó sentado aún procesando todo lo que había escuchado
Taeyeon, de verdad estaba loca. ¡Está obsesionada con él! Una muy fuerte obsesión para llegar a estos límites
Pasó su mano por sus cabellos, frustrado, muy frustrado.
—¿YoonGi? Vi Leeteuk salir muy mal ¿No se tomó para nada bien todo lo que le dijiste?
—No… — se puso de pie y vio a su hermano en la puerta — me dijo otras cosas que… también me dejaron mal a mi
—¿Tan mal estuvo su charla?
Negó — Vamos a mi oficina, ahí te contaré todo…
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Cuando YoonGi estacionó el auto en su casa, se bajó a toda velocidad, envuelto en un enorme abrigo y bufanda. Ha comenzado a nevar desde hace una hora y hace un frío insoportable. Además de que se prevén tormentas invernales durante estas semanas.
En el momento en que ingresé a su hogar, suspiró aliviado al sentirlo cálido.
Bendito sea el termostato.
Se dio cuenta de que todo estaba en orden ahí abajo, así que supuso que Jimin no quiso bajar en todo el día. Sólo la pequeña gatita se encontraba enroscada y dormida en el sofá. Su pequeño esposo no puede ver ni sus pies a causa del enorme vientre que tiene, le da miedo bajar sólo las escaleras, cree que puede caer. Cuando está acompañado de su esposo es solo cuando acepta bajar con su ayuda.
Después de dejar su portafolio en el sofá y su abrigo en el perchero. Subió hasta la habitación encontrando la cama desordenada pero vacía. Abrió la puerta del baño suponiendo que Jimin estaba ahí, pero también estaba vacío.
Quitó su bufanda dejándola sobre la cama y salió de la habitación, buscando en las demás. Entró a la habitación de la bebé, ahí encontrándose a su pequeño esposo sentado en el sofá individual con sus manos descansando en su redondo vientre.
Se acercó con lentitud y le observó.
Min ama admirar a su bello esposo, sus delicadas facciones, sus labios, sus ojos… tenían unas no tan notables ojeras a causa de las noche sin poder conciliar el sueño… sus ojos tenían un rastro de lágrimas secas y sus pestañas se hallaban húmedas. ¿Había estado llorando? Pero, ¿Por qué?
—Jiminnie… estoy en casa — murmuró con voz suave acariciando sus manos.
—Yoonie… — abrió los ojos — Bienvenido a casa
—Gracias, mi vida — besó cortamente sus labios — ¿Te he dicho que luces hermoso hoy?
Negó con una suave risita — No, hoy no
Desde el día en que YoonGi se enteró de como se sentía su esposo respecto a su apariencia, se aseguró de hacerle saber todos los días cuán hermoso y perfecto es.
Se encarga cada día de que sepa que lo ama, tal y como es. De que se sienta amado y hermoso… que jamás dude, de que por más cambios que esté sufriendo su cuerpo, seguirá siendo perfecto ante los ojos del amor, ante los ojos de Min YoonGi.
—Bueno pues… luces hermoso, encantador, bellísimo, adorable y suavecito~ — alagó sin dejar de mirarlo a los ojos asegurándose de que escuchara cada palabra — Quiero comerte a besos, tanto que te haría el amor en este mismo instante, si no fuera porque tenemos prohibido hacer cositas como esas…
—¡YoonGi! — sus mejillas se tiñeron de un fuerte color rojo
—Te amo, te amo — plantó un par de besitos sobre los esponjoso labios
—Yo también te amo…
—Mi vida… Estuviste llorando, ¿Qué pasó? — pasó sus pulgares por los párpados del contrario
—Tu hija, eso pasa — hizo un puchero haciéndolo ver más adorable
—¿Continúa pateando tus costillas? — asintió
—Hoy le pareció divertido hacerlo todo el día… me lastima, YoonGi — lo miró con sus ojitos acuosos — lo hace con mucha fuerza
—A ver… — colocó sus manos a los costados del vientre — Mi ni…
—¡No le hables! — Jimin le interrumpió — se emociona cuando te escucha hablarle, apenas he logrado calmarla, también tuvo hipo buena parte del día
—Por supuesto que se emociona, soy su padre — se carcajeó
—Algo me dice que esta niña, te quiere más a ti, que a mi — lo observó entrecerrando sus ojos
—Que cosas dices, cariño — volvió a soltar una carcajada — nos amará a ambos… — besó cortamente los labios del contrario — en cuanto a las pataditas… tranquilo, eso quiere decir que nuestra hija está activa y si está activa es que se encuentra muy saludable… — acarició — sólo faltan tres semanas y la tendremos en nuestros brazos
—Quisiera que naciera hoy mismo — formó un puchero — es maravilloso tenerla aquí dentro, pero ya se ha tornado agotador
—Lo estás haciendo muy bien, cariño, estoy orgulloso de ti… — entrelazaron sus manos — Bien dicen que los últimos dos meses son los más difíciles — sonrió y le ayudó a ponerse de pie
Sosteniéndolo de una mano y de la cintura en todo momento, le ayudó a bajar las escaleras
Entraron a la cocina, dispuestos a preparar algo que comer ya que el estómago de embarazado comenzó a gruñir
—¿Qué se te antoja cenar, cariño?
—Taehyung dejó preparado, verduras al vapor con trozos de pechuga de pollo sazonado y arroz blanco — respondió rápidamente
—¡Se ve delicioso! — dijo destapando la sartén
Minutos después ambos estaban sentados en el comedor disfrutando de lo que Taehyung había cocinado.
A pesar de que Tae tiene siete meses de embarazo, aún tiene bastante movilidad y extrañamente su vientre es igual de grande que el de Jimin.
Pero no le afecta mucho ya que es más alto, así que tiene más libertad en sus movimientos.
El timbre del teléfono de la casa, llamó la atención de ambos, así el mayor se puso de pie dispuesto a contestar
Mientras su esposo atendía el teléfono, Jimin continuó con su comida, hasta terminar lo poco que le quedaba. Vio regresar a su pareja con una sonrisa en su rostro
—Estamos muy ansiosos… — se sentó en su lugar — y ustedes, ¿Cómo han estado por allá?... abríguense bien… descuide, cuido mucho a su hijo… sí, yo también me abrigo… — soltó una carcajada — …aquí está, terminando de cenar… se lo paso…
—Hola, má… — contestó — algo cansado y adolorido, pero bien…
YoonGi se puso de pie y recogió los platos y vasos. Entró a la cocina, poniéndose a lavarlos, secarlos y acomodarlos.
Minutos después salió de la cocina, ya no viendo a Jimin en el comedor, si no en el sofá frente al televisor. Se sentó a su lado, desajustando su corbata la cual había olvidado quitar desde que llegó.
—Sí, ya sólo faltan tres semanas… por supuesto que quiero que estés aquí, má… — sonrió al sentir como YoonGi acariciaba y besaba su mano — …entonces las esperaremos aquí dentro de dos semanas… también te amo mucho, má… dale un beso a Jennie de mi parte… buenas noches… — colgó
—¿Qué te dijo mi bella suegra? — preguntó sin dejar de besar el dorso de la mano de su esposo
—Mamá quiere estar aquí para el nacimiento, se vendrán ella y mi hermana dentro de dos semanas
—Me da gusto escuchar eso, cariño. Será maravilloso tenerlas aquí y sé que también necesitarás de su apoyo en esos momentos
—Ahh~ estoy ansioso, mi amor — sonrió enormemente — ya quiero conocerla, saber como es… si será tan blanquita como tú, si tendrá tu sonrisa…
—Yo también estoy ansioso, cariño — acarició el vientre con parsimonia — en cambio, yo quiero que se parezca a ti… me gustaría que tuviera tus ojos y tus mejillas… también tus pequeñas y tiernas manos.
—Yoonie… nuestra hija será preciosa, sin importar a quien se parezca
—Lo será… — escondió su rostro en el cuello de su pequeño esposo, aspirando su dulce aroma a loción
Se mantuvieron dándose suaves caricias y castos besitos, hasta que el teléfono volvió a timbrar, sacándoles de su burbuja de mimos y amor
—¿Hola? — respondió Jimin
—¡¡ChimChim!! ¡Rápido pon la televisión en el canal 257! — gritó haciendo que Jimin alejara un poco el teléfono de su oreja — ¡Qué está saliendo nuestra película favorita: El Rey León!
—¡Iré a preparar palomitas! — escuchó a Hoseok gritar al fondo
—¡¿De verdad?! — respondió Jimin emocionado buscando el control remoto — ¡YoonGi, enciende la televisión!
—¿Qué? ¿Qué está saliendo? — tomó el control que estaba sobre la mesita de centro y prendió el televisor — ¿Qué canal?
—El 257 — respondió — Oh, gracias por decirme Tae
—No es nada… ¡Hobie trae chocolate y ketchup! — gritó
—¡Sí, mi amor! — le respondió Hoseok
Jimin rió al escuchar a su amigo gritar — Por cierto, gracias por la comida, estaba deliciosa
—Me alegra que te gustara. Sé que te cansa estar mucho tiempo de pie y apenas puedes hacer algo, así que hago todo esto por ti con mucho gusto…
—Tae… ¿Te he dicho que eres el mejor amigo de toooooodo el mundo?
—Sólo un millón de veces — rió — pero oye, cuando yo esté enorme también necesitaré tu ayuda, eh
—Claro que sí — sonrió — Bueno, tengo que colgar que quiero ver nuestra película favorita
—Hakuna matata, mi querido amigo
—Hakuna matata, Tae — rió bajito y colgó
La dulce pareja se acurrucó en el sofá cama, disfrutando de la divertida película infantil, en compañía de la pequeña gatita
A pesar de que Jimin había visto esa película incontables veces, se reía, emocionaba y lloraba como si fuera la primera vez
Jimin comenzó a sollozar al momento de que el padre del pequeño cachorro de león había muerto. YoonGi le miraba con ternura, propinándole delicados besitos en sus regordetas mejillas, tratando de tranquilizar sus lágrimas.
Su tierno esposo siempre había sido muy sensible, pero con el embarazo, sus sentimientos están a flor de piel, haciéndole llorar muchísimo más fácil.
Llegó el momento en el que el jabalí y suricato comenzarían a cantar su famosa canción. Jimin se entusiasmó, subiendo el volumen a tope y cantando a todo pulmón
—Sin preocuparse, es como hay que vivir~ ¡A vivir así, ya que aprendí!~ ¡YoonGi, canta tú también!
—¡Hakuna matataaaaa!~
Jimin soltó una sonora carcajada al escuchar a su esposo seguirle el juego.
Horas después, ambos habían tomado un relajante baño caliente. Ahora se hallaban cómodamente acurrucados entre las suaves cobijas y sábanas
Jimin abrazaba esa almohada alargada especial para personas embarazadas, que le hacía más cómodo poder dormir. Mientras que YoonGi lo abrazaba desde atrás, quedando en posición de cucharita.
Min besaba la nuca de su tierno esposo, acariciando con suavidad su vientre tratando de tranquilizar las ligeras pataditas que su hija estaba dando
—Yoonie… — llamó en voz baja
—¿Sí, cariño? — cuestionó sin dejar de dar besitos en la nuca de su esposo
—¿Cómo vas con la lista de nombres para nuestra bebé?
Ambos habían acordado ir haciendo una lista con los nombres que más les gustaría ponerle a su hija. Así que cuando sólo falten días para que la pequeña nazca, ambos intercambiarían ideas y elegirían el nombre que más les gustaría.
—Creo que voy bien… Qué te parece, ¿MinGi? Oh… ¿YoonJi? ¿JiYoon? — iba a continuar diciendo más nombres pero la risa de su esposo lo interrumpió — ¿Qué es tan divertido?
—¿A caso estás combinando nuestros nombres, Min? — preguntó muy divertido
—Rayos… pensé que no te darías cuenta… — murmuró con un puchero al ser atrapado — ¿Tan feos están?
—¿Qué? ¡Claro que no! — acarició su mano — sólo que me pareció muy tierno que intentaras combinar nuestros nombres para hacer el de nuestra hija… me parecieron lindos, YoonJi & JiYoon
—Ah~ que bueno que te gustaron, me quebré la cabeza pensándolos — pasó su nariz por la nuca de su esposo, aspirando el aroma a shampoo y jabón — Ahora tú, dime algunos nombres que has escogido…
—Hay muchos que me gustan… entre ellos: YeoBin, Naeun, EunBin, SunMi, JinSoul, EunJi… tantos que aún no me decido. Probablemente no escoja ninguno de los que acabo de nombrar y me decida por otros, sabes que soy muy indeciso — comentó divertido
—Todos los nombres que has dicho me han encantado, cariño… — besó su mejilla — podemos tener muchos hijos y así ponerle todos estos nombres ¿Qué te parece?
—Me parece que estás loco, Yoonie — soltó una enorme carcajada — ¿Cómo vamos a tener más de diez hijos?
—Trabajaremos mucho en hacerlos… — mordió levemente el lóbulo de su oreja
—Mhmm… YoonGi, no hagas eso — suspiró mordiendo su labio — Me excitaré y sabes que no podemos tener relaciones...
—Lo siento… — murmuró en su oído — No sabes lo difícil que me es contenerme… tenemos casi cuatro semanas sin hacerlo y aún falta tiempo, sumándose la cuarentena después del nacimiento, creo que me volveré loco sin tocarte — pasó su mano por el sensible pecho de su embarazado esposo escuchándolo gemir bajito — sólo tú me pones así…
—YoonGi, detente… — gimió al sentir la dura erección contra su trasero
—Bien… estaré en el baño en compañía de mi mano
Con mucho esfuerzo se hizo hacia atrás, pero se detuvo cuando el trasero de Jimin se restregó contra su entrepierna
—¿Minnie?
—No, no te vayas… — balbuceó agitado pues, su entrepierna también dolía — t-tocame...
Los ojos de YoonGi se oscurecieron de deseo al escucharlo pedir eso y su miembro vibró bajo su ropa interior
Quizá no pueda penetrarlo, pero nadie dijo sobre tocarse y conseguir unos cuantos orgasmos, ¿Verdad?
Volvió a apegarse detrás de su esposo para que lograra sentir su dura erección. Su respiración se hacía cada vez más pesada
—Minnie… — gruñó en su oído mientras sus manos acariciaban el sensible pecho del otro — Oh, cariño… ¿Ves lo que provocas? ¿Te das cuenta de como me tienes?
—Mhm, Yoonie~… — suspiró al sentir como su esposo empujaba su erección contra sus glúteos
—¿Qué quieres que haga? — murmuró con voz gruesa, ingresando su mano bajo la pijama de su pequeño esposo
—Me duele, a-ahí… — gimió cuando YoonGi tocó su entrepierna por sobre la tela — tócame, YoonGi…
Introdujo su mano con lentitud, bajo la ropa interior. Jimin soltó un largo gemido, en el momento en que YoonGi tomó entre su mano, su duro y sensible falo
—Trataré de no ser brusco, cariño — besó su mejilla y comenzó a frotar con suavidad, deleitándose de los agudos y armoniosos gemidos que su amado esposo le regalaba
—Oh~ Yoonie~… — escondió su rostro en la almohada, ahogando sus gemidos
Las mejillas de Jimin comenzaban a colorearse de un bello carmín, cada vez tornándose de un color más intenso, al sentir como la mano de YoonGi seguía masturbando con delicadeza y se frotaba contra su trasero
El mayor tocaba el glande con su pulgar sintiendo el líquido pre seminal deslizarse. Mientras que con su otra mano acariciaba los botones rosas de su esposo. Estos se encontraban muy sensibles debido al montón de hormonas.
Gracias al embarazo, está produciendo una pequeña cantidad de leche, pues sólo tendrá un lapso de siete días, para poder amamantar a su bebé y brindarle todas las propiedades que la leche materna le hace tanto bien a los recién nacidos.
—M-más… — pidió moviendo sus caderas para crear más fricción
YoonGi acató su pedido, moviendo su mano un poco más aprisa, cuidando de no chocar con la parte baja de su vientre. Besaba su hombro y cuello con fervor, dejando marcas rojizas en su trayecto.
—Oh d-dios, Yoon…Gi… v-voy a… ahh~
—Aún no… — gruñó y con su pulgar cubrió la punta del glande, así conteniendo el orgasmo
—¡Maldita sea, YoonGi! — chilló frustrado
—Hay que llegar juntos… — habló agitado, frotando su entrepierna contra los glúteos contrarios
Cuando Min sintió su orgasmo desbordarse, liberó la punta y sintió como Jimin se derretía en su mano
YoonGi gruñó cuando se corrió violentamente dentro de su ropa interior. Sacó su mano, la cual escurría de hilos blancos. Sonrió al ver que su esposo lo había disfrutado tanto como él
—Te has venido en grande, cariño… — susurró y besó su oreja
—Ugh… YoonGi… — Aún trataba de controlar su respiración, mientras su cuerpo sufría pequeños espasmos — N-no puedo creer, que hiciéramos esto…
—¿Qué tiene? No hicimos nada malo, sólo te acaricié… y conseguimos un placentero orgasmo
—Eres un incitador — finalmente quitó su rostro de la almohada y volteó a ver a su esposo, quien lo miraba con una sonrisa
—¿Yo? ¿Un incitador? — rió divertido, observando bien su cara, sus mejillas estaban muy sonrojadas, sus ojos llorosos y dilatados. Su frente un poco aperlada debido al sudor — Yo iba a tener una cita con mi mano en el baño, pero tú empujaste tu delicioso trasero contra mi erección, pidiéndome que te tocara… ¿Y el incitador soy yo?
—¡Tú empezaste! Sabes que uno de mis puntos débiles son mis orejas y mi cuello. Tengo piel sensible…
—Cariño… — lo observó con ternura — desde hace nueve meses, todo tú eres demasiado sensible. ¿Sabías que eso me encanta? Cuando el embarazo concluya, extrañaré tu sensibilidad
—Tonto… — se avergonzó — tenemos que limpiarnos y cambiarnos de ropa interior… anda, ayúdame a levantarme
—Ya voy — se carcajeó poniéndose de pie — iré a lavar mi mano
—¡Yah! — se sonrojó — A-apúrate que hace frío…
•●•
YoonGi yacía, plácidamente dormido. Incluso entre sueños abrazaba a su esposo, apegándolo más a su cuerpo.
Aun sin abrir los ojos, frunció el ceño y arrugó su nariz. Esto no se sentía como su esposo.
Entre-abrió un ojo, así notando que lo que tenía entre sus brazos, no era más que una simple almohada.
Jimin no estaba en la cama
Se recargó en un codo y talló sus ojos. La habitación se encontraba en penumbras. Volteó a la puerta del cuarto de baño… también estaba oscuro.
Tal vez, esté en la habitación de su bebé. Cuando Jimin no puede dormir, usualmente se va a la habitación de su hija y se sienta en el sillón reclinable, tarareando suaves melodías o charlando con su vientre.
YoonGi se puso sus pantuflas y salió al pasillo, dándose cuenta que la luz de este, se encontraba encendida. Caminó en dirección al cuarto de la bebé, abrió la puerta y… vacío. Jimin tampoco estaba ahí.
Revisó todas las habitaciones del segundo piso. Sin embargo, Jimin no se encontraba en ninguna. ¿Dónde estará?
—¡¡YoonGi!!
Lo escuchó gritar su nombre. Ese llamado provino de abajo
—¿Jimin?
—¡¡¡YoonGi!!!
El pálido se asustó. ¿Qué hacía Jimin allá abajo? ¿A caso quiso bajar y cayó?. Con mucha velocidad bajó las escaleras, encendiendo luces a su paso.
—¡Jimin! ¿Dónde estás? — se asomó al living, tampoco viendo nada
—Estoy en la cocinaaa~
Con mucha prisa se dirigió ahí, hallando la luz prendida. Pero a Jimin no.
—¿Dónde estás? Jimin, espero no sea una de tus bromas… — caminó alrededor de la isla que estaba en el centro de la cocina
—Aquí abajo — Lo miró y frunció el ceño — Hola…
—¿Qué haces en el suelo de la cocina, con el refrigerador medio abierto? — se inclinó frente a él, notando a Miki dormida entre sus piernas — ¿Qué estás comiendo?
—Tenía hambre… No quise despertarte…
—Espera, ¿Estás comiendo pepinillos con mayonesa? — enarcó una ceja
—¡Y con mermelada de piña! — sonrió enormemente y le dio un mordisco — ¿Te cuento un secreto?
—Uhh…
—¡También saben rico con chocolate! Pero ese me lo acabé ayer… — hizo un puchero y abultó sus mejillas
—Si tú lo dices… — Lo vio tomar otro pepinillo, lo embarró de mayonesa y mermelada. YoonGi sintió su estómago revolverse — Jamás entenderé todos tus antojos durante el embarazo…
—¡Oye! No son tan malos… — mordió el pepinillo con gusto
—Nooo… cuando preparamos sopa de letras la semana pasada, a tu plato… ¡Le echaste gomitas!
—Eran de limón…
—Al pastel de chocolate de hace dos días le pusiste mostaza y a las papas fritas con queso, le pusiste chocolate derretido y helado… aún me sorprende que no tengas una indigestión
—¡Las papas te gustaron! — lo apuntó acusatorio
—Cuando estaban fritas, no cuando se deshicieron por el helado y quedó todo revuelto — hizo una nueva de asco — el que no supero es que comieras cereal
—¿Qué tenía el cereal?
—El cereal nada… es solo que en lugar de leche, le echaste jugo de pepino
—Oh… el agua de pepino me hizo ir mucho a hacer pipí — recordó mordiendo otro pepinillo con mermelada
—También cuando descubrí tu helado de vainilla, con ketchup… — se puso de pie frotando sus brazos al sentir un escalofrío — Pero bueno, si continúo diciendo tus extraños antojos, no dormiremos — suspiró cerrando los frascos de mayonesa, mermelada y pepinillos, para guardarlos en su lugar — ¿Porqué me llamabas?
—Ah… es que, no me puedo levantar — estiró sus brazos haciéndolo parecer un bebé que pide que lo carguen.
YoonGi sintió que moriría de ternura.
—Ven aquí… — sonrió inclinándose para después, levantarse con él en brazos
Apagaron todas las luces del primer piso, hasta que subieron a su habitación.
Ya nuevamente, ambos acostados. Jimin se removía inquieto.
—Mi amor… son las cuatro de la mañana — murmuró YoonGi adormilado — ¿La bebé se está moviendo mucho?
—Un poco… — habló en un susurro — Es sólo que… no puedo dejar de pensar en algo…
—¿Qué te tiene preocupado? — acarició su brazo tratando de tranquilizarlo
—Yo… uhm… — suspiró y mordió su labio — Taeyeon… ¿Has tenido noticias de ella? ¿Has hablado con su padrastro? T-tengo miedo de que nos haga daño otra vez…
—Cariño… — se levantó un poco tomándolo de las mejillas — Mírame. Ya no tienes que preocuparte más por eso… ahora todo estará bien.
—¿D-de verdad?
—De verdad, ella no volverá a molestarnos. — besó sus labios — ahora, está lejos de aquí… en otro continente
—¿Se fue de nuevo a América? — preguntó sorprendido
—Así es, cariño. — acarició su cabello
—Está muy muy lejos de aquí — sonrió feliz — ahh… me has quitado un peso de encima — suspiró relajando todo su cuerpo y se acomodó en su lugar.
—Ya puedes estar tranquilo... — se apegó a él, escondiendo su rostro en las perfumada hebras castañas
—Lo haré — cerró sus ojitos tratando de conciliar el sueño, percibiendo las suaves caricias de YoonGi
—Hakuna matata, mi amor…
—¿Eh?
—Significa no te angusties — besó su mejilla — creí que lo sabías…
—Claro que lo sé, sólo que me sorprendió escucharte decirlo — dejó escapar una risita — Hakuna matata, para ti también, Yoonie
Ambos rieron, donde después de besitos y caricias inocentes, cayeron en un profundo sueño.
Soñando con el futuro, esperando con ansias que las semanas pasen rápido.
¿Qué será de ellos un poco más adelante? Sólo el pasar del tiempo, nos lo dirá. Lo que sí es verdad es que, ya es hora de que su felicidad perdure y nada se las impida, nunca más.
Muy pronto no sólo serán dos, si no: tres. Su pequeña familia, crece poco a poco…
Sin preocuparse, es como hay que vivir — Timón & Pumba
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¡ A L T O !
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A V A N C E S del próximo capítulo:
—¿Por qué mi pantalón está húmedo? — murmuró para si mismo un poco asustado. Miró al suelo encontrando un líquido transparente — Espera… ¿Agua?
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—¡¡¡YoonGi!!! — gritó con dolor — ¡¡Maldita sea, despierta!!
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—Tú me dices cuando te sientas listo… — entrelazó sus manos con fuerza
—T-tengo miedo, YoonGi… — lo observaba con lágrimas en sus ojos e hizo una mueca de dolor
—No temas… — besó su mano — Lo harás bien. Aquí estoy contigo, jamás te dejaré
•
—¡Oh dios! ¡Hobie, nuestro bebé ya viene!
—¡¿QUÉ?!
F I N de los avances.
¡¡¡HOLA MIS BONITXS, BELLEZAS, HERMOSURAS!!!
¿QUÉ LES PARECIÓ EL CAPÍTULO?
¡SE VIENE EL NACIMIENTOOOO!
Esta vez no tardaré tanto en actualizar porque ya tengo más de la mitad escrito del capítulo 23~
Esperaré ansiosa sus comentarios. TODOS ME ENCANTAN TOOOODOS, SIN EXCEPCIÓN!!~♡
¡LOS AMO CON TODO MI CORAZONZOTE! — Sony♡
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