—¡YoonGi! ¡YoonGi, despierta!

Abrí los ojos asustado por el grito de mi pareja

Jimin está de pie frente a mi sosteniendo su vientre con un rostro de dolor y mejillas cubiertas de lágrimas

—¡Me duele, YoonGi! — lloró

Dirigí mi vista a sus piernas las cuales estaban descubiertas y en ellas corría sangre

Sangre

—¡YoonGi ayúdame por favor! Nuestra pequeña, se muere… — solo lo vi desvanecerse en el suelo

Salí de mi trance e inmediatamente me puse de pie y llegué donde mi esposo yacía desmayado

Me incliné y lo levanté un poco palmeando sus mejillas tratando de despertarlo

—¡Jimin! M-mi amor… d-despierta ¡Jimin!

Dirigí mi vista a su parte baja y la alfombra estaba completamente manchada de sangre

No de nuevo… no nuestra hija

—¡Jimin, reacciona! ¡¡JIMIN!!

—YoonGi…

—¡¡JIMIN!!

—YoonGi… despierta YoonGi… es una pesadilla… despierta — siento ser sacudido

Desperté agitado sentándome mientras llevo una mano a mi pecho. Volteo a mi lado donde Jimin me mira preocupado

Observé su cuerpo, revisando muy bien para ver si no tiene alguna herida y afortunadamente no hay ninguna

Están bien, ambos lo están

—Tranquilo, YoonGi… — tocó mi frente quitando el flequillo que se había adherido a mi por el sudor — solo fue una pesadilla…

—Oh, Jimin… — lo abracé aun respirando agitado

—Ya… — acariciaba mi espalda — ya pasó…

Afuera aun estaba oscuro, supongo que eran alrededor de las tres o cuatro de la madrugada

—¿Quieres un poco de agua?

—No, no… sólo quedémonos así — me separé un poco viendo su rostro

—¿Seguro? — asentí

—Soñé… que algo les pasaba a ti y a nuestra bebé… — suspiré y toqué su vientre

—Estamos bien ¿ves? Solo fue un mal sueño — colocó su mano junto a la mía — ¿Verdad, pequeña? — acarició en círculos

Sentí un golpecito bajo la palma de mi mano

—Ella dice que está bien — sonrió y yo también

—Mi pequeña… — suspiré y acaricié con lentitud — te amo, mi dulce melocotón

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Bebí de mi humeante taza de café mientras revisaba los expedientes de los pacientes que le haré cirugía el día de hoy

Parece ser que me iré temprano a casa ya que solo tengo dos intervenciones este día

—¡YoonGi! — entró apresurado cerrando la puerta detrás de él

—Hey, Hope — levanté mi vista y enarqué una ceja — ¿Porqué traes esa enorme sonrisa en tu rostro? — dejé los documentos en mi escritorio

—¡¡¡VOY A SER PAPÁ!!!

—¿En serio? — fingí no saberlo — Muchas felicidades, hermano — me puse de pie y lo abracé palmeando su espalda

—Gracias ¡Estoy tan emocionado! — se separó y bailó con el perchero donde estaba colgada mi bata médica

—Controla tu emoción, futuro papá — me reí y volví a mi cómoda silla detrás de mi escritorio

—Ah, no me digas que cuando Jimin te dio la noticia no te pusiste así — dejó el perchero en su lugar y se sentó en la silla frente a mi

—Claro que me emocioné, bueno estábamos en la tina tomando un baño y ahí me soltó la bomba diciéndome que sería papá. Lo abracé y besé mucho, pero no me puse a bailar — me reí

—Wow, mucha información Yoon — se acomodó en la silla — ¿Jimin y tú se bañan juntos?

—Por supuesto es algo muy normal entre nosotros ¿Acaso Tae y tú no?

—Bueno… a veces nos duchamos juntos

—Nosotros preferimos la tina… a todo esto ¿Por qué carajos hablamos de esto?

—No lo sé, tú empezaste — se rió

—Bueno, ¿Cuánto tiene Taehyung?

—Tres meses — sonrió levantando tres dedos

—Vaya… se nota que la pasaron bien en su luna de miel — troné mis dedos

—No te lo voy a negar — se carcajeó — la pasé muy bien. Cuando mi hijo esté más grande le diré que fue procreado en Brasil

—Pobre niño — negué divertido — la mía fue en la comodidad de mi casa

—Pudo haber sido en Hawaii pero ustedes en ese tiempo aún no querían un hijo

—Digamos que no era el momento indicado, Jimin aún tenía que terminar su carrera y yo estaba ocupado con mi servicio aquí — me dejé caer en el respaldo

—Eso quiere decir que ahora, es el momento indicado — asentí

—Así es — suspiré — Vaya Hoseok… entonces nos convertiremos en padres casi al mismo tiempo

—¡Tienes razón! Creo que es el destino ¿Sabes?

—¿El destino? — enarqué una ceja

—Sí, mira — puso sus manos en el escritorio y me señaló — Tú y yo somos mejores amigos desde la secundaria, Taehyung y Jimin lo son desde la primaria. Ahora, nuestros hijos lo serán desde bebés ¿Increíble, no crees?

—Es cierto… — me quedé pensando — no puedo esperar a verlos jugar juntos

—Aunque tu tendrás a una niña, aún no sé que tendré yo — sonrió — ¿Sabes? Me gustaría un niño…

—Yo estoy muy emocionado con mi niña… desde que nació mi sobrina me agradó la idea de tener a una niña

—No me molestaría una niña pero si fuera niño podría cuidar de tu hija — me miró sonriente

—Me gustaría ver eso. Creo que en un mes más podrás saber el sexo de tu bebé, claro si no da la espalda como mi pequeña que hasta ahora a los cinco meses supimos que era niña — reí

—Eso espero… Tae me dijo que nuestro bebé está muy pequeño y no se está desarrollando bien… — suspiré

—¿Qué? ¿Pero porqué? — me preocupé

—Jungkook le dijo que por ya tener un embarazo un poco avanzado y no tener el cuidado adecuado durante estos meses, el bebé no tiene el tamaño adecuado para sus doce semanas — bajó la mirada — eso también está afectando a Tae…

—No puedo creerlo… ¿Hay algo que se pueda hacer?

—Mañana tenemos una cita programada con Jungkook, supongo que le hará algunos estudios y le recetará algo — suspiró — solo quiero que ambos mejoren, YoonGi

—Mejorarán, ya lo verás

—No tengo ni 24 horas que sé de su existencia y ya lo amo con toda mi alma, no quiero que le pase nada malo a ninguno de los dos

—No les va a pasar nada, ambos se recuperarán, Hope así que tranquilo

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Eran las tres de la tarde y ya iba saliendo de mi oficina para ir a casa con mi bello esposo

Me dirigía a la salida ya con mi maletín en mano pensando en llegar a alguna tienda por un postre para mi Jiminnie

Ya que anoche que fuimos a cenar, quería de postre una rebanada de pastel de chocolate pero no se lo permití porque ya era muy noche para que consumiera azúcar

—¡YoonGi! — me detuve y me volteé

—Oh, Taeyeon — la miré, ella estaba muy sonriente — ¿Pasa algo?

—¿Ya te vas? — preguntó tímida

—Así es, ya terminé el trabajo de hoy

—Ya veo… — desvió la mirada y jugó con sus dedos — ¿Sabes? hoy me toca mi primer guardia nocturna y estoy nerviosa, no sé si lo vaya a hacer bien

—¿De verdad? — asintió — No tienes por qué estar nerviosa, lo harás bien. Pero eso sí, es muy cansado

—Me lo imagino — rió de manera nerviosa — la verdad me da miedo estar aquí de noche…

—¿Por qué? Esta muy tranquilo todo el lugar

—Bueno… me han dicho que se aparece una mujer a partir de la media noche — la miré incrédulo

—¿Quién te dijo eso? — reí — Solo te quieren asustar

—Mis compañeros — hizo una mueca

—Ahh, no les hagas caso — negué divertido — aunque…

—¿Aunque… qué? — preguntó temerosa

—Algunas veces en las que me quedé en el turno nocturno… veía a alguien pasar por los solitarios y oscuros pasillos de cuidados intensivos… y a un niño en el área de pediatría… — la miré asustada y contuve una carcajada — se escuchan pequeños pasos corriendo…

Taeyeon chilló — ¡Ahh! Tengo que revisar a pacientes en esos lugares — hizo un puchero y frunció el ceño

—No pasará nada, pero ninguna mujer se aparece — dije tranquilo aun conteniendo las ganas de reír, me es difícil mantener mis expresiones serias en este momento

—¿D-de verdad?

—Sí, tranquila. Solo tienes que aguantar toda la noche, cuando menos lo pienses ya será de día, además las enfermeras pasan a cada rato, no te asustes — sonreí y despeiné su cabello

—¡Pero ya me asustaste más! — resopló cruzando sus brazos

—Era broma, Taeyeon — reí — siempre asustan a los nuevos internos que les toca la guardia nocturna por primera vez. A mi me hicieron lo mismo, no quería perder la tradición de asustar a alguien más — reí más

—Eres un bobo — su ceño molesto desapareció de apoco y sonrió

Negué riendo — Bueno me tengo que ir, quiero comer con Jimin

—Oh eso… sí, está bien — rascó su nuca

—Hasta luego, Taeyeon. Buena suerte esta noche y… cuidado con los fantasmas

—¡Hey! — exclamó molesta

Me di media vuelta y me despedí con la mano — Adióoos

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Entré a casa de manera sigilosa, quería que Jimin se sorprendiera de verme llegar temprano

Dejé mis cosas en el living y el pequeño pastel en la mesa del comedor

Estaba por subir las escaleras, pero me pareció escuchar a alguien hablar en dirección al jardín trasero

Me dirigí para ese lugar mientras doblaba las mangas de mi camisa y aflojo mi corbata

Me detuve en la puerta de cristal y no pude evitar esbozar una sonrisa

Jimin se encontraba sentado en el pasto con un short arriba de las rodillas de mezclilla desgastado y una camisa azul a cuadros de manga larga… oh y descalzo, sus pies tenían tierra

Su castaño flequillo se pegaba en su frente por culpa del sudor. Él estaba sentado con las piernas abiertas, mientras que entre ellas tenía una planta la cual al parecer quería sembrar

—Estúpida planta — se quejó — ¿Porqué no te dejas plantar? ¡Te sigues cayendo! — bufó — ¿Qué dices mi niña? — llevó su mano cubierta de tierra a su vientre — ¿Crees que tenga que cavar más? Si no me apresuro la planta terminará de morir ¡De por sí ya está medio muerta!

Me reí bajito recargándome en el marco de la puerta y crucé mis brazos, viéndolo actuar tiernamente

Hizo la planta a un lado, talló su nariz y rascó su mejilla, ensuciándose ante el tacto

—¡Muy bien, aquí vamos! Espero que esta vez quede bien porque si no morirás, planta — la señaló y comenzó a cavar con una pequeña pala metálica y con su otra mano también sacaba la tierra

Se veía tan concentrado en su trabajo que no quería molestarlo

Mi Jiminnie luce tan tierno

De pronto veo una bola de pelos blanca de ojos amarillos con orejas y patas anaranjadas caminar hacia Jimin

—¡Oh! Hola bigotes — acarició al felino — lo siento, no puedo jugar contigo en este momento. Tengo que salvarle la vida a esta planta — continuó cavando

El gato solo respondió con un “Miau” y se acurrucó entre las piernas de mi esposo

—Bigotes ¿Crees que he cavado lo suficiente? — otro “Miau” se escuchó — ¿Eso crees? Bueno procederé a plantar — tomó la planta y la colocó en el agujero que acababa de cavar

Comenzó a cubrirla muy bien con tierra palmeando alrededor

—¡Si quedó! — sonrió acariciando a la bola de pelos la cual apegó su cabeza como muestra de cariño en el vientre de mi esposo

Tomó la regadera metálica que tenía a lado vertiendo un poco de agua en la planta

—¡Uff! He terminado — limpió el sudor de su frente y acarició su vientre — Uhh, creo que tengo hambre — miró al felino entre sus piernas — ¿Qué te parece si vamos a comer algo? ¿Qué quieres comer hoy, bigotes?

Ah, con que alimenta todos los días a ese gato mientras no estoy…

El felino no respondió así que Jimin lo tomó entre sus manos y comenzó a hacerle mimos… claro también lo ensució de tierra. Lo dejó nuevamente en el suelo y con lentitud se puso de pie sacudiéndose un poco

Tenía tierra en muchas partes lo que más me divertía era que aun no se daba cuenta de mi presencia

—Vamos adentro, bigotes — caminó en mi dirección con una mano descansando sobre su vientre mientras veía al gato seguirle y maullarle

Levantó su mirada topándose con la mía. Sus ojos inmediatamente se iluminaron y corrió en mi dirección

—¡YoonGi! — corrió a mis brazos y sin importarme si me ensuciaba lo abracé

—Hola, mi amor — sonreí plantando un besito en sus labios

—¿Cuánto tiempo llevas aquí?

—El tiempo suficiente para caer más en tus encantos — besé su mejilla y quité el cabello de su frente

—Tonto… — sus mejillas se colorearon de un leve carmín — ¿Qué haces aquí tan temprano?

—Digamos que ya terminé todo lo de hoy — tallé mi nariz con la suya

—Te ensuciaste la nariz, YoonGi — comentó riendo

—¿Ah sí? — me reí — tú estás todo lleno de tierra, mi amor ¿Qué hacías plantando?

—¡Oh, así que me viste! — sonrió más logrando que sus ojitos desaparecieran formándose un par de bellas líneas — Bueno… estoy muy aburrido aquí solo sin hacer nada — hizo un puchero — entonces recordé que mamá había empezado a hacer jardinería allá en casa. Así que yo también me decidí a hacerlo para entretenerme, pero…

—¿Pero…?

—Soy muy malo en esto — señaló la planta — ya está casi muerta, no creo que sobreviva

—Ay, cariño — lo abracé — si sobrevivirá ¿De donde sacaste la planta?

—Oh, le pedí algunos retoñitos a la Señora Lee, ¡ella tiene un jardín hermoso en su patio!

—¿Cómo supiste que tenía un jardín? — cuestioné con una ceja enarcada

—Estaba muy aburrido y escuché ruido a lado. Me dio curiosidad y llevé la escalera para echar un vistazo — rió

—Jiminnie ¿Estás teniendo cuidado? — llevé mi mano a su vientre — Recuerda que no debes de hacer ese tipo de cosas, como cargar cosas pesadas y subir esa escalera

—Lo hago con cuidado… — hizo un puchero

—Está bien, pero no vuelvas a hacer eso ¿Sí? — asintió — Ahora, ¿Por qué no vas a tomar una ducha mientras yo preparo la comida?

—Bueno, yo… — un maullido lo interrumpió — ya bigotes, ya voy

Se separó de mi y tomó al gato en brazos

—Bigotes también tiene hambre — respondió acariciándolo

—Jimin ¿Dónde encontraste a este gato?

—Yo no lo encontré, él me encontró a mi — se rió porque la bola de pelos se apegó a su mejilla — hace dos días salí aquí a regar las plantas y llegó restregándose en mis piernas, creo que me ama

—Pero está sucio, no sabemos si tiene alguna infección o si está vacunado — miré los ojos amarillos del felino — que no creo que haya recibido alguna vacuna nunca, por lo que se ve es callejero

—¡Pero está muy bonito! — lo abrazó — ¿Podemos quedárnoslo YoonGi, podemos?

—Jimin… — lo miré serio

—¡Por favor, YoonGi! — lo colocó frente a mi rostro, yo me hice para atrás — ¡Míralo, es tan tierno!

La bola de pelos solo hizo “Miau” al verme

—Jimin… esta cosa suelta mucho pelo ¿Qué tal si te hace daño?

—Solo hay que bañarlo y llevarlo a un veterinario…

—Pero, Jimin…

—¡Por favooooor! Él me hará compañía cuando estés trabajando… y míralo es tan tranquilo

El gato tenía una mirada escéptica, como si no le importara nada. Simplemente tenía su vista relajada

—Está bien… — lo escuché chillar de emoción — pero, antes quiero que vayas a darte una ducha, estás lleno de tierra y no me gustaría que te enfermes

—¡Sí, sí! — esbozó una enorme sonrisa, tanto que sus ojitos se volvieron un par de líneas — Oh, gracias YoonGi — me besó rápido los labios y empujó al gato contra mi pecho — ¡Cuídalo mientras me ducho!

Sostuve con miedo al animal viendo como Jimin se iba felizmente escaleras arriba

—¿Y ahora que hago contigo, gato?

🍃⏳🍃

—¡YoonGi! Ya terminé — escuché su voz a mis espaldas — ¿YoonGi? ¿Qué le estás haciendo a Bigotes?

—Lo estoy secando — respondí mientras lo tallaba con una toalla

—¡¿Lo bañaste?! — se colocó a mi lado

—Si va a entrar a la casa, tiene que estar limpio

—¡Tu mejilla! — tocó asustado cerca de la herida

—Digamos que “Bigotes” se puso fiera cuando le eché agua… también arañó mi brazo con el que lo sostenía…

—Oh YoonGi… mejor me hubieras dejado bañarlo a mi

—¿Y que te arañara a ti? No gracias, además solo me arde un poco — solté al gato y este comenzó a sacudirse

—Déjame curarte… — tomó mi brazo con cuidado y me hizo ponerme de pie

—Estoy bien, son unos leves rasguños, iré a ducharme que apesto a animal mojado — me reí y volteé a ver al gato el cual se encontraba “limpiando” sus partes con su lengua — Jimin…

—¿Qué?

—Algo me dice que Bigotes es hembra…

—¿De verdad? — fijó su vista en el animal

—Creo que tendrás que cambiarle de nombre, cariño — me reí

—Uhh… pensaré en uno nuevo

—Bueno en lo que piensas uno, iré a ducharme para que comamos ¿Te gustaría ordenar algo? — le miré — La verdad me siento indispuesto como para cocinar algo

—Yo igual… ¡Quiero probar la lasaña el nuevo restaurante Italiano que abrieron aquí cerca! Jin me dio el número, dice que está muy rico y la pizza también

—¿Pizza? Bueno, solo por esta vez — me acerqué y besé su mejilla — llama y ordena lo que quieras, estaré arriba

—De acuerdo — sonrió

🍃⏳🍃

Salí de ducharme y me coloqué ropa cómoda. Una playera gris y un pantaloncillo de algodón

Bajé las escaleras con una toalla tallando mi húmedo cabello

Logré divisar la castaña cabellera de mi pequeño sentado en el sofá del living frente al televisor

Me acerqué de manera sigilosa por detrás y planté un beso en su mejillas

—¡YoonGi! — dio un saltito — Me asustaste — lo vi esconder algo

—¿Qué haces? — rodeé el sofá y me senté a su lado, el gato estaba del otro lado

—Uhm, nada… — talló su boca con el antebrazo

—Jiminnie… tienes algo embarrado aquí… — pasé mi pulgar por la comisura de sus labios — ¿Cubierta de pastel?

—No, no — le miré y entrecerré los ojos — bueno, sí

—Cariño, ¿te comiste la rebanada de pastel que traje? — pregunté divertido

—Tenía hambre — hizo un puchero

—Está bien — sonreí — lo traje para ti, solo que te lo quería dar como postre

—Estuvo muy rico — sonrió

—Que bueno que te gustó — pasé mi brazo por su espalda — ¿En cuanto tiempo llegará la comida?

—En cuarenta minutos — se recargó en mi

—¿Siempre si encargaste la pizza? — asintió — Entonces, a esperar un rato

Acaricié sus castaños cabellos que aun estaban levemente húmedos, lo escuché suspirar

—¿Qué sucede, cariño? — pregunté bajito

—La bebé se está moviendo…

—¿De verdad? — me emocioné llevando mi mano libre a su vientre

—Creo que el chocolate del pastel la ha puesto activa — rió bajito y cerró sus ojos

—Podría ser — sonreí y me incliné un poco a su vientre — Hola, pequeña…

—¿Qué haces? — preguntó riendo aun sin abrir los ojos

—Quiero hablar con ella… — acaricié suavemente en círculos — bebé, soy papá… Sabes que papi y yo te amamos mucho ¿verdad? Y no podemos esperar a conocerte… solo cuatro meses más y estarás en nuestros brazos — dejé un beso en el cálido vientre — trata de cuidar a papi y no le hagas sentir mal ¿de acuerdo? — sentí un suave movimiento bajo mi mano. No pude evitar sonreír — esa es mi pequeña…

Levanté mi vista y Jimin me miraba con sus ojitos cubiertos por lágrimas, sus mejillas se encontraban húmedas y sonrojadas

—Mi amor, ¿Por qué lloras? — me acomodé a su lado

—YoonGi… — sorbió su nariz e hizo un tierno puchero — te amo tanto ¿Cómo puedes decir todo eso y preguntarme porque lloro?

—¿Eh? Pero si sólo hablaba con nuestra hija — tomé su rostro entre mis manos y limpié sus mejillas con mis pulgares

—P-por eso… eres tan lindo, amo escucharte hablar con nuestra bebé

—Y yo amo escucharte a ti hablar con ella… — besé la punta de su roja nariz

—¿Uh? ¿Cómo sabes que hablo con ella? si solo lo hago cuando estoy solo o cuando no puedo dormir… — me miró ladeando su cabeza confundido

—Te he visto hacerlo, solo que no te das cuenta — besé de nueva cuenta su nariz — déjame decirte cariño, que nuestra hija crecerá rodeada de amor

—Oh, YoonGi… — se dejó caer en mi pecho logrando que yo me recostara en el sofá — soy tan feliz… tanto que da miedo — dijo bajito contra mi pecho

—¿Por qué miedo? — acaricié su espalda

—No lo sé, todo ha sido tan perfecto después de lo d-de… — tartamudeó — tú sabes… que temo que algo malo pase

—No pienses en esas cosas, mi amor… — besé su coronilla — hemos pasado por tantas cosas que… ya era tiempo de que estuviésemos tranquilos

—Tienes razón… — susurró — perdona, no quise decir eso…

—No tienes porque disculparte… es normal tener miedo

—Te amo, YoonGi — se apegó más a mi — te amo mucho… por favor no me hagas falta nunca…

—Nunca, mi amor… — susurré

Estuvimos alrededor de veinte minutos en esa misma posición dormitando pacíficamente mientras nos dábamos pequeñas caricias mutuamente, escuchando el corazón y la respiración del otro

Incluso el gato se acurrucó con nosotros

—YoonGi… — lo escuché susurrar — ¿te has dormido?

—¿Qué pasó? — respondí sin abrir los ojos

—¿Sabes que he estado pensando?

—¿Uhm?

—Aún no le hemos comprado nada a nuestra hija…

—Recuerda que estábamos esperando saber el sexo para comenzar con su habitación y ropa…

—Lo sé… — besó mi pecho — ahora que ya lo sabemos… este fin de semana podemos empezar con las cosas más básicas ¿Qué te parece?

—Me parece perfecto, mi bello esposo — suspiré — mi amor…

—¿Sí?

—Tienes el brazo muy peludo… — fruncí el ceño aun sin abrir los ojos

—YoonGi… — lo escuché reír — estás acariciando al gato…

—Ya decía yo que eso no se sentía como tu brazo — reí y moví mi mano

—Tonto… — susurró y sentí sus labios contra los míos — he estado buscando por internet cosas como la cuna y decoración para la habitación — acarició mi mejilla — me gustaría salir de lo tradicional y pintar la habitación de un verde olivo ¿Qué dices?

—Me gusta la idea ¿Por qué no vas por tu laptop y me muestras todo lo que te ha gustado?

—¡Sí! — con cuidado se puso de pie — ya vengo

—Dejé mi celular en la cama — abrí mis ojos — ¿Me lo puedes traer, por favor?

Lo miré asentir e irse en dirección a las escaleras

Volví a cerrar mis ojos y suspiré acomodándome en el sofá. Estiré mis piernas y sin querer pateé al gato, el cual solo me hizo “Miau” y se bajó recostándose en la alfombra bajo la mesita de centro

Escuché de nueva cuenta los pasos de Jimin bajar las escaleras

—¡YoonGi, tienes tres llamadas perdí…! — mi celular sonó, Jimin se detuvo a media escalera y contestó — ¿Hola, Namjoon? ¿Qué sucede?... Sí aquí está… ya te lo paso

Bajó lo que restaba de las escaleras y caminó hacia mi

—Toma… — me entregó mi celular — es tu hermano, se escucha… preocupado…

Fruncí el ceño extrañado ¿Qué habrá pasado?

Me senté con mis piernas entrelazadas y contesté

—Nam, ¿Qué sucede? — Jimin se sentó a mi lado con una mano en su vientre

—YoonGi… — dijo con su voz un poco ahogada — mamá me acaba de llamar muy asustada dice que papá acaba de sufrir un infarto

—¡¿Qué?! — grité, Jimin me miró preocupado

—Eso… se lo llevaron hace dos horas al hospital y le acaban de dar noticias

—¿Qué noticias? — pregunté temeroso

—No creen que sobreviva hasta mañana… — sentí toda la sangre drenarse de mi rostro — quiere nos vallamos ahora mismo a Daegu — escuché unos ruidos — voy saliendo de la clínica camino a casa para ir por Jin y Yeri, te estaba buscando pero me dijeron que hoy saliste temprano… ¿YoonGi?

Mi padre… no…

—¿YoonGi, sigues ahí?

—S-sigo aquí… ahora mismo nos prepararemos para irnos a Daegu — respondí con un nudo en la garganta

—Tranquilo, hermanito… nuestro padre es fuerte, él sobrevivirá

—Lo es… ¿N-nos vemos allá?

—Sí, los veo allá — suspiró — por favor tranquilízate un poco para que puedas conducir con cuidado

—Sí, sí… nos vemos Nam… — colgué

¿Mi padre en serio puede morir?

—¿YoonGi? — escuché la voz preocupada de mi pequeño — ¿Qué sucede? ¿Porqué nos vamos a Daegu?

—M-mi padre… sufrió un infarto — sentí mi voz temblar

—¡¿Qué?! P-pero…

—No creen que sobreviva hasta mañana…

—No puede ser… — susurró y yo me dejé caer en sus brazos

—Jimin… no quiero que mi padre muera… mi niña tiene que conocer a su abuelo y él tiene que conocer a su nieta… — sollocé ahogado — verla crecer… y jugar con ella… no me puedo quedar sin él…

Solo sentía las caricias en mi espalda mientras también escuchaba a Jimin sollozar

—Él va a estar bien, mi vida… — susurró — nuestra hija tendrá a su abuelo y tu tendrás a tu padre…

—Tiene que estar bien… — sollocé con mi rostro pegado en el pecho de mi esposo

—Es momento de mantenerse fuerte, mi amor… en este momento está con nosotros, no hay que adelantarnos a los hechos… — besó mi coronilla y sorbió su nariz — vamos… hay que preparar las cosas para irnos, tenemos que estar con él…

—V-vamos… — levanté mi rostro y vi los ojos de mi pequeño cubiertos de lágrimas — No llores, cariño…

—Si tu lloras YoonGi, yo también lloro… — talló sus ojos y volvió a abrazarme — él estará bien…

—Yo también espero eso…

¿Por qué el destino se empeña en joderme la vida?

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¡Hola bonitxs!~ ¿Cómo están?

¡Espero les haya gustado el capítulo!

Disculpen si hay alguna falta ortográfica </3

¡Déjenme decirles que quedan apróximadamente... 8 capítulos de Segundos! Planeo que esto termine en el capítulo 2O~

Esperaré sus lindos comentarios que son los que me impulsan a seguir escribiendo al ver que disfrutan leer esto :')

¡Nos leemos en el próximo capítulo!

S.S~♡