Capitulo 8

Entrelazó sus manos con delicadeza, su postura se mantuvo firme y fría al avanzar al salón siendo seguido por las nobles mujeres de cerca, quienes hasta el momento estaban nerviosas sin saber que hacer o decir, esperaban que el joven Consorte detuviera el caos que se formó en el salón.

Sin prestar mucha atención a los hombres ebrios que lo rodeaban, Lin Mei se abrió paso sin dejarse intimidar, mostrándose sereno y confiado al dirigirse con su prometido, el cual tenía una expresión complicada en el rostro.

Ignoro la presencia del peli blanco mostrando una mirada helada a los hombres que se molestaban entre ellos, siendo detenidos únicamente por sus mujeres y los sirvientes.
El golpe de algo pesado los hizo detenerse abruptamente en su pesado juego, la vista distorsionada se enfoco en la figura al inicio de las escaleras.

Mei Ling, agradeció al vocero por prestar su bastón y regreso su brillante mirada  al público frente suyo.

— ¿Que significado tiene este comportamiento? — cuestionó a viva voz, arrastrando las palabras con frialdad— ¿Son seres sin razonamiento?

El salón quedó en silencio. Los varones comenzaron a ser jalados por sus mujeres para que se calmaran, estando ellas igual de nerviosas por la actitud del consorte, no sé esperaban tal carácter. El orden se estableció un poco, el aire estaba tenso, era asfixiante para los presentes. De pronto, el alcohol bajo de su sistema, sintiendo la boca pastosa trataron de bajar el nudo en su garganta. Los presentes reverenciaron al Consorte esperando no tener que enfrentarse a su ira.

— Deberían retomar sus clases de etiqueta — No tuvo piedad a pesar de su sumisión —  Las bebidas se disfrutan y se toman lentamente, el hecho de no saber sus límites y aún así querer lucirse tomando en exceso es, definitivamente, una idiotez.

El consorte fulminó a la multitud, se giro con la frente en alto, pasando de largo al aturdido peli blanco, salió del salón con un aura pesada. Las damas de compañía al verlo salir se posicionaron a cada lado, cuidando mantener la distancia obligatoria. Solo siguieron, no hablaron en su trayectoria pues sabían que el banquete salió mal y el humor de su señor era de temer.

Mei Ling abrió las puertas el mismo, sin dar lugar a sus damas para que lo hicieran por el. Termino por sentarse en la silla de su escritorio, azotando la mesa con fuerza al estar las puertas ya cerradas, siendo escuchado por sus damas que mantenían la cabeza baja a cada lado de la puerta, esperando una orden del oji jade.

— Ese imbécil — mascullo furioso. Ni con el golpe logró tranquilizarse, sabía que debía mantener la compostura incluso en su habitación pero no pudo, solo por esta vez se permitió desquitar su ira — No te esforzarte en lo más mínimo, acatando siempre las órdenes de tu depravado padre.

Según el informe de su dama principal, el emperador modifico las secciones del principe cambiando las esencias de tè por bebidas alcohólicas, siendo que estás no debían ser servidas hasta el comienzo del banquete. Confío en el peli blanco pero no hizo más que seguir las indicaciones de otras personas. Por eso mismo siempre termina en momentos nada gratos para el.

¿Por qué no confía en sus propias ideas por una vez en su vida?

El estaba tan arto de estar tras el, cuidado sus pasos, sus acciones y decisiones. Haciendo prácticamente su trabajo al darle soluciones a sus responsabilidades, lo sabe, tiene culpa en eso pero si el no intervenía un oportunista lo haría y no acabaría bien. No ayudaba que el emperador diera rienda suelta en su crianza, dando un mal ejemplo para su hijo al ser un reflejo de el mismo.  Aunque Lin Mei pareció cambiar para bien, no evita que su pasado le afecte y lo siga constantemente. Su padre le hizo creer que el no podía decidir sin una opinión de por medio, la mejor forma de tener a un hijo manzo y sumiso.

Frotó su frente con fuerza. Xia al ver el estado de su señor salió por un te que calamar sus nervios, quedando solo Mei Ling y Xiu en la habitación. 

El consorte dió un último suspiro, sacando su estrés en el proceso, volviendo a su expresión serena de siempre. Busco entre los cajones, sacando del fondo una carta enrollada, extendió dicha carta a su segunda dama.

— Xiu, envía esta carta a mis padres con urgencia. Se cuidadosa. Usa el traslado con magia, ya sabes dónde buscar.

— Si mi señor.

Tomo la carta reverenciando a su señor antes de salir con cautela del lugar, en el camino se encontró Xia, ambas asintieron en reconocimiento deseando suerte la una a la otra.

Xia llegó a la entrada de la habitación y entro, entregando la taza de te a el doncel con una reverencia para después volver a su lugar al lado de la puerta. Mei Ling tomo el tè con calma, disfrutando del sabor y olor que desprendía, teniendo un momento de paz por una vez desde que llegó al palacio.

Un toque en la puerta lo hizo salir de su ensoñación. Su dama abrió la puerta levemente para abrirla por completo al ver a la persona frente a ella.

— Su Majestad, el emperador está entrando a la habitación.

La dama anuncio en voz alta, el joven doncel se levantó y reverencio al igual que su dama, tomando asiento en la silla de antes y dando una leve inclinación a Xia, está salió de la habitación, cerrando la puerta pero quedándose en la entrada para cuidar a su dama. No era necesario puesto que había dos guardias al lado de la puerta pero quería estar segura de que su señor no corría peligro.

— Su majestad, Por favor tome asiento — señaló la silla frente a el — ¿Que lo trae a esta humilde habitación mía?

— Escuché lo que pasó con mi hijo. Una pena en verdad. — fingió inocencia, tomando asiento frente al doncel — Pero no estoy aquí por eso, Mei Ling, sabes muy bien por qué no puedo permitir que sigas interviniendo en el consejo.

— No intervengo de manera negativa y tampoco estorbo señor, mi lugar en el consejo fue ganado con mi propio sudor. Si es por lo sucedido con su harem créame al decir que lo hice de acuerdo a mis responsabilidades. — subió la taza a sus labios y tomo un sorbo, sin apartar la vista del hombre frente a el

— No, ese caso ya no es de mi interés — miro con frialdad al doncel — estás influyendo con nuestra estructura social y judicial. ¿Que te hace pensar que puedes cambiar todo de un día para otro?

— No lo creo señor, para cambiar algo de necesita tiempo y yo no poseo el tiempo suficiente para asegurarme de eso, sin embargo — aparto la taza, presionando sus brazos en el escritorio — es lamentable que no desee mejorar el nivel de su imperio. Su majestad, tiene miedo y no precisamente de mi. ¿No es así?

El emperador tembló de ira, sus manos se apretaron en su vestimenta, arrugando la tela. Los ojos ambares casi se vuelven rojos.

— Que insolencia la tuya pequeño doncel, pensé que mi decisión hacia sido la correcta al pedirle a tu abuelo el compromiso con mi hijo pero veo que me equivoqué. Ese hombre que llamas madre te metió tantas cosas en la cabeza después de la muerte del patriarca Wang.

Mei Ling lo miro con frialdad, sin expresión alguna en su rostro. Podía hablar lo que desee de el pero con su madre nadie se metía.

— Las ideas enseñadas por mi madre son y fueron las mejores que aprendí durante mi educación, muy adelantados a la era que nos rige pero su mentalidad es la ideal y eso tiene que respetarlo por muy humillante que sea para usted el saber que un "simple doncel" logro educar mejor a su hijo — sentenció el oji- jade — No sé atreva a insultar a un miembro de mi familia su majestad.

— ¿Es todo lo que tienes que decirme?

— No. Por supuesto que no — se levanto de su asiento y miro hacia bajo, dando a entender lo insignificante que era la persona frente suyo — pero si continuo, me tardaré años en seguir. Buenas noches su majestad. — reverencio con elegancia.

El emperador furioso salió de la habitación siendo seguido por los guardias.

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Datos

• Mei Ling tuvo un colapso emocional a la edad de 16 años.

•  Las leyes que rigen el imperio de Britannia no han sido modificadas desde la última rebelión. Siendo los donceles y mujeres los que más perdieron con ellas.

• Un doncel o mujer, no pueden acceder a una posición en el consejo y en básicamente todo lo relacionado a la política. Mei Ling logró ingresar al consejo a la edad de 19 años gracias a sus logros como regente de un pequeño pueblo. Lanzo propuestas en apoyo a los grupos sociales de menor impacto, dándose a conocer entre su imperio y reinos circundantes.

• Mei Ling es un ejemplo a seguir para los donceles. Tomando su influencia en la política como una esperanza para mejores condiciones de vida.

¡Se viene lo bueno!

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