05

Larry
 

Hoy era el decimoseptimo aniversario de mis padres y sabia muy bien que necesitaba el regalo perfecto, bueno mas bien los cinco necesitábamos un buen regalo. Aparentemente podria parecer que no teniamos nada en comun, para empezar no compartiamos sangre, no teniamos misma nacionalidad, teniamos diferencias de edad sin embargo compartiamos algo mucho mas especial que cualquiera cosa y era el aprecio, cariño y amor al matrimonio Coxx, ellos nos dieron mas que un techo, comida, ropa y cosas materiales, nos dieron el amor incondicional de una gran familia feliz, aunque no siempre podemos estar de acuerdo.
 

—Si compramos joyas eso seria mas un regalo para mamá—alego Lincoln.
 

—Pues no podemos comprar un simple pastel como el año pasado. Además mamá esta a dieta y debemos apoyarla—menciono Connor.
 

—¿No creen que ellos son felices con cualquier cosa que le demos?—dijo Dominic cap
 

—Tu desde el principio nisiquiera querias salir de casa—Mire por el espejo retrovisor a Lincoln quien miraba de mala gana al rubio quien ni se percataba de la situación.
 

—Aunque tiene un buen punto—concordo Connor con él. Los tres guardaron silencio por un momento antes de empezar una discusión, escuche a Odysse suspirar y es que de los cinco a ella era la que mas le preocupa por que el regalo fuese perfecto.
 

—¡Callate que eres adoptado!—grito Lincoln.
 

—Tu también— respondio Dominic.
 

—Ah es cierto.
 

—Saben que tal si en vez de discutir proponemos que nos gustaria darles, buscamos los pro y contra para ver que seria lo mas indicado.
 

—Cada dia Larry suena mas como papá— se burlo Dominic provocando la risa de todos.
 

—Puede ser bueno que tal si proponemos...
 

—Deten el auto—me interrumpio Odysse y yo la mire confuso.
 

—¿Que?
 

—¡Que detengas el auto!—me grito y yo frene de golpe. Era extraño oirla hablarla asi que de repente oirla gritar habia sido todo una sorpresa que me asusto un poco. En cuanto detuve el auto ella bajo corriendo, gire a ver a mis hermanos quien miraba confusos la situación.
 

—¿Alguien puede decirme que esta pasando?—pregunto Dominic mirando alrededor en busca de nuestras voces para alguna respuesta. 
 

—Larry, Odysse se quiere suicidar tirándose al río Támesis por la desesperación de no encontrar el regalo perfecto—grito alarmado Connor mientras recargaba su rostro en el espejo del auto. 
 

—¿Que? Quédense aquí, no bajen yo iré por Odysse. 
 

Baje del auto alarmado llendo detrás de Odysse, al estar cerca mire como mi hermana forcejeaba con una mujer, ella sostenía algo con fuerza, le grite que se detuviera y fue en ese momento en que la mujer dejó de forcejear con mi hermana para salir huyendo. 
 

—¿Estas bien? —le pregunté una vez que me acerque. 
 

—Ella quería arrojar al bebé —mencionó, la mire con sorpresa ella sostenía un pequeño bebé entre sus brazos, estaba mal herido, hacía mucho frío y era de notar que aquella mujer no tenía buenas intenciones. 
 

— Debemos llevar al bebé a un hospital. 
 

—Pero el hospital está muy lejos, creo que sería mejor llevarlo a casa. 
 


 

Odysse, no podemos, además debemos llevar este bebé al hospital para que lo revisen, si resulta que tiene algo grave no postes ayudarlo.

—Esta bien—mencionó un tanto resignada mientras volvía al auto conmigo. Los demás nos observaron en silencio pero al notar al pequeño bebé entre los brazos de Odysse se recorrieron para verlo. El llanto de la criatura llamó también la atención de Dominic.

—¿Le vamos a regalar un bebé a mamá y papá? —preguntó confuso el rubio—¿A quién se lo quitaron? Es ilegal el secuestro.

—El regalo de mamá y papá puede esperar, debemos ir al hospital.

Les ordene a lo cual hicieron un gesto los jóvenes pero no duró mucho pues comenzaron a prestar más atención al pequeño ser que estaba entre los brazos de Odysse, incluso Dominic quien no era muy participativo preguntaba sin parar como se veía hasta que se recorrió también un poco para poder tocarlo, todos llegaron a la misma conclusión, era un bebé muy lindo y pequeño. 
Al llegar al hospital nos dirigimos todos a emergencias, y declarar lo sucedido ante un oficial de policía, cosa que nos llevaría demasiado tiempo, incluso aunque ya habían llamado estancias infantiles Odysse no quería separarse de la pequeña bebé.

—¿Por qué quería hacer algo tan cruel?

—Cuando las personas están desesperadas toman malas decisiones.

—Pero algo como arrojar a un bebé al tío Támesis, creo que eso es más que una mala desicion. Pude haber buscado otras opciones.

—No todas las personas piensan con buenas intenciones.

—Larry—escuche la voz de papá quien se acercó con prisa, se veía tan agitado y desesperado pero, ¿que hacían aquí?

—Mis niños, haber, uno, dos, tres, cuatro y cinco, son cinco cabezas—mencionó mamá tocando nuestras cabezas con alivio mientras de pies a cabeza con alivio —. Están los cinco.

—¿Que sucedió? —preguntó ambos al unísono.

—No es nada grave, mientras íbamos conduciendo cerca del río Támesis, Odysse vio a un mujer actuando extraño cuando se bajó del auto noto que estaba a punto de arrojar al bebé.

Explique lo más breve posible, ambos miraron hacia la habitación donde tenían al pequeño en incubación, mamá fue a abrazar a Odysse para decirle que era la niña más valiente de todas.

—¿Como sabían que estaban aquí?

—Un oficial nos llamó, dijo que nuestros hijos estaban en el hospital, tal vez debí haber escuchado el resto antes de colgar. Santo cielo, ya no estoy tan joven como antes.

—No te preocupes papá, jamás dejaría que les pasara algo grave.

—Ese es mi muchacho.

Palmeo mi hombro para después acercarse con los demás para preguntarles como se encontraban, mire a Odysse quien seguía observando a la pequeña bebé en aquella incubadora, ella solía ser alguien muy callada con sus sentimientos, no le gustaba hablar mucho acerca de lo que sufrió en su país pero si de algo estaba seguro era que no todo eran cosas buenas, ella había pasado por mucho y tal vez eso le traía amargos recuerdos.

—Sabían que el número ocho significa comienzo y escrito horizontalmente, representa el infinito.

Mencionó mi hermana mientras le sonreía a mamá y a papá quienes compartieron una mirada, podía notar el nerviosismo en papá y este creció cuando mis hermanos se acercaron también con una enorme sonrisa.

—Es aburrido es la única hija.

—Miren el lado positivo, podrán disfrutar de la crianza de un bebé —habló Dominic.

—¿Yo puedo escoger el nombre? —preguntó Connor.

—Yo la cuidare bien—aseguró Lincoln. Mis hermanos entrelazaron sus manos para sonreírle con súplica a mamá y papá quienes sólo me miraron buscando auxilio, mala idea, como hermano mayor debía estar del lado de ellos.

—Prometo ayudarles los fines de semana—dije imitando el gesto de mis hermanos.

Mamá comenzó a reír para después encogerse de hombros, sabía que ella se están resignando eso era un total si pero papá parecía querer luchar, nos miró para después suspirar.

—Llamaré a Katy.

Todos gritaron de alegría puesto que Katy era la que estaba acargo de nuestros trámites de adopción. Quien diría que sin pensarlo terminaríamos creciendo un poco más como familia.

Corey
 

Nunca me había sentido tan cansado como el día de hoy, las últimas semanas habían sido muy difíciles, mucho papeleo legal y compras sin parar, sin contar los desvelos de la nueva integrante de nuestra familia, tener un bebé es mucho más difícil de lo que parece. 
Escuche llanto de la pequeña solté un leve quejido mientras giraba a ver a mi esposa. 
 

—Te toca—dijo antes de que yo pudiera decirle. 
 

—Estoy seguro que te toca a ti. 
 

—No, no lo creo. Te toca a ti Corey.
 

—¿Por qué esto es tan difícil? Nuestros otros hijos no eran así. 
 

—Corey, los adoptamos ya grandes, no esperes que un bebé sea igual a un niño de once años. 
 

—Lo se pero... La bebé dejó de llorar. 
 

Itzel giro a verme y yo a ella, de inmediato nos levantamos de la cama para ir corriendo hasta la habitación de la pequeña, nos detuvimos en la puerta cuando observamos a todos nuestros hijos alrededor de la cuna. 
 

—¿Por qué no la cargas? 
—preguntó Connor a Larry quién le daba el biberón. 
 

—No se hacerlo, que si la lastimó. 
 

—Después de comer, ¿debemos cambiarle el pañal? —preguntó Lincoln. 
 

—Mamá dice que debemos palmear su espalda con delicadeza después de comer —dijo Dominic. 
 

—Pero creo que se está volviendo a dormir —dijo Odysse mientras la miraba con una sonrisa. 
 

Sonreí enternecido por la escena, mire a Itzel quien sostenía su vientre pero aquella mirada triste que ella siempre trataba de ocultar cuando lo hacía ahora miraba una enorme sonrisa, esos niños no eran nuestra sangre pero podía notar que si eran nuestros hijos. Todos y cada uno de ellos eran nuestro. 
 

—Creo que estamos haciendo un buen trabajo 
—Mi esposa tomó mi mano la cual entrelace.
 

—Eso parece... Tenemos a los mejores hijos. 
 

—Si, así es. 
 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top