Unidos somos más fuertes
Una semana había pasado y Moxxie se había hecho amigo de Alastor, con aquellas maravillosas historias de la tierra que el demonio radio le contaba con tanta pasión, su gusto por la cocina y la buena música ayuda en su amistad. Algunos relatos sobre la Biblia eran el pan de cada día en sus conversaciones, por un breve tiempo Alastor fue predicador, otra vez.
Charlie últimamente se unía a las conversaciones de estos dos, pues sin que estos lo notarán estaban limpios de todo pecado desde sus pláticas, Nifty comenzó a ser un mejor ser para llamar un poco la atención de Moxxie, Vaggie dejó la desconfianza que tenía hacía Alastor al ver que en realidad era un buen tipo después de todo.
En resumen poco a poco todos los integrantes del Hotel comenzaron a comportarse mejor, gracias a la paz y el dolor emocional que todos compartian, pasaron 2 meses para que en verdad surgiera un lazo de fraternidad con el cual todos estuvieran agusto, Cherry junto a Angel dust y Husk fueron los últimos en unirse a las pláticas que tenían los demonios.
Los amigos de Moxxie y su esposa cuando iban a visitarlo no podían cruzar la puerta, pues había algo que les impedía ver a su antiguo compañero, un terror sin igual se apodera de ellos cuando van a ese infame hotel. Así que por el momento decidieron planificar ahora ellos ser los anfitriones en el próximo encuentro que tuvieran con su compañero de armas... tal vez así podrían verlo y platicar con su amigo Moxxie.
Sin que ningúno de ellos se diera cuenta un terrible mal comenzó a surgir en el mismo infierno; en los barrios más bajos y pobres comenzó entre murmullos secretos un rumor muy seductor, con eso pronto todos los espectros sabían perfectamente que un poderoso golpe vendría contra el mismisimo Lucifer y Satán, ambos reyes del inframundo, tener el título de los demonios más poderosos de poco serviría en esta ocasión pues sus enemigos estaban hartos de vivir bajo su dominio.
- Llegó la hora de dar el golpe final - Belcebú sonaba muy contento.
- ¡Cuando acabemos con ellos iremos por el cerdo asqueroso de Alastor! - grito Velvet con entusiasmo.
- Sin Valentino tenemos que preparar a nuestros ejercitos, todos los pecadores e IMP serán poco eficientes si no los comandamos... fue por eso que le suplicamos - los tres Overlords se arrodillan ante el ser frente a ellos - ¡Oh, poderoso amo Black hat, humildemente le pedimos que acabe con nuestros enemigos! -.
- Solo les diré que esto les costará muy caro, más de lo que imaginan, invertir mi valioso tiempo y energía no es algo que me haga feliz. Solo recuerden, tienen esta noche para acabar con los leales a Lucifer -.
- Tranquilo, todos están en el castillo, solo Stolas y Lilith representan una amenaza después de los monarcas - explicó Vox.
- ¿Y qué hay de ese tal Alastor? - preguntó curioso - además Charlie la hija de ese idiota no esta en el castillo -.
- Disculpe señor, pero a ellos los estamos reservando, ¡Es algo muy personal! - el tono de Velvet fue eufórico y a primera vista parecía decirlo con felicidad, pero Black hat noto todo el odio que sentía esa demonio.
- Mal negoció para ustedes si fallan - amenazó el demonio del sombrero - ahora, ataquemos -.
La peor masacre en la historia del infierno comenzó en el Palacio real de Lucifer, lo peor de todo es que sucedió en silencio, sin que nadie se diera cuenta. Todo guardia y sirviente dentro fue rápidamente asesinado por los esbirros del grupo conocido como "Los 4 jinetes del Apocalipsis". Velvet junto a Belcebu fueron al dormitorio real en donde asesinaron a Lilith mientras esta dormía dormía con una daga hecha con el metal de los angeles, la cual atraveso el corazón de su victima; poco pudo hacer la reina del Infierno, tan siquiera logro ver el rostro de sus asesinos.
- ¡Pagarán por esto malditos! - todo lo que pudo sentir fue odio.
- ¡Ya hemos pagado por esto, maldita perra engreida! - Velvet sonreía como cualquier demonio.
Black hat por otro lado caminaba por los pasillos con total tranquilidad, pues todo guardia que le veía huía con pavor, y no era para menos, la leyenda del demonio del sombrero era bien conocida dentro del palacio real. Todo fue un paseo para él hasta que llego al salón del trono, en donde se encontraban las élites leales a Lucifer (incluido Stolas); al entrar fue reconocido de inmediato.
- Espero hayan tenido un grandioso día damas y espectros, pues sera el último de su existencia - sonrió de forma perversa para después burlarse enfrente de las elites.
- ¡Maldito descaro están haciendo!, ¡Rompes muchas reglas Black hat y esto es algo que los altos mandos no van a dejar sin castigo! - Satán fue el único que tuvo el valor de enfrentar a Black hat.
- Pobre ingenuo, a las elites no les importa lo que sucede en este lugar, mientras se mantega la población bajo control todo está permitido, pues este sitio esta hecho para castigar...
Black hat puso de rodillas a Satán, para luego reventar todos sus nervios con su magia, dejando al monarca de los demonios en un pésimo estado, después se acerco a Satán y con una copa de vino tocó su nariz haciendo que de esta saliera toda la sangre que había en el cuerpo de su victima hasta dejarlo seco. Al final bebió de la copa y una vez acabó, Satán murió. - Esperaba más de uno de los demonios más poderosos del Infierno, pero ya saben lo que dicen, no tengas altas expectativas -.
- ¡Guardias! - Lucifer junto todo su valor para llamar a sus protectores, pero nadie vino.
- Eres patético, tener 300 mil guardias únicamente para tú protección y la del castillo es demasiado tonto, peor aún tenías 500 mil sirvientes. Ahora ven y enfrenta tú destino -.
- ¡No me subestimes maldito perro! - Lucifer tomo uno de sus Tridentes y se lanzó contra su enemigo con la intención de atravesar su corazón, pero cuando se dió cuenta tenía su propia arma en su pecho, apuñalando sus pulmones.
- Esto es imposible, yo puedo ver el futuro y tú nunca aparecias en mis visiones - hablaba Stolas con asombro al ver a su Rey agonizante.
- Pobre ingenuo, ¿De verdad crees qué tú patético poder serviría para verme venir? A diferencia de ustedes, ¡Yo soy un verdadero demonio!, ¡Soy la tormenta que derrumba los reinos!... no puedes matarme y sobre todo, ¡Nadie puede protegerte de mí! - gritaba eufórico al obtener tan contundente y sencilla victoria, no conforme con eso le quito los ojos a Stolas - ahora ya no podrás ver nada -.
- Black hat - habló Lucifer agonizante - te pido por favor clemencia para mis amigos y mi família, le suplicó no les hagas daño - se humilló más el Rey del Infierno, pues tal vez para los humanos sería un acto noble, pero para los demonios era un acto de cobardes.
- Jaja - se burló Black hat - de acuerdo, solo porque te ves tan patético cumpliré tú última voluntad - sin más caminó hasta la entrada y justo delante de la puerta se detuvo - ahora puedes conocer a tus verdaderos invitados - sin más salió de la habitación - acaben rápido con ellos - ordenó.
- ¡Vox!, ¡Maldita rata traicionera! - grito Lucifer con sangre.
- También me da gusto verlo Majestad, no sabe cuanto soñe con este momento, ni en mis mejores fantasías imaginé algo tan perfecto y maravilloso, tenerlo a usted de rodillas ante mí es muy glorioso - Vox caminaba como si fuera dueño del lugar y detrás suya todas sus huestes junto a sus compañeros entraron al salón real.
- ¿Quiere despedir a su esposa? - Belcebu tenía consigo la cabeza de Lilith para humillar más a Lucifer.
- ¡¿Por qué hacen esto?! - gritó Lucifer al borde la muerte y las lágrimas.
- Por el simple poder que vamos a tener al estar en la cima, y por todas las humillaciones que nos hizo sufrir, por no hacer nada ante el asesinato de mi gran... amigo Valentino. Decidió proteger a la rata de Alastor en vez de a uno de los mejores Overlords del Infierno. Sin contar su falta de liderazgo para gobernar como se debe a este lugar - comienza a golpear al monarca.
Así Vox junto a sus aliados tomaron el castillo y masacraron a la mayoría, torturaron a Lucifer hasta que este murió luego de 3 horas de sufrimiento, todo salió según su plan. Aunque no como Black hat les pidió hacer las cosas, pues si bien el demonio del sombrero sabía que trataba con ineptos no creyó tal descaro. Pues no acabaron con todos los leales a Lucifer incluidos a potenciales amenazas, si no que se dan el lujo de perder el tiempo. Aunque todo esto le importaba poco, mientras tenga el metal de los Ángeles que hagan lo que les plazca.
- Patéticos demonios... tal vez ese Alastor y Charlie no hubieran sido tan fáciles de matar, aunque lo dudo mucho por algo no estan en la cima y es por eso que el Infierno será un completo caos...
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