Capítulo 51 : Plan de escape
Años atrás:
En las celdas mas profundas del Agujero Negro se podía ver a un guardia quien hacia sus rondas, aunque este guardia aprovechaba la soledad del oscuro pasillo para abrir algunas de la puertas y visitar a ciertos presos que el estimaba mucho desde que los conoció.
A penas eran un par de días de tal hecho pero eso no le impedía reconocer que son buenas personas que fueron encerradas por caprichos del gobierno, en fin, eso se dirigía a hacer ahora mismo, por lo que abrió una de las enormes puertas usando su credencial junto a una contraseña.
- Hey, amiguita ¿Qué tal estas? – preguntó amablemente el hombre cuando entro a la celda.
Casi de la penumbra la voz de una chica le contestó en susurros, Él se acercó con una lámpara hasta donde estaba una joven castaña apoyada en el muro estando muy cerca del ducto de ventilación.
- ¿Luna estas bien? – preguntó el guardia sonando preocupado.
La mencionada volteo y reconoció al guardia de turno era el mismo hombre quien días atrás le había recomendado hablar con su novia a través del ducto de ventilación, sabia que este personaje las había estado ayudando trayéndoles algo de comida extra, ya que lo que se les daba de comer en horarios a veces no parecía ser comida.
- Hace mucho frio aquí Gabriel – respondió la castaña apoyándose aun mas al muro y abrazándose a si misma.
- Ya me lo imaginaba, por eso te traje esto – respondió el otro mientras le enseñaba una manta gruesa que había traído consigo.
El guardia arropó a Luna con aquella manta, ella pudo sentir como el calor empezaba a volver a su cuerpo, se sintió muy agradable después de haber sentido que se congelaba por el frio que hacia en ese lugar, y era de esperarse ya que estaba bajo el nivel del suelo.
- Dale una a Sam también, por favor – pidió la castaña.
- Descuida, traje suficiente para ella también - respondió Gabriel mostrando que traía otro par de mantas y algo de comida.
El hombre dejo un poco de la comida que traía y procedió a retirarse, aunque antes de salir se detuvo en las grandes puertas de la celda antes de dedicarle una ultima mirada al oscuro lugar que guardaba a su prisionero.
- Luna – llamó el hombre.
- ¿Qué sucede? – pregunto la aludida desde la penumbra.
- Emmm... - el guardia dudó por un momento antes de volver a tomar la palabra – no, nada, olvídalo – agregó antes de salir rápidamente asegurando las puertas tras de sí.
Gabriel se dirigió inmediatamente a la celda de a lado, buscó con ayuda de la lámpara a su prisionero, aunque realmente no hizo tanta falta, solo fue cuestión de acercarse al mismo muro que compartía esta celda con la anterior para poder encontrar a una chica rubia en el mismo estado que su pareja.
- Hola Sam – saludó amablemente el guardia al estar lo suficientemente cerca.
- Hola Gabriel – correspondió la aludida con la voz temblorosa.
- Te traje esto – añadió el otro mientras arropaba a la chica con la manta.
- Muchas gracias, sentía que me iba a morir por el frio - agradeció la rubia acurrucándose en el grueso edredón.
- Ni que lo digas – secundó el sujeto – mira también te traje algo de comida – le ofreció la comida caliente en un plato desechable que traía tapa.
- No se como podría pagarte todo lo que haces por nosotros, has sido tan amable desde el día que llegamos aquí – afirmó la rubia mientras tomaba el plato y degustaba algo de su comida.
- No hace falta, se que están aquí por una injusticia y quiero ayudarlos a que por lo menos su confinamiento se mas llevadero ya que no puedo sacarlos – contestó el guardia explicando su razón de ser.
- Entiendo, no podemos permitir que pierdas tu trabajo por querer liberarnos – dijo Sam después de tragar un bocado de su comida.
- No es solo perder el trabajo...si no que temo por lo que les pueda pasar...el personal de este lugar esta autorizado a asesinar a cualquier preso que este fuera de su celda, también a los guardias que se encuentren involucrados...hasta yo estoy autorizado de ello – Gabriel reveló la dura verdad tras su impedimento de ayudar mas.
Sam ya no pudo responder nada ante eso, es mas, hasta había dejado de comer tras escuchar tal afirmación y no era para menos, las consecuencias eran muy serias, no había garantía de que llegaran a sobrevivir si intentaban escapar.
- Bueno, tengo que irme antes de que alguien sospeche – mencionó el guardia tras una pausa – nos vemos – se despidió en lo que se alejaba hacia las puertas.
- Adiós – Sam se despidió de igual forma a pesar de que se hallaba pensativa.
El hombre abandonó la celda y la aseguró antes de ir a la siguiente, esta en especial esta mucho mas alejada que las otras, además de que era mucho mas segura en términos de aislamiento, esta vez tuvo que introducir muchos mas códigos y contraseñas para que las puertas de mas de 2 metros de espesor se abrieran.
- ¿Qué tal te encuentras hoy amigo? – pregunto el guardia en lo que entraba al oscuro lugar.
- En comparación a como llegue, bastante mejor diría yo – le respondió una voz masculina desde la penumbra.
- Pues te recuperas muy rápido – comento el hombre dirigiéndose hacia el origen de la voz ayudándose de su lámpara.
- La verdad ni siquiera se como sobreviví a toda esa golpiza – mencionó el otro aun desde su lado.
- Es cierto Saunders, perdiste muchísima sangre, es un milagro que sigas con vida – secundó el guardia llegando al otro extremo de la celda en donde estaba el prisionero.
El chico estaba sentado en el piso apoyado contra una pared, tenia casi todo el cuerpo lleno de vendajes ya que tenia varias fracturas, en sus zonas visibles se veían cortadas y moretones siendo su rostro el mas evidente, aun era un misterio el saber como llego siquiera a resistir todo ese aluvión de golpes.
- Solo espera a que me recupere y saldré de aquí – afirmaba el muchacho desde el piso siendo alumbrado por la lámpara del guardia.
- Ya te eh dicho que no es posible...te van a matar si lo intentas – dijo el guardia.
- No si estoy transformado – mencionó Saunders con seguridad.
- Los guardias saben de ti, por eso desde hoy en adela te estará equipados con el mismo dispositivo sonoro que te neutraliza...además por lo que tengo entendido tu solo te transformas cuando te enojas demasiado – expuso Gabriel enlistando las fallas de dicho plan.
- Pero no puedo quedarme aquí sin hacer nada...tengo que cumplir una promesa – se excusaba el joven pelinegro sonando frustrado.
- Por ahora tendrás que quedarte, no creo que sea recomendable que te transformes estando en ese estado de salud – insistió el guardia, pues queria evitar que el chico hiciera alguna locura.
- Lo se, pero aun así, es imposible que me liberen algún día, ellos me quieren fuera del mapa – dijo el muchacho auto propinándose un golpe de la dura realidad.
- Pues ya piensan que lo estas... - le contó el hombre de inmediato – te dieron por muerto, ya avisaron a nuestros superiores de esto – agregó a su afirmación.
- ¿Pero eso no es malo? Digo ¿Cómo voy a sobrevivir sin que me traigan esa cosa a la que llaman supuesta “comida”? – dudo el chico rápidamente.
- Descuida, yo ya me encargue de informar falsamente que otro reo tomo la celda – anunció Gabriel en tono tranquilizante – tu rápida recuperación nos ayudará a hacerlo mas creíble – añadió nuevamente resaltando un punto clave.
- Eso es en parte reconfortante, pero... - el joven pelinegro se detuvo – eso aun no me dice nada de como vamos a salir de este lugar – expuso retomando si primera duda.
- Tu tranquilo que yo me encargaré de eso, recuerda que soy un agente del FBI así que tengo acceso a cierta información con la que podríamos poner el mundo en contra del presidente, así será muy fácil derrocarlo y ustedes serán libres al ser victimas de su injusticia – el hombre explicó su plan de la forma mas sencilla y entendible posible.
- Podría funcionar, aunque eso podría llevar mucho tiempo también, además corres el riesgo de que te descubran – menciono Saunders mostrándose algo preocupado.
- Estaré atento de eso amigo, si veo que alguien sospecha renunciaré a mi trabajo y continuaré con el plan por mis propios medios – el contrario respondió tranquilamente sin dudar de su idea.
El muchacho de cabellera negra no dijo nada mas por el momento, el guarida tenia buenos argumentos, no se podía negar que era un plan válido para una ocasión como esta en la que Él no podía hacer nada.
El agente se puso de pie dejando cerca del chico un poco de comida junto a una gruesa manta en la cual venían escondidos varios medicamentos así como vendas nuevas para tratar sus heridas y pastillas para el dolor.
- Oye Saunders – llamó el guardia fugazmente.
- ¿Qué sucede? – preguntó el aludido con interes, pero a la vez con algo de preocupación ya que notó el tono del hombre.
- Esto no se lo dije a la chicas, ya que son mucho mas susceptibles emocionalmente hablando... pero a pesar de que tengo un plan significara que, una vez que haya empezado a revelar todo, mandaran a cazarme hasta matarme – contestó el rubio explicando algo de lo que estaba mas que seguro que llegaría a pasar.
- Estas arriesgando tu vida y tu trabajo para liberarnos ¿Por qué? ¿Nadie te espera en casa? – cuestionó el joven sonando confundido intentando hacer entrar en razón al hombre.
- La verdad yo jamás quise trabajar en esto... el gobierno ha venido obligando este trabajo desde que mi padre fue reclutado por el FBI, lo obligaron a que toda su descendencia tendría que hacer lo mismo... por eso creo que termine siendo hijo único – reveló Gabriel ante la atónita mirada del joven.
- Estuvieron bajo amenaza toda la vida... cada vez que siento que ya lo eh visto todo de lo que son capaces, siempre parece haber algo mas - comentó el pelinegro sonando evidentemente indignado.
- Y así fue durante toda la vida... es como si mi padre hubiese tenido un arma apuntándole a su cabeza hasta el momento en el que falleció – concluyó el hombre en el mismo tono que el contrario.
- Haces esto por justicia entonces – Saunders supuso lo mas obvio.
- Estas en lo cierto, si tengo que arriesgarme para que este gobierno caiga, lo haré – anunció el guardia de una forma decidida.
- Entonces ayudare a que tu plan sea mucho mas creíble – expuso el muchacho imitando el ánimo del otro - ¿Tienes una navaja o un cuchillo? – pregunto de inmediato tomando por sorpresa al hombre.
- ¿Qué? ¿Para que? – alcanzó a decir en su sorpresa.
- Descuida, no voy a matar a nadie ni tampoco a suicidarme... yo si tengo a alguien que quiero ver cuando salga de aquí – el chico contesto tranquilamente para calamar al agente.
El rubio aunque dudoso desenfundo un cuchillo de estilo militar que tenia junto a su arma y se lo entrego al chico, este lo tomo y después de acomodarse para quedar sentado contra el muro procedió a tomar su cabello hacia arriba y con tajos se lo fue cortando lo más bajo posible.
5 cortes limpios fueron los que hicieron falta para que la antes larga cabellera del chico terminara totalmente dispareja y muy corta, apenas de unos 2 centímetros como máximo, reduciendo considerablemente su tamaño, una vez terminado su labor devolvió el cuchillo a su dueño.
- ¿Qué? ¿Por qué lo hiciste? – cuestionó Gabriel sorprendido y confundido por lo que acabada de ver.
- Se supone que alguien mas está usando esta celda ¿no es así?, por lo tanto debo ser una persona distinta, o por lo menos parecerme a una diferente – respondió tranquilamente el joven mientras continuaba con el brazo estirado esperando a que el otro tomase el cuchillo.
- Es un buen punto – admitió Gabriel recomponiéndose de su sorpresa y tomando el cuchillo para guardarlo nuevamente.
- Tu lo has dicho, es necesario hacer sacrificios, además si es que vivo unos años mas volverá a estar como antes – añadió manteniendo su actitud positiva.
El guardia asintió mostrándose orgulloso ante la actitud tan determinada de chico, tras esto, decidió que hora de marcharse, con un choque de puños se despidieron y así el hombre salió de la celda mas segura de toda la edificación dejándola asegurada nuevamente como correspondía.
Tomó el ascensor para llegar a los pisos superiores, en cuanto llego noto cierto caos que le pareció un tanto extraño, mas no decidió entrometerse, no obstante una llamada atravez de los altavoces lo hizo voltear.
- A LOS ENCARGADOS QUE RECIBIERON A LOS PRISIONEROS “304ZA – 305ZA – 306ZA” HACERCE PRESENTE DE FORMA INMEDIATA A LA OFICINA PRINCIPAL – una voz llama y se escuchaba bastante seria.
Gabriel tuvo que dar media vuelta ya que el estuvo presente el día en el que aquellos presos nombrados, siendo estos últimos gente que el rubio conocía muy bien, y en cuanto llegó a la oficina, efectivamente, ahí ya estaban todos los que estaban aquel día, pero incluyendo a un individuo en especifico. El nuevo presidente, Grimm Khals.
Una vez que se aseguraron que estaban todos, el presidente quien se hallaba sentado frente al director de las instalaciones, escupió una frase que dejo a la mayoría de los presentes estupefactos ante la inesperada noticia.
- Todos están despedidos – dijo el alto hombre fugazmente y sin una pizca de emoción en su voz.
- ¿¡Que!? – alcanzaron a decir los presentes al no caber en la sorpresa.
- Así como lo escucharon, están despedidos, así que pueden tomar su paga junto a sus cosas y marcharse que aquí cuanto antes – Grimm replico fríamente el aviso – y una cosa mas, recuerden que no deben hablar de lo que hayan visto aquí, ya que si lo hacen ustedes y sus familias serán mandados a matar – advirtió haciendo uso del tono mas amenazadores y fríos que tenia.
La mayoría empezó a hacer reclamos y quejas preguntando la razón por la cual los estaban echando del trabajo, sin embargo Gabriel se abstuvo de ello, sabia que no debía oponerse a alguien que no tendría reparos en matarlos ahí mismo por lo que en silencio tomó su pago y firmó su “carta de renuncia” emitida por el director del establecimiento.
Al salir de la oficina escucho como la discusión se iba tornando mas acalorada por lo que aumento la velocidad hasta llegar al lugar en donde estaba su casillero para sacar de ahí todas sus pertenencias, una vez hecho aquello se retiro de inmediato antes de que algo malo pasara.
Al menos para Él no hacia falta preguntarse el por que los estaban despidiendo tan repentinamente, ya podía suponer la razón con la mera presencia del presidente, sabia que los prisionero identificados con los códigos antes mencionados, eran Luna, Sam y Saunders.
Intuía que la noticia sobre la supuesta muerte de Saunders se había esparcido mas rápido de lo esperado y por eso el presidente al ser uno de los principales responsables de su “deceso” queria deshacerse de toda prueba incriminatoria.
Eso los incluía a ellos.
Cuando llego al parqueadero estaba listo para tomar su auto y marcharse, sin embargo la ausencia de vehículos en el sitio le pareció sumamente extraña cuando Él esperaba ver varios que debieron haber llegado junto al presidente, en su lugar solo había un vehículo aparte del suyo.
Le hecho una mirada discreta logrando ver en su interior a un par de personas mas, asemejaban ser apenas un chicos, pero lo que mas llamó su atención fue ver una cabellera blanca en la coronilla de uno de ellos.
Luna le había contado que tenia un hermano menor con cabello blanco que trabajaba para Grimm, era imposible que no fuera Él quien yacía dentro del vehículo del presidente, ¿Cuánta probabilidad había de que hubiese alguien con las mismas características?, de haber había, pero esta vez no era así.
Estuvo a punto de encaminarse dispuesto a contarle todo, pero logró detenerse a tiempo para fingir reparar su auto, no podía hacer eso ya que su plan podría verse afectado, era posible que el chico reaccione mal y quiera adentrarse a la instalación teniendo como consecuencia su muerte, además Grimm podía salir en el lapso en el que hablaban y no dudaría en matarlo si lo ve ahí.
Solo se limitó a seguir mirando de reojo en lo que fingía revisar su auto, al cabo de un rato salió Grimm quien dedicó una mirada fugaz hacia el ex guardia sin tomarle mucha importancia, Gabriel solo suspiro de alivio en cuanto encendió el auto y se marchó con aquellos chicos.
Ahora que tenia un peso menos y lo analizaba mejor, no había visto salir a ninguno de sus compañeros contando también de que no veía sus respectivos autos por ningún lado, definitivamente algo malo pareció haberles sucedido a ellos.
Tras esperar por unos minutos mas sin tener resultados decidió marcharse también, fue discreto en todo momento hasta llegar a casa, una vez allí encendió su computadora y de entre sus cosas sacó varias memorias USB y discos duros.
- Vamos a ver que esconden – se dijo a si mismo antes de ponerse manos a la obra, no sin antes tener listo todo para un escape de emergencia.
Años después:
Se hallaba sumido en la oscuridad de su cabaña en medio del bosque, había perdido la cuenta ya de cuantas veces se había tenido que cambiar de vivienda, cambiar las placas de su auto, cambiar su auto, cambiar su identidad y aspecto, ser alguien distinto.
No se esperaba que el lugar en donde mas había durado sin ser descubierto fuera en un sitio que era de su propiedad, una pequeña cabaña en el bosque en donde junto a su padre solían venir a relajarse cuando Él era un niño.
Había instalado su propia red de internet y energía en el garaje, su habitación se había convertido en su estudio, posiblemente si tenia suerte seria el ultimo de todos evitándose así la molestia de movilizarse a otro lugar, pues el gobierno cada vez estaba mas cerca de sus pasos.
Durante el paso de los años había descartado y escogido los archivos que publicaría al mundo, le había tomado mas tiempo de lo que esperaba pero al fin estaba a punto de lograrlo, tan seguro estaba que hasta envió una amenaza al gobierno asegurándose que fuera lo mas difícil de descifrar su ubicación.
- Ya casi chicos, ya casi – dijo el hombre hacia la nada mientras preparaba todo para dar el paso final de su plan.
Se detuvo un momento para ir hacia la cocina y tomar algo de café con un pan, durante el proceso se quitó su capucha mostrando su cabello rubio desarreglado, ojeras muy notorias, incluso había perdido condición física durante este tiempo.
Gabriel volvió a su lugar a continuar con su labor, se mantuvo por varios minutos mas hasta finalizar, solo era cuestión de empezar a publicar todo lo que había seleccionado meticulosamente, sin embargo algo sucedió en eso instante.
Ruidos de vehículos y de helicópteros acercándose rápidamente alertaron al hombre, sabia que ya lo habían encontrado, en un acto apresurado presionó el botón para subir todo a la red, una vez hecho eso tomó varias cosas para salir rápidamente de la cabaña esperando hacer tiempo en lo que todo se terminase de subir.
El rubio había tomado su vehículo para escapar a toda velocidad del gobierno el cual estaba a punto de atraparlo, probablemente para matarlo de inmediato, el hombre sintió una explosión tras de sí, apoyándose del espejo retrovisor aprecio como su cabaña había volado en pedazos.
En el Agujero Negro:
Entre la penumbra se podía observar una criatura sin forma especifica, su tamaño era monstruoso superando por creces la de hace 5 años, era casi tan alta para llegar al techo de la celda en la que se hallaba encerrada.
En las paredes se veían múltiples rasguños y algunos agujeros no tan profundos causados por las puntas y cuchillas súper afiladas que tenia aquella criatura al final de sus apéndicesp, que funcionaban como patas y armas a la vez.
Aquellas letales armas que cortaban el concreto como cubos de mantequilla, ahora estaban siendo detenidos por esas paredes que no se sabia con exactitud de que estaban construidas, si eran alguna clase de aleación con el acero, pero eran extremadamente resistentes haciendo honor al nombre de la celda como la mas segura de todo el lugar.
La criatura revirtió su transformación revelando al joven tras de ella, a sus “19 años” su cabello había vuelto a crecer, y su estatura también había aumentado, aunque en realidad debía tener 22 años a pesar de que su cuerpo decía otra cosa, por razones del destino que aún no comprendía 3 años de su edad habían sido arrancados gracias a un hechizo.
No le busco respuesta a algo que posiblemente no la tenga, es mas, hasta había llegado a acostumbrarse de cierta manera a su “rejuvenecimiento”, le traía ciertas ventajas, como por ejemplo, ahora a pesar de haber pasado 5 años encerrado había crecido mucho mas que la vez anterior que había tenido 18.
Mientras tanto a varias celdas de distancia estaban otras dos que se hallaban unidas por un pequeño ducto de ventilación, cuyas prisioneras charlaban entre si con el único fin de mantenerse cuerdas en tan oscuro y frio lugar.
El encierro si las había afectado considerablemente, casi no habían crecido nada desde entonces, su cabello tampoco daba signos de haber crecido tampoco, ni el de Luna mucho menos el de Sam, su piel había palidecido y su estado físico estaba muy desgastado.
La estancia poco agradable del lugar se resumía a la “comida” que daban cada vez que se acordaban, junto a la falta de luz y duchas con agua helada los habían llevado a tal estado, y aunque Saunders pareció acostumbrarse mas al frio, ellas aun no lo hacían, pero deberían soportarlo hasta el día en el pudieran salir.
Aunque no hayan vuelto a saber de Gabriel en años no podían perder la esperanza.
2 años después:
Parecía ser un día “normal” en el lugar con actividades monótonas, pero no, de repente un fuerte temblor sacudió las instalaciones haciendo crujir las paredes, Saunders tomo esto como una posibilidad para salir por lo que se transformó y empezó a golpear las pequeñas fisuras de los muros.
Con el paso del tiempo y con la práctica había logrado controlar esa forma, transformándose y des-transformándose a voluntad, había acostumbrado su mente a las nuevas habilidades que obtenía, tales como la velocidad, oído muy agudo y hasta visión nocturna.
Él se hallaba golpeando el muro cuando un segundo temblor afecto el lugar resquebrajando aun mas los muros, el joven no se detuvo y siguió en lo suyo, sin embargo un tercer y mas fuerte sacudón logro hacer que todo colapse haciendo caer varios escombros sobre la criatura.
Se tomó su tiempo antes de reaccionar y recobrar el conocimiento, al enterarse que estaba sepultado y aun mantenía su transformación uso sus fuertes patas para impulsarse hacia arriba apartando todos los escombros que tenia encima.
Una vez fuera pudo apreciar por primera vez en años la luz solar, aunque la vista fue claramente opacada por el humo que expulsaba el lugar en el que se hallaba, un enorme cráter de cientos de metros de profundidad, había fuego y escombros por todos lados, pero lo que mas llamó su atención fue el sonido de un helicóptero, al cual revirtiendo su transformación se acercó para pasar desapercibido.
Al llegar se escondió entre una columna de humo, lo que logro ver le llamó mucho la atención aunque se tomo su tiempo para analizar la situación, logró reconocer a dos personas familiares, apreció como Luna, una de las hermanas de Lucy era cargada estando inconsciente siendo llevada hasta el helicóptero por un sujeto que recordaba haber visto acompañando a Grimm, aunque no recordaba su nombre.
- Luna – dijo para si mismo sintiendo como su voz se hacia ronca por el aire contaminado.
La aeronave empezó a elevarse alertando al muchacho, tuvo que reaccionar de inmediato para lograr alcanzar las bases de apoyo de un gran salto, se sujetó fuertemente en lo que el helicóptero se elevaba revelando el paisaje.
El enrome cráter era una muestra de como estaban los alrededores, se veía una cuidad en ruinas con fuego y humo por todos lados, sin olvidar el aire tan tóxico y olor desagradable que se podía percibir.
- ¿Qué diablos paso aquí? – se preguntó el joven para si mismo observando con incredulidad el deplorable aspecto de la cuidad.
Estaba indignado y molesto, todo indicaba que la cuidad había terminado en un caos por una u otra razón, no pudo evitar relacionarlo con el gobierno, ya que era lo único capaz de causar un desastre de esa magnitud, no por nada habría venido una de los aliados del presidente solo para recoger a algunos reos, algo mas estaba planeando.
Fuera lo que fuera no planeaba permitírselo, por ello termino de trepar hasta lograr infiltrarse a la cabina trasera del helicóptero, ahí descubrió que había mas personas a bordo, a parte de Luna y aquel sujeto estaban 3 mas, el piloto junto con el otro eb la parte delantera, y atrás estaban atados Luna junto a dos mas a quien reconoció como Sam, la chica que andaba con Luna, y por ultimo un hombre adulto al cual no reconocía para nada.
De la manera mas sigilosa desató al grupo, pero cuando logro escuchar que se le acercaban por las espaldas, en un rápido movimiento se giró y logró enfrentar a su contrincante haciendo que falle un disparo que iba directo a su cabeza, era aquel hombre, al forcejear pudo verlo mas de cerca acordándose de su nombre, Jimmy.
Ambos lucharon por el control del arma, pero el hombre dio un golpe bajo para ganar ventaja, al ganar distancia Jimmy empezó a soltar disparos lo cuales eran milagrosamente esquivados por Saunders quien pensaba en como acercarse sin recibir un tiro, transformarse no era una opción ya que no cabría en la cabina.
Los frenéticos disparos lograron alcanzar al piloto de la nave hiriéndolo de muerte, este se desplomó sobre el panel de controles haciendo que el helicóptero pierda en control de una forma brusca, haciendo perder el equilibrio a quienes yacían luchando.
Saunders estuvo a punto de caer al vacío, de no ser por que logro sujetarse del borde a tiempo, se apresuró a abordar nuevamente antes que al otro se le ocurra empujarlo, al subir aprovechó que Jimmy apenas y se estaba incorporando para poder propinarle un fuerte golpe lanzándolo así hacia la cabina de control, en donde pareció desmayarse.
Con la nave fuera de control y sin nadie capaz de maquinarla, había que buscar una salida, afortunadamente habían 4 paracaídas equipados en la cabina junto a las provisiones de emergencia, cabe resaltar que en ese momento también empezaban a despertar el trio restante.
- Saunders – dijeron el par de chicas al unísono al ver al chico apenas y recobraron el conocimiento.
- Luego nos reencontraremos como se debe, ahora todos debemos abandonar este helicóptero, hay uno para cada uno – dijo rápidamente mientras tomo un paracaídas y se lo colocó, a su vez que en una mochila aparte metía tantas provisiones como podía, incluyendo medicinas, vendas, armas y algo de comida.
Todos asintieron, hasta el hombre que también estaba con ellos tomo la iniciativa pasándole uno a Luna en lo que Saunders seguía abasteciéndose, la castaña se lo colocó y en cuanto se volteo nuevamente se encontró con Sam, el tiempo se detuvo para ellas mientras se acercaban con ojos llorosos.
Su momento fue interrumpido, ya que en un rápido movimiento alguien tomó a Sam del cabello y de un tirón la atrajo hacia si mismo, Jimmy se había levantado y tenia a la rubia como rehén, el joven pelinegro no se había percatado por estar recogiendo suministros.
- No se irán así de fácil – aseguró seriamente el hombre mientras ponía a la chica contra pared que dividía las cabinas, manteniendo siempre su arma apuntando a la cabeza de la antes mencionada – denme un paracaídas si no quieren que su amiga reciba un balazo – amenazó fríamente.
Luna estaba furiosa e impotente, al igual que el resto estaban acorralados, si se le entregaba lo que pedía quedaría faltando un paracaídas para alguien, por lo que se tuvo que pensar rápido, dando paso a un plan que esperase que funcionara.
Saunders dio un paso al frente y le entregó lo que queria, Jimmy sonrió victoriosamente y empezó a colocárselo como pudo con un solo brazo, todo bajo la sorprendida mirada del resto, el chico solo mantenía un semblante neutral en lo que esperaba.
- Nos vemos en el infierno – dijo Jimmy guardando su arma antes de saltar rápidamente hacia el vacío.
El chico esbozo una sonrisa ante la mirada confundida del resto de presentes quienes no sabían que pensar ante lo sucedido.
- Bien, Sam, toma colócatelo y preparémonos para saltar también – mencionó entregando un paracaídas a la rubia, a lo que consternada ella hizo caso.
- Pero si le acabas de dar uno a ese tipo ¿Cómo vamos a saltar todos entonces? Nos faltaría uno mas – cuestionó el hombre adulto que estaba con ellos.
- No, calma, lo que en realidad le di fue la mochila con los suministros, que suerte que no se dio en cuenta – respondió rápidamente.
El trio se quedó estupefacto ante la revelación, luego de fijarse mas en el detalle se dieron en cuenta de que era enserio, todo el grupo tenia su respectivo paracaídas y estaban listos para saltar.
- Ya vámonos, no quiero estrellarme con esta cosa – añadió Saunders acercándose al borde.
Él tomó un respiro y saltó, fue seguido por el hombre quien hizo lo mismo y por ultimo las chicas quienes saltaron a la vez tomándose de las manos, desplegaron sus paracaídas cuando vieron que el chico lo hizo, y así, controlaron lo mas que pudieron su descenso hasta llegar a una planada.
- Gracias por la ayuda muchachos, a pesar de que no los conozca para nada, les agradezco mucho – el hombre adulto fue el primero en hablar.
- De nada, no podíamos dejarlo ahí – contesto sutilmente el joven pelinegro.
- Un gusto, me llamo Eddie – se presento el hombre.
- Yo soy Saunders – se presento el joven.
- Yo me llamo Luna – dijo la castaña – y ella es mi novia Sam – señaló a la rubia.
- Es mi imaginación o ustedes 3 ya se conocían – mencionó Eddie de forma curiosa.
- Es cierto, llevamos años que nos conocimos, solo que ahora volvemos a vernos de frente después de muchos años – respondió la chica del mechón azul que por cierto milagrosamente aun se le notaba.
- Ya tendremos tiempo para conocernos en el camino, mejor movilicémonos, aprovechemos eso para recoger los suministros ya que no cayeron muy lejos de aquí – dijo Saunders empezando a caminar hacia una dirección en especifico.
El resto del grupo asintió y lo siguió hasta igualarle el paso, durante la caminata se dispusieron a charlar entre ellos con el fin de conocerse, mas bien conocer a Eddie ya que el trio restante ya había interactuado mucho antes.
Tras una grotesca escena se alejaron del lugar en donde “aterrizaron” los suministros, caminaron y caminaron sin saber a donde, pero mantenían el rumbo, primero que nada, tenían que ponerse al día con todo lo que había pasado durante el tiempo que estuvieron ausentes.
Continuará...
U
n poco sobre como se salvaron nuestros protagonistas líderes de la revolución, era necesaria esta parte, ya sabrán mas adelante el por que, aun quedan varios misterios por resolver.
Ya en el próximo cap retomaremos la línea normal, con todos nuestros protagonistas reunidos, y si es algo de acción lo que esperan, pues si, claro que la tendrán.
.
.
.
Alex regresa luego de un no tan corto descanso jehe, no tengo ninguna excusa esta vez, nada que no haya dicho ya antes, asi que solo me abstendré a esto.
Espero que les haya gustado el capítulo, no olviden votar y comentar que tal les a parecido.
Sin nada mas que decir Alex se despide...
*inserte videomeme de "Hasta la próxima"*
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top