Capítulo 49 : Genocida

En varios cambios de cámara rápidos se podían ver como las tropas de “Paz y fe” perseguían y atrapaban a varios grupos de personas, a los que era atrapados los transportaban sedados y neutralizados, llevados a bordo de camiones blindados, helicópteros, y hasta barcos o aviones comerciales si es que venían de países del exterior.

Eran descargados por montones en lugares en específico, Washington y Royal Woods, para luego hacer un enorme fila antes de ser juzgados, se decidía quien era apto para una tarea o si eran “dignos” para ingresar y si en caso se demostraba que no lo eran, eran desechados y arrojados hacia afuera del Domo; habían dos de estos, uno en cada cuidad antes mencionada.

Por fuera se podía ver como una enorme edificación de grueso cristal protegía a una parte de la cuidad la cual se veía restaurada como si nada hubiera pasado, en la zona central habían hogares de grandes tamaños similares a los departamentos, aunque las partes mas alejadas del centro y las que llegaban a los bordes aun estaban en ruinas debido a que las construcciones estaban aumentando y expandiéndose de a poco, pero lo que tenían en común ambos domos era que tenían un edificio en el centro, un generador de energía y que El Complejo estaba entre las edificaciones.

También se podía ver una interminable fila de personas que estaban siendo retenidas en contra de su voluntad por unos soldados equipados con armas de fuego que patrullaban la cola desde cerca para evitar algún escape, los vigilantes eran sujetos sumamente extraños a los ojos de la gente capturada, aquellos hombres mas parecían robots antes que personas, pero lo que incomodaba a los reos no era su imperturbable ruta y postura, si no que también estaban autorizados de asesinar fríamente todo aquel que llegue a irrespetar la fila.

En la única entrada se podía ver como habia antes siquiera de llegar al domo habia un cámara de  desinfección y esterilización para todo aquel que entrara y saliera, tanto a pie como vehículos terrestres y aéreos, la fila llegaba hasta el interior de la cámara en donde habia un puesto de control con dos hombres a cargo quienes escogían siguiendo las reglas y condiciones al pie de la letra.

La reglas decretadas por Grimm y Hill eran claras, solo pasarían la gente con muchísima influenza y con un patrimonio lo suficientemente grande para pagar una vivienda dentro del Domo, luego estaban las personas que no habían sufrido tantos efectos adversos de la radiación, ellos eran meticulosamente escogidos, seleccionando solo a los que estaban mas sanos los cuales podían ser tanto hombres, mujeres, niños y ancianos, todos los “aptos” iban directo a trabajar como esclavos en el núcleo de la cuidad lo que abastecía de energía a toda la cuidad, el resto eran rechazados y arrojados hacia afuera.

Pero tampoco era tan fácil, habia ciertos puntos mas que podían darle un giro a la situación, los mas rechazados eran los que les faltaban miembros del cuerpo, así sea un solo dedo eso marcaria la diferencia entre si entras o no, además que la orientación sexual era un punto importante, nadie que sienta atracción hacia su mismo sexo o que tenga otra orientación distinta a la heterosexual o la asexual podían entrar, podrían ser multimillonarios pero si no cumplían con este “requisito” no serian admitidos.

Esto aplicaba para ambos domos, el de Washington dirigido por Grimm y el de Royal Woods dirigido por Hill, quienes revisaban y vigilaban que no solo los que vivian dentro del domo si no también a los que vivían fuera de el respetaran sus normas, y si en caso alguien mostraba diferentes ideologías serian perseguidos hasta verlos muertos.

Los blancos perfectos eran grupos de sobrevivientes que se aliaban para defenderse y cuidarse la espalda de saqueadores o gente malintencionada, estos eran los principales opositores de la monarquía quienes luchaban por sus familias y amigos a costo de sus propias vidas con tal de encontrar algo que se pudiera comer día a día.

Habían muchos de estos por las ciudades vecinas a los que se encontraban ubicados los domos, unos eran mas numerosos que otros, aunque las cantidades variaban cada día ya que a diario llegaban mas personas de distintas partes del mundo y/o también morían unas cuantas a causa de la radiación.

Estos clanes cuando se encontraban solían unificarse y volverse uno solo, raras veces solían pelear entre ellos por recursos por que estaban conscientes de que tenían el mismo objetivo y enemigo en común, de esa manera crearon su sociedad a la cual se le llamó “La resistencia”, debido a que mantenían luchas contra las tropas del Domo y también se dedicaban a rescatar a la gente que era rechazada y arrojada al exterior.

Múltiples batallas se dieron a cabo y aunque siempre eran menores en número no les fue impedimento para luchar con toda la determinación que tenían, dicho valor les llevo a ganar varios de los enfrentamientos que tenían, solamente perdían cuando la superioridad en número era excesiva que hasta los triplicaban, llevando así a que tengan que morir en múltiples veces.

Esto estaba sucediendo ahora mismo en la no tan lejana cuidad de Detroit, fue uno de los pequeños poblados que perecieron ante el caos y se inundaron en la anarquía, era el clan menos organizado que habia, ya que la paranoia y las luchas internas eran excesivas, haciéndolos muy vulnerables a los ataques como el que estaban teniendo en ese instante.

Las tropas de la “Causa” habían descubierto su escondite y estaban acabando con todo a su paso dejando detrás de si un rastro de muerte y destrucción, el clan no tenia ningún plan de como contratacar en caso de una emboscada, empezaron a perecer poco a poco bajo las manos de aquellos sujetos.

Solo peleaban desesperadamente sin llegar a dar de baja a ninguno de sus rivales, sus armaduras y escudos de ultima tecnología parecían resistir impactos de armas de bajo calibre, las de mas alto calibre los hacían retroceder y apenas les causaban heridas, lo único que podría haber funcionado son las catapultas pero desafortunadamente no tuvieron tiempo, solo les quedo luchar hasta morir.

...

Ahora regresamos a una de la ciudades en los Domos, Washington para ser exactos, vemos descender a un helicóptero que bajo por una rejilla descapotable en la parte superior del domo, pasando por un estricto protocolo de desinfección y esterilización tanto para la nave como para sus tripulantes, que a diferencia del resto que aterrizaban en el exterior estos traían trajes anti-radiación.

El grupo ingresó a un pequeño edificio central en donde de a poco fueron separándose y cada uno tomando su propio camino, pero nos centraremos en un individuo en especifico, este caminaba hasta llegar al ultimo piso en donde se encontraban varios aparatos electrónicos de control,  pero no era eso lo que buscaba, mas bien buscaba a alguien.

- Señor Grimm – saludó el hombre una vez que divisó a su objetivo entre todas las maquinas y personal.

- Corey – saludo el antes aludido - ¿Tienes noticias? – pregunto sonando ansioso mientras dejaba su actividad de lado.

- Nada nuevo señor, la radiación sigue siendo peligrosa y no se lograría crear vida a largo plazo si no esta en el Domo, nada duraría allá afuera mas de 2 meses sin una protección...además bueno que ya acabamos con varios clanes de “la resistencia”, nos deben faltar como unos 5 nada mas – enlistaba el otro sujeto en lo que se quitaba la máscara anti-radiación revelando su rostro y su cabello castaño.

- ¿No hay nada mas? – cuestiono el líder con una clara insatisfacción.

- Si lo dice por Jimmy...aun no sabemos nada de Él, su helicóptero desapareció estando en pleno vuelo, nadie a podido encontrar una sola pieza de ese helicóptero – decía Corey suponiendo lo que su jefe pudiese estar deseando escuchar.

- ¿Pero como es posible? Un transporte de ese tamaño no puede simplemente desaparecer – Grimm se quejaba con un disgusto notable – necesitaba a Jimmy para que mi plan no tenga fallas...ahora tengo que estar mas pendiente a que el Padre Hill no comenta errores al dirigir el otro Domo – agregó bastante inconforme.

- Yo creo que el sacerdote lo a hecho bien hasta ahora, de hecho fue Él quien puso la mayor parte de las condiciones de entrada al Domo – menciono el contrario.

- No lo digo por las restricciones de ingreso – comento el pelinegro – lo digo por todo el papeleo que tiene que hacer aparte de eso – afirmaba la verdadera razón de su preocupación.

- Eso es cierto señor, no hay nadie que pueda ayudarlo con eso – Corey secundó el enunciado de su jefe estando de acuerdo con Él.

- Tendremos que conformarnos con eso por ahora – dijo el presidente sin tener otra opción – mejor volvamos al trabajo – ordenó levemente ya una vez que volvía a relajarse.

- Esta bien señor – el hombre accedió a dejar el tema de lado.

El par se retiró de la sala de controles y se dirigió otro salón en donde habia dos enormes monitores que casi ocupaban por completo el muro en donde estaban instalados, en la una se podía ver un mapa en tiempo real y en la otra se notaba como era un radar para detectar objetos y/o personas ya que habían incontables puntos en verde de los cuales la mayoría estaba en movimiento, mientras que en las otras 2 paredes restantes habían computadoras para el control de las antes mencionadas pantallas, habia un par de hombres trabajando como era de costumbre; Corey y Grimm se sentaron en sus respectivos puestos de trabajo y se pusieron manos a la obra.

...

Mientras tanto en Royal Woods podemos ver como estaba Hill junto a un grupo de hombres esperando pacientemente en una sala estando todos de pie, miraban a través de un cristal como en la sala anterior se realizaba el protocolo de desinfección a otro grupo de personas y a su vehículo.

Al cabo de un rato dicho grupo entro por la puerta de cristal también, a medida que los dos conjuntos se acercaban sus pasos se hacían mas lentos, todos los presentes mantenían semblantes serios a excepción de Hill quien solo esbozaba una gran sonrisa.

- ¡Que afortunados somos de tener al mismísimo Papa en este lugar! – anunció Hill con toda la intención de burlarse.

- Cumplan con su parte – exigió uno de los acompañantes del mencionado mientras se ponía entremedio defendiendo al Sumo pontífice.

- Eso les pasa por hacer tratos conmigo, no pudieron soportar la tentación de la oferta que les di, si que son egoístas solo piensan en ustedes, ahora tendrán que regirse a las reglas si quieren permanecer aquí – mencionó el sacerdote sin borrar las sonrisa de su rostro.

- Ya entendimos, solo llévennos a nuestro lugar – dijo el mismo hombre de antes con vergüenza y enojo en su voz.

Hill soltó una carcajada e hizo una seña dando la orden de que todos lo siguieran, el grupo fue guiado a través de la cuidad en donde se pudo apreciar que el exterior esta devastado sin ningún rastro de vida y que a medida que se acercaban al centro las edificaciones eran mas presentes, y justamente en el centro del domo habia un gran edificio de unos 6 piso de altura, con una enorme cruz adornando la azotea.

El grupo rodeo el edificio y paso cerca del generador de energía de la cuidad hasta por fin llegar a la zona de departamentos, no tomaron un vehículo por 2 razones, la primera por que eran un grupo muy grande y la segunda por que Hill los hizo caminar apropósito para burlarse con comentarios ofensivos e hilarantes del sumo pontífice y sus acompañantes.

A solo momentos de llegar un empleado hizo aparición y se acercó para decirle algo en voz baja al sacerdote, este ultimo también emitió una conversación inaudible, asintió y fue entonces dicho empleado se retiro; el viejo castaño detuvo el grupo antes de hablar.

- Francis, lleva a los caballeros a sus departamentos por favor...tengo un asunto que me urge atender – pidió Hill en lo que tomaba la dirección contraria junto a la mitad de su equipo.

Nadie no objetó nada, solo siguieron a aquel hombre que era el nuevo encargado de guiarlos, mientras que el sacerdote y sus acompañantes ingresaron al edificio central, tomando el ascensor subieron hasta el sexto piso y entraron a una sala de seguridad parecida a una celda.

- Si que me estoy llevando varias sorpresas el día de hoy ¿no? – nuevamente Hill se burlaba entre risas.

Las personas que estaban al otro extremo de la sala apoyadas sobre la pared se veían en un mal estado, tenían cortes y moretones por todos lados, las heridas sangraban poco a poco y estaban encadenados al muro, este pequeñísimo grupo levantó la mirada lentamente al escuchar que alguien mas estaba en la sala.

- ¿Qué? ¿No saludarán? Pensé que tendrías modales Vladimir – cuestionó el viejo hombre soportando las ganas de tirarse a reír.

El mencionado solo frunció el ceño sin decir nada pues la cantidad de golpes que habia recibido en el rostro no se lo permitía, solo se limito a mirar con disgusto a quienes tenia frente a Él, su par de consejeros que lo acompañaban yacían desorientados sin estar consientes de lo que les estaba pasando.

- Debí suponer que no estarían de acuerdo en unirse con nosotros, ahora tendrán que morir – el viejo hombre se dijo a si mismo aunque fue perfectamente audible para todos en la sala – descuiden, muy pronto estarán con los “suyos” – agregó haciendo énfasis en la ultima palabra mientras daba media vuelta y se retiraba del lugar junto sus hombres.

Aseguraron la puerta tras de sí, no obstante antes de alejarse unos 10 pasos de la entrada se detuvieron a raya al ver como un sujeto vestido con una toga en azul obscuro emergió de un punto muerto en donde la luz no llegaba, Hill lo reconoció al instante por lo que fue el primero en acercarse.

- Clyde, que gusto el tenerte aquí – saludó animadamente el viejo hombre.

- Buen día señor – el contrario le devolvió el saludo educadamente - ¿Hay alguna misión que deba cumplir? – preguntó el sujeto con un extraño esmero en su voz.

- Ahora que lo dices...creo que tengo trabajo para ti – respondió Hill en lo que guiaba al hombre encapuchado hacia la puerta de la cual habían salido – dentro de esta sala hay 3 sujetos, mátalos, pero deja al presidente Vladimir vivo – ordenó mientras quitaba todas la cerraduras de la puerta.

- Entendido señor – dijo Clyde con la orden clara.

- Ah, si...y recuerda reservar la sangre, puede servirnos para un ritual con los del “Orden Mundial”...si es necesario exprímelos hasta que no les quede nada -  agrego el sacerdote dando media vuelta y procediendo a retirarse.

El joven de piel oscura asintió y despidiéndose de su jefe quien ya se retiro junto a sus hombres, el chico terminó de abrir las puertas, y antes de entrar se quitó la capucha revelando así su rostro, de un solo empujón abrió la puerta de golpe sorprendiendo y asustando a quienes yacían dentro.

- Buen día caballeros, sean bienvenidos a “La era divina del hombre” – anunció Clyde con la voz llena de malicia y con una aterradora sonrisa adornando su rostro.

La puerta se cerró y no se pudo escuchar nada mas, la sala anti ruidos hizo el trabajo de mantener el sonido de lo que sea que estuviese pasando ahí dentro, cabe resaltar que la puerta no volvió a abrirse después de un par de horas.

...

Horas mas tarde:

Un hombre corría apresurado hacia la sala en donde se encontraban sus superiores para notificarles del hallazgo que acababa de hacer, llevaba consigo una tableta digital la cual revisaba frecuentemente para asegurarse de que estaba en lo correcto.

- ¡Señor Grimm! ¡Tenemos novedades! – anunció aquel empleado en voz alta una vez que ingresó a la sala, su tono de voz llego a llamar la atención de todos los presentes quienes lo miraron con extrañeza.

- ¿De que se trata? – preguntó el alto sujeto después de que ordenara con una seña que todos volvieran a sus respectivos trabajos.

- Encontramos la ubicación de un de los grupos de “La resistencia”,  y esta resulto ser la mas numerosa de las que quedan – respondió el empleado tan rápidamente como le fue posible – según los datos recogidos consta que ya se han unificado mas grupos quedando ahora solo 3 – agregó a su anterior enunciado.

- ¿Qué tan numeroso es el grupo? ¿Dónde esta ubicado? ¿Qué tiempo llevan unificados? – interrogó el presidente con suma curiosidad.

- Se podría decir que hasta superan al ejercito de Royal Woods, este clan esta asentado cerca de las playas en Florida, el tiempo que llevan unidos aún es desconocido – contestó el hombre revisando los datos de su tableta digital.

- Son muchos...no puedo enviar a todo el ejercito de Washington a atacarlos eso nos dejaría sin defensas, ni tampoco enviar solo la mitad, no serian suficientes – Grimm analizaba la situación pensando en voz alta.

- ¿Qué tal si envía la mitad de nuestro ejército junto a la otra mitad del ejército de Royal Woods? Eso nos aseguraría un punto a favor al ganarles en número – sugirió Corey quien dejo su trabajo para unirse a la conversación.

- Por supuesto, es buena idea... – el presidente tomó la sugerencia animadamente – y para asegurarnos, enviaré a Clyde con ellos – anunciaba con una sonrisa confiada.

- ¿Quiere que le avise al señor Hill sobre esto? – preguntó el joven inventor.

- Claro, ve y cuéntale todo – asintió el líder, y con esa orden dada Corey se levanto de su lugar y salió de la sala – gracias por el aviso, puedes retirarte y continuar con tu trabajo – agradeció amablemente dirigiéndole la palabra al empleado que habia traído las noticias.

El hombre asintió y se retiró del lugar, Grimm también salió unos minutos después para tomar un ascensor hasta los pisos subterráneos, así es, este edificio era una reconstrucción y remodelación de la Casa Blanca, por dentro seguía siendo la misma en cuanto a habitaciones, pasillos, elevadores, etc.

Descendió hasta un laboratorio en donde apenas y puso un pie adentro fue recibido por un encargado que le dio a conocer sobre todo el proceso realizado detallando que estaba concluido ya, y que era lo que aun le faltaba mas trabajo.

- Probamos los sueros de fuerza en los individuos 1 y 3 obteniendo buenos resultados...el suero de resistencia en el sujeto 3 con excelentes resultados...el sujeto de prueba 2 no a reaccionado efectivamente a ninguno de los sueros, ni siquiera parece obedecer a los nanobots que implantamos en su cerebro, a diferencia del sujeto 1 del cual ya tenemos el control absoluto – enlistó aquel científico que se hizo presente con su bloc de notas.

- Bien me gustaría ver los que ya estén listos y que estén 100% seguros – pidió el presidente.

- Sígame señor, se los enseñaré – dijo el hombre del laboratorio guiando a Grimm a través de la sala.

Mientras tanto en los pisos superiores, Corey ya habia dado aviso a Hill sobre las novedades, este último habia accedido sin refutar, y ahora mismo ambas partes de los ejércitos ya habían salido de los Domos a bordo de vehículos terrestres luego de haber fijado un punto en donde se encontrarían.

Continuará...

Agradezco a todos por la espera, eh tenido que reorganizar todo mi horario debido a este nuevo trabajo que tengo, peri descuiden, una vez que me acoatumbre bien, las actualizaciones serán mas frecuentes.

Espero que les haya gustada este capítulo que da paso a uno de los caps, que mas eh querido redactar.

El "Capítulo 50 : Guerra liberal", sera un súper especial, tendremos muchismas sorpresas y revelaciones, asi que esperenlo amigos.

Sin nada mas que decir, Alex se despide...

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