Capítulo 46 : Desorden mental
Hombres vestidos con batas de laboratorio y con overoles tomaban rutas cruzándose entre sí de forma frecuente, caminaban con prisa intercambiando palabras y ordenes entre ellos, era como por así decirlo, un caos organizado, ya que nadie chocaba contra nadie ni nada, pero si una persona ajena intentaba mezclarse entre toda esa multitud no duraría ni un minuto antes de chocar con alguien y/o alterar la coordinación en los caminos de ida y vuelta que tenían aquellas personas.
Entre todo ese cúmulo de gente podemos identificar fácilmente a una persona en especifico, su gran altura y tamaño ayudo a que notarlo fuera tarea fácil para una segunda persona que se venia acercando desde el exterior.
Este individuo se abrió paso entre los trabajadores al esquivarlos fácilmente, pues conocía muy bien el sistema de movilización, evitó toda charla a toda costa, pues tenia prisa para llegar al centro del inmenso lugar en donde se encontraba el hombre al cual antes había divisado.
- Señor Grimm, traigo malas noticias desde Royal Woods – notificó apenas y se acercó lo suficiente.
- Corey, a ver, dime ¿Qué paso ahora? – pregunto el antes aludido sonando algo irritado.
- Las masas siguen enfurecidas, Jimmy me dijo que las manifestaciones en las salidas y entradas del Complejo han hecho imposible el usar vehículos terrestres para las misiones, me conto que apenas y salían la multitud les bloqueaba el paso, la única forma de salida que queda es por vía aérea – el joven hombre informó con un tono preocupado en su voz.
- ¿De nuevo? – se quejó el alto sujeto – Ahora no puedo ocuparme de eso – agrego mientras intentaba volver a lo que estaba haciendo.
- Pero señor, ya hemos dejado pasar esto por meses y meses, no falta mucho para que esa gente se trepe por las paredes y linchen a Jimmy – Corey se opuso a la falta de importancia que su jefe le daba al asunto.
- Esta bien...si insistes en eso haremos algo al respecto – accedió el presidente aunque sin muchas ganas – toma mi lugar, yo me encargare de eso – ordenó seriamente mientras le daba su espacio de trabajo.
- Entendido señor – el joven hombre se sentó frente a una computadora y sin perder el tiempo empezó a trabajar - ¿Nada mas aparte de esto? – preguntó señalando el monitor.
- Vigila que estos idiotas hagan bien su trabajo – dijo en voz baja solo para Corey lo escuchase.
El joven inventor asintió y regresó a su trabajo, por su parte Grimm salió del enorme taller esquivando a todo el personal y sin mencionar palabra alguna, cruzando sala tras sala llegó hasta una zona de parqueadero, de ahí abordó su vehículo con el permiso solicitado salió de aquel lugar, el Pentágono.
Una vez que se censorio que estaba lo suficientemente alejado y que no hubiese nadie mas de curioso procedió a realizar una llamada telefónica desde su teléfono celular, espero pacientemente mientras continuaba conduciendo con su brazo libre.
- Al parecer aún te acuerdas de mi Grimm – mencionó la voz al otro lado del teléfono, cuya tonalidad era algo áspera y ronca.
- Buenos días Padre Hill – saludó el pelinegro algo burlón.
- Si me llamas es por que tienes un problema algo serio ¿O me equivoco? – cuestionó el sacerdote suponiendo lo obvio.
- Esta en lo correcto – el contrario confirmó a la suposición.
- Bien entonces dime, ¿Para que me necesitas? – preguntó de forma curiosa.
- Quiero deshacerme de unas cuantas personas de manera silenciosa – contestó el presidente de forma fria.
- Supongo que quieres que libere al sicario ¿no es así? – cuestionó el contrario.
- Exactamente – afirmó el pelinegro.
- ¿Quiénes son las victimas en esta ocasión? – preguntó Hill.
- La familia Loud – respondió sin mas con total normalidad.
- No cuestionaré tus deseos, pero recuerda ellos son numerosos, acabar con todos tomará algo de tiempo – accedió sin refutar pero recalcándole una cierta condición.
- Esta bien, que haga lo que tenga que hacer – mencionó aceptando el contratiempo que puede llevar.
- Se ha decidido entonces... - anunció el sacerdote – lo hare ahora mismo, me despido Grimm – mencionó finalizando con su conversación.
- Gracias Padre Hill, nos vemos – el aludido se despidió de igual forma colgando la llamada al terminar de hablar.
Grimm continuo con su conducción alejándose cada vez mas del Pentágono, su destino era El Complejo de Washington pues con lo sucedido tenia que tomar cartas en el asunto de alguna manera, mientras que por otro lado podemos ver al viejo sacerdote quien se encontraba en una sala con baja iluminación.
A paso moderado se acercaba a un extraño lugar en donde la escasa luz apenas llegaba, se lograba distinguir un panel de seguridad en el muro, en el cual Hill digitó una larga contraseña con una velocidad envidiable, un sonido parecido a una alerta se emitió acompañado de una brillante luz roja que parpadeaba desde el centro de la sala.
Las paredes se abrieron revelando una nueva sala en total oscuridad, no se podía distinguir nada de su interior, ni siquiera ver que tan grande o profunda era ya que el viejo hombre solo caminó hasta donde antes estaba el muro.
- Levántate, tenemos una misión para ti – dijo en un tono autoritario.
- ¿Quiénes son los objetivos? – preguntó fríamente, la voz que salió desde el oscuro salón, aquella voz se escuchaba parcialmente mecánica como si fuera la de un robot, pero a la vez aun se escuchaba como alguien humano.
- La familia Loud de Royal Woods – respondió el viejo hombre a la incógnita – puedes tomarte el tiempo que tu quieras, no tenemos prisas – agregó sugerentemente.
- Lo tengo claro – una vez mas el desconocido hablo de una forma mecánica.
- Iré a abrir las puertas, tu alístate para partir – avisó el sacerdote antes de marcharse del lugar dejando las puertas abiertas.
- Entendido señor Hill – dijo finalmente considerando las palabras del viejo hombre.
Hill desapareció del lugar así como había mencionado, dejando el sitio con solamente el desconocido ser aun dentro del oscuro salón secreto, solamente se podía escuchar algunos sonidos de articulaciones mecánicas moviéndose, además de varios sonidos de arrastre, todos esos ruidos provenientes de la sala que aun continuaba en la negrura absoluta.
...
Royal Woods (a la misma hora):
Lucy yacía observando atentamente un monitor con varios videos como un sistema de seguridad, la pelinegra se veía bastante demacrada, cada vez estaba mas delgada sin contar que su cabello estaba empezando a caerse de a poco, el flequillo ya no le cubría ninguno de sus dos ojos haciendo mas notorias sus ojeras y por ende su evidente cansancio.
Ella estaba muy concentrada, sí, pero eso no evito que escuchara como la escotilla del bunker era abierta, a su vez que un par de personas ingresaban a su interior, la chica gótica no se molesto en voltear, por que ya sabia perfectamente de quienes se trataba.
- ¿Sigues aquí? – preguntó una voz que fue fácilmente reconocible para la pelinegra, aquella voz se escuchaba algo cansada como si hubiera hecho ejercicio.
- Tengo que estarlo, Lola – respondió Lucy con monotonía.
- Vamos hermana, sal por un momento, llevas horas frente a esa máquina – pidió de forma comprensivo la tercer persona que estaba en el lugar, del mismo modo su voz se notaba cansada.
- No puedo, tengo que permanecer atenta, solo así podré monitorearlo TODO – respondió la gótica fríamente aunque la ultima palabra la resaltó con un tono bastante aterrador tanto que llego a incomodar a las gemelas.
- ¿Qué no te das en cuenta que estas muriendo en el proceso? Solo mírate como estas – Lola le replicó como una especie de regaño leve.
- Deberían agradecerme – contestó la pálida chica sonando algo irritada – de no ser por mí esos idiotas del gobierno descubrirían que todo es una trampa, y si eso pasa se encargarían de inmediato de nosotros – anunció todavía mas molesta – mantener una proyección de otro lugar del cosmos en el sistema operativo de la NASA no es tan fácil como ustedes creen – finalizó pero con un tono de furia.
- Te creemos Lucy, pero por favor ve y toma un descanso, ve a comer algo...Lola y yo intentaremos cubrirte – dijo Lana de forma pasiva y manteniendo su distancia pues no se fiaba del explosivo carácter que su hermana tenia en estas instancias.
- ¡Esta bien lo haré! – accedió la aludida en un grito – pero si pasa algo no me digan que no se los advertí – mencionó furiosa mientras tomaba su cosas y se levantaba del asiento.
La gótica se encaminó a la salida con el ceño fruncido, las gemelas le dieron el paso manteniendo la distancia pues no querían molestarla aun mas, ya se veía bastante inestable y no querían arriesgarse a tener una mala reacción de ella, si de por si ya era difícil mantenerla cuerda, no se diga el calmarla cuando tiene sus ataques de locura.
Lola y Lana se acercaron y tomaron asiento frente al gran monitor, abrieron un ancho libro que estaba sobre el escritorio, este tenia puntos importantes para el control de la máquina, Lucy lo usaba siempre que no sabia que hacer y ellas lo usarían para lo mismo, pero lo mas importante, habían sacado a su hermana de su prisión autoimpuesta, el resto debe ser considerablemente mas sencillo ¿verdad?
Horas mas tarde:
Lynn Loud llegaba a su casa de una manera muy cansada, pues era ella quien ahora llevaba el mando de las protestas desde que Luan también tuvo que irse de la casa para estudiar su curso universitario, ahora ella era la hermana mayor de la casa.
Subía directo a su habitación por sus cosas para darse una ducha, pero se detuvo frente a la puerta al escuchar algo de ruido en su habitación compartida, o mejor dicho, escucho una melodía y un leve canto, no hacia falta adivinar, sabia perfectamente que era de Lucy.
Entre abrió la puerta solo un poco como para ver a través de la abertura, y ahí encontró a su compañera de habitación sentada sobre su cama entonando una melodía en la guitarra y acompañándola con su canto.
Lynn puso cara de incomodidad, y no era por que la canción no le gustase, de hecho ella admitía que era una hermosa canción, pero lo que realmente la entristecía era el modo y lo que usaba para interpretar la melodía.
Era la guitarra restaurada de Saunders y la canción también fue compuesta por Él específicamente para Lucy.
La deportista sabia muy bien a que su hermana le dolía interpretar aquella canción por que le traía recuerdos, pero aun así decidió no interrumpirla y le permitió terminar lo que había empezando, pero Lynn no se movió de su lugar, ella quiso seguir expectante ya que al parecer Lucy no se había dado cuenta de su presencia.
Tranquilo y silencioso,
Calma tras la tormenta,
Dentro la noche, fuera de la oscuridad,
Encontraremos una luz,
Como las estrellas del cielo.
En cada paso, a cada hora,
Lánzate al cielo,
Persiguiendo las estrellas.
Todo lo que somos,
Todo lo que dijimos,
Aprenderás a volar,
así empezará.
Buscaremos y encontraremos,
Razón y esperanza,
Grande y gloriosa,
Viviendo un sueño,
Tuyo y mío, con euforia.
Buscaremos y encontraremos,
Razón y esperanza,
Grande y gloriosa,
Viviendo un sueño,
Tuyo y mío, con euforia.
Habrá grandes obstáculos,
Muchos bloquearan tu mente,
Ahora o nunca,
debes ser mas fuerte con cada paso.
Dame una señal,
Un lugar a donde ir,
Dime como volar hacia ti,
Atravesando las estrellas.
Abre tus ojos,
Mira desde lejos,
Esperando volar,
Este será nuestro comienzo.
Buscaremos y encontraremos,
Razón y esperanza,
Grande y gloriosa,
Viviendo un sueño,
Tuyo y mío, con euforia.
Buscaremos y encontraremos,
Razón y esperanza,
Grande y gloriosa,
Viviendo un sueño,
Tuyo y mío, con euforia.
La canción terminó con el acorde que Lucy le dio a la guitarra dejando que el sonido se extinguiese, Lynn aun estaba tras la puerta siendo testigo de todo, y para su sorpresa fue diferente como Lucy terminó la interpretación a comparación con las veces anteriores.
En el pasado varias veces había terminado con llanto, o a veces hasta con gritos de frustración por que según lo que escupía al aire: “no la interpretaba como en realidad era o había fallado en un acorde, o no canto con la misma emoción que debería.”
Lynn no entendía por completo el significado de la letra, pero lo que si sabia era que era muy importante para su compañera de habitación, tanto así que se había esmerado tanto en aprender a tocar la guitarra, y frustrándose cada vez que fallaba en su misión, aquella tranquila melodía debió ser algo muy importante para los dos.
Lo único que Lucy hizo fue abrazar la guitarra y tumbarse sobre su cama, no hubo llantos ni gritos como antes, por lo que Lynn supuso que ya estaba empezando a superar la partida del autor de aquella canción, le había tomado tiempo pero era mejor tarde que nunca.
La castaña deportista decidió no ingresar a la habitación por lo que se retiró y esperó a que su hermana se durmiera, no queria tener roces con ella, su relación se había hecho muy tensa, lo que había llevado a muchas peleas tanto verbales como físicas, a veces era estable, pero otras veces tenia un temperamento mucho peor al suyo.
El estado de la gótica no paso desapercibido, eso llevó a que los padres aunque temerosos y con todo el dolor de su alma tuvieron que ponerla bajo aviso, ya que si causaba un alboroto mas tendría que ser llevada de inmediato a un hospital psiquiátrico para tratar con su problema, esta vez ya no estaba Lisa para ayudarla o interceder por ella.
Royal Woods 7:30 PM:
La noche había caído tomando el lugar del atardecer, los patriarcas de la casa Loud ya habían llegado de sus trabajos y se disponían a cocinar la cena juntos como era de costumbre, casi toda la familia estaba en el piso de abajo incluso las gemelas habían salido del bunker luego de cubrir a su hermana por varias horas, ya sentían que se merecían un descanso.
- Niñas, la comida esta casi lista – avisó la madre de familia en voz alta desde la cocina.
- Oído mamá – respondieron las presentes al unísono, las hijas Loud estaba en la sala sentadas sobre el sofá mirando la televisión.
- ¿Alguien puede ir a llamar a Lucy? – preguntó el Sr. Lynn también en voz alta.
Por unos momentos todo se tornó en un silencio bastante incómodo, nadie tenia las agallas para subir, pues temían de la inestable reacción de la aludida, no querían terminar con golpes o con mechones de cabello fuera.
- Yo iré – Lynn se alzó entre el resto de sus hermanas, sonando decidida.
- Cariño, solo no pelees con ella por favor – rogó la Sra. Rita, en su voz se notaba a ciegas su preocupación.
- Lo intentaré – mencionó la castaña antes de empezar a subir por los escalones.
La joven deportista pensaba hacer 3 cosas de golpe, primero llamar a su hermana, luego tomaría la ducha que dejó pendiente y finalmente aprovecharía para hacer las pases con Lucy, ya estaba cansada de todas las peleas que estaban teniendo solo queria estar en paz de nuevo con ella.
Sin embargo conforme se acercaba a la puerta logró distinguir unos sonidos extraños provenientes del interior, los reconocía bastante, y eso la incomodó de sobre manera, rápidamente abrió la puerta de golpe esperando no ver lo que suponía, pero desafortunadamente había estado en lo correcto.
- ¡Lucy que demonios! – exclamó Lynn en su reacción.
- ¡Toca antes de entrar! – respondió la pelinegra en el mismo tono, mientras que rápidamente se cubria con su sábana.
- ¡Es mi habitación también! ¡Ten algo de decencia si quiera! – le reclamó con firmeza.
- ¡No estoy haciendo nada malo! – le replicó la gótica sonando muy irritada.
- ¿¡Nada malo!? ¡Estabas desnuda tocándote mientras mirabas el mismo video de siempre! ¿Qué hubiera pasado si hubiese venido Lily en mi lugar? – Lynn regañaba a su hermana con todo lo que tenia olvidándose ya de sus planes de hacer las pases.
- ¡No digas nada! ¡Tu también hicieras lo mismo si amaras tanto a alguien como yo! – Lucy gritaba con evidente enojo.
- ¡Eso ya no es amor! ¡Es enfermizo! ¡Estas obsesionada con Él! ¡Te masturbas mirando un video de alguien que ya esta muerto! – la castaña escupía todo lo que se había guardado.
- ¡ÉL NO ESTA MUERTO! – exclamó Lucy en un grito lleno de furia.
- ¡Si lo está! ¿¡Qué rayos es lo que necesitas para creerlo!? ¡Entiende Él no va a volver! – Lynn insistía con toda su voluntad pues queria que su hermana entendiese de una vez por todas.
- Quiero verlo, si no veo su cuerpo dentro de un ataúd no lo creeré – dijo la gótica haciendo uso de un tono sombrío y aterrador.
- ¿Y para qué? ¿Para que te vuelvas a masturbar con su cuerpo? ¡Estas loca Lucy! ¡Te has convertido en una necrófila! – la deportista se dejo llevar por su ira y ya no pensaba muy bien lo que salía de su boca.
- Hasta aquí llegaste – la pelinegra no gritó, pero en su voz se podía notar la rabia desbordante que sentía.
Lucy se vistió tan rápido como pudo y en cuanto estuvo lista saltó sobre su hermana mayor iniciando así una salvaje pelea, Lynn tenia la ventaja solo luchando a la defensiva esquivando golpes y empujándola hacia atrás, pero Lucy parecía ir mas enserio.
Un potente impacto en la cabeza tomo desprevenida a la castaña la cual se tambaleó aturdida hacia atrás aterrizando en el pasillo puesto que la puerta seguía abierta, al levantar la mirada pudo ver como había pedazos regados en el piso.
Eran de una lámpara de mesa.
Con dificultad se puso de pie y gracias a sus reflejos logró esquivar un ataque que pudo a ver sido de gravedad ya que Lucy arremetió contra ella con un destornillador en sus manos, ahí fue donde reaccionó, su hermana estaba fuera de sí, y había intentado apuñalarla.
Rápidamente la inmovilizó con una llave de lucha libre antes de arrojarla nuevamente a la habitación, cerró la puerta y se apoyó sobre la misma para bloquearla y a su vez para recuperar el sentido por completo.
La puerta era constantemente empujada desde adentro, pero luego se detuvo, Lynn se tomó un respiro, ahora estaba sumamente aterrada, había provocado que su hermana enloqueciera y ahora ella queria matarla por eso.
Lynn cayó al suelo pues la puerta fue empujada por Lucy desde adentro, sus fuerzas habían superado a las de la castaña, ella se levanto de prisa y se alejo con temor, y aunque la gótica ya no tenia nada en sus manos de todos modos le imponía miedo.
La pelinegra aprovechó eso y sin tardar empujo fuertemente logrando tirar a su hermana mayor por las escaleras, la deportista cayó de manera aparatosa hasta el piso de la sala, pero eso no sacio a Lucy por lo que atacó nuevamente lanzándose sobre ella.
La pelea fue interrumpida ya que Lucy fue inmovilizada por un lazo a base de una soga cortesía de Lana, la rubia la alejó y la ató muy bien para que no pudiera moverse ni liberarse, miraba a su hermana con tristeza a la vez que miraba a Lynn y a un par de personas mas.
Sus padres.
El escándalo generado no había sido cosa de ignorar, por eso allí estaban ellos, con el teléfono en la mano, sus ojos escurrían lágrimas mientras miraban la dura escena que pasaba frente a sus ojos.
- Lo sentimos Lucy – dijeron los patriarcas a la vez antes de soltarse al llanto.
Lynn se levantaba del suelo con dificultada y miró lo que había causado, era obvio lo que pasaría, sus padres habían llamado al hospital psiquiátrico para que vengan por Lucy, Lana estaba allí sujetando la soga evitando que su hermana se escape, y ella, ella ya parecía haberse calmado, solamente la miraba fijamente.
La castaña no pudo con la presión y salió como pudo de la casa y se alejó de allí, había arruinado las cosas, ahora su familia se reduciría aún mas, había quedado con un miedo gracias a ese confrontamiento y no era la única, pues antes de salir noto como Lola trataba de tranquilizar a Lily mientras la abrazaba.
Eran cosas que ella pensaba mientras se alejaba cojeando de la casa, no sabia a donde iba, solo queria alejarse.
Horas mas tarde:
El ambiente se sentía frio y desolado, no había ruidos, pero tampoco era un lugar que inspirase calma, al contrario solo podía desesperar ya que era tan silencioso que hasta podías escuchar los propios latidos de tu corazón, sin contar el acolchado suelo que podías sentir.
Lucy se despertó de golpe totalmente desorientada y confundida, le pegó un vistazo rápido a su exterior encontrándose con la misma constitución monótona por toda la habitación, y sobre todo muy suave.
Estaba en una de esas clásicas habitaciones que tenían todas las paredes, piso y techo acolchados.
De inmediato acertó que ya estaba en el hospital psiquiátrico, pero no recordaba como llegó allí, ni siquiera recordaba si la habían sedado antes de traerla, lo único de lo que podía hacer memoria era sobre cuando Lynn salió de la casa luego de haber caído por las escaleras.
La chica intentó ponerse de pie pero notó que no se le seria tan sencillo ya que estaba sujetada por esos suéteres con cremalleras trasera que usaban para los enfermos mentales, sus brazos estaban neutralizados, tenia solamente las piernas libres lo cual limitaba mucho su movimiento.
A pesar de eso no cayó en pánico, solo respiró profundo y analizo muy bien el lugar en el que estaba, como pudo se puso de pie y se abalanzó hacia una de las paredes la cual la envió de regreso al suelo.
Comprobó lo que esperaba, eran colchones de resortes, así que ya tenia un punto a favor, sin perder mas tiempo volvió a ponerse de pie y se acercó a una de las paredes para empezar a destrozarla usando sus dientes.
Lo hizo lo más rápido que pudo, pues no queria arriesgarse a que la descubran, tuvo éxito en su plan ya que en poco tiempo logro llegar a los resortes que los colchones tenían, aunque se lastimo los dientes y las encías en el proceso logrando algo de sangre como resultado.
No le tomó cuenta a eso y continuo, ahora uso los filos de los resortes metálicos para romper y desgarrar de a poco las costuras que ataban sus manos a su espalda, este fue mas complicado, pero una vez logro enhebrar la tela fue relativamente sencillo el liberarse de sus ataduras.
El plan estaba casi listo, ahora solo le faltaba una salida, y ella pensaba en una muy probable, la habitación debía tener un ducto de ventilación detrás de alguna de esas paredes, así que de inmediato puso manos a la obra, ella acercaba su oído a las paredes esperando encontrar un sonido hueco, este proceso si le tomo varios minutos.
Encontró algo que podía ser lo que necesitaba, pero necesitaba algo que la ayude a destruir el bloqueo de una manera mas eficiente, por suerte había traído una herramienta para eso, haciendo presión sobre su estómago se indujo a un vómito, y entre toda la comida y sangre que salió se encontraba una bolsa plástica.
Lucy la tomo y de su interior extrajo el mismo destornillador con el que había atacado a Lynn, no estaba tan fuera de sí, ya sabia que al pelear con ella había firmado su sentencia, por lo que en un plan apresurado mientras Lynn bloqueaba la puerta tuvo que tragarse aquella herramienta por si la llegase a necesitar.
Y así fue, con ayuda del destornillador retiró rápidamente la esponja y los resortes que la bloqueaban, posteriormente retiró los tornillos y la rejilla que daban al ducto de ventilación, una vez mas sin pensarlo se adentró a pesar de que se lastimo al entrar no se detuvo.
Lo delgada que estaba le permitió moverse con agilidad atravez del ducto, y conforme a avanzaba escuchaba mas y mas sonidos, entre ellos estaban gritos de dolor y agonía, conversaciones entre el personal, ruidos producidos por máquinas, y mas, este lugar verdaderamente debe ser horror a la vista.
Lucy evacuo por la azotea, y caminó hacia el borde, estaba algo alto, pero aun así debía saltar hacia el exterior, la reja no estaba muy lejos, el único inconveniente era que tenia cables eléctricos de seguridad.
Su objetivo era el bosque que estaba tras la cerca, si lograba saltar lo suficiente uno de los arboles podría amortiguar su caída, no había otra forma de salir, por lo que era todo o nada.
La pelinegra tomó impulso antes de dar probablemente el salto mas grande de toda su vida, logró llegar pero tuvo que hacer un pequeño sacrificio extra, se vio obligada a apoyarse sobre el cable eléctrico para cruzar hasta afuera, y como era de esperarse el coche eléctrico la empujo hacia afuera arrojándola directo a un árbol.
La descarga eléctrica entumeció todo su cuerpo y gracias a eso no sintió la fuerte caída al piso, solamente en su estado de aturdimiento pudo escuchar como una ruidosa alarma salía desde el hospital psiquiátrico, y eso significaba una cosa, era momento de salir de allí.
Con todo el esfuerzo y determinación que tenia logro ponerse de pie, camino y camino con dificultad, decidida a no volver a ese lugar, tenia algo mas importante en su vida que hacer, por esa razón se negaba a simplemente morir.
Entre paso y paso, cojeo y cojeo, fue como se internó en el bosque y desapareció entre las sombras.
...
Royal Woods:
Lynn estaba sentada sobre una silla enfrente a un gran lago, lagrimas gruesas corrían por sus mejillas, se hallaba en una lucha mental en la cual se echaba la culpa de lo sucedido, pensaba que por su culpa habían encerrado a Lucy, que por si culpa estuvo a punto de morir en 2 ocasiones, que por su culpa se había quedado con una hermana menos.
Prosiguió con su incesante llanto que trataba de detener inútilmente con sus manos, continuo así por varios minutos mas, hasta que una segunda persona se sentó junto ella, Lynn la ignoro y solo se secó las lagrimas apresuradamente.
- Oye ¿te encuentras bien? – preguntó la persona que acababa de llegar.
Lynn no le presto atención y solo miraba hacia el suelo, aunque la voz que le hablaba se le hacia extrañamente familiar.
- ¿Qué te sucede? – volvió a preguntar aquel sujeto de forma insistente.
- Por favor déjame...sola... – la castaña respondió a la defensiva pero se congeló al reconocer el rostro de quien le hablaba.
- Descuida no me molesta que te hayas olvidado de mi – mencionó – cualquiera lo hace si es que tienen un recuerdo traumático, y como lo ultimo que viste antes de morir fue a mí, me parece comprensible – añadió de forma burlona con una gran sonrisa.
- Cl..Cly..Clyde... – su voz estaba entre cortada pues el miedo se apodero de su cuerpo.
Lynn había recordado todo, de cabo a rabo, y sabia muy bien que Clyde la asesino a ella y a su familia la vez anterior, ahora con la mente abierta entendía el peligro que cruzaba, solo tenia una salida: Correr.
Ella intento escapar, pero Clyde solamente desplego sus extremidades robóticas para atraparla con facilidad, la castaña intento gritar y forcejear pero el otro no se lo permitió, haciendo uso de las extremidades libres le tapó la boca y la inmovilizo.
- Lastima que la historia se repita de nuevo – dijo Clyde en un tono malvado antes de soltar una risa maléfica usando su voz robótica.
Dicho eso, el mitad robot-humano, se adentró a la negrura del bosque llevándose Lynn consigo.
Nadie vio nada, no hubo testigos, solo desaparecieron.
Continuará...
Uff quizá uno de los capítulos mas intensos de toda la historia.
Temas algo fuertes a tratar el dia de hoy.
Espero que hayan disfrutado el capítulo asi como yo disfruté el ecribirlo.
Tambien espero que haya sido de su agrado la pequeña canción que Lucy interpretó.
Bueno eso es todo por hoy amigos, no se olviden de votar y comentar.
Nos vemos en el próximo cap.
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