Capítulo 32 : Consecuencias
El sonido de las sirenas se intensificó pero cada vez se agregaron otras sirenas y ruidos de otro tipo de vehículos, eran ruidos de sirenas policiales y también eran los sonidos que provocaban las hélices de varios helicópteros que llegaban al lugar.
Al poco momento llegó todo el personal de dichos vehículos, en grupos llegaron paramédicos con equipos médicos y camillas rígidas ya que gracias a las explosiones el lugar se había vuelto inaccesible a vehículos terrestres, también de los helicópteros que se mantenían por encima de la copa de los árboles y con la ayuda de cuerdas bajaron hombres vestidos con trajes especiales propios del FBI, de la CIA y hasta había un equipo del SWAT que comenzó a aislar el lugar.
Saunders había regresado con sus amigos y se había recostado junto a Lucy mientras se presionaba la herida para detener el excesivo sangrado que pudiese llegar a tener, el resto permanecían inconscientes tirados por todo el suelo, Lucy apenas y parecía reaccionar, mientras que Saunders estaba en todos sus sentidos solo que mantenía una hiperventilación constante por su lenta hemorragia y por la falta de aire que sufría.
-¡Aquí hay personas heridas! – exclamó uno de los paramédicos señalando el lugar donde se encontraban los chicos.
El equipo de paramédicos se dirigió a dicho lugar y comenzó a revisar los signos vitales de los chicos, aliviándose de que casi todos estaban únicamente desmayados y que solo había un herido que se estaba desangrando.
-Este chico tiene un corte en el costado y se esta desangrando, hay que llevarlo de inmediato a la ambulancia y suministrarle atención medica – mencionó otro paramédico que se había detenido a revisar al chico de cabello largo.
Llegaron 3 paramédicos y con sumo cuidado subieron al joven a una camilla rígida para llevarlo de inmediato a la ambulancia la misma que solo había logrado llegar hasta donde se encontraba la Van de los Loud.
-Tranquilo amigo, estarás bien – decía un paramédico en un tono pasivo brindando un apoyo moral hacia el chico.
Saunders solo atinó a asentir, mientras que cada vez su respiración se hacia mas pesada, ya que la presión que ejerció sobre su corte no fue suficiente para cubrir toda la herida y por lo tanto había perdido una cantidad considerable de sangre.
El resto de paramédicos levantaron a los demás chicos y de la misma forma los llevaron hacia las ambulancias, las mismas que ya se encontraban revisando a las exploradoras y a su coordinadora de que nadie estuviese herido, mientras tanto los escuadrones del FBI, CIA y del SWAT revisaban entre los escombros en busca de personas que pudieron haber sobrevivido al colapso de la edificación, lastimosamente no fue así, solo habían cuerpos aplastados bajo los enormes escombros tanto de policías como de criminales.
-Llamen a la morgue, al parecer habrán muchos funerales el día de mañana – ordenó uno de los agentes que estaba revisando la zona.
..
La limpieza del sector tardo unas cuantas horas hasta la noche del trágico sábado, los escuadrones sacaron los cuerpos de a montones sobre camillas de traslado y los enviaron hacia la morgue donde los esperarían médicos forenses para el diagnostico de mas de uno de los fallecidos.
En la mañana del día domingo gran parte de la cuidad estaba de luto, se había hecho una reunión enorme en el cementerio para despedir a todos los policías que había caído en la batalla, un gran homenaje a su valor se vio representado, habían muchas personas que eran familiares de las victimas mortales, todos soltaban lagrimas sin excepción, y entre toda esa afligida multitud se encontraban Luna y Sam que había acudido a darle el ultimo adiós a su amigo y tutor, el Oficial Juan.
-Ustedes deben ser Luna y Sam – dijo una afligida voz detrás de las chicas.
El par volteo encontrándose con una mujer vestida de negro con un velo del mismo color que intentaba a cubrir sus hinchados e irritados ojos producto del llanto, a su lado estaba una pequeña niña en el mismo estado que la cual parecía ser su madre, la pequeña sostenía una caja en sus manos que se les hacia familiar.
-Mi papi me dijo que si le pasaba algo, les entregue esto a ustedes – mencionó la niña entregándoles la caja con una voz que cada vez se quebraba más y más.
Luna tomó la caja y cuando la tuvo entre sus manos logró reconocerla por completo, era el baúl del Oficial Juan, en ese momento ambas chicas pudieron reconocer a quien tenían en frente, aquellas afligidas personas eran nada más que la esposa y la hija de su amigo policía, al ver su estado a ambas chicas se les rompió el corazón.
Era como si el Oficial hubiese predicho ya su final, encargándole su recado a su propia hija dirigido para la pareja de chicas, no pudieron evitar echarse a llorar pues la dolorosa escena les carcomía el alma, su amigo se había sacrificado por ellas dejando solas a su afligida esposa junto a una pequeña y destrozada niña sin su papá para siempre.
El grupo se unió en un abrazo y entre todo derramaron lagrimas como si sus ojos tiraran cascadas, habían perdido a una gran persona, a un respetable policía, a un gran amigo, a un gran esposo, a un gran padre.
...
En la morgue se encontraba Saunders quien apenas había salido del hospital pues ya se había recuperado en parte ya que necesitó de que le apliquen 7 puntos de costura para cerrar su herida, el chico fue para reconocer los cuerpos de sus conocidos que fallecieron, queria poder hacerles un homenaje en el cementerio como se lo merecían, solo que él no sabia que se llevaría una sorpresa como extra.
-Si son ellos – afirmo el chico de manera fria al ver a los cuerpos de los señores Riggs.
-Bien, ahora necesitamos que reconozcas estos otros 3 – dijo el encargada mientras portaba un porta hojas del cual no despegaba la vista.
-¿Otros 3? – preguntó confundido.
-Así es, encontramos cierto parentesco entre la mujer de nombre Karla y dos adultos mayores de los 3 que encontramos – contestó el encargado.
El chico se extrañó por lo ultimo mencionado, pero sin negarse siguió al hombre en dirección hacia otros contenedores de cadáveres, el encargado llegó y abrió exactamente 3 contenedores y se apartó para que el chico pudiese observar.
-Se..señor Max, señora Pilar...señora Miranda...no...no puede ser – balbuceo Saunders totalmente atónito de lo que veía.
-Entonces si los reconoces – mencionó el encargado sin inmutarse.
-¿Dónde estaban? ¿Qué les paso? – preguntó con una voz temblorosa.
-Estaban bajo de todos los escombros de esa cabaña, por lo que descubrimos había un sótano y era justo donde ellos estaban – contestó de manera muy natural como si nada.
-No puede ser – susurró para el mismo mientras temblaba.
-¿Se los llevarán el día de hoy, o lo harán mañana? – preguntó el hombre mientras cerraba los contenedores.
-Será mañana, hoy tengo algo que hacer – respondió fríamente mientras se alejaba del lugar.
El chico salió del lugar y se dirigió a su hogar ya que no queria seguir preocupando a Amanda, mas tarde iría a visitar a Lucy para ver si estaba bien, pero por ahora debía acudir a un lugar antes de todo, tenia que volver al bosque.
Regresó a la misma zona de ayer para buscar algo que dejó escondido, era el maletín que le había quitado al sacerdote el día anterior, lo tenia muy bien escondido entre unos arbustos, tomó el objeto entre sus brazos y de ahora sí marcó dirección hacia su hogar en el orfanato.
Un largo camino que le tomó medio día en estar de regreso a su hogar, cuando llegó a la entrada solo soltó un pesado suspiro ya que venia con muy malas noticias para su primera amiga, con mucha fuerza de voluntad tomo aire y empujó la puerta ingresando al lugar con el cuerpo tembloroso mientras buscaba a Amanda con la mirada, encontrándose con la susodicha quien se estaba sentada frente al escritorio con una cara preocupada tomándose de los cabellos por la frustración, en un segundo de esos cruzaron miradas y cuando logro ver al chico, los ojos de la mujer se llenaron de lágrimas y en un solo salto salió de su escritorio corriendo a recibir a su muchacho.
-¡Saunders! ¡Hijo mío volviste! – dijo Amanda abrazando fuertemente al chico mientras que lagrimas de felicidad y alivio bajaban por sus mejillas.
-Lamento haberte preocupado tanto – mencionó Saunders correspondiendo al abrazo.
-Lo importante es que estas a salvo, no podría vivir si te pierdo a ti – añadió ella separándose un poco del abrazo para mirar a su muchacho a los ojos.
-Fracasé, no pude salvar a nadie, yo lo lamen.. - intentaba decir pero fue interrumpido por el rostro de sorpresa que la mujer puso.
-¿Amanda? ¿Estas bien? – preguntó con suma preocupación.
-Sand, ¿Qué te hicieron? – dijo Amanda con una voz temblorosa.
-¿De que hablas? ¿Por qué dices eso? – cuestionó el chico elevando su nivel de confusión y preocupación.
-Estas mas bajo que antes...es como si volvieras a tener 14 de nuevo – fue la respuesta de la atónita mujer que no creía lo que veía.
-¡Qué! – atino a decir totalmente incrédulo de lo que escuchaba.
Rápidamente Saunders se separó del abrazo y se alejó de Amanda para comprobar si lo que su amiga decía era cierto, subió a su habitación y se miró al espejo que allí tenia notando que era cierto, ya no era tan alto como recordaba incluso hasta su ropa le quedaba un poco grande.
El chico no entendía que pasaba, como de una día para otro iba a perder estatura, no tenia ninguna clase de sentido, no le encontraba razón lógica para su peculiar situación, no conocía a nadie que pudiera ayudarlo, o talvez sí había alguien, y esa persona era nada mas que Lucy Loud, ella debe poder ayudarlo en este caso que irrespetaba por completo a la naturaleza.
Con la misma prisa con la que subió fue con la que descendió tomando sus respectivas cosas para su visita a la casa Loud, Amanda intentaba detenerlo para que se quedara y no se aleje, pues la preocupación maternal que la mujer tenia no le permitía dejar ir al chico una vez mas.
-¿A dónde irás? – pregunto ella estando muy preocupada.
-Voy con Lucy, ella debe saber que fue lo que me pasó – respondió el mientras guardaba varias cosas dentro de su mochila entre ellas estaba el maletín que aun traía consigo.
-Por favor, no te expongas a mas peligro – rogó la mujer en un tono afligido.
-Lo prometo – afirmó el chico dándole un abrazo a su amiga y compañera la misma que no dudó en corresponder – “por ahora” – pensó mientras se separaba del dicho abrazo.
Tomando su mochila salió del lugar tan rápidamente como pudo, usó su patineta para deslizarse hacia su destino pensando en su situación que le había hecho olvidar sobre lo que antes queria hablar, mientras tanto en el orfanato Amanda se quedó observando en la dirección por donde el chico despareció de su vista conforme se alejó de ella.
-Cuídate mi pequeño – dijo la mujer para si misma en un tono preocupado que tan solo una madre podría tener.
...
Mientras que en la oficina principal del complejo observamos a los dos hombres mas importantes lugar, cada quien sentado de su lado y en sus respectivos lugares, cuando de pronto una llamada sonó llamando la atención de dicho par, de manera casi mecánica el jefe del lugar tomo el teléfono.
-¡Grimm, tengo muy malas noticias! – gritó una voz del otro lado de la llamada sonando muy alterada, dicha voz fue fácilmente reconocida.
-¿Qué sucedió Padre Hill? – preguntó el pelinegro confundido por la actitud de su amigo.
-No se como te lo vayas a tomar pero es que.....Johnny, esta muerto – respondió haciendo una pausa antes de decir lo último.
-¿¡QUÉ¡? ¡Cómo que está muerto! – exclamo el hombre atónito e incrédulo de la noticia.
-Saunders lo asesinó cuando estaba en esa forma tan extraña, yo lo vi con mis propios ojos – contestó el otro hombre.
-¡Ese desgraciado me las va a pagar, voy a matarlo de una vez por todas, ya me tiene harto, puede estar convertido en lo que sea no me importa solo quiero acabar con él! – anunció Grimm con total ira dando un poderoso golpe en el escritorio logrando romperlo.
-Al parecer Saunders y Lincoln se conocen, logre ver como se ayudaron en una cierta ocasión, Saunders volvió a ser humano de nuevo solo que se veía algo raro, además también vi como había mas personas involucradas como dos chicas y ese oficial Juan al que Johnny le tenia odio, afortunadamente puede matarlo pero las chicas lograron verme y reconocerme – relató el sacerdote.
-Maldita sea, debemos deshacernos de esas chicas también ¿Algún rasgo que pueda ayudarnos a reconocerlas? – vociferó el fornido hombre con un enojo aún notable.
-Era una chica de cabello castaño corto que vestía de púrpura, y la otra era una rubia con un mechón azul, de ella no recuerdo mucho su vestimenta – respondió el mayor.
-Cabello castaño corto y ropa purpura.....¡ya se quien es!...esa es Luna, una de las hermanas mayores de Lincoln – dijo Grimm reconociendo a su objetivo.
-La familia Loud nos pisa los talones – comentó el Padre Hill.
-No por mucho, ya que acabaré con 3 pájaros de un solo tiro...Saunders, Luna Loud y su amiga caerán el mismo día, solo tengo planear su despedida – dijo el pelinegro con un tono de malicia.
-Bien entonces te dejaré pensar en todo, adiós – se despidió el sacerdote y corto la comunicación.
Grimm solamente recogió una de las cuantas cosas que estaban tiradas por el piso, y las colocó en una caja de cartón que estaba en uno de los estantes.
-Jimmy, consigue a alguien que cambien esto – ordenó el alto hombre señalando al escritorio partido sobre el suelo.
El pelirrojo asintió y salió de la oficina de inmediato, mientras tanto Grimm abrió el acceso hacia el sótano, bajando por las escaleras iba soltando risas malvadas puesto que ya estaba poniendo sus piezas en el tablero.
...
En la casa Loud se encontraban descansando del tan intenso sábado, todos ellos tenían raspones y algunos moretones, nada que unas banditas y una pomada no puedan sanar, cada quien estaba por su lado haciendo sus respectivas cosas, muchos integrantes de la casa habían salido por distintas razones, en la casa solo se encontraban Lincoln y sus 5 hermanas menores, el albino estaba con Lisa haciendo investigaciones en el bunker, las gemelas estaban en su habitación, Lily también en su propia habitación jugando y Lucy estaba sentada en el sofá de la sala viendo un programa en la televisión intentando alivianar su preocupación.
*Toc Toc*
El sonido de alguien en la puerta la sacó de su trance y apagando el televisor fue a atender, encontrándose con la fuente de sus preocupaciones.
-SAUNDERS, estas bien, no supe de ti desde que te llevaron a la ambulancia – exclamó la pelinegra abrazando a su amigo.
El chico tardó en responder ya que el sorpresivo abrazo de su amiga lo hizo hacer una mueca que dolor ya que presionó en su herida, pero ignorando eso correspondió el abrazo ya que él también estaba preocupado por ella.
-Me alegra que tu también estés bien – dijo el chico en voz baja algo apagada.
-¿Paso algo? – cuestionó la chica notando la actitud de su amigo.
-Pasaron muchas cosas, solo...mírame bien – respondió soltándose del abrazo y alejándose para que lo pudiese ver mejor.
-¿Por qué estas mas bajo? – preguntó Lucy incrédula de lo que notaba.
-Eso es lo que yo quiero saber, por eso vine hasta aquí, tu eres la única que puede ayudarme a saber que me pasó – contestó Saunders tomando de los hombros a su amiga para mirarla directamente hacia donde estarían sus ojos.
-Talvez necesitemos de Lisa para saber un poco más, ven sígueme – mencionó ella dándole la orden con un ademán para que la siguiera.
El chico asintió y siguió a la pelinegra hasta el patio trasero, en donde se detuvieron frente a una gran escotilla, y tocó para llamar la atención de su hermana menor que allí dentro se encontraba.
-¿Qué deseas hermana? – preguntó seriamente la científica desde adentro del bunker.
-Hay algo que tienes que ver...Ahora – respondió de la misma manera resaltando la última palabra.
La escotilla se levantó dejando ver a Lisa que traía una bata de laboratorio, ella dirigió su mirada clásica a su hermana pero pareció sorprenderse al ver a su acompañante.
-¿Por qué el sujeto de nombre “Saunders” ha perdido condición física y estatura de manera tan repentina? – preguntó la castaña mientras analizaba al sujeto con su mirada.
-A eso vine, quiero saber que fue lo que me ocurrió – respondió el joven de manera seria.
-Entren – dijo Lisa sin más dejándoles entrar al bunker.
El par ingresó y cerraron la escotilla tras de si, Lucy guiaba el camino por el lugar ya que Saunders no lo conocía, caminaron entre un amplio lugar con varias maquinas y objetos desconocidos para ellos, llegaron hasta una lugar con una pequeña cámara con paredes de cristal, cerca de allí estaba Lincoln revisando algo en una computadora solo volteó para saludar con la mano y regresó a su programación.
-Entra esa cámara y te analizaré – ordenó la castaña señalando la cámara de cristal.
El joven asintió e ingresó a dicho lugar, Lisa cerró la cámara de manera hermética y pulsó un botón para iniciar con el diagnóstico, en ese momento pasaron varios escáneres de diferentes colores, salieron brazos mecánicos que en cuestión de segundos tomaron muestras de ADN, revisaron su visión, su sentido de la audición, etc. Todo en cuestión de unos cortos 10 segundos, al final de la revisión se soltó un poco de gas para esterilizar los materiales y a la cámara de análisis.
Lisa pulsó otro botón haciendo que la cámara se abra de nuevo dejando salir al chico, de un costado del panel de control de la cámara salió una hoja con los resultados, Lisa tomó la hoja y le leyó rápidamente para informarse de todo.
-No tienes nada malo, te diagnostica como un adolescente de 14 años bastante saludable, solo necesitas un par de anteojos, y la única condición que tienes es que eres muy sensible a una nota auditiva que en grandes frecuencias puede hacerte perder el conocimiento – Lisa relató el diagnostico.
-¿14 años? Pero si yo tengo 17 años – mencionó incrédulo.
-El diagnostico no se equivoca, tu anatomía corresponde a un individuo de 14 años de edad ¿Algún otro cambio que hayas sufrido? – preguntó la científica totalmente segura de los resultados.
-Bueno de camino aquí note que mi cabello dejo de cambiar de color, ahora solo es negro – respondió tomándose un gran mechón de su largo cabello.
-Habrá que ver que dicen tus pruebas de ADN sobre eso, mientras tanto puedes buscar otras razones, ya que no es científicamente posible que algo así te haya pasado...si estas desesperado por respuestas ve con mi hermana Lucy talvez ella sepa como ayudarte – anunció Lisa manteniendo sus voz monótona.
-¿Cómo podría yo ayudar en esto? – cuestionó la gótica.
-Soy una mujer de ciencia pero, no puedo negar que teorizo que este extraño acontecimiento tiene que ver con aquel ritual que planeaste y que para mi sorpresa, parecia funcionar – contestó la castaña.
-¿Un ritual? ¿Me aplicaron un ritual? ¿Por qué? – preguntó el confundido chico.
-Era para separarte de esa “cosa” que te dominaba, bueno fue lo que nos dijo Lucy – contestó un albino que se integró a la charla.
-Oh, con que fue eso lo que anuló la transformación, pero como podrás ver me afectó a mi también, de varias formas - dijo Saunders dirigiéndole la palabra al peliblanco.
-Tengo el libro, podemos investigar si hay respuestas – sugirió la pelinegra en su habitual tono.
-Toda ayuda es bienvenida – mencionó el chico de cabellos largos.
-Yo seguiré esperando tus resultados, te llamaré cuando estén listos – dijo Lisa.
-Oh casi lo olvido...quiero que vean esto – añadió Saunders sacando un maletín de su mochila y entregándolo a Lisa.
-¿Qué es esto? – preguntó la castaña cuando abrió el maletín y se encontró con un orbe con un soporte incluido.
-No estoy seguro, pero se lo quité a un sacerdote que es uno de los que están al mando de ese grupo de delincuentes – contestó el pelinegro.
-Lincoln y yo nos encargaremos de revisarlo – avisó Lisa cerrando de nuevo el maletín.
-Gracias, espero que ayude en la investigación – deseó el chico.
-Vamos Saunders, hay algo que quiero mostrarte – dijo Lucy llevándose a su amigo jalándolo de la muñeca.
El chico no opuso resistencia y acompañó a su amiga gótica al interior de la casa, para posteriormente subir al ático, pero antes de eso se encontraron con una pareja de chicas.
-Saunders, que gusto me da verte “normal” de nuevo – saludó una castaña de cabello corto de forma amable pero con un tono decaído.
-¿Soy yo, o te ves de nuestra estatura? – cuestionó la rubia del mechón azul en el mismo tono que su pareja.
-Si, estoy de su altura – respondió el chico con algo de incomodidad.
-Sam tu estabas observando el ritual ¿Notaste algo fuera de lugar? – preguntó la pelinegra.
-Bueno yo solo vi como ustedes flotaban un poco y brillaron, también vi que Saunders perdió su transformación y luego comenzó a salir una columna de humo de su pecho – respondió la mencionada rubia explicándole lo que pudo ver.
-Me sirve, gracias – mencionó Lucy.
AL terminar lo último dicho la gótica tomó a su amigo y lo arrastro hasta el ático para ponerse a investigar de una vez, mientras tanto en el pasillo se quedaron las dos chicas las cuales habían salido de la habitación de la rockera después de guardar y esconder la caja que les había entregado la pequeña niña hace unas horas atrás.
Continuará...
Gracias a todos por leer y por votar.
Espero que les haya gustado.
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