Declaración de San Valentín

Faltaban pocos días para el baile de San Valentín que se celebraría en la escuela primaria de Royal Woods y, como ustedes recordarán, Emma y su amiga Chloe platicaban tranquilamente en una de las mesas de la cafetería.

–¿Qué es ese ruido? –preguntó Emma a su amiga, en dado momento que se escuchó el tocar de unas trompetas.

Acto seguido, Liam y Rusty ingresaron a la cafetería, vistiendo únicamente unos pañales y unas alas de cartón en sus espaldas para asemejarse a un par de querubines, y volvieron a tocar las trompetas que llevaban consigo fuerte y claro para así llamar la atención de todos.

–Gloria...

–corearon los dos a lo alto–.

A Clyde McBride...
Viva...
Nuestro amigo Clyde McBride...

Seguidamente, Lincoln Loud entró después de ellos vestido como un gondolero veneciano y se abrió paso bailoteando por el lugar al son de una festiva música de oriente medio que empezó a sonar súbitamente en el entorno, sin que nadie pudiese advertir de donde venía realmente.

–Abran camino en el comedor

–canturreó alegremente, mientras que el, Liam y Rusty iban haciendo que los otros niños retrocedieran para ir despejando el camino a lo que vendría a continuación–.

¡Hey, tú! Al prota de este capítulo verás pasar.
¿Quién es el primero que lo va a admirar?

De nueva cuenta, Liam y Rusty hicieron sonar sus trompetas a todo pulmón.

–Mirad, viene ya, tambores tocar. A mi amigo van a adorar...

–siguió cantando Lincoln.

E inmediatamente señaló a las mismas puertas por donde entraron Stella y Zach quienes halaban una cuerda cuyo otro extremo venía atado a una góndola de cartón con rueditas. Y sobre la góndola venía a bordo cierto muchacho de color luciendo un elegante traje negro que sostenía un pastel con forma de corazón con cubierta rosada.

–Al único Clyde, hijo único, no como yo...
De rodillas, a sus pies, quédense ahí...
Felices admirarán...
Al hijo único, Clyde McBride...
Sus dos padres son sensacionales, sin mentir...
Pues es mi amigo Clyde, hijo único, no como yo...
Exclusiva atención, tiene de sus dos papás...
Más rápido que una tortuga...
Más fuerte que un ratón...
Más noble que una lechuga...
Su escudo es un corazón...

–Así no va la letra –corrigió Stella a Lincoln que igual siguió adelante con el numero musical pese a este ultimo error de su parte.

–Lleva muchos zapatos sangrados...

–corearon Liam y Rusty quienes se pararon sobre una de las mesas.

–(Y todos son de Lori)

–agregó Lincoln a la canción.

–Galletas, recién horneadas, todas hechas por el...

–canturrearon Stella y Zach en lo que seguían arrastrando la góndola de cartón rumbo a la mesa en la que se encontraban Emma y Chloe.

–(De canela y base crujiente)

–siguió cantando el albino que se abría paso bailoteando frente a ellos–.

Tiene el récord de asistencia perfecta
(vamos, sigan, digan más).

–Gran colección, de platos conmemorativos

–corearon esta vez Liam, Zach, Rusty y Stella en conjunto–,

del programa de postres, como lo ven.

–Pues es mi amigo Clyde...

–continuó el peliblanco con la canción de elogio hacia su mejor amigo para así hacerlo quedar bien con la chica que le gustaba.

–No hay duda que el es muy lindo...

–corearon Haiku y Penelope al tiempo desde otra de las mesas.

–Hijo único, no como yo...

–Lindo, pero como un hermanito...

–Tiene un cuerpo, que quisiera...

–Aunque si es un muchacho muy agradable...

–Para Lynn.

–¡¿Qué cosa?! –se escandalizó Clyde de oír eso ultimo.

–A la Dra. Lopez verá...

–prosiguió Lincoln con la canción a pesar de sus protestas.

–Con las chicas es un caballero...

–siguieron cantando Haiku y Penelope aparte.

–Su ansiedad superará...

–Muy cortes y siempre atento...

–Con envidia quisiera yo...

–Y me gusta su vestir tan elegante...

–Ser hijo único, como Clyde...
(En serio, ¿por qué a mi me tocó tener diez hermanas fastidiosas?)

–Tiene dos lindas gatitas... Muy malcriadas...

–corearon Zach y Stella.

–Es muy honesto... Para su propio bien...

–les siguieron Liam y Rusty.

–Las hermanas de Lincoln... Lo aprecian...

–cantaron en coro los cuatro–.

Lo reciben bien, en la casa Loud,
las aguanta mucho más que el.
Pues...

–Es mi amigo Clyde...

–se sumó Lincoln como voz principal al coro–.

El hijo único Clyde...
¡Es mi amigo Clyde...!
Hijo único, no como yo...
La nueva Qt es un bombón, eso oí.
Por eso hoy lo verán,
tan deslumbrante y galán.

–Por eso, Staff, ya denle algo bueno

–corearon el grupo de amigos del mencionado chico McBride, junto con los demás niños en la cafetería que se sumaron al numero como si lo hubiesen ensayado premeditadamente, salvo por Emma y Chloe que seguían en calidad de espectadoras–.

Ya no es gracioso, que lo humillen tanto.
Y de paso a Lincoln también.
¿Qué hay de Paige y del Ronniecoln?
¿Y por qué el diseño de Stella cambió?
Ya no nos vendan más humo y denle algo bueno de una vez...

–¡A mi amigo...

–acabó de cantar Lincoln que rápidamente acudió a subirse a la góndola de cartón y tomar una escoba que usaría a modo de remo para ejecutar su papel correspondiente, puesto que ya habían llegado a la mesa de Emma y Chloe–.

El hijo único...
Clyde...!

–Emma –se dirigió Clyde entonces a la chica de la que gustaba, a quien ofreció el pastel en forma de corazón una vez se dio por terminado el numero musical y todos los demás niños regresaron a sus mesas a observar expectantes en que terminaba aquella declaración–, ¿te gustaría ir conmigo al baile de San Valentín?

–Lo siento mucho, Clyde –se excusó la chica apenada–, pero sólo quiero ser tu amiga.

Ante esta negativa, el pobre chico se desmayó de la vergüenza por lo que rápidamente Stella y Zach llevaron la góndola de regreso por donde vinieron con el totalmente inconsciente a bordo, mientras que Liam y Rusty esta vez tocaban una marcha fúnebre con sus trompetas para anunciar su salida.

–¿Estuvimos ensayando por ocho horas para esto? –refunfuñó Lincoln que iba en el otro extremo de la barca de cartón, con tanta rabia que hasta arrojó al piso su sombrero de gondolero antes de que acabaran de salir por las puertas de la cafetería–. En serio, que episodio tan mediocre, y de seguro cortarán esta escena musical para que no nos demanden los de Disney. ¡Estoy harto, se acabó! Llamaré a mi agente. Sin mi protagonismo esta serie se fue a la c!*g@...#...

FIN