Canción de cumpleaños

Canción de cumpleaños

14 de febrero, San Valentín, día del amor y la amistad.

Naturalmente el restaurante del señor Lynn bullía de clientela y actividad en una fecha como esta. Razón por la cual tuvo que pedir ayuda a sus hijos ese día, en el que casi todas las mesas eran ocupadas por parejas de jóvenes enamorados.

Las únicas que no pudieron prestar su ayuda ese día, precisamente, fueron tres de sus hijas mayores, quienes obviamente tenían planes con sus respectivas parejas. De hecho ellas mismas se hallaban ocupando tres de las mesas del restaurante: Lori con Bobby, Luna con Sam y Luan con Benny.

El amor y la cursilería viciaba el aire, mientras que el resto de los niños Loud ayudaban a su padre a atender a las parejas que acudían a tener citas en el restaurante para celebrar la ocasión. Lo convencional en una fecha como lo es el día de San Valentín.

Sin embargo, había algo que inquietaba a la pequeña Lucy Loud, y era que su amiga Haiku se hallaba ocupando una de las mesas. Más específicamente, lo que la inquietaba era su acompañante, un ser de apariencia espectral que iba oculto bajo una deshilachada túnica morada con capucha.

No sólo pasaba con Lucy, que ya era mucho decir. En realidad a todo mundo allí le inquietaba la presencia de aquel ente encapuchado, pues este desprendía un aura de lo más tenebrosa, incluso para una amante del horror como Lucy. Por eso mismo era que no había nadie ocupando las mesas aledañas.

–¿Y ese quién es? –se acercó a preguntarle su hermano Lincoln entre susurros.

–No tengo idea –confesó Lucy, susurrando igualmente.

En dado momento, el señor Lynn se acercó a esa mesa en particular, con su hija de negros cabellos siguiéndolo de cerca. A como de lugar Lucy debía averiguar en que rayos andaba su amiga.

–Hey, Haiku –la saludó al llegar a su mesa.

–Hey, Lucy –correspondió la otra a su saludo.

–¿Todo bien, señor? –preguntó a su vez el señor Lynn al ente encapuchado, con cierto resquemor.

Si, todo bien –contestó cortésmente, con una distorsionada voz de ultratumba que le puso los nervios de punta a todo aquel que estuviese cerca, incluso las propias Lucy y Haiku–. Fue el mejor arroz con mariscos que he probado en milenios. Mis felicitaciones al chef.

–Eh... Gracias.

El señor Lynn procedió a retirar los platos vacíos, todavía algo temeroso a pesar de la cortesía que mostraba el ser encapuchado. Francamente su aspecto era aterrador, aun con casi toda su persona estando oculta bajo la capucha. Lo unico del extraño ser que se alcanzaba a apreciar eran sus manos, raquíticas de color anaranjado verdoso, la única parte de si que tenía al descubierto. Por debajo de la penumbra de su capucha, se distinguía el tenue fulgor de dos chispas amarillas, que asumió debían ser sus ojos.

En afán de despejar sus dudas, Lucy sacó discretamente su teléfono celular y se apresuró a mandarle un mensaje de texto a su amiga.

-Haiku, quien es ese tipo tan extraño?

-mejor dicho, que rayos es?

-es un espectro que invocaste?

-porque hasta a mi me parece espeluznante.

-y porque lo trajiste aqui?

-no me digas que lo invocaste para tener una cita con el!! :-o

La otra niña gótica se sobresaltó al leer eso en su teléfono, e inmediatamente contestó para aclarar todo antes de que se generara un malentendido.

-rayos! por supuesto que no!

-yo en una cita?

-si es mas viejo que yo.

-muchisimo mas viejo que mis padres y mis abuelos incluso.

-ademas, con esa voz que tiene ni siquiera se si es hombre o mujer.

-ni siquiera se si es humano.

Antes de recibir más replicas en su teléfono, Lucy se apuró en escribirle otro mensaje a su amiga pidiendo que aclarara todo.

-entonces?

Molesta, y al mismo tiempo abochornada ante tal afirmación, Haiku se decidió a aclarar todo de una vez. Y cuando lo hizo, lo hizo hablando ella misma en lugar de hacerlo por mensajes de texto.

–Lucy, este de aquí es el señor Fantasma, el dueño de esa tienda de antigüedades donde trabajo de la que te hablé. Señor Fantasma, esta de aquí es mi amiga Lucy.

–Oh...

Su amiga entonces suspiró aliviada, y hasta se rió un poco de lo tonta que había sido.

Mucho gusto –saludó el encapuchado con su voz de ultratumba.

Ya un poco menos inquieto ante su espeluznante presencia, Lynn Sénior les preguntó cortésmente:

–Ejem... ¿Desean algo de nuestra selección de postres?

No gracias –respondió cortésmente el encapuchado–, siento que voy a reventar. ¿Tú quieres postre, Haiku?

–Así estoy bien, señor Fantasma, gracias.

¿No quieres un helado de vainilla? ¿Un pudín? ¿Un pastel de chocolate, tal vez?

–No, gracias.

Bueno, en ese caso, tráigame la cuenta, por favor.

El extraño ente espectral se dispuso a sacar su billetera de adebajo de su túnica. Sin embargo, Haiku le hizo un gesto indicándole que se abstuviera de hacerlo.

–Espere, señor Fantasma, déjeme pagar a mi, si fui yo la que lo invitó.

Oh, no podría hacer eso. Primero que nada, tú trabajas para mi, y además mi comida fue más cara que la tuya.

–No importa, para mi es un placer.

A continuación, Haiku le entregó una pequeña caja envuelta en papel de regalo y adornada con un moño al ente encapuchado quien, agradecido, la desenvolvió cuidadosamente. Dentro venía una taza con la inscripción:

El mejor
Jefe del
mundo

–Feliz cumpleaños, señor Fantasma.

–Ouh, no te hubieras molestado, Haiku.

–¿Su cumpleaños es hoy? –preguntó Lucy bastante extrañada.

–¿Cumpleaños, dijo?

Lincoln, al oír eso, rápidamente se aproximó presuroso a aquella mesa. Y al llegar se apuró a llamar a sus demás hermanas que lo ayudaban a atender a la clientela.

–Chicas, vengan rápido, este cliente cumple años hoy.

–¿En serio?

Pese a que también les resultó curioso oír eso, Leni, Lynn, las gemelas y Lisa acudieron a su llamado.

–Ya saben que hacer.

Así, el señor Loud y sus hijos que lo ayudaban a atender el restaurante ese día se reunieron entusiasmados en torno a aquella mesa, listos para hacer lo que se acostumbraba en esas ocasiones.

Lincoln se puso hasta el frente y tocó un silbato para entonar la primera melodía.

–Ahora, todos juntos...

Happy Birthday to...

–¡NO! ¡NO CANTEN!

De pronto, el canto en coro que iban a entonar se vio interrumpido al instante por los histéricos gritos del mismo cliente al que iban a felicitar, que además empezó a comportarse de manera muy errática.

Ante las desconcertadas caras de los Loud, y los demás clientes en el restaurante, el espectro encapuchado, que antes había mostrado pura cortesía y buenos modales, súbitamente se puso a chillar y a darse de manotazos repetidamente en la frente.

¡No, no, no, no, no...! ¡Hay, hay, hay, hay...!

–¿Pero que le pasa? –preguntó asustado el señor Lynn.

–Tranquilos, todos, no se asusten –avisó Haiku inmediatamente–. Es sólo que el señor Fantasma es un poco autista y odia esa canción, lo pone nervioso.

¡El astuto, tengo que ver el astuto y dejar la mesa! ¡Hay, hay, hay, hay...!

–Oh, rayos, lo siento –se disculpó Lincoln–. Es que como dijeron que era su cumpleaños, pues queríamos cantarle felicitándolo como acostumbramos a hacer con los otros clientes.

–¡No quiero que sea mi cumpleaños si tengo que oír esa horrible canción otra vez! –chilló el encapuchado que siguió dándose de manotazos en la cabeza–. ¡Hay, hay, hay, hay...!

–¿Y ahora que hacemos? –preguntó Lana.

Ante aquella situación tan extraña, y a la vez alarmante, Luna y Sam secretearon entre si y se pusieron de acuerdo en un modo con el que podrían intentar solucionarlo todo ellas mismas.

Dicho y echo, las dos se levantaron de su mesa y se aproximaron a la que era ocupada por la amiga de Lucy y el alterado espectro encapuchado. Entonces pasaron hasta el frente, se aclararon la garganta y, en perfecta sincronía, se pusieron a aplaudir al tiempo que empezaban a cantar a dueto:

Un día feliz, para ti.
Hoy es tu cumpleaños, si que si.
Sé feliz...

Pssst... Oye... –Sam interrumpió la canción en breve y se acercó a interrogar a Haiku entre cuchicheos–. ¿Cómo dijiste que se llama?

–Fantasma –respondió a su pregunta–, es el señor StarcoFantasma.

Con lo que Luna y Sam asintieron gratamente antes de reanudar su canción.

–Sé feliz Starco,
hoy en tu cumpleaños,
si que si...

Su intento por calmar al enloquecido espectro funcionó de maravilla. Casi inmediatamente dejó de chillar y azotarse la cabeza. De modo que Luna y Sam siguieron cantando y aplaudiendo.

Un día feliz, para ti.
Hoy es tu cumpleaños, si que si.
Felicidades Starco,
hoy en tu cumpleaños,
si que si...

–Oigan, me gusta como suena eso –comentó Lincoln.

–Si, es pegajoso –secundó Lynn.

Con lo que el resto de los hermanos Loud, Rita y el señor Lynn se unieron al festejo y así todos ellos cantaron aplaudiendo en coro:

Un día feliz, para ti.
Hoy es tu cumpleaños, si que si.
Felicitemos a Starco,
hoy en su cumpleaños,
si que si...

A ellos se les unieron Lori y Luan junto con sus citas y después los demás clientes en el establecimiento incluyendo a la propia Haiku. En breve, todos en el restaurante aplaudían al ritmo de la pegajosa canción de cumpleaños.

Un día feliz, para ti.
Hoy es tu cumpleaños, si que si.
Sé feliz Starco,
hoy en tu cumpleaños,
si que si...

Después de esto, un payaso entró por la puerta principal para unirse al festejo. Vestía un colorido traje abultado con pompones naranja y en su mano llevaba un manojo de globos de múltiples colores. Con él venía un niño, que era el doble exacto de Lincoln, con la sola diferencia de que llevaba puesto un impermeable para la lluvia color amarillo por encima de sus ropas, a pesar de que esa tarde hacía mucho calor.

Después de ellos entraron LadyBug y Chat Noir, los super héroes protectores de París, junto con una chica rubia de vestido verde con diadema de cuernitos y un par de corazones tatuados en las mejillas, y también un chico de tez latina con sudadera roja.

Después entró un chico rubio de trece años, con un cierto parecido a Lily, al que acompañaba una mujer de cabello blanco como el de Lincoln; mujer que se caracterizaba por poseer una notoria manzana de adán.

A ellos les siguieron dos chicas que eran los dobles exactos de Lynn y Lucy, cada una de ellas empujando una silla de ruedas en la que iba un chico enteramente enyesado de pies a cabeza. Uno de ellos era otro doble exacto de Lincoln y el otro era un medio doble de riesgo llamado Kick Buttowski.

Seguidamente entró una adolescente pelirroja acompañada por otro adolescente, que también se parecía bastante a Lincoln. Este ultimo llevaba una maceta con una extraña planta carnívora, que extrañamente sonreía y se movía bailoteando al son de aquella pegajosa canción.

Un día feliz, para ti.
Hoy es tu cumpleaños, si que si.
Felicidades Starco,
hoy en tu cumpleaños,
si que si...

Luego entraron otros cuatro niños. Los primeros tres eran otro doble exacto de Lincoln, una doble exacta de Ronnie Anne y otra de Sid. La cuarta era una niña rubia de una sola ceja con un moño de color rosa, quien tenía un ojo amoratado y procuraba guardar su distancia de la niña parecida a Ronnie Anne.

Después entró otra chica, también parecida a Lincoln. Lo peculiar en ella era que usaba shorts y sostén deportivo y un par de guantes de box. Al entrar se desplazó haciendo boxeo de sombra.

Después de ella entró otro doble de Lincoln, que se movía contoneándose de un modo muy amanerado. Este tenía un peinado que emulaba al de Ricky Martin, llevaba puesto un arete en cada oreja y una pañoleta rosada atada al cuello.

Luego entraron dos chicas más que eran los dobles exactos de Luan y Leni. Estas dos llevaban consigo unas bolsas de piel falsa de las cuales sacaron unas barras de chocolate que ofrecieron cordialmente a todos los ahí presentes, al tiempo que cantaban:

Un día feliz, para ti.
Hoy es tu cumpleaños, si que si.
Felicitemos a Starco,
hoy en su cumpleaños,
si que si...

Conforme iban entrando, aquella gama de pintorescos personajes se sumaban al festejo. Cada vez eran más los que cantaban para dar sus felicitaciones al espectro encapuchado que cumplía años ese día.

Entró el idolo ingles del rock: Mick Swagger, luciendo una reveladora indumentaria de travesti, acompañado por los productores Doug Rockwell y Michelle Lewis; el uno usando traje de mayordomo y la otra uno de mucama. Con ellos también entró una chica que era el doble exacto de Luna, sólo que esta vestía la indumentaria de Lulú, su álter ego con el que una vez pretendió ser una artista pop.

Luego de esos cuatro entró un anciano parecido al señor Quejón, en un improvisado disfraz de fantasma echo con una sabana, algo de maquillaje y complementado con unas cadenas para perro.

Luego entró una niña de unos diez u once años, que se parecería bastante a Lily de tener esa misma edad. Con ella entró un joven adulto que empuñaba un mazo de roque en su mano, en aspecto también parecido mucho a Lincoln, y que se distinguía especialmente por andar con una cara de perturbado que sólo una madre, una hermana o una hija adoptiva pudiese querer. A pesar de esto, el malhumorado sujeto hizo un esfuerzo por mostrar un buen animo y sumarse también al coro.

Un día feliz, para ti.
Hoy es tu cumpleaños, si que si.
Sé feliz Starco,
hoy en tu cumpleaños,
si que si...

La siguiente en entrar fue una mujer, bastante parecida a la señora Rita Loud. Sólo que esta era más joven y usaba un revelador disfraz de cavernícola, que de seguro habría sacado de un set fílmico de bajo presupuesto.

A esta siguieron once niños que eran los dobles exactos de los once hermanos Loud, desde Lori hasta Lily. Aunque ese día si que hacía un poco de calor, los once usaban sus abrigos de invierno. Entre todos ayudaban a desplazarse en silla de ruedas al mismísimo Santa Claus en persona, quien mostraba un aspecto de salud muy lamentable. Tanto que tenía conectado un tanque de oxigeno a su nariz mediante manguerillas y un suero por vía intravenosa.

Luego entraron más dobles exactos de los Loud. Primero una doble de Lucy que iba vestida normalmente, a la que acompañaban unos dobles de Lincoln y el señor Lynn quienes iban vestidos con ridículos disfraces de conejos de pascua. Los siguientes dobles en entrar fueron unos de Lincoln y Lori en compañía de una doble de Carol Pingrey, quien se movilizaba difícilmente con ayuda de unas muletas de metal. Luego entró una versión un poco más joven del señor Lynn, quien iba acompañado de una versión de seis años de Lincoln, y también de un par de fornidos trabajadores de una fundidora, que tampoco tenían vergüenza de mostrar gestos amanerados al igual que el doble de Lincoln que lucía la pañoleta rosada, a la hora de ponerse a cantar junto a todos los demás:

Un día feliz, para ti.
Hoy es tu cumpleaños, si que si.
Felicidades Starco,
hoy en tu cumpleaños,
si que si...

Después les siguió otro joven adulto, igualmente parecido a Lincoln. Junto con él venía una jovencita, si acaso un poco mayor a Lori, que además tenía un increíble parecido con Adelaide Chang, la hermana menor de Sid Chang de Great Lake City.

El siguiente en entrar fue otro doble de Lincoln, de cuerpo ligeramente fornido, quien a fuerza de empujones obligó a entrar a un doble de Chandler McCann al que aparentemente había apaleado brutalmente. Luego entraron un doble del director Huggings que llevaba puesto un gorro de fiesta y un doble de Clyde McBride que también llevaba puesto un gorro de fiesta y en su mano empuñaba un bate de metal.

Después entró otro doble de Lincoln con pinta de delincuente juvenil recién salido del reformatorio y otra peliblanca en ropa interior acompañada por un guapo príncipe árabe.

Por ultimo entró otro doble más de Lincoln, quien iba vestido como soldado, al que siguieron otros cuatro niños parecidos entre si: dos niños de tez morena y cabello negro y dos niñas de piel blanca y cabello blanco; y también otra niña de pelo blanco con un mechón pintado de azul neon que usaba un gorro de lana.

Esta ultima llevaba consigo una guitarra acústica que se puso a tocar para dar acompañamiento a esta alegre canción.

–Un día feliz, para ti.
Hoy es tu cumpleaños, si que si.
Felicitemos a Starco,
hoy en su cumpleaños,
si que si...

Después de esta extensa variedad de personajes, el siguiente en entrar fue un sujeto con una bolsa negra en la cabeza, quien llevaba cargando un pastel con 34 velitas encendidas. A este siguió un cubito amarillo de Mario Bross con brazos y piernas de caricatura de los años 30; un sujeto alto con cara de luna llena; un latino al que se le notaba que era algo loco pero amigable; un muchacho de chaqueta negra con camisa blanca y pantalones azules a juego con zapatos negros de expresión algo engreída; un ser llamado Drake que parecía humano pero no era lo que aparentaba; un adolescente de piel güera con camisa de botones naranja con rayas abierta, playera blanca, jeans azul marino y tenis blancos con rayas rojas y puntas negras; una chica de pelo negro lacio, piel ligeramente tostada y ojos granada vestida con una blusa de color rojo vino hasta los codos, pantalones ajustados negros y unos botines azul oscuro, algunas pulseras y unos piercings en las orejas; y muchos otros más internautas aficionados a la escritura que igualmente se abrieron paso hasta la mesa ocupada por Haiku y el espectro encapuchado.

Al llegar hasta allí, el sujeto con la bolsa negra en su cabeza puso el pastel con las velitas frente a su amigo y colega, y de ahí también se puso a aplaudir y cantar junto con sus otros colegas internautas para festejar ese que era:

Un día feliz, para ti.
Hoy es tu cumpleaños, si que si.
Sé feliz Starco,
hoy en tu cumpleaños,
¡si que si...!

Conmovido, el espectro encapuchado se enjugó una lagrima una vez la extensa variedad de personajes y sus colegas escritores dieron por finalizada esta canción.

Tras lo cual se inclinó hacia el pastel y apagó las velitas de un soplo.

***

Un día como hoy, 14 de febrero, hace 34 años, nació esa persona que se oculta bajo la identidad del espectro encapuchado, el Louder e internauta que usa como avatar al personaje Wiseman del anime Sailor Moon. Alguien que se siente de lo más orgulloso de formar parte de este fandom, a pesar de lo medianamente controversial que puede ser a veces.

Tal y como lo acaban de leer, a la fecha de haberse publicado este escrito, su buen amigo StarcoFantasma cumple años; y qué mejor forma de celebrar esta ocasión que dándoles mis más sinceras gracias a todos aquellos usuarios de fanfiction y wattpad que de una u otra forma me han brindado su apoyo, ya sea dándole seguimiento a mis historias o simplemente a quienes se han animado a interactuar conmigo por mensaje privado, así como también a los que con sus propios escritos se han vuelto un modelo a seguir para un servidor.

Un cordial saludo y agradecimiento para:

J0nas Nagera

regamers10

Luna Plata Z

Luis Carlos

Andres 888

RCurrent

TLHOXL2

PastelEnding

VaneSonikDC

BigDaddyLoud2509

LordKent11

AlejinX/AlejinZ (Alejindio en Devianart)

ElioRob95

Avatarbending

Dark-Mask-Uzumaki

Doble E.E

JaviSuzumiya

Octaware Phoenix
(a quién extrañamos mucho)

TheLouder1

UnderratedHero

Screwballx87

Adarkan

abcdz452

Erik_2004_1

LucasAbad0

lucasdiaz90000

Lucas Abad

josealonsodelgadolozano99

Tanalbi

Por no contar a muchos otros que de seguro habré pasado por alto, pero que no por eso dejan de significar mucho para mi.

También agradezco especialmente a todos mis fieles lectores y seguidores, en especial a los que dejan su voto en mis escritos para hacerme saber lo mucho que les gustó. En verdad lo aprecio mucho.

Muchas gracias a todos, mis queridos amigos, compañeros Louders, estimados lectores y colegas. Sin ustedes esto no hubiese sido posible.

De mi parte, hoy que cumplo otro año de haber nacido, sólo me queda desearles un feliz día de San Valentín y pedirles que me sigan leyendo, por lo menos, un año más :-3

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