"Bien, un repetitivo juego de sube y baja, ahora intento ponerle fin, bien, estoy harto de este juego del sube y baja, alguien tiene que bajar de aquí..."

Hace un mes decidieron dejar de verse, dejar de hablarse, mantener distancia... Él la amaba con todo su ser pero tenía grandes inseguridades, por eso fue lo mejor que si ella le pidiera tiempo, claro que acepto puesto que no iba a someterse a sufrir más solo por tenerla a su lado. Si su decisión era que debían terminar definitivamente la aceptaría, porque lo más importante es el estado de salud emocional de ambos.

-¿Te dijo por qué esta confundida?

-Si, dice no sabe ni siquiera donde es que esta parada

-Es por la universidad ¿Verdad?

-Si, Namjoon le ha dicho que no se preocupe demasiado porque puede enfermar.

-Espero que se recupere pronto.

-Yo también, Jin -El pelinegro bebió un poco de café de su taza - Al menos me lo dijo, la había notado estresada el los últimos meses.

-Vaya -Suspiró- Es complicado.

-Presentía que algo así sucedería tarde o temprano, vivía en una ilusión, en una vil mentira que no me importaba nada más pero, ¿Sabes?, días después de hablar comprendí varias cosas.

-¿En serio?, ¿Cuales?

-Antes de amarla a ella o alguien más debo amarme a mí mismo, aceptar la realidad sin importar lo difícil que sea.

-Excelente, estoy seguro que sea cual sea la decisión que los dos tomen será buena.

-Lo sé.

Sonrió antes de beber un poco más. Era cierto, luego de hablar, él ya había pensado en todas la posibilidades de que eso sucedería -Terminar- pero dado a que le temía a quedarse sin compañía se negaba a aceptarlo, ahora es diferente, se siente bien, sin inseguridades como antes, da por hecho que lo que suceda en la relación será lo mejor para los dos.

-¿Y cómo vas?, lleva un mes y dos semanas desde que no se ven.

-La decisión que tome debe ser beneficiosa, JiMin.

-Concuerdo contigo, cuando tomes tu elección dicelo.

-Lo sé, ¿Tienes hambre?, ¿Pedimos algo?

-¿Pizza?

-Tengo el número.

JiMin, Park JiMin era uno de sus mejores amigos, por eso sentía que debía contarle con detalle cada cosa, al igual que él se lo contaba todo a ella.

-¿Y Chimie?

-Debe de estar durmiendo en el sofá como siempre.

-Tiene tiempo que no lo veo.

-Si quieres luego lo traigo.

-Por favor, es muy bonito.

-Lo sé.

Conversaban un poco en lo que llegaba la pizza, Chimie es el pequeño cachorro de JiMin, un adorable perro mestizo que recogió de la calle.

«Hyeon Ji

¿Podemos vernos?»

«Min YoonGi

Claro, supongo que tomaste una decisión, dime donde »

«Hyeon Ji

Así es, fuera del centro comercial que frecuentamos, hoy a las 3:30 de la tarde»

«Min YoonGi

Allí estaré »

La duda lo comía vivo, hace dos meses que no se veían ni mandan textos, quería saber que seria de ambos ahora. Puntualmente llegó a la zona de reunión al igual que ella, llegaron al mismo tiempo, él vestido con pantalones café rasgados y playera negra, ella con pantalón de mezclilla y blusa amarillo manga larga y cuello de tortuga, sus rostros estaban serios, ninguno hablaba.

-Hola, YoonGi.

-Hola, ¿Qué vas a decir?

-Estuve pensando mucho sobre nuestra relación, al principio era color de rosa pero conforme avanzamos note que no congeniábamos nada, comencé a sentirme forzada a estar a tu lado, más que nada por costumbre -Suspiró - Imagino que tú sentiste mi comportamiento.

"No alarguemos las cosas, sin embargo, nuestros corazones nos guiaran, tomemos ahora la decisión de bajar o no, de este repetitivo sube y baja, ahora vamos a detenerlo"

-Si, no sonreirás conmigo como cuando solo eramos amigos, y si lo hacías era falsa.

-Exacto, si te das cuenta solo estuvimos en los buenos momentos jamás en los malos que era cuando más necesitábamos apoyo, lo cierto es que ya no siento lo mismo por ti, debemos terminar.

Aunque ya lo presentía se sintió extraño, una ruptura siempre era triste y dolorosa, más porque el la amaba demasiado, con ganas de llorar se aclaró la garganta.

-Esta bien, entonces a partir de este momento somos solteros.

-Te deseo lo mejor, estoy segura de que encontraras a alguien mejor para ti. -Ella se mantenía serena.

-Igualmente, bueno... Es mejor que nos vayamos, no tenemos nada que hacer aquí, por fin uno de los dos bajó del sube y baja.

-Creo que por fin entiendo eso.

-¿El sube y baja?

-Si, nuestra relación era inestable, teníamos altas y bajas.

-Exacto, en un momento ya no nos soportábamos, nos volvíamos cada vez más pesados y eramos obligados a buscar cosas en común.

-Cosas que no habían, ni siquiera nuestras opiniones -Él asintió- ¿Te parece si en algún momento retomáramos nuestra amistad?

-Claro -Siguió aclarando su voz ronca - Pero primero debo acostumbrarme a esto, es complicado para mi.

-Lo entiendo... -Sonrió- Por cierto, me voy de intercambio en una semana a Tailandia.

-¿En serio? -La vio con los ojos abiertos - En ese caso cuidate, fue un placer haberte conocido.

-Lo mismo digo, gracias por todo.

Extendió su mano en forma de despedida hacia Min, quien la tomó en un estrechón de mano definitivo.

-Ah...

Al llegar a su casa cerró la puerta del departamento detrás suyo con seguro, se tiro lentamente en el suelo y por fin dejo salir las lágrimas que llevaba reteniendo hace un buen rato, su llanto era fuerte, lleno de dolor.

-Ah... T-tranquilo Min.

Cualquiera que lo escuchará se asustaría, no parecía ser él en esos momentos. Se sentía mal, había recibido dos golpes fuertes al mismo tiempo.

1. Su ruptura.
2. Ella se iba de Corea.

Okay, estaba preparado para dejar de ser novios pero al saber que se iba del país fue duro, significaba que ya no se verían nunca más, ni como amigos.

-N-no.

Afuera de su departamento se encontraba Jin y Namjoon, querían invitarlo a cenar para contarle una noticia pero lo escucharon llorar de forma desgarradora que solo se quedaron viendo en silencio durante segundos.

-No puede ser... ¿Crees que? -Jin vio al moreno que asintió con la mirada fija en la puerta blanca.

-Terminaron.

-Oh no, es una una pena.

Namjoon decidió tocar la puerta, conoce a YoonGi desde niños y sabe que cuando llora alguien debe estar a su lado dándole aliento.

-YoonGi abre.

Al otro lado el llanto se detuvo, la puerta del departamento se abrió dejando ver a un chico con ojos rojos, ceño fruncido, las mejillas húmedas, Jin al verlo no pudo evitar lanzarse a darle un cálido abrazo.

-Llora hasta que estés satisfecho.

YoonGi no dijo nada, con ellos las palabras no eran necesarias, se conocían muy bien que con tan solo una mirada o un gesto podían saber como se sentían, haciendo caso a las palabras de SeokJin volvió a llorar refugiándose en los amplios brazos del mayor.

-Nam. -Movió la cabeza en ademán de que pasaran.

Entre tantas lágrimas les contaba como fue la situación, incluso el punto de que Hyeon Ji se iba de Corea.

-Oh... Entonces si lo va a hacer -Susurró el chico de piel morena.

-¿Qué? -Los otros dos chicos quedaron confusos.

-Me comentó hace unas semanas que se abrió el programa de intercambio, ella quería irse a Tailandia, ya saben... Conocer nuevos horizontes.

Esas palabras solo sirvieron para que el joven de piel pálida incrementará su dolor.
Mientras tanto Hyeon Ji de regreso a casa vio en una foto una rata, cosa que le hizo tanta gracia ya que recordó a un amigo.

-Jungkook, ¿Qué haces ahí?

Lo dijo para si misma en broma y siguió su camino, se sentía mal por el chico pero sabia que eso era lo mejor, si seguían juntos sufrirían demasiado.

Ella al llegar a casa no lloró ni nada por el estilo, en ese tiempo que razonó comprendió que jamás estuvo enamorada de él, de Min YoonGi, si, aunque suene cruel, lo único que le tenía era cariño de amigos, cometió un terrible error al aceptar ser su novia. Lo hizo en un momento de confusión, tenía complicaciones en la universidad y con la familia y como él siempre estuvo a su lado, en forma de agradecimiento acepto, sabe bien que hizo mal en hacerlo, lo hirió muy feo.

-Lo siento tanto.

"Las personas son muy astutas, saben que van a salir lastimados si el otro no esta allí, pero nadie quiere ser malo, así que la batalla de responsabilidades continúa... "