"Duda que sean fuego las estrellas, duda que el sol haga movimientos, duda que la verdad sea mentira, pero nunca dudes que te amo."

— William Shakespeare

Lawless nunca negó el hecho de que estaba enamorado de Ophelia, su Eve. Podría recitarle cuantas frases de Shakespeare y nunca se cansaría.

Mientras la veía dormir, colocó una flor detrás de su oreja; la belleza de la flor no se comparaba con la de ella.

Y hay veces en las que se pone a pensar, qué hubiera pasado si ella nunca lo hubiera liberado.

Había tantas cosas en las que pensar y tan poco tiempo.

Cambió su forma a erizo y se acurrucó a ella, queriendo congelar el tiempo en ese instante.

No quería que Ophelia se fuese de su lado. Por un momento, se le pasó la idea de hacer su subclase y pedirle a Guil cuidarla.

— Duda que sean fuego las estrellas, duda que el sol no se mueva, duda que la verdad sea mentira pero nunca dudes que te amo, Ophelia.

-Traumada Taisho