Y hablando más a profundidad del tema, en la actualidad, 10 de Diciembre del año ya dicho anteriormente, con las 9:00 de la mañana marcando en cada reloj de la ciudad, aunque siempre hay alguno que anda algo descompuesto y con el minutero o el horario retrasado, el rojo Deadpool, anda deambulando por una zona recóndita cercana a un puerto de barcos pesqueros; al norte de Times Square Garden. Estaría escondiéndose de alguien o preparándose para hacer algo de un solo golpe o de sorpresa, ya que se estaba asegurando de tener listas sus katanas, las cuales son lo suficiente complejas y pueden llegar a cortar hasta a las redes de telaraña de Spider-Man, (las cuales están aseguradas en un muy buen nivel molecular, por cierto) detrás de un búnker que se usa normalmente para cargar cosas pesadas. También estaba haciendo revisión a sus confiables armas ligeras. El búnker, era de color negro y tenía algunas marcas de rajaduras que revelaban lo gris de su acorazado; inclusive un aviso cuadrado que indicaba que era de riesgo bio-electrónico. Y, en efecto, Wilson estaba escondiéndose de alguien. Mejor dicho, de una variedad de hombres con trajes elegantes que cargaban unas armas que se veían muy peligrosas: Escopetas, unas AK-47, unas Magnum y algunos escudos que parecían, o eran, medievales y que se veían muy, pero muy inusuales para ser usados por tipos como estos. Y de la forma en la que había variedad de armas de fuego, de igual sentido, habían diferencias de hombres. Unos grandes, ya sean, otros medianos y otros extras más que parecían sacados de un libro de Lucha Libre o de un cómic de un hombre grande y rojo con cuernos. Muy cerca a esto. Y ni hablar de un detalle que debemos mencionar con suma importancia, a continuación.

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Unas máscaras blancas con matizados negros que tenían parentesco con un objeto tribal, eran usadas por el total completo de todos estos hombres desconocidos. Esto, confirmaría que, El Rompe-Cabezas, Deadpool, estaría a punto de arreglar cuentas con uno de los clanes más peligrosos que dominaba una sexta de décimas partes de la sociedad americana del gobierno en el que esta historia lleva lugar: Los Demonios Internos. Esos que, unas dos o tres veces, llegaron a tener un altercado con una familia de mafiosos, con niños y hasta con Spider-Man, en el cómic Brand New Day: The Amazing Spider-Man #548, escrito por Dan Slott y dibujado por Steve McNiven.

Deadpool: ¡Ugh.. Esto se volverá cansante! Pero no tanto como ver a una versión femenina de alguien que se queda con otro alguien hasta incluso en una historia que es vendida para una consola de nueva generación. Nada forzado. ¿Quién será el siguiente en probar mi nuevo arma de destrucción masiva? ¡Levanten sus manos para participar en el sorteo, Zebras!

Dice Deadpool con su retorcida abertura bucal, mientras comienza a revelarse ante los hombres de blanco con negro que eran dirigidos y comandados por un señor de porte asiática, nacionalizada americana, llamado Mr. Negative, con una parte más que vendría a ser un pequeño grito primal y sus instrumentos de pelea siendo presumidos ante la luz de la hermosa mañana con ausencia de nubes y un sol que comenzaba a brillar con más fuerza que hace un rato. El jefe del grupo de militares anarquistas, se veía bastante positivo, o sea, Mr. Negative, en estos momentos típicos de su carrera de ególatra con síndrome de maldad del tipo manipuladora y estúpida, ante Deadpool y sus hombres, para ser verdad. Lo contrario a lo convencional visto en el rostro de un villano. Esto podría ser porque él subestimaba al Mercenario Bocazas o porque tenía asegurada la paga que seguramente otras personas le darían por la actividad que habría estado realizando antes de que Wade llegara. Una entrega de un suministro de una armadura, o eso era lo que parecía, gracias a un agujero grande que una de las granadas que Deadpool acaba de lanzar dejaría ver, que  sería destinada a ser entregada al distrito de Washington. Ambas opciones, son válidas.

Relacionado a lo que haría después de asesinar a los hombres de Mr. Negative, si es que eso fuera a ser posible, Wilson iba pensando en algo que habría decidido hace 1 hora con 10 minutos. Mudarse hacia un lugar cercano a una playa en Miami o Cuba. Él también necesitaba unas vacaciones de tanto ser el incomprendido que la ciudad no merece, pero que, de vez en cuando, necesita. Incluso tenderle trampas a acuerdos vivientes de un contrato era algo que cansaba bastante. Y es que a Deadpool nunca le han gustado mucho los convencionalismos o seguir una regla al pie de la letra. Bueno, al menos hasta ahora. Siempre suele variar de un camino hacia otro, pero llegando al mismo objetivo, de igual manera. Esa es su chispa, ese es su don. Ser súper impredecible.

Deadpool: En estos momentos, me gustaría decir algo. *dar voltereta* *disparar* *disparar* *gruñido* Después de notar que Kim Jong Un era el que dirigía a toda esta.. *BZZT* *BBBZZTT* *gesto de sorpresa* *gesto de duda* Eh, un segundo. *alzar dedo índice en señal de espera* *revisar bolsillo* ¿Acabas de recibir un e-mail? Estás fuera de..

(La música, se detiene)

Terminando con la introducción, para ir de lleno al tema que terminaría por concluir esta historia corta, la pelea, seguiría llevándose a cabo hasta dispersarse del aparcamiento pesquero de Seattle-Tacoma hacia las pistas de las calles de la ciudad que correspondían a una carretera negra que guiaba directamente, en una forma de curva algo sutil, hacia el puente que guiaba a la ciudad de Nueva York hacia las bravas calles de Harlem, en donde reside Luke Cage y su familia. El tráfico, gracias al cielo, no estaba a la hora punta; y los transeúntes caminaban muy a gusto, antes de toparse con Deadpool y los Demonios. Sin previo aviso, de pronto, valga la redundancia, un teléfono móvil suena entre el reciente evento de los dos bandos competitivos interraciales de diferentes motivaciones que estaban comenzando a llamar la atención de la gente, y asustarla, en el momento, incluso a algunas mascotas, e interrumpe a estos con un tono de llamada que aparentaría ser uno con un altísimo contenido de ternura e infantilismo. El objeto comunicador y receptor de mensajes, pertenecería a Deadpool. Y esto lo empezaría a hacer sentir de muchas maneras, luego de que estuviera a punto de cortarle la cabeza a uno de los hombres de los Demonios Internos, quien estaba con intencionalidad de bloquear este ataque poderoso. Vaya cambio de panorama. Tan sería así que, algunos de los ciudadanos, y unos cuantos de los entrenados de Mr. Negative, sentirían muchas ganas de reír. Sin más opciones, Pool, con todo el rostro sintiéndose muy caliente, y con un rostro de mucha molestia e incomodidad, a parte de picores, tensión en el cuerpo y una vergüenza que no olvidaría por unas horas, decidiría contestar la llamada entrante, no sin antes indicarle a los hombres de Mr. Negative que se  detuvieran por unos cuantos momentos, con la ayuda de su dedo índice de su mano izquierda, y descubriría que se trataba del DJ que había contratado para encargarse del ambiente de la fiesta que esta noche ocurriría en su club nocturno Hellhouse: M. Stan-Ley.

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(Reproducir desde "00:49 - 01:00", para una experiencia más detallada)

Deadpool: *gesto de molestia* ¿¿Hola?? ¿¡Quién chingados interrumpe mi hora de trabajo!? *gesto de duda* ¿Eh? ¿Stan Lee? ¿Cuál Stan Lee? *achinar ojos* *lentamente gesto de sorpresa* *abrir mucho los ojos* ¡O-OOOHH, eres TÚ! *mirar al cielo* *gesto de alegría* ¡¡QUÉ OPORTUNO ERES, VIEJITO MÍO!! *ver a Mr. Negative* *carraspeo* ¿Cómo estás? ¿Qué me cuentas? ¿Cuál es el motivo de tu llamada?