《23》
Dos semanas más tarde la mentira resultó mucho más difícil.
Durante ese periodo las relaciones sexuales habían sido increíble, pero Milk se torturaba con la idea de que Goku terminaría casándose, estaba atenta ante cualquier señal, decidida a saltar antes de que la empujaran.
De ese modo ella se quedaría con recuerdo y con un poco de orgullo. Al final no estaba preparada para nada. Milk no anticipó el final hasta que no se lo ofrecieron en su propia cama, brillante y reluciente en forma de diamante. Su reacción no fue ni madura ni controlada.
- Te echo mucho de menos cuando no estás. Ojalá... Me encantaría... Amor... - Habló ella adormilada.
Mientras asimilaba las palabras que ella había pronunciado medio dormida, Goku experimentó un instante de pánico, seguido por un auténtico rechazo.
Él ni siquiera habría oído aquella confesión si no hubiese estado demasiado cansado para mover a Milk después de una sesión de sexo salvaje. Sin embargo, lo había hecho mientras se separaba de su cuerpo. Durante las últimas semanas que habían tenido relaciones sexuales estas no se parecían a nada que él hubiera experimentado antes, pero sólo era sexo, y ella lo sabía. Al sentir que lo invadía el resentimiento, la miró mientras dormía con una mezcla de emociones. Rabia, fascinación, atracción y ajena a lo que pasaba, ella permanecía acurrucada con la cabeza apoyada sobre su hombro. En parte por cobardía, deseaba ignorar lo que había escuchado. Él no la echaba de menos. Echar de menos implicaba necesitar, y Goku no necesitaba a nadie.
*Al día siguiente*
La noche anterior había sido increíble, así que, cuando ella despertó y vio a Goku completamente vestido anunciándole que pasaría fuera de Japón el resto de la semana, Milk no supo que responder. Se cubrió con la sabana hasta la barbilla y trató de aparentar que estaría bien sin verlo durante los últimos cinco días.
- No lo sabía - Tartamudeó y se apartó un mechón de la cara, miró el reloj y vio que sólo eran las cinco de la mañana - Te prepararé un café.
Él negó con la cabeza. Su tartamudeo siempre hacía que se derritiera por dentro - No, estoy bien.
Ella frunció el ceño. Él no tenía buen aspecto ni sonaba bien "Distante" fue la palabra que le vino a la cabeza cuando lo miró.
- ¿Lazuli regresa el martes? - Preguntó Goku. Ella asintió.
- No sé, si ustedes ya lo hablaron pero es evidente que ustedes tienen que decidir cuándo te marchas - Vio el dolor reflejado en su mirada y se convenció que estaba haciendo lo correcto. No podía ofrecerle lo que ella deseaba.
- Pero si no te veo... - Otro hombre se lo daría, pensó. Cerró los ojos furioso e invadido por los celos, se aclaró la garganta y metió la mano en el bolsillo.
- Si no te veo antes...
Ella frunció el ceño. Al principio, Milk no se percató de qué era lo que había tirado sobre la cama. Después, cuando lo reconoció, se quedó boquiabierta.
- ¿Qué es esto? - Preguntó mirando el brazalete de diamantes que sujetaba entre los dedos.
- ¿No te gusta? - Encogió los hombros - No pasa nada, puedes devolverla y cambiarla por algo que te guste más.
¿No pasaba nada? ¿No importaba que la tratara como a una prostituta a la que pagaba por sus servicios? Inundada por una mezcla de emociones, Milk suspiró y se puso de pie. Estaba desnuda y temblaba en furia. Se dirigió a él, fulminándolo con la mirada, incapaz de sostenerle la mirada, Goku bajó la vista, acariciando con la mirada cada parte de su cuerpo. Ella era la representación de sus fantasías más oscura.
- ¿Y si prefiero dinero? - Lo retó ella.
- No seas estúpida - Dijo él, frunciendo el ceño.
- ¿Por qué estúpida? - Preguntó ella - ¿Esto no es el pago por los servicios prestados? - Dijo con tono de disgusto mientras miraba el brazalete.
Él blasfemó y se preguntó si algún día sería capaz de apreciar la ironía; era la única vez en su vida que se había sentido impulsado a entrar a una joyería porque había visto una pieza en el escaparate que había hecho que pensara en ella.
- No te comportes como una prostituta. No eres así - Apretó los dientes y trató de calmarse - Si no te gusta...
- Si a ti no te gusta que actúe como una prostituta ¡No me trates como una de ellas! - Gritó ella, tirándole el brazalete.
Sin dejar de mirarla, él estiró la mano y tomó entre ellas el brazalete.
- Lo odio y te odio. ¿Cómo te atreves a insultarme con un horrible brazalete? Si te aburriste de mí, dímelo, no pasa nada, pero no te atrevas a sobornarme.
Goku apretó los dientes, dejó caer el brazalete y se pasó la mano por el cabello, aquello no iba bien.
Ella se estaba comportando de manera irracional y sentimental. Era todo lo que él odiaba y, sin embargo, deseaba abrazarla y llevarla a la cama. Era su Milk.
- No puedo hacerlo.
Milk pastañeó para contener las lágrimas - Oh si puedes, ya estás muy práctico en esto y para mi esta es la primera vez. Así que lo siento si me estoy comportando como un ser humano - Llorando se tumbó boca abajo sobre la cama.
A Milk le pareció que él le acariciaba el cabello, pero debió habérsele imaginado porque más tarde, cuando se dio vuelta, la habitación estaba vacía y ella tenía los ojos hinchados y enrojecidos.
Horas mas tarde. Milk con los ojos hinchados de tanto llorar, trató de olvidar la discusión que había tenido con Goku y trató de concentrarse en lo que decía Lazuli.
- ¿A qué hora es tu vuelo mañana? - Al día siguiente ya no la necesitarían y Goku había continuado con su vida. Era lo que ella había anticipado, pero él podía haber esperado a que hiciera las maletas. Podía haberse quedado para que se despidieran.
- ¿Goku está por ahí?
Milk negó con la cabeza, y al recordar que Lazuli no podía verla contestó - No - Lo observó por la pantalla, caminando por la alfombra roja y llamando la atención de las presentadoras, en lugar de entrevistar a los famosos de Hollywood lo entrevistó a él con la excusa que iba a lado de una modelo. Goku la atendió cortésmente.
- Pues vaya - Habló Lazuli - ¿Supongo que no tendrás tu pasaporte ahí?
- Creo que sí - Contestó Milk con celos al ver que la presentadora y la modelo le coqueteaban a Goku.
- Eso es excelente - Dijo Lazuli aliviada - Tengo que pedirte un gran favor.
Milk escuchó la propuesta mientras Goku y la modelo desaparecían de los medios de comunicación. Descubrió que la propuesta de Lazuli consistía en tomar un avión y alejarse de Goku, así que aceptó encantada. Lazuli lo tenía todo organizado hasta el último detalle.
Milk estaba tan feliz que ni siquiera se le ocurrió preguntar por qué Lazuli había cambiado de planes.
- Tendrás el dinero en el aeropuerto, y no le des nada de comida pesada a Marron porque no es la mejor viajera del mundo. Te recogeré en el aeropuerto para llevarte al hotel.
- Gracias, pero no podré quedarme, así que sólo llegaré al aeropuerto, te entregaré a Marron y después regresaré a Frypan. Tengo una entrevista el jueves - Había pensado en decírselo a Goku, creyendo que él le pidiera que no se marchara. O al menos que permanecieran en contacto. ¿Cómo podría ser tan estúpida en pensar en eso?
- Que lástima. ¿Por qué no me lo comentaste? Olvida lo que te dije, buscaré otra solución, esperaba no decirle nada a Goku, pero no pasa nada. Cuéntame lo de tu nuevo trabajo.
- El colegio tiene muy buena reputación - Dijo Milk, tratando de fingir entusiasmo - Pero no te preocupes, te llevaré a Marron. En realidad quiero ayudarte.
- No puedes volar hasta aquí y luego tomar otro avión de vuelta. Claro que no. - Protestó Lazuli - No puedo pedirte que hagas eso.
- No me lo estás pidiendo, me estoy ofreciendo.
- Estaría bien mantener a Goku al margen hasta que esté solucionado - Admitió Lazuli - Por supuesto, que se lo contaré cuando Marron esté aquí.
- Claro - Dijo Milk, aunque no tenía claro.
- Es que Goku puede ser un poco sobreprotector.
"Conmigo no". Pensó Milk con amargura.
- ¿De verás no te importa?
- Para nada.
- Eres un encanto - Dijo Lazuli - Y ni siquiera me preguntaste por qué quiero que traigas a Marron. Te iba a pedir que no me lo preguntaras, pero no es un secreto, o dejará de serlo pronto. La cosa es que quiero que Marron conozca a su padre.
- Vaya - Se escuchó una risa nerviosa en la otra línea.
- Eso dijo yo, "vaya". Pero no le digas nada a Marron.
- Por supuesto que no.
- Ni a Goku
.
- No te preocupes.
[•••]
Después de recorrer el lugar y sus alrededores, Goku estaba de muy mal humor. Se había retirado de la gran fiesta, había abandonado a su bella compañera y probablemente había ofendido a uno de sus mejores amigos. Incluso dudaba que todavía quisiera que fuera el padrino de su boda. Molesto llamó a su piloto para que le tuviera listo el jet privado y así regresó a su mansión. Clare lo recibió con mucho cariño, segundos después le explicó lo acontecido con Milk y Marron.
Goku miró a la ama de llaves con incredulidad.
- ¿Qué quieres decir con que se ha ido? ¿A dónde? - Preguntó nervioso.
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