《18》

Marron había vaciado varios cajones en su dormitorio para buscar la pijama que quería llevarse a casa de su amiga. La pijama estaba en un montón de ropa sobre el suelo.
Después de haberse despedido de la niña, Milk comenzó a recoger la ropa que había lanzado Marron. Mas tarde estiró la colcha y acomodó los cojines junto con los peluches y salió de la habitación. En lugar de alegrarse por tener una tarde tranquila, Milk tenía la idea de tener tiempo para pensar sin distracciones.

Había decidido que no pensaría sobre el extraño comportamiento de Goku, pero ¿Cómo no iba hacerlo? Con toda la tarde por delante, ¿Qué más podía hacer? Una vez en su habitación se acercó a la ventana para contemplar los rosales contra el cielo azul. Era evidente que Goku no quería presentarle a su invitado. De hecho, casi la había echado de la bibloteca. ¿Qué pensaba que podría hacer allí?

Enojada, miró hacia la pared con rabia, como habría hecho si Goku hubiese estado delante. Recordó su piel y cerró los puños al recordar el roce de su piel.

Decidió distraerse y se sentó a leer en un sofá. Al cabo de un momento, se abrió la puerta.

Ella dejó el libro y enderezó la espalda para mirar a Goku - Creí que esta habitación era privada.

- ¿Pretendes que toque la puerta en mi propia casa? - Preguntó él.

- No me interesa, has lo que quieras - Admitió con amargura.

- Si eso fuera cierto, estarías desnuda bajo mi cuerpo.

Milk se quedó boquiabierta al oír el tono de su voz y ver el brillo de su mirada.

- ¿Se supone que tu comentario debe excitarme? - Si ese era su propósito lo había conseguido. Pensó.

- No era mi intención, pero bienvenido sea. Dejando eso a un lado...

Hablaba como si fuera lo más fácil del mundo, y quizás a él se le fuera fácil, pero ella se había quedado temblando de deseo.

- Estoy sorprendido - Siguió diciendo Goku.

Milk lo miró a los ojos - Y yo asombrada. Pensé que lo sabías todo.

Él respondió con una sonrisa forzada - Si tuvistes una aventura amorosa con Vegeta Ouji, ¿Por qué no lo reconociste cuando entraste en la biblioteca y lo vistes allí sentado tomando licor?

Milk palideció unos instantes y después se sonrojó.

- ¿Ese hombre era Vegeta Ouji? -
Ella le había dedicado una sonrisa. Apretó los puños, había sonreído cuando debería haberle pegado un puñetazo, centró su furia en la persona que le estaba dando la información. En Goku Son.

- ¿Lo invitaste aquí? ¿Te parece divertido? - Se levantó del sofá y él la agarró de los hombros para que se sentara de nuevo.

Goku se sentó a su lado. La agarró de las manos y se las coloco sobre sus piernas.

- Suéltame - Tenía la oportunidad de decirle a ese hombre lo que pensaba de él y nada ni nadie iba a detenerla.

- En cuanto me cuentes como está todo esto, te soltaré - Contestó él.

- No pasaré una noche, ni un segundo, bajo el mismo techo que ese hombre - Dijo en voz temblorosa.

- No es así - Dijo Goku al ver el dolor que había en su mirada.

- ¿El qué? ¿No es imbécil y cretino? - Dijo ella y soltó una carcajada llena de amargura - Está claro que pensamos de manera diferentes .

- No está aquí - Soltó.

Ella tardó unos segundos en contestar - Ah pero el principio es el mismo, yo me largo de aquí.

- No vas a marcharte - Dijo él.

- ¿Y por qué no? - "Nunca hagas una pregunta de la que no quieres saber la respuesta". Pensó temiendo su contestación.

- No puedes dejar a Lazuli así de la nada. Tienes demasiados principios - Sonrió - Y eres demasiado inteligente y necia.

Una cosa de la que menos le gustaba de ella era su capacidad para luchar hasta el final incluso en las discusiones más insignificantes, pero al mismo tiempo, Milk, le resultaba muy atractiva.

Cualquier hombre sensato habría respondido ante su amenaza de marcharse con un suspiro de alivio, pero también era verdad que un hombre sensato no habría permitido que ella se convirtiera en una obsesión. Cuanto antes se acostara con aquella pelinegra, antes podría recuperar su vida y su tranquilidad mental. No tenía ni idea de dónde encajaba ella en aquella historia, pero lo más importante era que no había sido la amante de Vegeta. Sabía que no era, pero no quien era.

- No estés tan seguro - Murmuró ella tratando de concentrarse a pesar de que él le acariciaba la parte interna de la muñeca con el dedo pulgar.

- Explícame por qué has fingido ser alguien que no eres - Habló Goku observando sus bellos ojos negros.

Ella reunió las fuerzas suficientes y retiró las manos. Al ver que él no se las agarraba de nuevo, experimentó cierta desilusión. Colocó las manos sobre su regazo y se movió al otro extremo del sofá.

Goku continuó mirándola fijamente.

- Soy exactamente quien dije que era, Milk Ox - Habló con orgullo.

- Nunca has tenido una aventura amorosa con Vegeta Ouji - Su tono acusador hizo que ella volteara la cabeza con brusquedad y lo observó molesta.

- O sea, que así piensa el hombre al que comparaban con un bloque de acero. ¡Vaya! Estoy impresionada.

Él arqueó una ceja - A veces, Milk, tus esfuerzos para desviar la conversación me parecen patéticos.

El aburrimiento que denotaba su tono de voz hizo que ella se sonrojara - Tan patéticos como tu amnesia selectiva, simio idiota. Nunca dije que tuve una aventura amorosa con él - Le recordó - Esa ha sido siempre tu idea y eso a mi no me interesa.

- Una idea que tú no desmiente - Recordó como había reaccionado al oír el nombre de Vegeta - Es evidente que no conocías a Vegeta, así que, ¿Cómo es posible que reaccionarás de ese modo cuando mencioné su nombre?

- Creo que disfrutas pensando lo peor de mí - Dijo ella, recordando las numerosas veces que él la había mirado de manera despreciable. Aunque resultaba más fácil aguantar su desprecio que... Bajó la mirada y tragó grueso. Incluso el recuerdo de su mirada ardiente la hacia estremecer.

"Desnuda bajo mi cuerpo" Era lo que él le había dicho.

Milk se sentía muy expuesta. Sus emociones amenazaban con salir a flote a la superficie y ella trato de mantener el control, se sentía culpable por haber experimentado el deseo prohibido. A Milly siempre había tratado de apoyarla y, por mucho que intentara no juzgarla, se había preguntado cómo era posible que su prima se hubiera enamorado del hombre que le había arruinado la vida. Milly no era estúpida, era bella e inteligente, podía salir con el hombre que quisiera, entonces ¿Por qué había elegido a uno que pertenecía a otra mujer? ¿Y cómo había creído cada mentira que él le había dicho?

A Milk le parecía algo incomprensible, estaba convencida de que ella nunca desearía a alguien inadecuado. Sin embargo, allí estaba, mirando a aquel hombre ardiente de deseo. A diferencia de Milly, a ella no la habían mentido y, además, pensaba protegerse.

- ¿Qué otra cosa podía pensar? Tu nombre... - Se fijó en su cabello - Te vi, tu pelo... - Negó con la cabeza - Es evidente que no eras tú, pero te parecías muchísimo, eras como la chica que vi con Vegeta en el restaurante. ¡Y no lo desmentiste!

- ¿Milly es hermana tuya?

- Como si lo fuera, es mi prima, pero nos criamos juntas, sus padres me adoptaron después de que mis padres sufrieran un accidente. Si hubiésemos sido hermana de verdad, no podríamos haber estado más unidas.

- No sabía que eras huérfana - Comentó observandola con un toque de tristeza.

- ¿Por qué ibas a saberlo?

- ¿Y el nombre?

- Yo me llamo Milk y ella Milagros. A mí me dicen Milky y a ella Milly. Es la última persona a la que imaginarías teniendo una aventura amorosa con un hombre casado.

- ¿Y tú qué tienes que ver en todo esto? No estoy juzgando a tu prima. Solo quiero saber los hechos.

Pero Goku la estaba juzgando a ella. Milk lo había engañado. Se habría reído mientras él... Apretó los dientes. Tenía que dejar de culparla por un error que había cometido él.

- Me has juzgado a mí - Dijo ella, como si le hubiera leído el pensamiento. Bajó la vista y trató de ocultar las lágrimas que inundaban su mirada.

Al ver que una lágrima resbalaba por su mejilla, él sintió una fuerte opresión en el pecho.

- Creí que no te importaba lo que pensaran de ti - Hacia mucho tiempo que nadie lo retaba tal y como lo había hecho aquella pelinegra.

- No me importa - Se mordió el labio - Pero no permitiré que ataques a Milly.

- No estoy buscando un objetivo. Busco explicaciones - Trató de controlar su impaciencia - Mi mejor amigo acaba de venir pidiéndome ayuda y yo lo corrí de la casa. Creo que eso me autoriza a tener un poco de información.

- ¿Lo corrístes de la casa? - Preguntó ella. No podía imaginar lo que había sucedido para que Goku actuara de esa manera con el hombre que había defendido como un león hambriento. Un hombre al que él había considerado una víctima.

- Sí, porque ha llegado la hora de romper el círculo, porque soy su amigo, estoy en deuda con él y nunca podré pagarsela.

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