《16》
Resultó que Vegeta estaba solo. A lo único que se había acercado había sido a la botella de Whisky. Goku no tenía problema en compartir la bebida, pero cuando se trataba de su... Frunció el ceño. ¿Qué era ella aparte de no ser nada suyo?.
No era suya, pero le suponía una auténtica pesadilla y no le pagarán para que se acostara con su amigo casado, así que su actitud estaba totalmente justificada.
- Esto sí que es una sorpresa. Vegeta. ¿Está Bulma contigo? ¿Y los niños?
Vegeta se rellenó el vaso, lo levantó hacia Goku y negó con la cabeza.
- Bulma me ha dejado... De echo, me corrió de la casa - Balbuceó.
- ¿Ha descubierto lo de Milky? -
¿Se habría confesado Vegeta?
Goku descartaba esa posibilidad. Vegeta no era el tipo de hombre capaz de confesarse. Era de los que contaba los problema a sus amigos y esperaba a que se lo solucionarán. ¿Cuántas veces había imaginado esa escena durante los últimos cinco años? Al pensar en ello, Goku experimentó un sentimiento de culpa. Estaba en deuda con Vegeta y el peliflama lo sabía.
Su amigo continuaría contándole sus problemas. ¿Cómo lo llamaban los psicólogos? ¿Comportamiento adquirido?
Vegeta frunció el ceño y pastañeó.
- ¿Estás bien? Pareces... - De pronto puso una amplia sonrisa - ¿Milky? Quieres decir, Milly, la maravillosa Milly. Tan dulce... Tan ardiente... Era la mejor.
Goku puso una mueca de disgusto. Cerró los puños a ambos lados del cuerpo y apretó los dientes.
- No, ella nunca descubrió lo de Milly, pero Milly era diferente, era auténtica. Ojalá... - Suspiró sin acabar la frase - No, esto no ha sido nada. Una aventura de una noche, eso es todo - Chasqueó los dedos antes de beber otro trago de Whisky - Pero, Bulma no lo ve así y no quiere escucharme - Se quejó.
Hizo una pausa como si esperara comentario de complicidad en respuesta a su queja y, al ver que Goku no decía nada, bebió otro trago.
- Confiaba en que tú le hicieras entrar en razón a la terca de mi esposa, Goku. Le caes bien tienes un don para las mujeres.
- No se trata de tener un don, se trata de no ser infiel - Respondió Goku.
- No te pongas así amigo, no es ser infiel simplemente es que aveces hay que buscar lo que no encuentras en casa - Agarró de nuevo el vaso y lo volvió a rellenar de Whisky.
- ¿Cómo tienes el descaro de decir eso? - Gritó Goku.
- Es la verdad, y tu lo sabes.
- Estás mal, Bulma te ha dado todo, ha sido una buena esposa contigo, te acompaño en los buenos y malos momentos, nunca te ha fallado como esposa, madre y mujer y eso lo sé porque tú me lo dijiste, crío sola a sus dos hijos porque el señor Vegeta se la pasaba de viajes de negocios cuando tu y yo sabemos que eso es mentira, eran reuniones placenteras que tenías con tus tantas amantes - Respiró - Ella dejó su sueño de convertirse en modelo sólo porque al señor Vegeta no le parecía que su mujer mostrara demás a los hombres, ya que él sólo tenía el derecho. Y, sí, tienes razón pero. ¿Tú has cumplido el papel de un esposo ejemplar? - Preguntó observando molesto a Vegeta.
- Creo que exageras las cosas, Kakarotto. Las cosas no son así, a como tu las describes - Se defendió.
- No me llames Kakarotto - Gritó - Lamento decirte que así son las cosas Vegeta, mientras tú te revolcabas con cuanta mujer se te cruzaba en el camino, ella sólo le quedaba observar, el como te llevabas otra más a la cama. Bulma no se merece esto que le has estado haciendo. Se cansó de tus infidelidades, tus hijos y ella merecen a un ser ejemplar y tú no lo has sido. Si sabías que no podías ser le fiel. ¿Por qué mierda te casastes con ella?.
- Por amor - Respondió.
- Eso no es amor. ¿Y que qué me dices de tú amante esa tal Milky? - Preguntó ¿La amabas?
Vegeta no respondió nada un sermón de su amigo se había ganado y bien merecido lo tenía, no quería aceptar la realidad pero era cierto todo lo que decía Goku, él tenía la razón.
- Tú silencio lo dice todo - Habló Goku.
[•••]
Mientras Marron jugaba con el perro, Milk seguía en lo mismo, su tormento, Goku Son. Ese hombre que se había convertido en su ogro y verdugo, capaz de encontrarle, pero, a cualquier cosa que ella hacía o decía. Sabía el lugar que ocupaba en esa mansión, sólo era una empleada más o como él decía la cuidadora.
Esas palabras hirientes pero ciertas, no podía negar que tenía razón. El problema no fue lo que había dicho sino como lo dijo y lo dijo de una manera despreciable e irónica. Quería tumbarla delante de su sexy novia, pero no lo logró.
- Necesito desestresarme - Llevó sus manos hacia sus hombros y comenzó a darse masajes.
- ¿Qué tienes Milk? - Preguntó la pequeña.
- Nada, sólo que me gusta hacer esto, es muy relajante hacerlo.
- ¿Puedo hacerlo yo?
Cuando Milk iba a responder una de las empleadas había llegado donde ellas con una jarra de limonada.
- Aquí tienen - Habló colocando la jarra de limonada con dos vasos - Por cierto, mi niña, su tío Goku ya está aquí.
Marron al escuchar el nombre de su tío salió corriendo en busca de él seguida por el perro y Milk que iba con el propósito de comentarle lo de esta mañana.
- Esperame Marron - Gritó Milk corriendo tras Marron y el perro.
Antes de que Vegeta pudiera responder, se abrió la puerta y se percibió el sonido distante de la risa de Marron y el ladrido del perro. Donde Milk entró a la habitación dispuesta a discutir lo de situación de la mañana. No hacía falta ningún talento especial para saberlo, todo su cuerpo lo mostraba.
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