《15》

El día siguiente llegó tan rápido para Milk, no había rastro de Goku y eso la tranquilizaba, sabía que él volvería dentro de 3 días. Así que estos días los aprovechará para meditar su estadía en la mansión Son. Le molestaba que Goku la tuviera vigilada, no la dejaba respirar tranquila y para variar sus arrebatos sexuales, que aunque ella quisiera negarlo sabía que su cuerpo anhelaba el erótico cuerpo de Goku, lo quería dentro de ella.

- Vamos Marron, apúrate que van a cerrar el puesto de hamburguesas - Gritó Milk en el marco de la puerta de la habitación de Marron.

- Ya estoy lista - Llevaba un vestido color rosa con zapatitos de charol del mismo color y de igual manera el lazo que acompañaba en su cabello rubio - Vámonos Milk.

Ambas salieron de la mansión se subieron al coche el cual lo conducía uno de los tres chóferes de la familia Son.

A los dos minutos de su salida el teléfono de la mansión sonó, de inmediato la ama de llaves contestó cordialmente con el saludo de la casa, de inmediato supo quien era el que hablaba.

- ¿Goku?

- Clare, me puedes comunicar con mi sobrina - La ama de llaves palideció.

- Este... pues... Ella no está - Soltó rápidamente, sabía que a Goku le molestaba que Marron saliera de la casa sino fuera con él o Lazuli.

- ¿Cómo que no está? - Preguntó molesto - ¿Qué pasó con la señorita Ox? ¿Dónde anda ella? ¿Y mi sobrina, con quien anda? ¿Por qué dejastes que saliera?

Tantas preguntas ponían nerviosa a Clare, no sabía que responder, por un lado si decía que andaba con Milk en el parque comiendo hamburguesas se molestaría pero si le decía que andaba donde su amiga Lucía de igual manera se molestaría. Así que decidió a responder.

- Anda con la señorita Ox, en el parque de diversiones comiendo hamburguesas - Tragó grueso - Se acaban de ir.

- ¿Qué? - Pegó un grito en el cielo - ¿Te has dado cuenta la hora que es? Una niña no debería de andar a estas horas en la calle, además tu obligación era informarme de todo, y eso incluye el que hacer de la señorita Ox.

- Si, lo sé, pero no me pareció algo malo, puesto que sólo iban al parque además iban con el chofer y... - Se escuchó un sonido atraves del teléfono que daban por finalizada la llamada.

- Me cortó - Suspiró - Cuando vuelva esto se pondrá color de hormiga.

[•••]

- Maldición - Exclamó - Debe de andar viéndose en el parque con uno de sus víctimas, teniendo a Marron como espectadora - Se imaginó la escena. Molesto tomó su maleta iba directo a Japón a poner a la azabache en su lugar.

- Con Goku Son, nadie juega, Milk, esto te saldrá caro - Susurró molesto.

[•••]

Milk jugaba con Marron en el parque de diversiones, comprando dulces y sus ansiadas hamburguesas, jugaron en un charco que había en la parte izquierda de un árbol de cerezo, luego de tanto jugar decidió que ya era hora de regresar a la mansión.

Observó su reloj de plata con una imagen de la torre Eiffel en el fondo de este, miró que eran las cinco y treinta minutos había pasado más de una hora que estaban en el parque y decidió que ya era hora de volver.

- Bueno, Marron - Se levantó del pasto verde y estiró sus brazos - Es hora de irnos pequeña - Levantó a Marron del pasto y la llevo en su espalda a modo de caballito.

- Yo no me quería ir, Milk - Habló entre risas la pequeña.

- Mañana volveremos - Respondió.

Llegaron a la mansión sucias y con risas que se escuchaban hasta la cocina, la pequeña subió corriendo a las escaleras en dirección a su habitación.

- Marron, no corras - Gritó Milk.

- No me alcanzaras Milk.

La ama de llaves que escuchó la bulla que provenía de la sala principal, se encaminó rápidamente, pudo observar a Milk sucia y colocando el pies derecho al primer escalón de la larga escalera.

- Milk - Habló la ama de llaves.

- ¿Qué pasa señora Clare? - Preguntó - Si es porque Marron está sucia, no se preocupe ya le daré un baño.

La ama de llaves, que dudaba en decirle el percance que tuvo con Goku, por la salida que tuvo ella con la niña Marron, decidió no hacerlo.

- Solo te pido que no vuelvas a llevar a Marron al parque - Habló - Eso sólo le compete a su mamá y a su tío. Es una regla de la casa.

- No sabía éso, pero no veo el porque no hacerlo, no le haré nada malo a la pequeña, además ella se divierte mucho en el parque - Respondió.

- Solo no lo hagas, Milk, por tu bien y el de la niña - Sugirió ella.

- Esta bien, no lo volveré hacer - Siguió su camino hacia la habitación de Marron. Que extraño ayer no parecía molesta por haberme llevado a Marron al parque. Pensó.

Llegó a la habitación hizo del aseo de la niña, y la acostó en su cama para que descansara.

[•••]

Canceló todas las reuniones que tenía, con el propósito de encarar a la pelinegra su arrebatos. Sí, para él era un arrebato haberse llevado a Marron al parque para verse ella con sus amantes.

Maldigo entre dientes a su hermana por contratar a la azabache que ya se había convertido en su dolor de cabeza.

Se quedó dormido en su jet privado  de tanto pensar en la pelinegra. Transcurrieron las horas necesarias para llegar a Japón, en el aeropuerto ya lo esperaba un chofer con la puerta del coche abierto, quería sorprender a todos con su llegada anticipada especialmente a Milk esa caza maridos, destructora de matrimonios.

Bajó del coche y mayor fue la sorpresa que se llevó él al ver un auto que él bien reconocía estaba parqueado en la entrada inferior de la mansión no dijo nada sólo siguió su camino.

¿Vegeta estaba allí? ¿Eso quería decir que Milk estaba allí? ¿Habría contactado con él y...? Quizá siempre habían mantenido el contacto. ¿Eso significaba que su relación nunca había terminado? Sintió que algo se retorcía en su interior al pensar en esa posibilidad.

También era posible, aunque poco probable, que aquello fuera un giro del destino. ¿Bulma estaría con Vegeta? ¿La amante ya habría conocido a la esposa? ¿Llegaba demasiado tarde para evitar una crisis? Tampoco podía encerrar a Milk en una de las habitaciones hasta que pudiera librarse de sus invitados inesperados. ¿No? ¿Y por qué se preocupaba tanto, como si fuera asunto suyo?

Vegeta ya era bastante mayor como para cuidar de si mismo y Milk ni siquiera era su empleada. Él era el que no la quería allí, él que había advertido que con su sola presencia causaría problemas, y así había sido, reconocía que era una mujer sexy. Lo bastante sexy para hacer que un hombre quisiera... Tragó saliva y se le formó un nudo en la garganta. Aunque la relación entre ellos dos hubiera terminado mucho tiempo atrás, Vegeta podría mirar a Milk un instante y sentir que le hervía la sangre. Con mirar a Milk una vez, un hombre podía olvidarse de que estaba casado. ¿Qué hombre no lo haría? ¿Y Vegeta conocería la existencia de Yamcha? Sintió que la rabia lo invadía por dentro. ¿Por qué esos hombres permitían que los hicieran quedar como idiotas?

[•••]

Milk estaba sentada en un tronco observando como Marron jugaba con el cachorro que saltaba con un palo en la boca. La risa de la niña la hizo sonreír, pero la tristeza permaneció en su mirada mientras levantó la mirada hacia el aire y respiraba el aroma de los rosales. Molesta consigo misma había bajado la guardia se juró no volver a caer en las redes de seducción, después de esa noche terrible en la que había descubierto lo doloroso que era el amor y el como destruia a las personas.

Nunca permitiría que nadie le hiciera daño, como ese hombre se lo hizo a Milly. No dejaba de pensar en Goku y ese beso, él ni siquiera le gustaba. "O ese era lo que ella creía". Al día siguiente podría despertar, mirarlo y pensar ¿Qué era lo había visto en él?

Aparte de su rostro perfecto y un cuerpo increíble con el que se podían inventar mil fantasías eróticas...

- Ahhh - Suspiró - Marron ten cuidado no vayas a caerte en ese charco, que te ensuciaras.

- Sí, no te preocupes Milk.

Ni siquiera cuando Lapis la dejó se había sentido tan vulnerable. Si aquello tenía que ver con el sexo, quizás debería... ¿Acostarse con Goku? Enseguida pensó en la parte negativa del plan. Él no estaría interesado en ella a no ser que acabará de tener una discusión con su novia, sabía que un hombre como Goku, nunca se fijaría en ella y la única alternativa era ser su amante y no quería eso no quería cometer el error de su prima Milly.

[•••]

Goku todavía blasfemaba cuando se abrió la puerta antes que él llegara en ella. Apretó los labios para permanecer en silencio, durante su carrera de peleador de artes marciales se le conoció por su capacidad de mantener la calma bajo cualquier circunstancias. Sin embargo, en aquellos momentos tenía que controlar sus sentimientos y si la expresión de su ama de llaves era un buen indicativo, no lo estaba haciendo muy bien.

Ladeó la cabeza, miró a la señora Clare y, puesto que no se fiaba de que fuera capaz de hablar sin gritar, arqueó una ceja a modo de pregunta.

- El señor Ouji está en la bibloteca.

Goku no intentó leer demasiado con su gesto de desaprobación. A su ama de llaves habían muchas cosas que no le gustaban, no sólo el echo de descubrir que un amigo casado tenía una aventura con una de sus empleadas. A pesar de todo, la imagen que lo torturaba permaneció en su cabeza, provocando que corriera hasta la puerta de la biblioteca y se detuviera allí para respirar hondo y poder entrar.

- Me imagino que se la deben de estar pasando bien - Susurró antes de tomar el picaporte de la puerta y abrir esta.

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