《10》

De pronto, el calor se convirtió en fuego. No era un beso delicado, sino exigente, con el que trataba de ejercer el control, antes de cerrar los ojos, Milk se percató del brillo de los ojos de Goku era tan intenso que sintió que se derretia por dentro, ella trató de sobreponerse. Goku besaba muy bien ¿Y qué? Era de esperar solo un beso, pero su aroma masculino y el calor de su cuerpo se habían apoderado de ella, así como la sensación de su miembro erecto presionado contra su pelvis. Tras la sorpresa inicial, ella se movió contra él para incrementar la erótica fricción le rodeó el cuello y abrió la boca para recibir la invasión de su lengua.

La cabeza le daba vueltas, las piernas no le respondían, tenía el corazón acelerado no sólo era un beso aquella era una clase magistral de seducción puesto que había perdido el control de su cuerpo, Milk intentó mantener el control de su mente y distraerse de lo que estaba sucediendo.

Él se separó de ella un instante, pero no le soltó la barbilla estaba lo suficientemente cerca como para que ella pudiera sentir su cálida respiración sobre los labios, pero a suficiente distancia como para que ella pudiera escapar de la nube de sensualidad que la envolvía la realidad se impuso como un balde de agua fría. Jadeando, apoyó las manos sobre su torso musculoso y lo empujó. Él la soltó y Milk dio varios pasos hacia atrás tambaleándose
Goku no sabía con cuál de los dos estaba más furioso, con ella por embelesarlo, o con él mismo, por su manera de reaccionar.

Si alguna vez se había preguntado por qué Vegeta había podido hacer esa estupidez, ya lo sabía.

- Marchate - Gritó él.
Milk estaba temblando y era incapaz de moverse sentía una mezcla de vergüenza, odio hacia sí misma y asombro.

- No puedes echarme... No eres tú el que paga mi sueldo.

- No te estaba echando, estaba diciéndote... - Arqueó las cejas - Lo siento, estaba pidiéndote que te fueras de mi vista a menos que desees repetir lo que acabamos de hacer - Milk recuperó las fuerzas y se apresuro para salir de allí, no era la opción más digna pero, sin duda, la más sensata.

- ¡¡Maldición!! - Exclamó Goku - Cómo puede ser que esa mujer me tenga loco y desesperado, es una... Mierda no puedo con esto, tengo ganas de hacerla mía un beso no me bastó quiero y deseo más. - Tomando asiento, colocó sus brazos en el escritorio, lamentándose por no poder hacer más con la pelinegra.

*Al día siguiente*

El día siguiente Milk pasó la mañana evitando los lugares en los que pudiera encontrarse con Goku sentía su presencia en cada esquina y había empezado a sobresaltarse al ver su propia sombra, hasta el punto que la pequeña Marron le había preguntado si estaba bien. Y eso que tenía cinco años.

¿Y que diablo hacia escondiéndose como si hubiera hecho algo por lo que tuviera que sentirse culpable? Él era quien la había besado, aunque ella le hubiera correspondido había reaccionado ante aquel beso con entusiasmo, algo que nunca habría imaginado posible debía olvidarse del beso y continuar y eso implicaba que tendría que ver aquel hombre en alguna momento. Lo irónico fue ser que cuando decidió enfrentarse a él descubrió que ni siquiera estaba en la casa. Goku se había marchado a Francia temprano así que Milk continuó haciendo su trabajo.

Ver el mundo a través de los ojos de una niña era algo que nunca le aburría ese era el motivo por el que le encantaba enseñar, Marron era una niña encantadora.

[•••]

El viernes Goku regresó a la mansión, pero no estaba solo.
Milk, que en esos momentos estaba paseando con Marron, no pudo ver a la mujer que salió del auto con él, pero la noticia se extendió por la mansión en cuestión de segundos antes de que entraran a la sala principal, todos los empleados sabían que era una mujer bella, con el cabello rubio, ojos verdes, de unos treinta años, divorciada y una exitosa abogada de empresa. Su nombre era Lunch.

Milk ni siquiera se había quitado el abrigo por el duro invierno, antes de que los empleados que estaban en la cocina le contarán todos los detalles del momento hablando bajito para que la pequeña Marron no escuchara.

- ¿No será la primera vez que había traído a una chica? - Preguntó. Resultó que estaba equivocada, al parecer, aunque frecuentemente realizaba reuniones en la mansión, Goku nunca había llevado una amante a éste.

- Así que parece que está mujer debe de ser especial - La única pregunta que se hacía todo el mundo era cuándo celebrarían la boda, y si ella merecía estar con él.

- ¿Tú qué opinas Milk? - Preguntó uno de los empleados.

- Creo que merece que sintamos lástima por ella - Respondió. Su comentario hizo que todos la miraran porque, curiosamente, los empleados parecían bastantes protectores hacia su jefe.

Milk se encogió de hombros - ¿Qué? ¿De verás creen que un depredador sexual va a cambiar su forma de ser por haberse casado?

Antes de que los empleados pudieran responder, una vocecita los interrumpió.

- ¿Qué es un depredador sexual? - Milk se volteó y se sonrojó al ver que Marron estaba detrás con unas galletas oreo deborándolas.

- ¿Estabas hablando del tío Goku? - Sus ojos se le iluminaron - ¿Ya está en casa?

- Creo que acaba de llegar, cariño - Respondió.

La niña salió corriendo de la cocina antes de que Milk pudiera detenerla al salir detrás de ella, Milk tiró una taza de café que había sobre una mesa y eso retrasó su salida, la pequeña Marron llegó a la biblioteca antes de que Milk pudiera alcanzarla.

- No, Marron, puede que tu tío este muy ocupado - De pronto imagino a Goku con la mujer alta y rubia entre los brazos y se estremeció.

- No estará tan ocupado como para no hacerme caso - Contestó la pequeña con seguridad antes de abrir la puerta.

*Goku*

Incluso antes de salir del auto ya se había arrepentido de haber invitado a Lunch, no era que tuviera problema con ella, solo que prefería mantener separadas las diferentes áreas de su vida además, aunque su hermana nunca lo había comentado, él sabía que ella agradecía que no paseara a sus amantes delante de su hija ambos tenían experiencia personal, puesto que Goku casi de la noche a la mañana se había convertido en un chico alto y musculoso para Lazuli, el problema empeoró cuando creció y Goku no estaba a su lado para protegerla porque se había marchado a estudiar en la universidad. Goku puso una expresión sombría al recordar que un día había encontrado a su hermana de catorce años figurando con un supuesto hombre, el cual este había pasado las navidades con una mandíbula rota en el hospital y Lazuli y él las habían pasado en un hotel; después de eso, Lazuli había pasado los fines de semana con él y en un internado entre semana.

Goku trató de ignorar los recuerdos y los errores que había cometido en el presente, solo era un fin de semana y no pensaba invitar a Lunch a quedarse a vivir allí dudaba que la prestigiosa abogada estuviera dispuesta a jugar con una niña.

Cuando Launch apareció en una reunión, Goku se encontró a la solución perfecta para los síntomas de frustración sexual que estaba experimentando después de la reunión, Lunch se había acercado a él y le había preguntado si tenía pareja cuando él le contestó que no, ella dejó claro que no tendría problemas para volver con él.

- El fin de semana estaré en la mansión. ¿Porqué no me acompañas? - La invitó sin pensarlo bien, una vez que ella había aceptado la oferta ya no había vuelta atrás pasar un fin de semana con Lunch en su cama sería la manera perfecta para evitar que aquella pelinegra pudiera convertirse en una obsesión.

- Tienes una casa preciosa. Espero que estos libros los tengas asegurado - Dijo ella, pasando el dedo por el lomo de uno de ellos.

Goku miró a su acompañante mientras ella examinaba los libros de la estantería. En ese momento se abrió la puerta y la pelinegra entró sorprendiendo a ambos.

Capítulo dedicado a TuliBet Linda gracias por tus votos y comentarios ♡

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