Capítulo 23 Heredera millonaria
Me quedé un poco desconcertado por la manera en la que salió de la sala London, se veía un poco pálida, me causó un poco de temor que se hubiera arrepentido de la cena, que le causara miedo estar ante tantas mujeres de alta clase, porque eso podía pasar, después de todo aunque ella sea una chica tan educada, viene de una familia mucho más humilde.
Lo que me desconcertó fue cuando una de las amigas de mi abuela se puso de pie, ni siquiera se excusó de ninguna manera y salió detrás de London, estuve a punto de ir detrás, pero las palabras de mi abuela me detuvieron.
—No vayas Queen, en los asuntos de familia, tú mejor que nadie, sabe que no se debe de involucrarse —me pidió apoyando su mano sobre mi hombro.
—¿Asuntos de familia? —pregunté arrugando el ceño.
—¿No te lo dijo London? —soltó un enorme suspiro— No pensaba que fuera tan grave, siempre Celia, es su abuela, no me asombra que no recuerdes a London, pasó mucho tiempo desde que la viste, eras solamente un niño pequeño, pero siempre su abuela la llevaba a la casa del lago, por eso me pareció interesante que quisieras llevarla y lo permití.
—¿Dices que nos conocíamos? ¿Qué es la nieta de Celia? —negué con confusión.
Celia es amiga de mi abuela desde hace muchos años, lo sé bien por qué la veía en las reuniones de pequeño y desde que regresé la he visto muchas veces, está en fotos por toda la mansión.
Lo que realmente no me cuadra es que Celia es la dueña de una empresa que tiene millones, es una de las empresas más poderosas del país y el que me diga que London es su nieta no me cobra mucho sentido, yo vi a sus padres, a su hermana, viven en un campo, en un sitio muy humilde.
—Abuela, no tiene sentido lo que estás diciendo, la familia de London es muy humilde —replico.
La sala estaba en un completo silencio, vi como las amigas de mi abuela estaban con sus gestos de desagrado, al parecer no era un tema muy grato de hablar, pero eso en estos momentos no era demasiado importante para mí, lo quería entender todo.
No pudo responderme cuando Celia volvió a entrar a la sala, se veía demasiado calmada, lo cual me parecía preocupante, porque London no parecía tener intenciones de regresar o tal vez se estaba tomando su tiempo para calmarse.
—Pueden tomar asiento, no se queden ahí, no se puede tener una conversación a gusto de ese modo —dijo aclarando su voz y tomó asiento— Quiero ofrecerles una disculpa, después de tanto tiempo no pensaba que ese sería el reencuentro con mi nieta.
Me senté en pleno silencio, ahora mismo me sentía preocupado, pero al mismo tiempo estaba molesto, ¿Por qué no me lo había dicho? ¿Qué era lo que temía?, es decir, yo no iba a juzgarla, ni me iba a interesar más, o al contrario, por ser nieta de esta mujer.
Al cabo de unos minutos, cuando el ambiente se calmó y estaban hablando tranquilamente, London entró en la sala, le vi seria, pero un poco más calmada de lo que esperaba ver de ella.
—Disculpen, buenas noches para todas —dijo London en un tono tenue tomando asiento a mi lado y apoyó su mano sobre la mía.
No quise tener el gesto de quitarla al instante, sobre todo porque ella ya tendría suficiente con lo que estaba sucediendo para aumentar a otra preocupación, pero debía de tener una muy buena excusa de lo que estaba sucediendo para habérmelo ocultado.
—Entonces Queen, ¿qué te pareció la familia? Me imagino que ya se conocen —preguntó Celia sin mirarme mientras cortaba la carne.
—Sí, tuve el placer de pasar un fin de semana en la casa de los padres de London, son muy agradables todos, me recibieron muy bien —asentí
—Eso es algo que no hubiera esperado justamente del padre de London —soltó una leve risa y se metió el primer bocado de comida.
Vi el rostro de London desfigurarse en un gesto de rabia, como si le hubieran metido el dedo en la herida, dejó a un lado la servilleta que apenas había tomado para empezar a comer y se puso de pie llamando la atención de todas las amigas de mi abuela.
—Les pido unas encarecidas disculpas, sobre todo a usted —dijo dirigiéndose a mi abuela— Pero, no puedo continuar con esta cena, no puedo compartir una mesa con una mujer que no tiene un mínimo de respeto cuando habla de personas que no están presentes, cuando toca en la herida que jamás va a curarse porque ella se dedica a rascarla continuamente.
Me puse de pie, porque tampoco pensaba dejar que saliera en aquel estado sola de allí, miré a mi abuela, porque no dijo ni una sola palabra ante las de London, no me pareció propio de ella, esperaba que pudiera disculparse al menos por haberle invitado, después de todo, ella era consciente de quién era London.
Todo me parecía aún demasiado confuso, pero me quedaba en claro luego de sus palabras que lo sabía y que sabía el problema entre ellas, entonces debió al menos de consultarlo conmigo.
—Queen, no vayas detrás, dale su espacio —dijo mi abuela tratando de retenerme.
—No, me vas a disculpar, pero no, no debiste dejar que esta mujer viniera, sabiendo todo el problema que hay entre ambas no puedes apoyar estos eventos sorpresivos, si ella no quiere ver a su abuela, tendrá sus razones —negué con frustración— Al menos le debiste ofrecer una disculpa.
No me respondió, solamente puso una mueca en el rostro y yo decidí marcharme detrás de London.
Logré alcanzarla con rapidez, a pesar de verse molesta, creo que estaba esperando que yo fuera detrás de ella, se quedó parada en el umbral de la puerta de salida y yo me paré a una corta distancia detrás de ella.
—Sé que debes de tener muchas preguntas, que debí de decirte sobre esto antes, pero no tenía la menor idea de que mi abuela fuera amiga de la tuya, estaba esperando el momento para contarte con respecto, pero no es fácil de hablar —empezó a decir y se dio la vuelta para encontrar su mirada con la mía.
—Pensé que no había secretos de por medio, no pensé que fueras una mujer de dinero, con esto no quiere decir que para mí eso haga una diferencia London, no me importa si tienes más o menos dinero que yo, pero son cosas que deberías de ir mencionando —me encojo de hombros.
—Nunca he dependido del dinero de mi abuela, mis padres me criaron con mucha humildad, por supuesto que cuando solamente era una niña, mis padres jamás me prohibieron tener relacionamiento con mi abuela, por el contrario, siempre me alentaron a tener una buena relación con ella —bajó la mirada a sus zapatos.
—¿Entonces London? —pregunté con la curiosidad cada vez apoderándose más de mí.
—Mis padres comenzaron a tener muchos problemas, mi abuela seguía involucrándose para separarlos, ponía mujeres en medio en busca de tentar a mi padre, dejaba cosas como si mi padre estuviera siendo infiel, gente decencia entraba en la casa para incriminarlo de cosas que no hacía —una sonrisa amarga apareció en sus labios— Ella luchó por destruir la familia, por separarlos después de que se casaron sin su consentimiento.
—Eso es...
—Lo sé, horrible —me tomó de la mano y empezamos a caminar en dirección a la salida— Mi abuela no tuvo la misma relación con mi hermana, no fue nada cercana a ella, por lo que decidió que quiere hacerme su única heredera hace tiempo, me lo comunicó, pero yo no quiero tener nada que ver con sus empresas, ni con ella.
—Es muy complicado que puedas perdonar lo que hizo, tu familia es hermosa, si yo tuviera una familia como esa sería sin duda lo más preciado de mi vida —confieso a lo que ella asiente.
—Lo intenté, muchas veces quedamos, para hablar, para tener una cena juntas, pero ella jamás se disculpó por lo que hizo, en cambio, decidió tratar de recolectar información por mí, quería volver a intentarlo, ahí fue donde se terminó el relacionamiento con ella —concluye por decir.
No podía ni siquiera creer que mi abuela tuviera amistad tan cercana con una mujer capaz de llegar a esos extremos, mi abuela ni siquiera había estado de acuerdo con el casamiento entre mis padres, pero llegar al extremo de obligarlos a separarse es demasiado decir, jamás se involucró.
—Fue por la diferencia de clases sociales, mi abuela pretendía que mi madre se case con un hombre que estuviera a su altura, que tuviera la misma o incluso más fortuna para hacer crecer el imperio, pero mi madre eligió un hombre sencillo, con valores, que no quería más que una vida tranquila en una pequeña casita de campo, tener una familia repleta de amor.
—¿Entonces si tú decidieras casarte con un hombre que no tuviera nada en lo absoluto sería un problema también? —me atreví a preguntar.
—Lo sería para ella, pero en mi caso, no me importaría estar con un hombre que cree sus propias ambiciones, ¿por qué? ¿Tienes pensado renunciar a la empresa y todo lo que tienes para aventurarte a lo desconocido? —me preguntó con una ancha sonrisa.
—Podría ser una opción cuando toda esta locura acabe, ¿me continuarías acompañando? —alcé ambas cejas con una sonrisa burlona.
—Hasta el final de los tiempos —me enseña su dedo con el anillo— Esto significa que siempre estaré aquí contigo
—Me alegra saberlo y también te agradezco por confiarme algo tan doloroso para ti, te prometo que mientras tú no lo quieras no dejaré que se acerque a ti, voy a hablarlo con mi abuela para que no se vuelva a repetir —le aseguro.
Ella me rodea por el cuello con una sonrisa traviesa, siento su nariz chocar contra la mía suavemente y luego me besa con dulzura.
—No sé qué sería de mí si Queen Brumby no se hubiera topado en mi camino —dijo con certeza acariciando el cabello de mi nuca.
Nos subimos al automóvil para regresar a la casa de la mejor amiga de London, pero se me ocurrió una mejor idea.
—¿No te apetece quedarte a dormir conmigo en la mansión? —le pregunté a lo que pareció tomarle por sorpresa la situación.
—¿Estás seguro de que sea una buena idea? Pensaba que eso no iba a suceder hasta estar casados —sonrió con picardía.
—Mejor así, quiero que te vayas adaptando, pero depende de ti que estés preparada —me tomó de la mano y asintió.
—Es momento de que eso suceda, además —acerca sus labios a mi oreja y siento el calor de su aliento acariciarme— Necesito otras cosas de ti para bajar la tención de esta noche.
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