Capítulo 19 "Fiesta de compromiso
Llegó la noche del compromiso, aunque esto fuera algo un poco más formal para que la prensa dejara de molestar, realmente me parecía algo especial, podríamos hacer de esta noche una maravillosa llena de recuerdos reales, donde la venganza no estuviera de por medio.
Respiré profundo mientras me miraba al espejo tratando de estar lo más perfecto posible, me ponía nervioso, como si nunca hubiera estado parado frente a London y me imagino que ella debe de sentirse incluso peor que yo, después de todo ella jamás ha estado cerca de la prensa.
Mi madre dijo que lo mejor es que nos fuéramos juntos desde la mansión, eligieron un sitio para hacer la fiesta de compromiso, habían elegido la mansión de la abuela, porque es un sitio amplio, hermoso, que tiene sus años y además hay muy buenos recuerdos familiares.
Fue mi abuela la que ofreció la mansión, algo que no me asombra para nada, ella es de las personas que más ha sufrido con todo lo que sucedió a lo largo de mi vida, siempre quiso quedarse conmigo en aquel tiempo, pero mi padre insistió con que debía de ser mi otra abuela quien me tuviera, ya que ella solamente me haría un mal mayor al darme tanto amor.
Cuando London llegó en el automóvil que envié para que la recogiera, se bajó con un hermoso vestido rosa pastel, se veía extremadamente radiante, el color le favorecía muchísimo, hacía que prácticamente fuera imposible despegar tus ojos de ella.
—Estás... Dios mío, se me va a salir el corazón —dije con sinceridad tomando su mano entre las mías.
—Estás exagerando, ¿acaso no te viste en el espejo tú? —preguntó con media sonrisa— Podría quitarte la ropa aquí mismo.
Sus mejillas se ruborizaron ante aquellas palabras, una sonrisa llena de picardía escapó de mis labios, no lo pude evitar, incluso en esa situación ella estaba pensando en tener un momento íntimo, me agradaba la idea, podría hacer esperar a todas las personas de esa fiesta solamente por un momento nuestro.
—Podemos hacerlos esperar, ¿gustas subir a mi alcoba doncella? —pregunté poniendo un poco de juego a la situación.
—No hay nada que me gustaría más, pero tu madre no estará feliz si le hacemos esperar, será mejor que lo dejemos para más tarde, además te tengo una sorpresa —rodeó mu cuello con sus manos— Ahora debemos irnos, si no no soportaré la tentación.
Nos subimos al automóvil que nos seguía esperando, noté un poco de vergüenza en London, sabía que se debía a que probablemente el chofer podría haber escuchado parte de la conversación, pero en realidad para mí no era algo importante.
...
Al llegar a la fiesta me di cuenta de que los periodistas estaban esperando, justamente como un buitre en busca de su cena, sacaron fotografías incluso cuando no nos habíamos bajado, en cuanto lo hicimos London se tuvo que cubrir un poco el rostro por el flash que nos estaba agobiando un poco y cuando se calmaron un poco las fotos apartó las manos del rostro.
—Disculpe, señor Queen Brumby, nos gustaría unas palabras de su parte y si es posible que responda a nuestras preguntas —me pidió uno de los periodistas.
—¿Por qué rompió su anterior compromiso? —preguntó de forma directa una de las periodistas que parecía poco paciente a esperar mi respuesta.
—No había un compromiso como tal, era un noviazgo que nunca llegó al compromiso —declaré mirando a la mujer directo a los ojos.
—Entonces, reformulo mi pregunta, señor, ¿por qué un compromiso tan repentino cuando no hubo uno en un noviazgo de tantos años? —preguntó como si estuviera buscando en mi mirada, aunque sea un paso en falso para encontrar el error.
—El amor no se elige, el amor simplemente surge, a veces piensas que todo ese tiempo al lado de otra persona es el suficiente para concretar algo tan serio como el casamiento, pero conoces a alguien más y te das cuenta de que lo que había no era tan fuerte, ni tan genuino como pensabas —me limito a responder.
—¿No le importa que su prometida sea una mujer humilde, hija de granjeros? —preguntó otro periodista.
Tomé la mano de London con fuerza, sabía que esa pregunta iba con toda la intención de hacerle daño, con toda la intención de hacerle ver como una persona inferior a mi lado, pero no permitiría que le hicieran sentir de ese modo.
—¿Qué tiene que ver la dedicación de mis suegros con los valores, la educación y el amor? No comprendo a que viene su pregunta, London es una mujer muy bien educada, es una mujer talentosa que viene de una familia de buenos valores, así que si me preguntan, mis suegros hicieron un muy buen trabajo al educar a la mujer que será la madre de mis hijos en un futuro —respondí en un tono lleno de frialdad.
—¿Se avergüenza de sus padres? —preguntó otra periodista, esta vez una pregunta directa a London, que no había abierto la boca hasta el momento.
—Para nada, mis padres me han educado lo mejor que han podido, no me avergüenza para nada decir que he crecido entre animales en medio del campo, no me hace menos capaz ni menos profesional, ya que han averiguado sobre mis padres, supongo que deben de tener en claro que soy una joven estudiada, que no ejerce su carrera, pero que cuenta con una —comenta London manteniendo su postura.
De repente salió mi madre, que al parecer se percató de la situación y se apiadó de nosotros, estaba con una ancha sonrisa, los periodistas en cuanto la vieron salir se volcaron sobre ella.
—¿Qué opina sobre el compromiso de su hijo? ¿Está de acuerdo con que tenga un matrimonio con la hija de una familia humilde? —preguntó un periodista.
—Me parece encantadora, London es una mujer muy buena, además como su madre lo único que deseo es ver a mi hijo lleno de felicidad, así que por supuesto que estoy de acuerdo con el compromiso —respondió— Añado que tuve el placer de tener una agradable conversación con sus padres hace un poco rato, agradezco que ambos tengan tan buen concepto sobre mi hijo y que lo quieran como parte de su familia.
Se aproximó a ambos, nos saludó y entramos junto a ella en silencio mientras que los periodistas nos tomaban más fotos, una de las cosas que no me iban a gustar en esta fiesta de compromiso será que tendré que soportar que todo será fotografiado.
Me hubiera gustado que tuviéramos más privacidad, pero al menos sería lo más real que tendríamos hasta el momento en nuestra relación.
—Espero que no haya sido demasiado duro para ti London, sabemos que los periodistas pueden ser muy cueles y hablar de ese modo de tu familia, me desagrada por completo, quiero que lo sepas —expresó mi madre que la miraba con cierta pena.
—No se preocupe, no me afecta para nada, en realidad a mí me hace sentir orgullosa, mis padres eligieron ser granjeros y eso me parece algo maravilloso, cada quien elige lo que desea hacer con su vida —termina por decir sonriendo.
Extendí mi mano hacia London, me miró sonriente, era una clara invitación a bailar, después de todo era nuestra fiesta y quería disfrutarla estando con ella lo más que pudiera.
—¿Bailamos? —le pregunté y ella no tardó en asentir.
—Claro, pero primero, vamos a saludar a mi familia, eso es lo más adecuado —respondió.
Estábamos a punto de avanzar en dirección a sus padres cuando me detuve en seco, giré medio rostro para mirar a mi madre que aún continuaba allí y que nos estaba viendo, así que puso su atención sobre mí.
—¿Mi padre? ¿No vendrá? —pregunté con el ceño arrugado.
—Si cielo, dijo que vendría pronto, estoy esperando que aparezca, sabes como es, aunque no este de acuerdo, no se lo va a perder porque es tuyo —me dijo con ese tono lleno de amor que suele utilizar, tan cálido y suave.
Me quedé pensando en que es muy raro que no estuviera allí, en otra ocasión no dudaría en aparecer para verlo todo desde primera fila, seguramente le hubiera divertido ver los ataques de los periodistas, aunque quizá no le hubiera encantado el resultado gracias a nuestras respuestas.
Fuimos en dirección a mis suegros que ambos se veían desbordados de orgullo, nos extendieron sus brazos y ambos nos abrazaron.
—Te felicito hijo, defendiste a mi hija como un campeón, un punto a tu favor —dijo el padre de London palmeando mi espalda.
—¿Cuándo dejaré de sumar o restar puntos? —pregunté mirando a London que no pude evitar reír ante mi pregunta.
—Eso no tiene fin, si en algún momento haces algo malo te quedarás con cero puntos y volver a subir puede que sea imposible, así que señor Queen debe de portarse muy bien con nuestra niña —explicó su madre.
—Lo haré, la trataré como una reina, se lo merece —les aseguré.
De repente miré hacia la entrada, vi como todos los periodistas se habían amontonado, supuse que era la llegada al fin de mi padre, quise aproximarme para saludarlo y de paso dedicarle unas palabras de burla, pero cuando los periodistas se apartaron para permitirle el paso me paralicé.
Ante mis ojos estaba mi padre, pero con su brazo enganchado al suyo estaba Marina, incluso se me olvidó como se respiraba. Mi padre, ¿cómo se había atrevido a llegar tan lejos? Traerla para verla sufrir al verme amando a otra mujer, ese era un castigo demasiado grande para ella.
—Queen —dijo ella en un tono desbordado de frialdad— ¿Para esto terminaste nuestra relación?
Todos los invitados estaban en silencio, en un abrumador silencio, esperaban ver como iba a desenvolverse esto.
—¿Por qué la trajiste, padre? —pregunté mirando directo a sus ojos con la furia recorriendo mi cuerpo.
—Por qué sé perfectamente que todavía estás enamorado de Marina y ella aún te ama, está aquí porque quiere entender la razones que no le diste cuando terminaste la relación —explicó en tanta calma que me empezó a exasperar.
Vi los ojos de Marina llenarse de lágrimas, yo no quería esto, no me gustaba ver a una persona importante en mi vida destruida por las decisiones que había tomado.
—Marina, no es el momento para tener esta conversación...
—¿Entonces cuando Queen? ¿Esperas que me siente a esperarte una vez más? Ya no respondes a mis mensajes, no entiendo por qué me dejaste si se nota que me amas —insistió.
Él me estaba obligando, quería hacerme sentir dolor, quería orillarme a decir cosas que no quería realmente, porque a pesar de que es cierto de que me di cuenta de que nuestro amor no era lo que yo pensaba, aun así siento cariño y respeto por esa mujer, es por eso que no quiero herirla, no quiero decir nada que la haga salir corriendo llorando y que luego sea el motivo de conversación de un grupo de mujeres chismosas.
—Marina, te lo estoy pidiendo, vete —insistí.
—Queen, todavía te amo, tu padre me dijo que estás haciendo todo esto para vengarte, que la estás utilizando para hacerle la vida un infierno porque es todo lo que no quiere para ti, así que deja esa tontería de las venganzas a un lado, tenemos un amor de años, un amor sincero, genuino que no puede destruirse tan fácil, nos podemos casar incluso hoy mism...
—Queen —escucho la voz de London que se para a mi lado y enlaza su mano a la mía— Está arruinando nuestra fiesta.
Marina bajó su mirada hacia nuestras manos enlazadas, vi las lágrimas desbordar sus ojos, la vi observando detenidamente la situación y sus labios temblorosos.
—Le diste el anillo familiar —su voz se quebró— No puede ser que vayas en serio con ella.
—Lo lamento Marina, pero estoy enamorado de London, mi padre no quiere que me case y está confundiendo las cosas, lamento que tuvieras esperanzas de que lo que dijo fuera verdad, pero no lo es, la realidad es que estoy casándome por amor —respondí con las fuerzas que pude.
Vi en sus ojos el dolor, el cómo su corazón se rompía, nada de esto era fácil de decir, pero tendría que aceptarlo, lo que alguna vez había existido, ya no lo hacía.
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