Capítulo 13 No será tan fácil
El plan se me había escapado de las manos aquel día, aunque no voy a negar que tener en mi cama a London fue maravilloso, pero eso no estaba incluido en los planes de mi venganza y ahora no sabía como manejar la situación.
Es cierto que desde que regresamos del viaje no hemos vuelto a tener esa cercanía, vamos a la empresa con completa normalidad, nos ocupamos allí de todo, tiene sus ventajas, porque London conoce el funcionamiento de la empresa mejor que cualquier otra persona, me es de ayuda que me explique todo lo que es necesario para manejarlo de forma adecuada.
Quiero que mi padre vea que puedo ser responsable de la empresa a pesar de que tenga una rivalidad con él, que una cosa es mi odio hacia él y otra muy diferente es el trabajo de la empresa.
Hoy viajaremos para conocer a la familia de London, será un poco incómodo porque vamos a estar a solas un par de horas, será incómodo porque no tengo la menor idea de como debería de dirigirme a ella.
Lo que salió tal cual como lo había planeado había sido el publicar aquellas fotos, porque no solamente fue mi padre que enloqueció, sino que se revolucionó todo, los periódicos están llenos de nuestras caras, las revistas, las noticias, todos hablan del anillo, de las fotos que subí a mis redes sociales y se preguntan quién es la mujer, quién es London en realidad.
A primera hora London estaba fuera de mi casa, le pedí que viniera ella hasta aquí para desayunar con mi madre, me da pena que mi padre siempre la deja desayunando sola, pero también me gustaría que ella intente acercarse un poco a mi hermana Eva, no me gusta que ella tenga ese recelo hacia London, sobre todo porque es una mujer estupenda.
Vino con sus maletas, mi padre aún no había salido de su despacho, algo que me pareció de lo más interesante, esto va de camino hacia donde quería, así que cuando estuvimos todos sentados a la mesa, y con todos me refiero a mi hermana, mi madre, London y yo, dimos comienzo al desayuno.
—¿Cuántos días se irán? —pregunta mi madre poniendo su atención sobre London.
—Solamente el fin de semana, me gustaría poder quedarme más tiempo con mis padres, me hacen mucha falta —dice con sincera añoranza reflejada en el rostro.
—Imagino que sí querida, no es fácil separarse de los padres —responde mi madre mirándome de reojo.
—Sí, bueno, no estaba en mis planes separarme de ellos, pero dado que mi hermana quería mucho estudiar en una universidad que estaba en otra ciudad, decidí que lo mejor es que se fueran con ella —comenta mientras toma una tostada.
—¿Tienes una hermana? —preguntó Eva que en esta ocasión parecía estar realmente curiosa.
—Así es, estoy ansiosa por verla, le llevo un montón de obsequios que no he podido darle, siempre que veo algo en alguna tienda y me recuerda a ella, lo compro y lo guardo para poder llevárselo cuando la veo —sonríe al comentar aquello.
—Vaya, ella si es considerada con su hermana —hace una mueca al verme.
—Yo tengo mucho amor para dar —digo riendo extendiendo mis brazos— Puedes darme un abrazo, sé que me vas a extrañar.
De repente entra mi padre al comedor, se queda mirándonos a todos, como si ahora su casa fuera una desconocida, pero claro, ahora empezaba a sentir lo que yo mismo había sentido por tanto tiempo, me gustaba verlo de aquella manera, no importa si a la vista del mundo entero estaba siendo cruel.
—¿Qué está sucediendo? —preguntó y se quedó mirando las maletas que estaban al lado de la puerta.
—No te asustes —dijo mi madre pasando su mano por su brazo— Solamente London y Queen van a viajar para que él conozca a sus padres antes del casamiento, eso es lo correcto, además ella quiere que sus padres lo aprueben.
—¿Tus padres saben que salen? —le preguntó a London mirándola directo a los ojos.
—Sí, los llamé hace un par de días para decirles que iba con Queen para que lo conozcan —respondió.
—Tus padres no son buenos con la tecnología, no tienes que mentir —insistió a lo que mi madre se quedó mirándolo.
—¿Cómo sabes eso? —le preguntó.
—Ella trabajaba en mi empresa, en algún momento me lo comentó —respondió nervioso tratando de arreglar la situación.
—Así es, mis padres manejan muy mal la tecnología, pero aun así saben como se contesta una llamada, señor, que sean granjeros no les hace unos idiotas —respondió cortantemente London.
La mesa se quedó en completo silencio, podía palparse en el aire la tensión entre mi padre y mi madre, era algo que ella no lograba entender, lo que era normal, porque mi padre le había estado mintiendo todo este tiempo.
—Pienso que no deberías ir Queen, tenemos muchas responsabilidades en la empre...
—¿¡Te estás escuchando Dalton!? —levantó el tono de su voz mi madre, mientras se ponía de pie— ¡Le pides a nuestro hijo que no vaya a un viaje que es importante para su matrimonio! ¿¡Todo por un día pesado en la empresa!? Empiezo a creer que perdiste la cordura, no sé qué es lo que te sucede últimamente.
Presioné la quijada, porque aunque es cierto que me gustaba sembrar el caos, que me gustaba ver a mi padre acorralado, había algo que no me gustaba en lo más mínimo y es que resolvieran sus problemas delante de Eva. Así que le tomé de la mano, me puse de pie y me gané la mirada de mis padres.
—No me importa si tienen que discutir, pero no lo hagan delante de Eva, no me gusta que ella tenga que estar cuestionándose que es lo que está pasando en su familia, si se van a solucionar las cosas entre ambos o no, dejen de darle preocupaciones —les recordé las palabras que ya antes les había mencionado.
—Lo mejor será que nos marchemos Queen —dijo de repente London y miró a Eva que estaba con sus ojos cristalizados— Deberías de venir con nosotros, estoy segura de que te va a encantar estar rodeada de naturaleza.
—¿Puedo? —dijo en un quiebre de voz emocionada.
London cruzó miradas con mi madre, por supuesto que estaba esperando su aprobación, es cierto que aquello haría menos incómodo el viaje, pero también es verdad que llevar a Eva sería una responsabilidad.
—Si usted le permite ir, me haré cargo, prometo que su hija va a volver tal cual como me la llevo —comentó London con una media sonrisa mirando a Eva.
—Bueno, parece emocionada como pocas veces le he visto, así que tiene permiso de ir —dijo mi madre sonriente.
Eva le dio un abrazo a mis padres y sin decir nada más corrió por las escaleras rumbo a la habitación, mi padre ni siquiera había pronunciado palabra alguna con respecto a dejar ir a Eva, sabía que no se iba a oponer, porque si ella iba estaríamos menos solos, eso era justamente lo que quería.
...
Fueron horas de viaje, Eva se terminó quedando dormida escuchando música con sus audífonos, mientras que London se dedicó a mirar el paisaje todo el camino como si realmente hiciera demasiado tiempo que no viajaba, como si nunca hubiera pasado por allí.
—¿Podemos hablar un poco? —me preguntó de forma repentina sin quitar la mirada de la ventanilla.
—Claro, ¿tienes algo de en particular de lo que quieres que hablemos? Aún queda un buen rato antes de llegar —le recordé.
—Quiero que me digas si lo que sucedió en el hotel para ti fue algo que no debió de pasar, quiero que seas claro Queen —me pidió de repente y se volteó a mirarme por primera vez en todas las horas que llevábamos en el automóvil.
—No estaba dentro de mis planes, pienso que aunque fuera de ese modo no me arrepiento, fue algo que disfruté y ya pasó —me limito a responder.
Pude ver como se volteaba de nuevo hacia la ventanilla, no me había dado una respuesta, no sabía a qué se debía su pregunta, tampoco sabía qué pensaba ella al respecto.
—London, ¿esto significó algo para ti? —le pregunté con seriedad.
—Dejemos el tema Queen, si para ti solamente fue algo que disfrutaste y ya pasó, entonces no tenemos que estar teniendo esta conversación, lo mejor será que enterremos en el pasado lo sucedido —me respondió cortante.
Solté un enorme suspiro, pero no quería insistir, así que no dije ni una palabra más con respecto al tema, me pareció que no era un buen momento para haber hablado de aquello, necesitábamos una relación sólida para mostrarla delante de su familia y lo que teníamos era un distanciamiento que muy probablemente se notaría.
Cuando llegamos London me pidió que me detuviera, estábamos en las afueras de la ciudad, en un campo bastante grande, la casa aun así se veía hermosa y amplia desde fuera, pero seguía siendo en medio del campo, no sé qué tal le parecería eso a mi hermana.
London le tocó el hombro lentamente hasta que ella abrió los ojos y la miró, entonces observo los alrededores con emoción para luego ser la primera en bajar.
—Qué lugar tan hermoso —murmuró mirando todo.
De repente una chica que tenía facciones similares a las de London salió y corrió hacia ella, se abrazaron con fuerza, London la giró en el aire, supe que era su hermana.
—Estás tan hermosa, tan grande —murmuró London con emoción.
—Joder, deja de hablar como mamá —le pidió la chica con fastidio y luego soltó una leve risa.
—Él es mi prometido, Queen —se apartó para presentarme y luego miró a Eva— Ella es su hermana Eva.
—Es un placer conocerlos —intercambió mirada con ambos— mi nombre es Camile.
Estaba a punto de saludarla cuando London la separó un poco de nosotros tomándola de un brazo y se tardaron algunos minutos hablando, no sabía que era lo que estaban diciendo, pero cuando volvieron miraron a Eva.
—Eva, me gustaría enseñarte los caballos, ¿te gustan? —le preguntó Camile.
—Por supuesto, mis padres no me dejan salir mucho, así que nunca he estado cerca de uno —confesó la pequeña.
—Estupendo, entonces vamos —le tomó de la mano mientras la guiaba lejos de ambos.
—Entremos —dijo London con seriedad mirándome.
—¿Por qué le pediste que se llevara a Eva? —le pregunté impidiendo que pudiera avanzar.
—Así será mejor hasta que hablemos con mis padres Queen, ¿pensabas que sería tan fácil como presentarte? —respondió ella.
—Está bien, no tengo miedo de ello, pero antes vamos a hablar, no quiero entrar a tu casa hasta que hablemos de lo que pasó en el coche —le tomo las manos— Necesito saber qué te sucede, no quiero que noten nuestra tensión.
—Joder Queen —dice en un tono de súplica— No te das cuenta de que no dejas de confundirme con tus actitudes, un día parece que te gusto, que quieres tenerme y al otro instante actúas distante, como todos estos días, me la he pasado preguntándome si te arrepientes, para que luego me des una respuesta de mierda como la que me diste, ahora vienes y me tomas de las manos, actúas como si te importara.
—Me importas London, aunque todo esto sea una farsa, eres una buena mujer, comparto tiempo contigo y me haces sentir de una manera especial, cuando estoy contigo revives una parte de mí que no veía hace mucho tiempo, me siento diferente, eso me da miedo, no quiero que el plan se vaya a la mierda —confieso acariciando sus manos— De verdad que lamento mucho que todo esto te esté afectando por mi culpa.
La jalo hasta hacer que se quede entre mis brazos y la rodeo para luego acariciar su cabello con dulzura. Me jode pensar que puedo estar lastimando a London, porque aunque todo esto sea un plan mío, mi intención jamás será que ella salga dañada, solamente una persona tiene que salir dañada y es Dalton.
De repente escucho un carraspeo a nuestra espalda y cuando nos damos la vuelta veo a un hombre bastante serio, London con sus pies torpes se apresura a separarse de mí, aparta la mirada con sus mejillas ruborizadas, entonces se apresura a aproximarse al hombre.
—Papá, lo lamento mucho, no te vi llegar —dice un tanto nerviosa.
—Tu madre me dijo que vendrías con una persona, pero no esperaba que te quedaras afuera como si no pertenecieras a casa, esas demostraciones de amor, sabes lo que pienso —se apresura a decir.
—No se volverá a repetir —responde con firmeza London— Te quiero presentar a Queen.
Se aparta, ambos me miran, pero la mirada de ese señor en particular me produce respeto, se ve que es un padre sobre protector, se aproxima a mí y lo escucho decir algo a regañadientes.
—Menos diez puntos, chico, menos diez —murmuró.
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