Capítulo III- Comienza el juego

Sobre la mesa de aquel salón de reuniones un informe detalla los pormenores del nuevo caso que tienen en sus manos los agentes del FBI.

Un cuerpo fue encontrado mutilado, encadenado y todo el torso cubierto de cicatrices. El informe del forense aclara que estas heridas fueron hechas perimortem y basados en el proceso de cicatrización se pudo constatar que las mismas ocurrieron en un intervalo de tiempo que abarca los 6 - 7 meses, las heridas por donde separaron sus extremidades estaban cauterizadas y cerradas de manera quirúrgica por lo que se sospecha que el perpetrador sea un cirujano o al menos tenga amplios conocimientos de la anatomía humana. El informe del forense también concluye que el individuo encontrado no murió solo hasta que separaron su cabeza del resto de su cuerpo por lo que la tortura llevada a cabo fue aparte de brutal , psicológica ya que lo mantuvieron vivo mientras lo cercenaban extremidad a extremidad, para finalmente terminar con la vida del sujeto de una manera poco convencional. Cortando con un hacha su cabeza.

Mientras el informe era leído los agentes analizaban el nuevo caso que tenían entre manos. Hacía mucho tiempo que tanta brutalidad no era vista en aquel salón de trabajo y mientras unos solo atinaban a pensar en que aquello era algo sin precedentes , el comandante y ahora nuevo jefe del equipo anunciaba que un modus operandi muy similar había sido usado años atrás en una universidad. El asesino que nunca pudieron encontrar, por el cual un compañero y agente aún estaba en coma y el mismo al que solo una persona podía hablar de ello.

Ámbar era esa persona, todos la miraron y sintió como se le herizaban cada uno de los pelos de su cuerpo. No por lo que habían leído, sino por la emoción que recordó de sus días al lado de Jonathan, cometiendo aquellos crímenes que tanto la apasionaban. El momento había llegado, la señal de partida estaba dada y su conocimiento básico haría que cazar a aquel sujeto fuera extremadamente fácil para su equipo. Ese era el sentir de sus compañeros, pero muy por el contrario su participación los llevaría a un camino totalmente opuesto y separado de su verdadero objetivo.

El equipo se dispuso a preparar todo para el viaje de 7 horas que les esperaba, en el camino se pondrían de acuerdo en como se dividirían todos para tratar de encontrar los detalles que estaban buscando .

Un nuevo juego comenzaba, con un equipo totalmente distinto al que por mucho tiempo trató de cazar a Jonathan. Solo quedaba un miembro de aquel antiguo grupo de personas y su paradero solo lo sabían los altos mandos del FBI, ya que la habían colocado en el sistema de protección de testigos para mantenerla a salvo de un ataque futuro. Esa había sido una jugada bastante inteligente que Jonathan analizó durante mucho tiempo ante la gran probabilidad que suponía el que ella quedara con vida.

En la ciudad de Lawrence - Kansas, el forense del hospital universitario recibió a dos de los miembros del FBI que se encargarían de examinar más a fondo los restos del cuerpo encontrado. Mientras que otros se dividían el trabajo en ir a la estación de policías y otros a dónde habían encontrado el cuerpo, o al menos lo que quedaba de él.

— Buenas tardes , somos los Agentes Especiales Reynolds y  Desmond. — se presentaron los agentes— Estamos aquí para examinar el cadáver .

— Buenas tardes agentes, soy el doctor en patología forense  James Pattinson. Por  favor pasen  adelante y miren ustedes mismos debajo de la sábana o retirenla, como más cómodos se sientan.

— ¿Pudo usted encontrar algún indicio de dónde o cuando fue su muerte doctor?

— Puedo ubicar su muerte entre las 24-28 horas, por lo que el cadáver aún no está en plena descomposición. Podemos decir que era un hombre relativamente joven pero que había padecido toda su vida de problemas en los huesos y que por ello llevaba una prótesis en sus caderas. Lo que si me resulta super raro es la cantidad de cortes que hay en lo que queda del desconocido.

— ¿ Desconocido ? ¿ Aún no han podido identificarlo?— interrumpió Ámbar.

— La verdad no, hay poco con lo que trabajar para identificarlo. Esperábamos a que llegara la caballería y nos diera luz verde para extraer la prótesis antes mencionada. Una pieza de este tipo de operaciones suele tener inscrito algo que lo relacione con  su manufacturador, un código o algún nombre. Encontrando esto podemos ponernos en contacto con la compañía que hizo la prótesis y partiendo de sus archivos tal vez encontremos para que paciente fue hecha.

— Entonces Doctor, para luego es tarde — sonrió Desmond al que le encantaba cortar cosas.

Ámbar pensó que estaba rodeada de psicópatas y que la diferencia entre ellos era como usaban su conocimiento, unos para el bien como Desmond, pero que se iluminaba como un árbol de navidad cuando de abrir cuerpos se trataba y otros como Jonathan, una mente prodigiosa que era usada solo para el mal, sin dejar de lado su carrera como cirujano. Carrera que cada día estaba más en alza y prometía un gran futuro para el Doctor Rodes en el campo de la cirujía de cualquier tipo.

El doctor los guió hasta unos vestidores dónde se colocaron un uniforme verde por encima de sus acostumbrados trajes y se dispusieron a extraer aquel pedazo de metal que en esos momentos era su única y mayor pista para encontrar la identidad del hombre que yacía frente a ellos.

Mientras que en la estación de policías el comandante Rivers y parte de su equipo se acomodaban en una oficina pequeña que sería su base de operaciones y eran mal mirados por algunos de los policías locales.

Los trajeados y los de azul, contrario a lo que muchos creerían no se llevaban muy bien. Los últimos defendían su territorio y no entendían el porque de los federales en una investigación que bien podrían haber llevado a cabo sus detectives e investigadores.

— Comandante Rivers, gracias por aceptar este caso, se que su lista de caería de Asesinos seriales es bastante amplia.

— Nunca está de más ayudar a otros miembros de las fuerzas del orden, pero este caso resalta a nuestra vista porque su modus operandi es similar a un asesino que nunca pudimos atrapar y por el cual uno de nuestros compañeros agentes aún está en un estado de coma. Por eso también aceptamos el caso sin dudar.

— Algo supe de ese caso que mencionas y espero que tu compañero se recupere pronto.

— Todos esperamos lo mismo, pero mientras tanto tratamos de capturar a tantos malos como nos sea posible.

— Los dejo para que trabajen, cualquier información o cosa que necesiten no dude en llamarme, mi oficina siempre está a su disposición.

— Gracias teniente, lo tendré en cuenta.

Con un apretón de manos quedó cerrada aquella conversación y cada cual se puso a trabajar nuevamente en las partes del caso que les correspondía.

En un basurero al otro lado de la ciudad los agentes Street y Alonso examinaban con cuidado el lugar donde había sido encontrado el cadáver.

— No parece que este sea el lugar de la muerte, solo parece un sitio donde lo dejaron tirado para que fuera encontrado posteriormente.— había dicho Street mirando al vacío donde antes había estado el cuerpo y aún quedaba la marca.

— También lo creo, la falta de sangre en el lugar y las huellas de neumático dejan a la vista que aquí solo lo dejaron o para que se pudriera lo que quedaba de él o para que lo encontraramos a merced de los cambios del clima.

— Entonces estamos de acuerdo Alonso, está locación es secundaria , aún nos falta la primaria. Tal vez si la encontramos podamos encontrar también las extremidades faltantes del cadáver.

— Informaré al Comandante de lo que encontramos y esperemos que los demás hayan tenido más suerte que nosotros en la identificación del cuerpo.

Y ambos agentes tenían razón, Desmond y Reynolds habían extraído con éxito la prótesis y encontraron en ella el número de serie que los condujo hasta el fabricante, se pusieron en contacto con ellos y habían quedado en reunirse con el director y este les proporcionara el nombre de la persona para la que la prótesis fue contruída. Solo había un pequeño problema, la fábrica estaba en Jacksonville - Louisiana y hacia allí tenían que dirigirse en esos momentos.

El comandante y líder del equipo les dió la orden de dirigirse hasta el lugar de creación de la prótesis y averiguar quién era el dueño de esta. Horas después se estaban entrevistando con jefe de la fábrica y este les proporcianaba el nombre de un doctor que era el único que tenía acceso a aquellas piezas, él era clave si querían encontrar un nombre para su víctima.El hospital se encontraba en La florida y solo una persona era capaz de realizar aquel tipo de cirugías de pelvis. Dándole las gracias se despidieron y aquel extraño caso se complicaba cada vez más.

¿ Cómo había ido a parar un hombre de Florida a un basurero de Kansas ? ¿ En qué momento habían cruzado tantas fronteras entre estados ? ¿ Cuál había sido la verdadera locación de la muerte ?

Preguntas como esas habia anotado Ámbar y ahora nuevamente tenían que ponerse en marcha hacia otro estado, está vez Florida y ahí encontrar al cirujano que había efectuado la operación a su víctima y también tratar de descifrar algún otro detalle de la vida del hombre .

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