pov TAEKOOK

—Suena tan bonito— se dice Taehyung a sí mismo mientras escuchaba a Billie Holiday en la bella soledad de su departamento.

Por primera vez desde que se había mudado a ese edificio podía poner Jazz al volumen que se le antojara, ya que hacía más de una semana que la pareja que anteriormente residía en el departamento de al lado habían decidido partir en busca de un mejor lugar debido a la noticia de un nuevo miembro en su pequeña familia.

Taehyung se había alegrado mucho ante la noticia de embarazo cuando la señorita Lee se lo dijo, pero no puede negar tampoco que egoístamente su sonrisa se expandió aún más cuando le dijo que se mudaban.

No es que la pareja fuera ruidosa, al contrario. Eran pocas las veces que al castaño le habían causado un verdadero problema. Mas bien, era Taehyung quien se sentía una molestia y quien tenía que limitar las prácticas de su amado instrumento incluso en horarios de la tarde, ya que por lo general el señor Lee trabajaba desde casa y lo último que Taehyung quería era problemas y llevarse mal con sus vecinos.

Da vuelta los cortes de carne en la sartén mientras mueve sus caderas al ritmo del Jazz que sonaba de fondo. Todo era absolutamente perfecto en ese último segundo de tranquilidad en su tan corta vida.

Un fuerte sonido en el pasillo lo saca de su ensoñación, haciendo que sus pasos y movimientos se dirigieran disimuladamente hacia la mirilla de la puerta en busca de la fuente de sonido externo.

Nota allí unas cuantas cajas acumuladas en el pequeño hall de distribución que tenía cada piso, justo al lado de la puerta donde anteriormente la familia Lee residía.

—Por favor, que no sea alguien ruidoso y que me permita practicar con el saxofón— ruega al universo con los dedos cruzados sin darle verdadera importancia a la llegada del nuevo inquilino en el edificio y simplemente vuelve a su comida.

No tarda mucho en descubrir que sus suplicas fueron en vano, ya que ese mismo día luego de la cena, no puede practicar con su saxofón con tranquilidad debido al molesto sonido de disparos y gritos provenientes de un videojuego en el departamento vecino.

Ignora todo lo que puede los sonidos intentando de todas formas tocar el saxo, ignorando su entorno hasta que algo molesto -pero con paciencia, aún conservaba la paciencia- simplemente sale al pasillo y golpea la puerta de su nuevo vecino.

Como se lo esperaba, no fue atendido a la primera, sino que más bien la puerta se abre luego de unos largos tres minutos en los que Taehyung no dejaba de decirse a sí mismo que conservara la paciencia.

Le atiende un chico de casi su edad, con el cabello azabache desordenado apuntando para todas las direcciones, unos shorts deportivos y un suéter tres tallas más de las que debería.

"Genial, un niño rata" se dice a sí mismo.

—Disculpa la demora— le dice el chico expandiendo su sonrisa y dándole a Taehyung una completa apreciación de toda su dentadura. —No llevaba pantalones y tuve que correr a buscar lo primero que encontré.

—Ya— dice Taehyung rápidamente. Demasiada información. —Soy Kim Taehyung y vivo al lado— señala la puerta que se encontraba a unos metros. —Me preguntaba si podías bajar el sonido de...

—Oh, lo siento— se apresura a decir el azabache reverenciando hacia él a penas. —No me di cuenta que estaba tan fuerte, ya mismo lo bajo.

Taehyung suspira sin que se llegara a notar la alegría interna. Al parecer su nuevo vecino era alguien con quien podría negociar a futuro.

—Te lo agradezco...

—Jungkook— le dice, sonriendo nuevamente con toda su dentadura y poniendo sus ojos en forma de media luna. —Jeon Jungkook.

—Jungkook— repite —ya que hablamos de esto, también quería consultarte si a ti no te molesta que yo practique con mi instrumento por las tardes.

Los ojos de su vecino se expanden y niega con la cabeza rápidamente. —¿Tocas? ¿Qué instrumento?

—Saxofón— dice sin más. —Bien, si no te molesta entonces voy a...

—¿Puedo escuchar? — pregunta rápidamente. —No voy a molestar, lo prometo. Tengo helado y cerveza.

Taehyung se tensa por unos segundos ante el arranque de confianza, pero no tarda en aceptar de todas formas ya que sabía que afianzando la confianza entre ellos podrían negociar más cosas a futuro.

Descubre ciertas cosas de su nuevo vecino ese día, como por ejemplo que trabajaba de programador en una empresa no muy lejos del edificio donde él trabajaba de asistente musical. También puede encontrar ciertos gustos en común, pero nada que lo sorprenda o lo haga pensar en que se formaría una amistad con el azabache a futuro.

Simplemente se despiden ese día y todo vuelve a la normalidad. O esa era lo que creía.

Al día siguiente luego de su cena, no fue precisamente el sonido fuerte de un videojuego lo que interrumpe su paz, sino que más bien, al azabache ese día se le había ocurrido hacer karaoke como si viviera solo en medio del campo sin vecinos ni nadie a quien podría llegar a molestarle.

—Maldito mocoso egoísta y malcriado...— iba diciendo Taehyung groserías por doquier mientras salía nuevamente de su departamento -con menos paciencia que el día anterior- en busca de tener una charla con su nuevo vecino.

Dos segundos luego de que el azabache abre la puerta simplemente suelta lo que tiene guardado ya sin interesarle realmente llevarse bien con su vecino. Solo quería que lo respetara.

—Escúchame bien lo que estoy por decirte por no habrá siguiente vez— dice amenazante. —La próxima vez simplemente bajo y hablo con el encargado porque estas siendo un imbécil y claramente no te interesa lo que sea que yo esté haciendo y te pasaste por las pelotas lo que te dije ayer de que no quería escucharte.

Jungkook lo mira sorprendido, pero rápidamente frunce su ceño con molestia.

—Dijiste que baje al sonido de los videojuegos.

—De los videojuegos y de lo que sea. No puedes poner el sonido fuerte y hacer lo que se te ocurra porque no vives solo.

—Vivo solo— le dice el azabache señalando el interior de su departamento.

—Pero no en el piso— dice Taehyung levantando sus manos. —Respétame y te respetaré o sino solucionaremos estas cosas con el encargado.

Jungkook suspira mirando hacia arriba mientras frota levemente su frente con frustración.

—Bien— dice sin más, encogiéndose de hombros. —Entonces yo no quiero escucharte tocando el saxofón tampoco.

—¿Qué? — dice con molestia. —¿Quién te crees que eres?

—Tu vecino— dice sin más, sonriéndole con los labios juntos con clara molestia. Completamente diferente a la sonrisa que le había dado el día anterior. —Y tú tampoco vives solo. Así que, si quieres que convivamos como ancianos, pues que así sea.

Ante eso Taehyung expande su boca y señala su pecho con molestia.

—Atrévete a repetirlo.

—ANCIANO— dice el azabache, alargando la pronunciación de cada letra para que a Taehyung no le cupiera duda sobre cómo lo llamó. —¿Puedo cerrar la puerta ya o también te molesta ese ruido?

Taehyung suelta una corta carcajada falsa y niega con la cabeza.

—Haz lo que quieras entonces. Yo también voy a hacer lo que quiera.

—Bien.

—Voy a poner Jazz con el volumen al máximo y voy a tocar el saxofón. Justo al lado de la ventana para que puedas escuchar mejor.

—Genial— dice Jungkook encogiéndose de hombros. —Pues yo voy a jugar videojuegos hasta tarde sin parar de cantar ni un segundo.

—Bien— le dice y voltea.

—Bien— le repite el azabache cerrando su puerta de un portazo.

Está de más decir que al día siguiente se levantó con un dolor en el pecho por sobre esforzar sus pulmones soplando la boquilla del saxo y ni hablar del dolor de cabeza y mal humor por escuchar los sonidos molestos hasta tarde.

Lo último que quería era seguir cruzando su camino con el azabache, pero para su desgracia ambos salían a la misma hora del trabajo por lo que ahí iban, uno en cada vereda dirigiéndose miradas amenazadoras cada tanto y adentrándose sin más al edificio para volver a poner el volumen al máximo y tocar su saxo lo más fuerte que pudiera.

Esa, se había convertido en su nuevo día a día.

Se levantaba de mal humor, iba al trabajo, llegaba al edificio, discutía con Jungkook en el pasillo, se adentraba a su departamento y tocaba el saxo con el volumen del Jazz al máximo.

Las cosas en lugar de mejorar, empeoraban. Un día de mucho mal humor y de pocas ganas de tolerar a su vecino, Taehyung simplemente fue y bajó la térmica del medidor de Jungkook para que así este se quedara sin luz y tuviera al menos un margen de media hora hasta que el azabache se diera cuenta que era el único sin luz en el edificio.

Como venganza, Jungkook en el lavadero metió una camiseta roja entre la ropa blanca de Taehyung.

Para empeorar las cosas ese día, cuando volvió del trabajo con su camisa ahora rosada por culpa del azabache, lo para el encargado del edificio justo en la entrada.

—Disculpa que te moleste— le dice el encargado. Un chico rubio de su edad. —Estoy conociendo a los inquilinos del edificio y quería saber tu nombre— le dice.

—Kim Taehyung— contesta un poco extrañado.

El chico asiente con seriedad, poniéndole los pelos de punta al castaño.

—Y tu compañero de piso, ¿Cuál es el nombre?

Taehyung no tarda en atar cabos.

—¿Jungkook me acusó con el encargado? — pregunta molesto. —Ese imbécil, seguro te dijo lo que yo hice sin decir absolutamente nada de lo que él hizo ¿Verdad? ¿acaso te contó también por qué llevo una camisa rosada? ¿No verdad? Se molestó en simplemente quedar bien pero ya mismo voy a buscarlo y vamos a resolver esto como se debe. Ese niño va a dar la cara y va a contar todo.

Avanza sin más hacia el ascensor guardándose la rabia que llevaba dentro. Había visto ese día al azabache adentrarse primero con una sonrisa burlona mientras miraba su camisa manchada por su culpa. Suerte que sus jefes no eran exigentes con su vestimenta en el trabajo porque sino iba a ir y arrancarle cada centavo a Jungkook para que pagara por el daño que había hecho.

No se sorprende al encontrar al azabache frente a su puerta, mirando hacia el ascensor donde acababa de bajar ya que Jungkook siempre lo esperaba para discutir en el pasillo.

—Te parece gracioso, ¿no? — le dice señalándole el pecho. —Pensé que eras mejor que eso, pero al parecer solo eres un alcahuete. ¿Cómo te atreves a acusarme con el encardo, imbécil?

—¿Con Jimin? — le pregunta extrañado. Taehyung lo mira aún más extrañado ya que ni siquiera él sabía el nombre. —Te vi hablando con él en la entrada— le dice encogiéndose de hombros y cruzando los brazos. Podía ver la lengua del azabache golpeando sus mejillas, molesto. —No sabía que eran tan cercanos.

—Pues lo somos— miente. —De hecho, somos casi que almas gemelas— dice mientras cruza sus brazos sobre su pecho. —La pregunta aquí es cómo es que tú sabes su nombre. ¿Acaso tuviste una oportunidad de hablar con él? ¿Quizás mientras me acusabas?

—¿Acusarte? — dice Jungkook sonriendo de costado y señalando detrás de Taehyung con la cabeza.

Voltea y observa simplemente una pared con un cuadro, sin entender realmente lo que el azabache acababa de señalar.

—Jimin lo ve todo. Allí por la cámara de seguridad.

Taehyung observa allí la pequeña cámara en forma circular, algo oculta en una de las esquinas del pasillo y abre la boca sorprendido.

—¿Crees que me vio en la caja de medidores? — pregunta asustado.

—Ah, entonces admites que si fuiste tú — lo acusa Jungkook señalándole con el dedo.

—Claro que no fui yo— miente. —¿Sabes si hay cámaras en el lavadero? ¿Crees que te vio también arruinando mis camisas?

Jungkook rueda los ojos. —¿En serio crees que lo ve todo? El edificio tiene 20 pisos, mucha casualidad que justo vea algo mío.

—Claro— dice con molestia. —Pero en cambio algo mío es más fácil de ver ya que alguien me acusó.

—Que no te acuse— dice el azabache abriendo sus brazos con molestia. —¿Puedes por un segundo dejar de pensar que todo a mi alrededor gira en torno de ti?

—Ya, claro— dice, también levantando la voz. —¿Entonces me dirás que es completamente natural tuyo ponerte a jugar videojuegos hasta altas horas de la madrugada?

—Ya te dije que es mi trabajo. Trabajo de eso.

—Dijiste que eras programador. Mentiroso.

—Pues me recreo jugando— le dice dejando en evidencia su molesto dialecto.

—¿Y qué me dices de cantar?

—Me recreo cantando, también.

—Pues búscate una forma más silenciosa de recrearte— dice imitando el dialecto del menor.

—Lo hare si tu dejas de recrearte escuchando tu música vieja.

—¿Cómo te atreves a llamar a Billie vieja? — dice señalando nuevamente su pecho con el dedo. —A diferencia de ti, yo si trabajado de esto.

—Claro. Te creo completamente— dice el azabache irónicamente. —Pues me voy a trabajar— le dice abriendo la puerta de su departamento, sin realmente ingresar.

—Pues ve. Ve y haz lo que quieras, pero asegúrate de mudarte lo más pronto que puedas— dice también abriendo la puerta de su departamento.

—Múdate tú— dice el azabache asomando su cabeza en la dirección de su departamento.

—Yo llegué primero.

—Pero yo llegué mejor. Me adapto mejor a un edificio lleno de jóvenes que tú que solo te la pasas quejándote, tocando el saxofón y escuchando música clásica.

—Yo estaba genial aquí antes que tú llegaras— dice mientras se sacaba los zapatos, buscando su oportunidad de tener la última palabra antes de cerrar la puerta y no tener que ver al azabache hasta el día siguiente.

—Búscate un edificio de ancianos.

Rápidamente sale con su zapato aún en la mano y amenazándole con este.

—Repítelo.

—Anciano— repite el azabache recibiendo un zapatazo.

Luego de recibir el golpe en su brazo, Jungkook toma rápidamente el zapato que le había lanzado y se adentra a su departamento con el castaño detrás intentando recuperarlo primero y fallando en el intento.

—Devuélvemelo— grita mientras golpea fuertemente la puerta del menor. —Devuélvemelo o iré ya mismo a decírselo a Jimin. Recuerda que él todo lo ve y te va a desalojar en cuanto lo sepa— dice en vano, ya que no parecía que el azabache volviese a salir de allí.

Suspira silenciosamente apoyando su frente en la puerta vecina dejando salir toda su frustración y simplemente vuelve a su departamento.

Al día siguiente cuando está por salir para ir al trabajo, lo primero que encuentra es su zapato frente a su puerta con una nota pegada.

"Gracias por no acusarme con el encargado.
X. Jungkook"

—Imbécil— dice para sí mismo intentando ocultar la sonrisa del rostro mientras dejaba su zapato en su lugar.

De antemano sabía que sería un día más largo de lo habitual ya que tenía que hacer pruebas de sonido en un teatro del otro lado de la ciudad, por lo que la nota, acompañado del hecho de que ese día se ahorraría la discusión en el pasillo lo hacían estar de un mejor humor que de costumbre.

Por supuesto que no le duró mucho, empezando por el hecho de que notaba una mirada más extraña del encargado cada vez que lo veía, y sumándole el hecho de que, al llegar a su piso, se encuentra a Jungkook junto al ascensor quien en cuanto lo ve voltea a mirar la maseta con una planta que decoraba el pasillo.

—¿Tan obsesionado estas, Jeon? — pregunta mientras introduce su llave en el picaporte. —Por un momento creí que me libraba de ti, pero mírate, aquí esperándome más de dos horas en el pasillo.

Jungkook chistar y niega con la cabeza.

—No todo tiene que ver contigo, ya te lo dije ayer.

—Claro, por supuesto— le dice sin darle importancia. —¿Ahora me dirás que hablas con las plantas?

—El aire es público. ¿O acaso tengo que pedirte permiso para estar aquí también? ¿Acaso estoy haciendo demasiado ruido y eso te molesta?

—Es tu presencia lo que me molesta. Ya te lo dije un millón de veces.

—Pues a mí me molesta la tuya y no por eso ando repitiéndose cada dos segundos.

—Pues, a mi me molesta mucho mucho más la tuya. ¿O te crees que no era más feliz antes de que tú llegaras?

—De seguro te aburrias mucho sin mi presencia— dice con una sonrisa de costado.

Taehyung solo rueda los ojos y abre finalmente su puerta con la intención de no ver más al menor.

—Lo que tu digas. No tengo ganas de pelear contigo.

—Bien.

—Bien.

—Bien— repite el menor más fuerte y más cerca de la puerta de su propio departamento. —La próxima vez asegúrate de llegar incluso más tarde que hoy porque yo también era mucho más feliz sin tu presencia.

—Seguro— dice sin creerle ni una sola palabra. —¿Si eras tan feliz entonces por qué no te vas?

—¿Por qué no te vas tú?

—Porque yo llegue primero.

—Pero yo llegue mejor.

—Aish, ya tuvimos esta conversación y créeme cuando te digo que no tengo ganas de tolerarte hoy. Déjame en paz solo por una vez en tu vida— dice dando un portazo finalmente.

Solo pocos segundos después el fuerte portazo en la puerta de al lado indicándole que Jungkook también se había adentrado a su propio departamento.

Sin dar vueltas en el asunto se dirige a la ventana que más cerca quedaba de la de su compañero llevando su saxofón para poder practicar.

La realidad era que de verdad necesitaba practicar, no solo lo hacía para molestar a su compañero. Si bien si gran parte de su practica se debía a ese motivo, también estaba el hecho de que esperaba poder unirse alguna vez a la orquesta que muchas veces dirigía.

Aún le faltaba mucho de todas formas. Era más que obvio que no estaba a la altura y que aún necesitaba muchas horas de practica para llegar al nivel que esperaba. Horas que carecía y que no creía poder encontrar en algún momento tampoco.

Jungkook al parecer se tomó muy personal el hecho de que no quería escucharlo ese día y no hizo ningún sonido molesto en lo que restaba de la tarde.

Ni esa, ni la siguiente, ni la siguiente.

Iban caminando cada uno en su vereda cuando ve al menor adentrarse en un local sin siquiera mirarlo.

¿Iba a comprar otro parlante, algo que aumente la potencia o quizás otra consola? No confiaba ni un poco en ese mocoso y lo más probable era que se estaba guardando sus mejores sonidos para más tarde.

Sin siquiera molestarse en esperarlo más de lo que ya estaba haciendo se dirige al edificio y se adentra al departamento esperando a que llegase el menor para poder encender su música al volumen máximo.

Sin embargo, no fue necesario hacerlo nuevamente ya que Jungkook otra vez no había jugado videojuegos ni había hecho karaoke en toda la tarde.

—Dime ya mismo que estas tramando— le dice una vez que lo ve salir de su ascensor al día siguiente. —No confió ni un poco en ti así que sea lo que sea que tengas pensado hacer, no va a funcionar porque ya mismo voy a ir con Jimin y... ¿Qué haces? — pregunta extrañado ya que el menor simplemente pasó por su lado sin mirarlo y se adentra en su departamento.

No lo deja cerrar la puerta ya que adentra la mitad de su cuerpo impidiendo así su cometido.

—¿Por qué te vas? Enfrenta esto como hombre— le dice amenazante.

—No quiero hablar contigo Taehyung— le dice mirándolo igual de amenazante. Aunque el castaño podía notar algo extraño en su mirada.

—¿Tienes a alguien más?

—¿Qué?

—Claro, debí suponerlo— dice soltando la puerta y volviendo su cuerpo al pasillo. —Ahora tienes a alguien más con quien discutir y no necesitas quitar tu frustración conmigo ¿verdad?

Jungkook suspira y se lleva ambas manos a su rostro.

—Te lo dije. No todo tiene que ver contigo.

—¿Y con qué tiene que ver sino?

—No te importa.

En realidad, sí que le importaba, pero ni borracho se lo diría.

—Bien— dice encogiéndose de hombros.

Jungkook intenta cerrar nuevamente su puerta, pero vuelve a impedírselo.

—Dije "bien" — repite esperando unos segundos a que el menor dijera su parte. —Tienes que decir "bien" también.

Jungkook no hacía más que mirarlo sin ninguna expresión en su rostro y Taehyung solo suelta un suspiro resignado.

—Está bien, Jungkook, solo dime por qué no estas molestándome estos días.

Jungkook frunce los labios. —Porque no tengo ganas. Probablemente no te moleste por unos días más tampoco así que si eso es lo que no te deja tranquilo, ya está.

Taehyung sonríe apenas ya que la alegría no terminaba de llegarle al rostro. No era alegría lo que sentía tampoco en realidad, ni siquiera sabia describir que era lo que sentía.

—¿Por qué?

—No te importa.

—Me importa— dice y se arrepiente instantáneamente. —No tú, solo los motivos por los que voy a poder descansar mis tímpanos.

—No vas a poder descansarlos muchos porque aún queda tu horrible música y saxofón.

—Pues es mucho mejor que escuchar tu horrible voz y el horrible sonido de tu juego de mierda.

—Ya— dice Jungkook frotándose nuevamente su frente con frustración. —Se me rompió la computadora y todos los lugares en donde consulte me dan un presupuesto muy excesivo que claramente no me alcanza, así que bien, ya está, no quiero seguir hablando contigo y ahora no necesitas seguir hablando conmigo tampoco— dice cerrando su puerta finalmente.

"¿Gane?" Se pregunta a sí mismo viendo la puerta del menor.

—Que se vaya a la mierda— dice y se adentra a su departamento.

No se sentía como esperaba, no era un triunfo justo. Y ni hablar de que el silencio lo estaba matando.

Sale nuevamente de su departamento y se para frente a la puerta del menor esperando poder decirle algo y hacerlo enojar otra vez. Prefería mil veces al Jungkook enojado y frustrado de sus peleas antes que a ese Jungkook triste.

Levanta la mano con la intención de volver a golpear, pero no lo logra ya que seguía sin saber qué decir o hacer. No se le ocurrían verdaderos motivos para pelear y llevarse bien no estaba ni cerca de sus planes.

Suspira mientras da falsos cabezazos a la puerta, no queriendo que el menor notase que seguía allí afuera.

—Te odio, te odio, te odio— dice bajito antes de volver a adentrarse a su departamento.

Manda un rápido mensaje de texto a su primo preguntándole si podía llamarlo y en cuanto lee su confirmación, lo hace.

—Hola, ¿Minjae? Quería saber si... si sigues reparando ordenadores.

Al día siguiente pega un cartel bajo el nombre de Kim Minjae frente al edificio y se va sin más al trabajo.

—Vaya, me estaba ilusionando con no volver a verte más— dice cuando vuelve del trabajo y ve al menor esperándolo en el pasillo.

—Adivina— le dice con una sonrisa en el rostro. —Nuestras discusiones no terminaron. Conseguí a alguien que repare mi computadora a un precio aceptable.

Taehyung rueda los ojos e ingresa su llave en la cerradura.

—Que alegría— dice irónicamente, escuchando la risa del menor a su espalda.

—Pues debería alegrarte, ya que es tu primo.

—¿Mi qué? — pregunta pálido de repente. —Oh, si... si... esto... q-que casualidad.

—No te hagas el tonto— dice Jungkook sin dejar de sonreír. —Tu primo me dijo todo.

—Que hijo de...

—Y no te molestes, lo considero adorable en realidad— dice, solo logrando que se moleste más. —Te prometo que valoro mucho tu gesto y que ni bien tenga mi ordenador de nuevo vamos a festejar con el karaoke a todo volumen y voy a jugar toda la noche sin audífonos.

—Atrévete a hacerlo y te acusare con el encargado— dice señalándole con el dedo. —Aún no te perdono lo de tu camiseta roja.

—Hazlo, acúsame— dice. —No te olvides que yo puedo decirle que estuviste en la caja de medidores.

—No estuve en la caja de medidores.

—Bien— dice encogiéndose de hombros— supongo que eso Jimin podrá comprobarlo con sus cámaras.

—Inténtalo— le dice sonriendo falsamente al menor. —Ve y díselo, pero recuerda que hoy tengo ventaja sobre ti.

Jungkook lo mira desafiante. —¿Ventaja?

—Claro. Hoy puedo ser una completa molestia para ti y en cambio tu no tienes forma de molestarme.

—¿Es un desafío?

—Que ni se te ocurra— le dice amenazante. —Sea lo que sea que estas pensando hacer, te acusare con Jimin.

—Ya— dice Jungkook encogiéndose de hombros. —Me amenazas tanto que ya dejé de creerte.

—Bien— le dice acogiéndose de hombros y adentrándose a su departamento.

—Bien— dice Jungkook sacando sus propias llaves. —De todas formas, ya gané.

—¿Cómo que ya ganaste?

—Ya me demostraste que te gusta mi angelical voz, que la extrañas tanto que tuviste que pedirle a tu primo que...

—Atrévete a repetirlo— le dice tomando el jarrón con agua y flores que tenía en la mesa de entrada del departamento.

—Que adoras mi dulce y angelical...— dice agachándose rápidamente cuando Taehyung tira el contenido de la jarra al menor— ...voz.

Jungkook se levanta ileso, sin un poco de agua encima y comienza a reír mientras señala la pared en donde había impactado todo.

—Eso si que amará ver Jimin— dice señalando la pared, dejándolo casi pálido ante la idea. —Amerita un desalojo.

—Cállate. Jimin todo lo ve, de seguro te vio molestándome.

—Me vio como el inocente de esta historia.

—Te vio patético, así como te vi yo y por eso decidí ayudarte para que dejaras de ser patético y te comportaras.

—¿Te gusta así como me comporto ahora?

—Cállate— le dice. —Y múdate lo más pronto posible.

—Lo haré.

—No me ilusiones en vano.

—No, en serio— le dice. —Quiero mudarme.

—Bien.

—Bien.

—Bien— dice nuevamente adentrándose a su departamento. —Si necesitas ayuda para conseguir un lugar, dime. Con gusto lo haré.

—De hecho... si— le dice Jungkook poniéndose frente a su puerta. —Si no te molesta, puedes ayudarme ahora.

Taehyung lo mira sorprendido ya que solo lo había dicho para molestarlo.

—No— dice y cierra la puerta.

Las peleas con Jungkook ya no se sentían lo mismo y eso, le molestaba.

Le molestaba no tener control sobre la situación, le molestaba no sentir rabia y, sobre todo, le molestaba que Jungkook sonriera más de la cuenta cada vez que lo veía.

Tocaba su saxofón ahora escuchando no solamente a la bella Billie Holiday de fondo, sino que ahora también se habían sumado los disparos y la horrenda voz del azabache quien ya iba por su quinto tema del día.

Temía que eso se estuviera volviendo más costumbre de lo que pretendía aceptar.

Jungkook en cuanto recuperó su computadora volvió a lo de siempre a diferencia de él, quien cada vez buscaba menos pelea y hasta pensaba mucho antes de iniciar una conversación con el menor porque se sentía tímido de repente.

Se estaba volviendo imbécil, esa era su teoría. Debía buscar alguna forma de molestar al menor urgentemente si no quería terminar siendo un imbécil.

"I need somebody who can love me at my worst" escucha a Jungkook cantar.

—No, I'm not perfect, but I hope you see my worth— canta despacio junto al menor. —Cause it's only you, nobody new, I put you first.

"And for you, babe, I swear I'll do the worst"

Se estaba volviendo pendejo. Confirmado.

Deja el saxo en su estuche y apaga finalmente su música para dirigirse hacia el departamento del menor.

Toca la puerta y no tarda mucho en escuchar la música ponerse en pausa y Jungkook aparece solo segundos después frente a la puerta.

—Pon más despacio tus cosas. No quiero escucharte— le dice furioso.

Jungkook permanece allí mirándolo durante unos segundos y finalmente asiente.

—Está bien.

—¿Esta bien? — repite, ya que no debería decir eso. —No. Pelea, defiéndete. Dime que yo deje de tocar o no sé, que me acusaras con Jimin.

—No me molesta tu música, Taehyung— dice haciendo que nuevamente, se encontrara sin palabras.

—Si lo hace— dice en su lugar, sintiendo sus ojos arder y su pecho pedir a gritos. —Te molesto y tú me molestas.

Jungkook vuelve a mirarlo durante unos terribles segundo y vuelve a asentir.

—Está bien.

—Imbécil. No quiero verte. Múdate— dice rápidamente todo lo que siempre dice y vuelve a adentrarse a su departamento molesto.

Camina lo más rápido posible luego del trabajo evitando cruzarse ese día con Jungkook. No podían continuar así y necesitaba llegar rápido y planear algo para volver a sentir rabia y tener discusiones diarias.

—Hola hyung— escucha antes de ingresar al edificio, notando así que Jungkook se había adelantado y había llegado antes que él.

Espera unos segundos hasta que Jungkook se subiera al ascensor antes de ingresar él.

—Hyung, buen día— dice reverenciando a Jimin en la entrada e ingresa en otro ascensor, rogando al universo para que Jungkook no lo estuviese esperando en el pasillo.

Como siempre, el universo no estaba de su lado. Cuando las puertas del ascensor se abren lo primero que ve es al menor parado allí junto a su puerta mirándolo fijamente.

—Taehyung...— dice, pero él solo lo pasa de largo, no queriendo escucharlo ni sentirse nervioso.

—Ahora no— dice volteando solo apenas y deteniéndolo con la mano para que dejara de acercarse. —No puedo pelear ahora Jungkook.

—¿Pelear? — pregunta Jungkook con el ceño fruncido y cruzándose de brazos. —¿Por qué siempre pretendes que lo único que hagamos sea pelear?

—¿Y qué más esperas que hagamos? — le pregunta frustrado y siente una respuesta clara al ver los ojos del menor.

Traga saliva, de repente mucho más nervioso que antes

—No te acerques— dice poniendo los brazos sobre los hombros del menor al ver que este seguía acercándose sin dejar de mirarlo. —No sé qué es lo que estás pensando, pero estas equivocado.

Jungkook levanta su mano acariciando su costado, haciendo que suelte todo el aire que no sabía que estaba reteniendo hasta ese momento.

—Si no sabes qué es lo que estoy pensando, ¿Cómo sabes que estoy equivocado?

—Porque lo sé— le dice. —Y sé que lo sabes también.

Jungkook asiente suavemente sin dejar de mirarlo tan profundamente que sentía que lo mataba. Sentía a sus piernas tensas de los nervios y solo deja a su cuerpo acercarse un paso más al menor y posar una mano sobra su mejilla.

Jungkook ante la cercanía envuelve su brazo más fuertemente sobre su cuerpo, permitiendo así que sus cuerpos estuvieran más juntos de lo que nunca antes habían estado.

—Taehyung, por favor— le dice el menor mientras frotaba sus narices juntas. —Dime que también lo sientes.

Taehyung no se resiste más y simplemente une sus labios con los del menor mandando a la mierda todos sus nervios y envolviendo lo más fuerte que podía a Jungkook con sus brazos.

Jungkook corresponde instantáneamente a su beso casi como si hubiera estado esperando que eso mismo sucediera. Movía sus labios sobre los de el de manera suave y salvaje al mismo tiempo.

Sus fuertes brazos lo acercan cada vez más a su cuerpo llegando incluso a cargarlo y a empotrarlo contra la pared más cercana.

—Me encantas. Me encantas Taehyung— le dice sin separarse del beso mientras introducía sus manos debajo de la camisa rosada que llevaba.

—Quítala— le dice él también caliente con la situación. —Quítala Jungkook.

Jungkook obedece y saca la camisa que había manchado con su camiseta roja anteriormente dejando ahora su pecho descubierto. Los besos del azabache comienzan a descender primero a su mandíbula para continuar el recorrido por su cuello y posteriormente sus clavículas.

Taehyung estaba tan excitado que ni siquiera se daba cuenta de la situación en la que estaban ni en dónde estaban.

—Taehyung...— dice el menor separándose de su pecho para mirarlo a los ojos— ¿Quieres que entremos a mi departamento a hablar?

Lo mira profundamente durante unos largos segundos y termina por asentir.

—Si quiero— le dice sonriéndole. —Pero, no creo que necesitemos hablar más. Ya dijimos muchas palabras todo este tiempo ¿no crees?

—Lo creo— le dice Jungkook antes de volver a besarlo.

Coronados de gloria vivamos o juremos con gloria morir! 🇦🇷⭐️⭐️⭐️🇦🇷

Voy a decir algo que una vez leí y me gustó; la historia le pertenece al autor desde el momento en que empieza a contarla hasta el momento en que termina, después de eso cada uno es libre de imaginar lo que quiere que pase y cómo quiere que se resuelva así que ahí tienen, usen la imaginación 😂🙌🌈

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top