Capítulo 11: "Alguien especial"
"En la secundaria Bangtan todo podía pasar en un festival de primavera"
PARTE 7
Mientras "la Gran Broma" estaba en principio de ejecución, Kim Seokjin continuaba en la enfermería enfrentando con mirada atónita los ojos suplicantes de su amigo Kim Taehyung.
"¿Acaso ocultas algo?" había sido la pregunta que Tae le hiciera, dejándolo completamente asombrado.
-Tae no te ofendas, pero estás llevando esto demasiado lejos sin necesidad igual que lo hacías antes –. Eso fue todo lo que Jin pudo responderle a su amigo con sinceridad, logrando que éste finalmente soltara su brazo. – Sólo fue un sueño y el resto fueron coincidencias.
Taehyung bajó su mirada hacia sus pies cavilando sobre sus pensamientos. Su sueño se había sentido demasiado real, pero Seokjin tenía razón aun cuando le fuera difícil admitirlo: todo se trataba de una enorme coincidencia mezclada con nervios y sentimientos encontrados ante la tensa situación entre sus amigos.
-Aunque claro que oculto algo... – continuó hablando Jin, atrayendo la atención de Tae quien de inmediato lo miró con sorpresa y temor. Su amigo sonrió divertido mientras se acomodaba sus cabellos. – Lo que oculto son mis enormes ganas de ver cómo todos quedan asombrados de nuestra broma. ¡Vamos Tae, los chicos nos esperan!
Tae sonrió un poco más tranquilo al ver la forma en que Seokjin daba pequeños saltos emocionado, dejando completamente de lado sus dolores estomacales, como si nunca los hubiera tenido, mostrándose siempre alegre y seguro de sí mismo.
Sólo eran sueños, Kim Taehyung.
Los baños del tercer piso eran los más amplios del edificio, pues se encontraban ubicados hacia el final del pasillo y tenían dos salidas: una por el oeste y la otra por el este. Eran divididos entre sí por una puerta corrediza que se mantenía siempre con llave para, de esta manera, delimitar el sector de hombres y mujeres.
Para la ejecución de "la Gran Broma", esta conexión que el baño permitía entre un pasillo y el otro era un beneficio grande. Y de más estaba decir que las llaves de la puerta corrediza ahora eran propiedad de Jungkook quien se las había entregado a Mica para que pudiera abrirla. Esa sería su mejor vía de escape una vez que todo el alboroto comenzara.
Los tarros de pintura verde y el papel de baño estaban ya en manos de Jimin, Mica y Mimi, quien reemplazaba a Tae hasta que éste volviera.
-¿Entonces esta escuela se hizo famosa por las bromas de los primos Jeon? – Mimi estaba un poco nerviosa mientras observaba el rociador con pintura que Jimin le había dado y el papel que Mica le ofrecía. – Nicole nunca mencionó algo como eso.
-Ella está en primer año, aún no conoce muchas cosas de aquí, pero sí, así como lo oyes: desde que Tony entró a la escuela, él y Jungkook han sido una dupla imparable – le respondió Jimin con una suave sonrisa que hizo a Mimi desviar su mirada cuando sintió que sus mejillas se estaban sonrojando. – Tanto en deportes como en estas locas ocurrencias.
-Ellos han hecho bromas muy variadas y pequeñas, pero esta es la primera vez que todos estamos participando de la ejecución de sus planes – explicó Mica con un brillo en sus ojos, totalmente emocionada, mientras exprimía un rollo de papel entre sus manos. – Lo mejor de todo esto es que no pueden expulsarlos ya que son excelentes estudiantes, cumplen con sus responsabilidades escolares y representan a la escuela en los torneos deportivos.
-Eso es increíble, ¿De verdad jamás han sido sancionados? – Mimi no podía creer lo que escuchaba.
-¡Para nada! Bueno, en realidad, dicen los rumores que ambos tienen un trato especial con el director Bang PD – confesó Jimin conteniendo una risita de complicidad con Mica –. Mientras ellos mantengan a la escuela en los primeros puestos de las competencias intercolegiales de deportes, no recibirán castigos que dañen su historial académico.
-Lo cierto es que Jungkook es un genio, gracias a la influencia de Tony tomó el examen nivelatorio y adelantó años hasta llegar a nosotros. Su nivel académico es muy grande. – Mica terminó su frase con una amplia sonrisa, Jimin le observó un tanto sorprendido.
-Wow Mica-chan, no sabía que te gustaban menores – agregó el chico riendo, a lo que Mica le observó con enojo y se puso de pie rápidamente, incómoda.
-Iré al pasillo por si regresa Taehyung – sentenció muy seria, saliendo de los baños a paso apresurado.
Jimin suspiró mientras se sentaba en el piso y se mordía sus labios con una expresión divertida y un tanto triste también.
-Creo que hoy no es mi mejor día, no he hecho nada bien desde que comenzó la mañana – dijo en voz alta, como para sí mismo, olvidando que Mimi aún estaba ahí.
-Eso es mentira, tu práctica de baile fue excelente, así que lo harás muy bien – le respondió la chica regalándole una tímida sonrisa. – Park Jimin es el mejor bailarín.
El muchacho observó confundido a la joven. ¿Lo había llamado por su nombre completo con confianza? Por mucho que quisiera ocultarlo, Jimin no podía dejar de lado su curiosidad por ella, pues sentía que la conocía. Indagando en la mirada tímida de Mimi, Jimin se acercó más para poder observar sus pequeños ojos casi tan similares a los de él.
-Nos conocemos, ¿Verdad? – fue lo único que pudo preguntar, sin rodeos.
-Imaginé que no me recordarías, fuimos compañeros en la escuela primaria sólo que estuviste allí por menos de tres meses – confesó la chica desviando su mirada una vez más. – Nunca fuimos cercanos, aun así yo sí te recuerdo porque solías bailar en los recesos y me gustaba mucho verte.
-¿Bailar? – Jimin meditó durante unos segundos aquellos datos, buscando en su memoria cuál había sido la escuela en donde había permanecido esa cantidad de tiempo. Durante su niñez había cambiado muchas veces de colegio por lo que para él era normal olvidar caras y nombres. De pronto pareció recordar, pues dio un pequeño salto en su lugar y su rostro se iluminó. – ¡Marina, eres Marina!, ese es tu nombre real.
-Así es – respondió Mimi feliz de que el joven la hubiera recordado.
-Siempre fuiste muy amable conmigo, igual que ahora – agregó Jimin sintiendo un enorme alivio al haber recordado a aquella cordial niña que siempre se acercaba a él para jugar. – No sabía que admirabas mi baile... Cuando era niño no era tan bueno en eso...
-¡No es verdad! Por supuesto que eras bueno, siempre te veía porque me recordabas mucho a J-Hope. Ustedes dos tienen un gran talento – Mimi dijo aquello con total sinceridad y demostrando más confianza al dejar de lado su timidez. Pero para Jimin aquella comparación se sintió como un golpe a su orgullo.
Esa chica sólo se había acercado a él porque le recordaba a J-Hope, no porque Jimin fuera especial, sino porque le traía el recuerdo de alguien más especial para ella. Su sonrisa se borró en ese momento.
-Entonces te recordé a Hoseok, sólo fue por eso – dijo tratando de ocultar su molestia. Jimin no entendía muy bien por qué ese dato lo hacía sentir irritado. Se puso de pie y tomó un rociador de pintura comenzando a agitarlo para desquitar su enojo.
-Sí, es que bailas de forma muy apasionada, como él – la mirada de Mimi pareció perderse en recuerdos. – J-Hope siempre demostró su amor y pasión por el baile, y tú también. Eso es algo que admiro de ambos. La pasión con que ustedes hacen lo que aman... Yo desearía ser así también.
-¿De qué hablas? Tú también eres apasionada al dibujar – le interrumpió Jimin aun sin conseguir calmarse. – Pero yo no soy como Hoseok, soy muy diferente así que no me compares con él.
-Lo siento, no era mi intención... – Mimi se sintió terriblemente apenada, pues no había deseado hacer sentir mal a su antiguo compañero de colegio.
-¡Taehyung! ¿Dónde demonios estabas? – La voz de Mica se escuchó cerca de la puerta de entrada a los baños. En ese momento, tanto ella como Tae entraron. La chica quería parecer molesta pero en realidad sólo se la veía ansiosa.
-Hola, hola, perdonen, ya saben que estaba con Jin, ¿por qué preguntas eso Mica? – saludó el chico dándole un leve empujón a su amiga. – ¿Ya está todo listo?
-Hay que esperar el mensaje de Tony para comenzar – le respondió Jimin de mala gana, dándole la espalda. Luego extendió una mano hacia ellos y dijo: – Mica, vamos a abrir la puerta corrediza ahora.
Encogiéndose de hombros, la aludida alcanzó las llaves de la puerta hasta las manos de Jimin y dejó que él actuara.
Tae se giró hacia Mimi y Mica notando el ambiente tenso que había alrededor de Jimin, pero sólo sonrió y preguntó: – ¿Me perdí de mucho?
Min Yoongi observaba ansioso cómo Kim Namjoon y Diana se acercaban hacia ellos. El plan era actuar como si no supieran resolver un problema, pero lo cierto era que lo que no sabían era cómo lograr su objetivo principal: convencer a ambos presidentes de clases de que concursaran en la carrera de parejas.
-O les decimos que tienen que correr por toda la pista tomados de la mano o les damos un golpe en la nuca – susurró Gabi a Yoongi observando a sus amigos también, mientras contenía una carcajada; tenía que admitir que ambos se veían bien como pareja.
-Sigo pensando que ponerlos frente a frente y decirles que dejen de ser tan estúpidos es la mejor opción – le respondió el muchacho con aquella seriedad y sarcasmo tan típicos de él.
-Yoongi eso no es romántico – le regañó Ayelén.
-Entonces voto por el golpe en la nuca – alcanzó a decir su novio justo antes de que la parejita llegara hasta ellos.
-Chicos nos llamaron, ¿Qué ocurre? – Se apresuró a preguntar Nam una vez que estuvieran cerca de la consola de sonido.
Como habían planeado, Gabi fue la primera en hablar: – Tenemos un problema muy grave – dijo con su mejor expresión de nostalgia.
-¿Alguien murió? – preguntó Diana al ver la exageración en el rostro de Gabi. – Me estás asustando.
-Algo parecido – respondió Yoongi atrayendo miradas de sorpresa hacia él. Ayelén tosió fuerte y le dio un pequeño golpe en la espalda. Yoongi la observó molesto, nunca había sido bueno mintiendo y mucho menos actuando.
-No, el problema es que no tenemos a quien pueda representarnos en la carrera de parejas – declaró Gabi acentuando más su gesto de angustia; daba la impresión de que lloraría en ese mismo momento.
-¿No iban a hacerlo Estefi y Jin? – Nam estaba seguro de haber visto el nombre de los hermanos en la lista de la carrera.
-Ese es el problema, Seokjin se sacrificó para ganar el concurso de comida y está muy mal en la enfermería, quizás hasta deban llevarlo al hospital – explicó Yoongi bajando su mirada hacia el piso y mordiendo sus labios para intentar ocultar su nerviosismo.
Tanto Diana como Namjoon se sintieron preocupados por la noticia, quedándose en silencio unos minutos.
-De todas formas, ustedes podrían participar – dijo Diana señalando tanto a Gabi como a Yoongi una vez que terminara de analizar la situación con más calma.
-¡No! – gritó Yoongi exaltado, abriendo sus ojos por la sorpresa. En verdad no esperaba que Diana propusiera esa solución, la cual era muy simple pero ellos no habían tenido en cuenta para nada. Ayelén y Gabi intercambiaron una rápida mirada de temor en ese momento. – Nosotros no podemos.
-¿Por qué no? Ustedes... – Continuó argumentando Diana, pero nuevamente fue interrumpida por Yoongi.
-¡Que no! Nosotros estamos a cargo del sonido, no podemos ponernos a concursar.
-Y yo abandoné la batalla de baile, así que no puedo participar en otra actividad – se apresuró a aclarar Gabi. – Como Jungkook y Tony perdieron en la carrera de obstáculos, el que ustedes ganen esta carrera de parejas sería la salvación para nuestro equipo.
Diana enarcó una ceja desconfiando de tanto drama, Namjoon la observó pensativo. Quizás podrían participar, después de todo era su clase quien los necesitaba y ellos eran representantes.
Aquellos fueron los segundos más largos para Yoongi, pues ellos sabían que, si demoraban mucho más, "la Gran Broma" sería comenzaría antes de que pudieran lograr que Diana y Namjoon siquiera se acercaran a un momento íntimo. El plan apestaba.
-De acuerdo... – comenzó a decir Nam, pero Diana lo detuvo de inmediato.
-¡Espera! Algo no está bien aquí...
-¡Oh, maldita sea Diana, deja de complicarnos la vida y di que sí! – Yoongi no aguantó la ansiedad que le provocaba aquella situación y gritó la frase dejando a todos sorprendidos. – Todo el maldito año estuviste escapando de Namjoon y ahora que te damos la oportunidad para estar a solas con él, muy cerca y muy juntos, sólo dices: "ah no, espera, algo no está bien". ¡¿Pero qué pasa contigo?!
Mientras los gritos de Yoongi iban en aumento, la impresión y el rubor en el rostro de Diana también. Gabi tuvo que darse la vuelta para esconder una carcajada y Aye no sabía cómo hacer para calmar a su novio. Namjoon sólo observaba con la boca abierta.
-¡No tendrás mejores amigos que nosotros, admítelo y dile a Namjoon que deseas ser su pareja! – fueron las últimas palabras de Min Yoongi antes de dar media vuelta y retirarse de allí como todo un triunfador. ¿Había sido exagerado? No importaba mucho ahora. Sintió que debía correr en ese momento y fue precisamente lo que hizo: comenzó a correr entre la gente gritando bajito, sintiéndose libre de haber podido expresar todo lo que había aguantado durante un año.
-¡Te odio Min Suga! – gritó Diana totalmente sonrojada mientras veía a su compañero de clases correr en dirección al edificio principal.
Gabi y Ayelén, disimuladamente, siguieron los pasos de Yoongi dejando a Namjoon y Diana completamente solos. Ambos presidentes de clases se observaron con cierto pudor. La chica no sabía cómo disimular su nerviosismo, las declaraciones de Yoongi la habían tomado por sorpresa y con la guardia baja. Por su parte, Namjoon también se sentía nervioso pero muy ansioso, pues esta vez Diana no había escapado, había permanecido a su lado.
-Entonces... ¿Quieres que participemos? – le preguntó Namjoon sonriéndole de forma tímida a la chica quien lo observó un tanto incrédula.
-¿De verdad me estás haciendo esa pregunta después de todo lo que Yoongi dijo? – Diana no sabía si la reacción de Nam era una broma, algo serio o sólo amabilidad.
-Claro, podríamos participar y demostrarles que ya no tenemos miedo a nada, ¿No lo crees? – Nam extendió una mano hacia ella invitándola a seguirlo.
Él tenía razón. Sin proponérselo, poco a poco durante aquel día, habían logrado ser más cercanos y ella había dejado de huir. Nam había dejado de sentir temor de ser rechazado por Diana, y ella había dejado de sentir temor de ser correspondida por él. Finalmente estaban uno junto al otro sin temor a nada.
Diana sonrió y tomó la mano que su adorado Kim Namjoon le ofrecía.
Mientras tanto en el segundo piso, en uno de los pasillos, Nicole y Estefi esperaban pacientemente a que Hoseok subiera las escaleras después de que había decidido ir a preguntar a Tony y a Jungkook si necesitaban ayuda.
Nicole observó la forma en la que Estefi se balanceaba de un lado a otro mientras estaba sentada sobre un pupitre que habían dejado junto a las escaleras. Era una chica demasiado delgada y baja para estar en último año pero, por lo que había podido deducir luego de verla interactuar con su grupo de amigos, Estefi era muy cercana a Min oppa. Quizás si hablaba con ella podría...
-¿Has participado en cosas así antes? – Estefi la sorprendió con aquella pregunta, sacándola de sus pensamientos. Nicole pestañeó un tanto confundida.
-No exactamente, nunca fuimos muy organizados en mi antigua escuela, sólo hacíamos lo que queríamos, y no resultó bien – respondió la chica volviendo a sentir la culpa de sus acciones al recordar antiguos comportamientos en su viejo colegio.
-Ups, bueno, esto es algo que amarás – Estefi desvió la conversación rápidamente al ver la expresión de la joven. – Ahora que nos graduamos creo que ya nadie se atreverá a seguir los pasos de los primos Jeon.
-¡Nicole podrá! – gritó Jin apareciendo de repente por las escaleras, asustando a su hermana quien se cayó del pupitre al suelo. Jin comenzó a reír a carcajadas y Nicole tuvo que taparse la boca para no demostrar su risa. – Siempre te digo que estés atenta a tus espaldas o alguien podría hacerte daño. ¡¿Por qué no me haces caso?!
-¡Cállate, es tu culpa! – le acusó Estefi muy nerviosa, poniéndose de pie mientras se lamentaba del dolor en su trasero. En ese momento, Hoseok llegaba por las escaleras y, al ver la escena, se había unido a las risas de Jin y Nicole.
-¡Caíste con estilo libre! – logró exclamar el chico tomando un respiro entre sus carcajadas.
-¡No le sigas el juego Jung Hoseok! – se quejó Estefi haciendo un puchero, para luego girarse hacia Jin con enojo. – ¡Y tú, insecto! ¿Ya te sientes mejor?, ¿Estás seguro de que estás mejor? No me hagas llevarte a casa arrastrando.
-Deja de exagerar, nalgas de acero – respondió Jin colocando una mano sobre la cabeza de su hermana y despeinando su cabello, gesto que provocó aún más risas en Nicole y Hoseok, y dejó a Estefi sonrojada y en silencio al fin. – Estoy bien, Tae cuidó bien de mí. Pero aquí hay demasiada charla y poca acción. ¡Necesitamos movernos!
-¡Justo venía corriendo para decirles eso! – exclamó Hobi dando un salto cuando su celular comenzó a sonar, y el joven sólo tuvo que leer su pantalla para plasmar una enorme sonrisa en su rostro –. ¡Chicos, comienza la gran broma!
-Hyung, ¿estás seguro de que sabes cómo funciona? – preguntó Jungkook mientras observaba cómo su primo Tony fruncía el ceño al observar el compresor. – Debiste dejar que Hobi hyung ayudara.
-Tranquilo, esto es sencillo, sólo debemos oprimir este botón – aseguró su primo haciendo exactamente lo que dijo. Pero no ocurrió nada. Tony se puso de pie observando el aparato muy pensativo, mientras parecía calcular en silencio, para luego suspirar resignado y decir: – Menos mal que aún no envié el mensaje. ¿Qué le pasará a esta cosa?
-Pero hyung, yo sí envié el mensaje – dijo Jungkook con sus ojos muy abiertos por la impresión, mientras su primo lo miraba comenzando a entender la gravedad de la situación. – No pensé que tendríamos problemas.
Tony golpeó su frente con la palma de su mano. ¿Algo más iba a pasar ese día?
Ya no quería saber la respuesta, pero de igual forma llegó a una conclusión cuando comenzó a sentir el alboroto que sus amigos habían comenzado a armar al recibir el mensaje que indicaba que el plan estaba en marcha y no había vuelta atrás.
CONTINUARÁ
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