ALEJANDRA

Nunca imaginé que algo así pudiera pasarme, creí que aquello sólo sucedía en aquellas historias de relaciones tóxicas que solían romantizar en algunas plataformas de lectura. Había oído del síndrome de Estocolmo pero me imaginaba que ello sólo eran por las ilusiones que en ocasiones uno se llega a crear, pero aun así, no creía que hubiera posibilidad de ello.

Creer que eso no podía pasar en la vida real había sido un gran error, así como pensar que nunca me pasaría a mi, vivir en la burbuja en rosa donde las ilusiones suelen ser las más grandes traidoras, donde los sueños comienzan a tomar más seriedad y se convierten en imposibles sino te aferras a luchar por ellos. Había sido una estúpida por pensar que nunca me podría encontrar con el diablo en persona, tal ilusa al creer que todos en mi alrededor eran gente buena sin mal alguno. Una tonta por no alejarme a tiempo.

Todo sin duda terminó siendo una mierda ¿Y porque? Porque el loco, impulsivo y celoso novio de mi prima que a demás es mi profesor llegó a mi vida.

La primera vez que lo vi no creí que él fuera mi profesor, por Dios, apenas tenía 25 y ya daba clases ¿Cómo iba a saberlo? Pero a pesar de eso yo le era totalmente indiferente, lo juro, ni siquiera me dirigía la mirada lo cual agradecía porque sus ojos a pesar de ser de un color bonito había algo que me intimidaban y hacían sentirme como cobarde, después de eso nos encontramos en una fiesta donde no sólo le seguí siendo indiferente sino que también su pésimo comentario me hizo enfadar. No era mi profesoe favorito porque dejaba más tarea que cualquier otro, no dejaba de mandar trabajos extras sólo para fastidiarnos.  Pero sin duda la sorpresa más grande fue cuando a regañadientes mi madre me obligó ir a la casa de mi prima, él era su novio y para mi mala suerte me había escuchado hablar mal de él. Aunque debo admitir que después de eso todo mejoró, o estúpidamente eso fue lo que creí, poco después él se comportaba de una manera extraña. Se enojaba conmigo cada vez que me veía con algún "otro hombre". Osea yo tenia derecho de tener amigos ¿no?

Iba todos los días a mi casa con la excusa de que mi prima quería ver a mi abuela, era un mentiroso, sólo lo hacía porque esa era la única manera de estar más cerca de mi, de controlarme.

Mi vida era un completo caos, él lo llamaba amor, yo lo denominaba obsesión. Quería sacarlo de mi vida, era un hombre guapo ¿Qué le costaba buscarse a otra más para molestar? Habían muchas mujeres que estarían encantadas y dispuestas para él, ¡Pero claro la desdichada debía ser yo!

Ese hombre no sólo me fastidiaba, ese hombre me aterraba. Sentia su fría mirada azul siempre a donde fuera, sus palabras amenazantes resonaban a cada rato. Tenía que hacer lo que ese idiota digera o lastimaria a mi familia. Ese hombre me hacía sentir tan cobarde que incluso yo misma me odiaba, siempre había dicho que nunca iba a dejar que alguno intentará intimidarme pero él lo hacía. Sus métodos para tenerme controlada me hacían odiarlo cada vez más.

Quizás en algún momento pude haberme fijada en él, claro si él no hubiera sido el novio de mi prima, si no se la hubiera agarrado contra mi, si no fuera un hombre casado y lo más importante si no se hubiera empeñado en arruinar mi vida.

El me llamaba su maravilloso tormento, yo creía que el era el mío, no por maravilloso. Sino porque literalmente Cayden Dunkel era mi tormento, uno que arrasa todo a su paso sin detenerse a medir si quiera las consecuencias.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top