Nota: Dragon Ball y sus personajes no me pertenecen, le pertenecen a Akira Toriyama.

Escuchaba algunos sonidos, pero estos parecían muy distantes, haciéndole imposible el poder diferenciar un sonido con otro.

Intento con todas sus fuerzas abrir los ojos, pero no lo lograba.

Que irónico, ¿no? Hace poco quería cerrar los ojos de una vez por todas, y ahora quería abrirlos.

De repente, se sentía como si estuviera flotando. Y descarto el hecho de volar dormido, pues no era sonámbulo ni tampoco un globo.

Y entonces, los vio; sus torturadores.

Algunos han de haber creído que eran sus padres, pero Gohan hace mucho que dejó de hacerse ilusiones con cosas como esa. 

Y justamente cuando le iban a dar un puñetazo en la cara, se despertó con un grito.

Su respiración era agitada y su frente sudaba frío. Además de que su corazón latía mas rápido que el de una persona corriendo un maratón.

Sólo un ligero suspiro de alivio al notar de que se trataba de un sueño, o mas bien, de una pesadilla.

Estaba, en primera, confundido. ¿Acaso los muertos sueñan y tienen pesadillas?
Y en segunda, se encontraba asustado; claro, ¿quien no lo estaría si no sabe donde ****** esta?

Miro al rededor, intentando localizar algo que le ayudase a saber donde estaba.

Paredes y piso blanco, algo muy típico de un hospital.

Un segundo... ¿Qué era un hospital?
¿Se come?

Cuando se pregunto lo último, su estómago rugió como un león...

¿Qué era un león?

Tantas preguntas y ninguna respuesta.

Se “levantó” de aquella “cama” tan incomoda. Y con se levantó, me refiero a que se cayo, pues no se acordaba de sus múltiples heridas.

—Eso dolió.— susurro para si mismo mientras intentaba pararse.

Tuvo mucha fuerza de voluntad para no pegar un grito, que seguro se oiría hasta narnia, y posiblemente a la Tierra de nunca jamás.

Tierra... De algún modo aquel nombre le sonaba de algo.

¿Será el nombre de su padre? Si lo es, que nombre tan feo.

Se apoyo en las paredes y muebles, tratando de llegar a un solo lugar;

La comida.

¿Quien podría culparlo? Era un saiyajin hambriento.

Llego hasta la extensa mesa donde estaba toda esa comida y sin importarle un poco los modales, empezó a devorar todo.
Comía mas que un León y una Hiena juntos. Y sin contar sus modales.

Casi se le atora un pedazo de hueso en la garganta.

Después de unos minutos, ya no había casi nada en la mesa.

—Y yo que creía que era el rey en las batallas de comida.— dijo una voz a su lado, causando que Gohan riera levemente y se volvería a verlo.

—Pues ya vez— se encogió de hombros —. Te he robado el puesto.— sonrio mientras miraba a la otra persona.

—Y yo que lo quería mantener hasta que muriera.— exclamo con un falso tono de ofensa.

—Pero si ya estas muerto.— dijo Gohan, inclinándose un poco en la silla.

—Touche— respondió su compañero mientras asentía con la cabeza —¡Pero eso no me impide hacer esto!—

Concentro toda su energía en su mano y la estampó contra la silla, atravesándola, pero haciendo que esta cayera al suelo haciendo mucho ruido.

—Gracias por el golpe.— comento con sarcasmo mientras ponía sus manos sobre su cabeza, que fue donde se golpeó.

—Fue todo un placer.— respondió su compañero, tratando de no reír.

Gohan rodó los ojos para luego intentar leventarse, lográndolo al segundo intentó, pues la comida le había dado las energías que necesitaba.

Se acerco a la puerta y la abrió lentamente, para luego asomarse un poco, verificando que no había nadie por los pasillos.

—Bueno, creo que tendremos que investigar en donde estamos, Bardock.— dijo mirando de reojo a su compañero.

—¿“Tendremos”? ¿Cuándo fue que acepte ayudarte en esto?—

—En el momento en el que dijiste que nadie te veía a parte de mi. Así que avanza.— gohan tenia una pequeña sonrisa burlona en su rostro.

Bardock bufo y al final aceptó.

Ambos comenzaron a caminar por los pasillos, con la única intención de saber donde estaban.