Entramos a la cafetería y el ambiente era tranquilo, me gustaba el lugar. Ordenamos sándwiches de pollo y capuchino.

Sebastián: Oye...- dijo serio mientras alzaba la ceja, su expresión en realidad era divertida.- Un chico con cara de idiota te está viendo.- entre cerró los ojos.

____: ¿Quieres que te haga un lista de todas las chicas que te miran?- pregunté divertida.

Sebastián: No.- rió- déjalo así.

Las ordenes llegaron y comenzamos a comer tranquilamente.

____: ¿Dónde dejaste lo gruñón y malhumorado?- pregunté.

Él suspiro y me vió directo a los ojos.

Sebastián: Tu me cambiaste.- dijo sonriendo de lado.

Sentí arder mis mejillas y decidí bajar la mirada.

Sebastián: Te ves hermosa cuando te ruborizas.

Reí y le di un leve golpe en el brazo.

El teléfono de Sebastián comenzó a sonar y el frunció el ceño molesto.

Sebastián: Disculpa tengo que atender.- asentí levemente.

Él se paro indispuesto y camino hacía el baño. Frunci el ceño sin entender y tomé un sorbo de capuchino.

NARRA SEBASTIÁN

Sebastián: ¿Hola?.-dije cuando finalmente entré al cuarto de baño.

Rix: Se...Sebastián.- dijo agitadamente

Frunci el ceño, algo andaba mal.

Sebastián: ¿Qué ocurre?- pregunté preocupado.

Rix: La policía atrapo a Daniel, Jancarlo, Juca y Sebastián Arango. En éste puto momento están rodeando la casa de los zurita. Nos están buscando, tienes que largarte ahora mísmo de dónde quiera que estés.

Mi corazón se aceleró, ¿qué se supone que iba a hacer?.

Sebastián: Mierda- golpeé el lavamanos molesto.-¿Cómo los encontraron?

Rix: No lo sé, no tengo la más mínima idea, sólo lárgate, huye si no quieres que te metan preso y arranquen a la niña bonita de tu lado.- dicho eso colgó.

Estaba agitado, tenía que parecer tranquilo, no quería asustarla.

Vi que ya había terminado su desayuno, así que me senté a su lado.

Sebastián: Veo que ya acabaste.- dije tomando un poco de capuchino.

Ella asintió sonriendo.

____: ¿A dónde iremos luego?.- preguntó inocente.

Sebastián: Iremos a casa.- sentí mis ojos arder, pero tenía que ser fuerte.

____: Está bien.- sonrió.- pasaremos una tarde linda, veremos películas y comeremos palomitas.

Asentí. Cuando acabé de comer salimos del lugar, nos dirigimos al coche y subimos.

NARRA ____

Íbamos de camino a casa, pero Sebastián estaba muy serio. El camino fue silencioso. Él estaba conduciendo más rápido de lo normal.

____: ¿Ocurre algo?.-pregunté preocupada.

Sebastián: ¿Qué?.

____: Qué si ¿estás bien?- frunci el ceño.

Sebastián: Ah, si, si estoy bien.- dijo de manera rápida.

Estaba ocultándome algo y eso no me gustaba. Al llegar a casa bajamos del auto y entramos.

Vi que Sebastián subió corriendo las escaleras y decidí subir detrás de él. Cuando entré al cuarto vi que él tomo una maleta, empezó a sacar ropa y la metió desesperado.

____: ¿Qué pasa?.- pregunté asustada.

Sebastián: No pasa nada.- sonrió forzadamente.

____: No, dime que es lo que está pasando.- dije alterada.

Sebastián: Sólo nos mudaremos de casa.- habló serio.- Vamos a estár juntos por siempre.- se acercó y me besó profundamente.

No sabía lo que pasaba, estaba asustada, el jamás había actuado así, lo único que quería era saber que es lo que estaba ocurriendo en esté momento.

Me acerqué a ayudarlo hasta que por fin terminamos de meter toda la ropa en la maleta.

NARRA SEBASTIÁN

Mi celular vibró levemente, era un mensaje, lo saqué de mi bolsillo y lo revisé. Era de Rix.

“¡Maldita Sea!. Atraparon a Ruíz. Bautista y yo vamos por ti, no te muevas”

Mi corazón se aceleró a mil por hora. ____  estaba viéndome fijamente, su mirada reflejaba preocupación. Me acerqué a ella y la abracé con fuerza, ____ correspondió a mi abrazo y luego me besó. Era un besó profundo y llenó de amor.

Mi mejor amigo estaba siendo llevado a la cárcel y eso me carcomía por dentro.

Sebastián: Escuchá...- dije tomando su rostro con mis manos, tenia que decirle la verdad antes de que fuera muy tarde.- La policía viene por mí.

Ella me observó sorprendida y vi como sus ojos se cristalizaron, abrió levemente los labios y negó con la cabeza.

____: No.- dijo casí en un susurró.

No pude aguantar y saqué las lágrimas que estaba reprimiendo, por primera vez frente a ella, lloré.

Sebastián: Te juro que me arrepiento- hablé débilmente.

Vi como ella se derrumbaba y eso me dolió mucho más que lo que iba a pasarme en los tribunales.

____: ¿Vamos a seguir juntos?- preguntó sin mirarme a los ojos.

Sebastián: No lo sé.- tense la mandíbula.

De repente escuché desde lejos el sonido de las malditas sirenas policiacas.

Sebastián: Vamos.- dije tomando la maleta, la jalé del brazo y ella salió detrás mío.

____: Espera...-hablo asustada.- No vas a huir, tú no eres un cobarde- dijo firmemente- Debés entregarte.

Sebastián: No puedo hacer eso.- dije sin más.

____: Es la única manera de que podamos estár juntos, puedo irte a visitar al reclusorio.- dijo mientras lloraba.- No levantaré cargos, te amo.

No sabía que hacer era mi libertad o ella.

Xxx: VILLALOBOS QUEDÁS ARRESTADO, SAL DE LA CASA Y ENTREGANOS A LA CHICA, ESTÁN RODEADOS.- habló desde afuera por un megáfono.

Caminé hasta llegar a ella y la besé por última vez, sus labios suaves sabían a miel.

Sebastián: No te muevas de aquí hasta que todo terminé.- dije serio, acaricie su rostro con suavidad y seque sus lágrima- Te amo.

Salí de la casa y estaba rodeada de patrullas, todos estaban armados y había un ejército con escudos y cascos.

Levanté las manos lentamente y tiré el arma que tenía escondida entre el pantalón.

Xxx: ¿Dónde está la chica?- pregunto el agente desde lejos.

Tense la mandíbula.

NARRA _____

Sus palabras me habían dejado sin aliento, estaba en shock lo único que quería era estár a su lado.

Xxx: ¿Dónde está la chica?

Me asomé a la puerta reaccionando y el oficial me observó por unos nanosegundos. De lejos pude ver que una lamborghini amarilla se acercaba a toda velocidad. Mi corazón palpitaba fuertemente y no sabía que demonios hacer.

Rix: BAJEN LAS ARMAS- gritó furioso, apuntó al agente con una ametralladora y de inmediato todos le apuntaron a Sebastián.

Comencé a llorar desesperadamente no sabía que hacer. Sebastián se giró rápidamente y me empujo con fuerza haciendo que cayera al suelo, iba a tomar el arma que había tirado al suelo pero todos comenzaron a disparar.