Capitulo 42

Sus labios estaban más hinchados de lo normal y sus ojos eran tan oscuros que no podía ver su hermoso brillo con claridad.

Comenzó a tocar mis muslos hasta llegar a mi trasero y gruñó para luego sacarme el short salvajemente y tirarlo en algún lado de la habitación, él se quitó su pantalón e hizó lo mísmo; de un momento a otro ya estaba encima de él, su erección era enorme, me coloqué sobre ella y comencé a moverme, él gimió y apretó mi trasero, seguí moviéndome y él se veía desesperado ya que la ropa interior sobraba en éstos momentos. Sentí su mano subir por mi espalda hasta que llegó al broche de mi sostén y sin hacer mayor esfuerzo lo quitó. Se sentó de golpe y besó mis labios para luego tocar mis pechos con deseo, mis gemidos inundaron la habitación cuando él se llevó uno a la boca y comenzó a jugar con el; gemí su nombre cuando sentí su mano tocar mi feminidad.

Ambos nos deseábamos, la conexión entré nosotros era grande. Sus labios invadían mi piel, nos consumíamos como velas, nos estábamos convirtiendo en uno sólo.

Sus manos viajaron al elástico de mis bragas y las bajó con lentitud haciendo que me desesperara. Toqué su torso descubierto y marcado, me estába volviendo loca al tenerlo así solo para mí. Cada uno de sus tatuajes le daban color al magnífico momento que estábamos pasando. Llegué hasta su bóxer y me deshice de el. Ambos quedamos desnudos y él depósito un salvaje besó en mi cuello. Mis manos fueron bajando, pero él las agarró con fuerza y las puso encima de mi cabeza.

Sebastián: Quiero que hagamos el amor.- dijo cerca de mis labios, asentí y lo besé.

Él separó mis piernas y se posicionó entré ellas, gemí y arquee la espalda cuando sentí que entro en mí. Él gruñó y tomó mis caderas haciendo que sus embestidas fueran más profundas.

Nuestras respiraciones se volvían más agitadas, nuestros cuerpos se pegaban con el sudor, pero me encantaba estár así con él. Sebastián comenzó a besar y chupar mi cuello mientras me penetraba, comencé a jugar con su cabello con mis manos y parecía que a él le gustaba.

Me giró poniéndome encima de él y empecé a deslizarme de arriba a abajo, el agarro mi trasero y de vez en cuando gemía, eso me ponía a mil.

Sebastián: Estás tan estrecha.- dijo entre gemidos.

Se pusó nuevamente sobre mí y comenzó a moverse más rápido, sentía que iba a quebrarme en cualquier momento. Empecé a sentir espasmos de placer y mi estómago se contrajo, estábamos a punto de llegar al orgasmo.

Enterré mis uñas con fuerza en su espalda y él gruñó tomando mis caderas para luego vaciarse en mí. Había sido espectacular.

Se acostó al lado mío agotado, su pecho subía y bajaba.

____: Fué lindo.- dije como estúpida, ni siquiera supe si mi comentario venía al caso o no.

Sebastián: Me gusta lo estrecha que eres.- dijo sonriendo mientras jalaba las sabanas para taparnos, sentí un leve rubor en mis mejillas.

Me acerque a él y lo abracé, Sebastián acarició mi cabello hasta que sentí como ambos caíamos en un profundo sueño.

(...)

Comencé a despertar cayendo en cuenta que estába al lado de Sebastián, sus brazos me rodeaban y ambos estábamos enpiernados, sonreí levemente y frote mis ojos con delicadeza. Estár así con él me daba ternura. Besé sus labios pero él  no se despertó, decidí levantarme, necesitaba un buen baño.
-
El agua tibia comenzó a recorrer mi piel y mis músculos se empezaron a relajar. Hice todo lo que tenía que hacer y luego cerré los ojos y las imágenes de la noche anterior llegaron a mí mente.

¿Al fin logré que me amé?.- pensé

Todo lo que me dijo, la sorpresa tan hermosa que tuvo conmigo, núnca nadie me había tratado así antes. “Quiero que hagamos el amor”, esas palabras no salían de mi mente, me sentía feliz, realizada. Por primera vez me sentí especial para él, sentí su cariño, su atención, él fué sólo para mí, sus besos, su caricias. Todo fué perfecto. Tal como algúna vez lo imaginé.

Sentí que unas manos rodearon mi cintura y pegué un pequeño brinco.

Sebastián: Tranquila, no te asustes, soy yo.- dijo en mi oído.

Sonreí y me voltee quedando cara a cara con él.

____: Me asuste.-reí.

Sebastián: Me di cuenta.- besó mis labios.- ¿Cómo dormiste ayer?- preguntó.

____: Mmm...- mordí mis labios.- increíble.

Él sonrió de lado y luego me besó.

Sebastián: ¿Quieres que tengamos sexo en la ducha?.- preguntó pícaro.

Alcé una ceja y reí.

____: Bañate bien, mi amor.- besé sus labios brevemente y salí de la ducha.

Tomé una toalla y la envolví en mi cuerpo.

Sebastián: ¿Te vas dejándome así?.- preguntó divertido.

Sonreí sin responder y salí del baño. Al salir me vestí y minutos después salió Sebastián ya vestido y arreglado.

Sebastián: No quiero comer aquí.- dijo serio.- Vamos a otro lugar.

Asentí sin responder y minutos más tarde nos fuimos.

Observé las rosas que él me había dado y frunci el ceño.

____: Se han marchitado.- dije triste.

Él me vió de reojo y rió.

Sebastián: No importa, puedo comprarte más.- dijo con un aire de superioridad.

Alcé una ceja y sonreí de lado.

____: Señor presumido.- lo molesté.

Él sonrió mostrando su dentadura blanca.

Sebastián: Bien, si no quieres eso puedo regalarte dinero para que vayas al gimnasio- rió

Abrí la boca y  lo golpeé en el brazo con fuerza.

____: Eres un grosero.- dije molesta.- me acomodé en mi asiento y suspiré pesadamente mientras el reía a carcajadas.- No estoy gorda.- dije sin más.

Sebastián: Sólo bromeó.- dijo parando de reír.- Debiste ver tu cara.- sonrió.

Rodé los ojos.

Sebastián: Mira, ya llegamos.- dijo aparcando el auto cerca de una cafetería.

Bajé del auto y cerré la puerta con fuerza por accidente.

Sebastián: ¡La puerta!- dijo en forma de regaño.

____: Lo siento.- sonreí con pena.

¿Porqué todos me regañan cuando cierro la puerta del auto fuerte?, ni que fuera Hulk para romperla o algo así.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top