Capitulo 16

NARRA ____

El agua tibia recorría mi cuerpo mientras lloraba en silencio. Jamás me habían golpeado, núnca. Mis padres jamás lo hicieron, si cometía un error sus únicas armas erán las palabras. Creí que en el fondo Sebastián me apreciaba, pero hoy me dí cuenta que estaba equivocada.

[...]

Después de un largo rato en la ducha apagué el grifo y salí.

Busqué una toalla y la enrolle en mi cuerpo. Caminé a paso lento hasta llegar a la puerta y con miedo la abrí creyendo que vería a Sebastián sentado en la cama viéndome serio con la mandíbula tensa y el ceño fruncido, pero no había absolutamente nadie lo cual me alegro un poco.

Me acerqué al espejo y observé mi reflejo. Al verme mis ojos se cristalizaron.

Estaba hecha mierda.

Mi cuerpo estaba lleno de marcas, mi frente tenía un pequeño rasguño al igual que mi nariz, mis labios estaban rebentados y tenía un enorme moretón en la comisura.

Una lágrima rodó por mi mejilla pero de inmediato la limpié.

____: Simplemente sonríe- susurré con la voz entrecortada

Fuí directo al closet y busqué algo cómodo para vestirme.

Me estaba arreglando el cabello cuando de pronto llegó Mario acompañado de un doctor.

Después de revisarme me colocó un yeso en el brazo izquierdo.

Doctor: No lo tendras mucho tiempo ya que solo es un esguince, en una o dos semanas más o menos te lo quitaré

____: Muchas gracias- dije amablemente

Él asintió con amabilidad

Mario: Gracias por venir, lo acompaño a la salida- dijo saliendo junto con el doctor y dejándome nuevamente sola

Me paré de la cama y seguí arreglandome, simplemente me levanté las pestañas y maquille mis cejas. No tenía ganas de maquillarme pero tampoco quería verme débil ante él, no quería entrar en una estúpida y maldita depresión o dejarme vencer. Jamás van a pisotearme porque se que valgo mucho.

Caminé hasta la puerta y salí de la habitación.

Me paré erguida y caminé por el pequeño pasillo como si nada me estubiera ocurriendo, pero caminaba algo despacio ya que si hacía esfuerzo me dolía el cuerpo.

Al llegar a las escaleras bajé cuidadosamente hasta llegar al primer nivel, no encontré a nadie lo cual me pareció extraño, comencé a recorrer la casa hasta que llegué al patio trasero, escuché risas y me asomé por la puerta, erán las chicas jugando con una pequeña pelota en la piscina mientras que los chicos estaban sentados en una mesa fumando, bebiendo y jugando cartas. Me molestó mucho ver a Sebastián y a todos tan tranquilos, como si nada hubiera ocurrido.

Me dí la vuelta para irme pero choqué con Juanpa.

____: Yo...yo lo siento- dije nerviosa

Juanpa: No te preocupes. ¿Porqué no vienes con nosotros?- preguntó sonriendo

Negué con la cabeza.

Juanpa: Anda esta muy divertido allá afuera

____: Es que... no lo se- dije en voz baja

Juanpa: Oye...- suspiró poniéndose serio- si fué por lo que pasó hace rato con Sebastián entiendo que no quieras verlo, pero si no quieres hablar con él, puedes entretenerte con las chicas

Hice una mueca de inseguridad.

Juanpa: Ven, vamos- me tomó del brazo lastimandome.

____: ¡Aaah!- gemí levemente del dolor

Él de inmediato me soltó.

Juanpa: Disculpame, enserio, no quería...- lo interrumpi

____: No te preocupes

Juanpa: Vamos, déjame ayudarte- me tomó de la cintura cuidadosamente y me ayudó- házlo despacio

Al salir todos pararon de hacer lo que hacían y nos observaron.

Cassandra: ¡Dios, ____! ¿ qué te paso?- dijo saliendo del agua y acercándose a mí

Juanpa: Te dejo en buenas manos- dijo sonriendo para luego ír con los chicos

Sentí la mirada profunda de Sebastián recorrer mi cuerpo, pero simplemente lo ignoré.

Cassandra: Mirá como estas- susurró ayudándome a caminar- Te han dedo una tremenda paliza

No dije nada.

Al llegar a la piscina todas las chicas salieron del agua y se acercaron preocupadas a mí.

Alejandra: ¿Quién te golpeó?- dijo tomando mi rostro y viendo las heridas

No dije nada, simplemente esquive su mirada.

Katherine: ¿Fué Sebastián?- preguntó

Cassandra: Si no, nos quieres responder esta bien

Eva: Disculpa mi necedad, pero quiero saber porque te golpeó ese idiota- dijo molesta

Me quedé callada.

Cassandra: Ya chicas, dejenla

Volteé a ver a los chicos los cuales estaban jugando tranquilamente al póker.

Débora: Si, mejor dejemos de asfixiarla con tanta pregunta- dijo tocando cuidadosamente mi brazo- ¿Quiéres entrar a la alberca con nosotras?

____: No gracias, no ando bien físicamente como para ponerme un bikini- reí

Todas rieron.

Taylor: Ok, vamos chicas- dijo parándose- si necesitas algo nos avisas

____: Claro- asentí

Las chicas se metieron nuevamente a la alberca y retomaron el juego que tenían minutos atrás.

Observé a Sebastián, tenía ganas de pararme e ír a golpearlo, pero no podía, se veía tan guapo tocando su labio inferior con su dedo índice.

Llevaba puesto unos tenis negros, una pantaloneta gris, una camiseta negra, una gorra plana hacía atrás color negro y unos lentes de sol en forma de gota color azules. Se veía tan varonil y sexy.

No podía odiarlo y tampoco quería, si algo me habían enseñado mis padres es que el odio es el sentimiento más horrible ya que te consume lentamente por dentro hasta acabar contigo.

NARRA SEBASTIÁN

Juca: ¡PAM! gané- dijo felizmente

Daniel: mierda- dijo molesto

Sebas A: No, otra vez- hizó una mueca de fastidio

Juanpa: Basta, yo ya no juego, este wey siempre gana- tiró las cartas sobre la mesa

Sebastián: Ya dejen de discutir no es para tanto- rodé los ojos

Daniel: Pero si ya nos va ganando tres veces seguidas- refunfuño- Juca ¿Estás haciendo trampa? Por que si estas haciendo trampa me las pagas

Juca: Porfavor Paisa, trampa ¿yo?... Jamás- habló seguro

Daniel simplemente negó con la cabeza y alzó una ceja.

Mario R: Ya chicos- rió

Jancarlo: Oye Andy vamos con las chicas

Andy: Claro, vamos- se paró al igual que Jancarlo

Mario B: Mejor vamos todos

Nos páramos y caminamos hasta la alberca.

Observé despistadamente a ____ y estaba entretenida viendo como jugaban a las chicas, eso me tranquilizó. No tenía cara para verla, se que soy un patán pero esta vez si me pasé de verga.

Los chicos se metieron al agua para luego unirse al juego.

Jancarlo: Sebastián ¿No vas a entrar?- preguntó

Sebastián: Quizá después

Él asintió y empezaron a jugar.

Comencé a caminar hacía donde estaba ____, ella me vió de reojo y posó su vista en el agua azul de la alberca, noté su nerviosismo y su su enojo. Me senté cerca de ella sin decír nada y observé como los chicos se divertían.

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