30. Único camino, única salida
GABRIELA
—Creo que estamos a salvo —dije temblando y apreté la herida de Theo la cual no dejaba de sangrar —. ¡Traigan a Judith maldita sea! —cerré mis ojos tratando de tranquilizarme sin despegar mis manos de su pierna.
Isaac limpió el raspón de su frente el cual comenzó a gotear sangre.
—Los perdimos, pero pueden encontrarnos en cualquier momento —su respiración sonaba agotadora y se inclinó hacia Theo quien seguía inconsciente —. Judith está en el otro bunker, sabes que no puede salir al exterior. Sería un suicidio.
Tragué fuertemente mientras miraba a mi alrededor.
Hice una mueca al oír los llantos de Lizzie y Trevor intentando calmarla.
Éste lugar con olor a polvo, lleno de suministros, pequeño y con una puerta de acero siendo vigilada por Isaac, comienzaba a ponerme los pelos de punta.
—Se está desangrando necesitamos sacarle la bala y suturar la herida —suspiré profundo al ver que la cara de mi hermano se volvía más pálida a cada segundo que pasaba —. Isaac, necesito tu ayuda —tragué fuertemente mientras señalaba los botiquines de un costado —. Tráeme uno.
Isaac hizo una mueca bajando el arma mientras se la entregaba a Trevor, quien contenía a Lizzie entre sus brazos.
—¿En qué momento todo se salió de control? —dije con la voz temblorosa.
TRES HORAS ANTES:
—Necesitamos irnos de aquí lo antes posible —dijo Isaac golpeando una de las sillas del salón.
Me sobresalté por el sonido y centré mi vista en el que se hizo pasar por Jared.
Apreté la manta a mi cuerpo intentando generar calor y me arrimé hacia donde estaba. Que por lo visto, seguía lamentando el insoportable dolor del suero.
—Dime tu nombre —hablé firmemente.
Éste entre abrió sus ojos y me miró incrédulo.
—¿Y eso de qué te serviría?
Me encogí de hombros.
—Está bien, te llamaré idiota —me crucé de brazos.
—Derek —suspiró y luego se quejó por el dolor en todo su cuerpo —. Y ya pueden matarme, se adelantarían ya que por lo visto fallé en mi misión y a mi jefe eso no le sentará para nada bien.
Asentí lentamente mientras sentía el habla débil de Jared, el cual estaba siendo atendido por Judith y Tom.
Me generó un poco de ternura ver que Lizzie no soltaba la mano de Jared y le contaba sus historias de princesas.
—¿Sabes? Lo que acabas de decir no me importa Derek —le guiñé un ojo —... sólo quería saber tu nombre para no recordar la muerte de un rostro desconocido —apreté mis dientes harta de salir lastimada —. Vas a pagar por cada daño que le ocasionaste a ésta familia —dije señalando a Tom y a su hijo.
—Ya que tu vida no vale nada —Theo se acercó con un mapa —... dime en cuanto tiempo estará tu equipo aquí.
Ben se cruzó de brazos y miró de reojo a Trevor, quien no paraba de caminar de un lado a otro.
—Relájate, me pones nervioso cuando te mueves mucho.
—¿Cómo se supone que lo haga? ¿Cuando tienes a un escuadrón de hombres que vienen por ti? —dijo algo histérico —... y a juzgar por su gesto, vendrán en cualquier segundo —dijo señalando a Derek quien se quedó callado mirando un lugar perdido en la nada.
—Otra dosis lo hará hablar —dijo Isaac de forma violenta y elevó el suero sobre su mano.
—¡No! —soltó sin más mientras alzaba sus cejas desesperado —. ¡No más de eso!
—Entonces di lo que necesitamos saber —Theo alzó su ceja como si fuera algo obvio.
Apreté mis dientes y caminé lentamente hacia Theo, quien no despegaba la mirada del mapa.
—¿Te quedas callado de nuevo? —dijo Isaac riendo y dobló su cabeza a un costado, para hacer notar su cuello en un gesto de pura impaciencia.
—¡Hablaré! —Derek cerró sus ojos desesperado y pude notar pequeñas lágrimas brotar de sus ojos.
—¿Cuánto tiempo? —repitió por segunda vez Theo.
—Una hora, tal vez menos —apretó sus puños atados a la silla.
Abrí mis ojos y me giré hacia Theo al ver su cara de preocupación.
—¿Qué? —pregunté nerviosa.
—En una hora lograremos cubrir éste terreno —dijo señalando una parte del mapa la cual estaba cubierta de bosque —... y aquí —golpeó un punto en específico —... están los refugios que necesitamos.
—¿Refugios? —dijo Isaac alzando una ceja y avanzando hacia nosotros —. No escuché nada de eso cuando vinimos aquí.
—No confiaba en ti —hizo una mueca —. Sin embargo no sé si seguirán estando, fueron hechos bajo tierra en épocas de guerra. Justo al límite de la frontera —sonrió de costado —... todo gracias a mis clases de historia.
—Hay que intentarlo —sacudí mi cabeza —. No nos queda otra opción. Es eso o quedarnos aquí para que nos atrapen.
Ben se arrimó y tomó el mapa.
—La única desventaja es que los refugios están a dos horas de aquí —negó lentamente —... si descubren cual fue nuestra ruta de escapatoria, estamos fritos. Además ni sabemos si siguen existiendo.
—No nos queda otra alternativa, hay que confiar —dijo Trevor y abrió sus ojos molesto —. ¡Genial! ¡Ahora tendremos que matar al señor que se llevó el Oscar del año!
Todos nos giramos hacia Derek quien nos estaba escuchando atentamente.
Suspiré frustrada y negué lentamente mientras tomaba mi frente tratando de calmarme.
—¿Quién dijo algo de matarle? —Ben rió con una ceja alzada —. Puede que nos sirva para generar una distracción. Puede ser útil si las cosas se nos van de control.
—Bien —aplaudió Isaac —. Larguémonos de aquí, ahora.
Todos asentimos y fuimos por nuestras cosas mientras preparábamos los autos para partir.
Al parecer los guardias que nos habían acompañado, se ofrecieron a quedarse y así nos hacían ganar más tiempo. Mejor dicho, hacían un sacrificio por la sangre de mis hermanos.
Me sorprendió que Judith no se haya negado, al parecer todos hicieron un juramento ante la protección de mis hermanos. Quedé impactada por tanta fidelidad al pacto.
En un auto íbamos Isaac, Trevor, Lizzie, Theo y yo. Mientras que Judith va junto a Jared, Tom, Ben y Derek siendo apuntado con un arma por Ben, para que en cualquier movimientos sospechoso, esté listo para acabar con su vida.
Nosotros tomamos la delantera ya que Theo nos guiará hasta allí.
—Si no me dices cuando doblar ¿Cómo se supone que lleguemos? No soy adivino —dijo Trevor molesto mientras miraba de reojo a Theo.
—Lo siento, odio ser el copiloto —hizo una mueca —... pero si sigues por ese sendero, estoy seguro que saldrás a los bosques de aquí —señaló la parte verde del mapa.
Suspiré profundo mientras me hundía en el asiento.
Sentí una mano enrollar la mía y me giré viendo a Isaac con sus ojos cerrados y la cabeza apoyada en el respaldo del asiento. Lizzie estaba dormida, siendo abrazada por el brazo de su hermano y con una sonrisa me recosté sobre su hombro.
Se me puso la piel de gallina cuando sentí su beso en mi frente y eso hizo que me acurrucara más en él.
Una movida brusca del auto hizo que mirara por la ventanilla.
—¿¡Qué pasa?! —dije alterada.
—Creo que nos encontraron —dijo Theo en un hilo de voz y fijó su vista en el espejo retrovisor.
Pude distinguir que detrás del auto donde estaban Judith y los demás, habían dos furgonetas negras, las cuales prendían y apagaban sus luces.
Trevor tomó una radio y volvió sus manos al volante.
—Aumentemos la velocidad, casi llegamos —dijo algo nervioso.
—Te seguimos —habló Judith con la voz ronca.
Isaac me tomó de la cintura y aferró fuertemente Lizzie a su cuerpo.
Cerré mis ojos al sentir el impulso del auto y mantuve mis manos agarradas al asiento. Todo empeoró cuando comenzaron a oírse disparos, los gritos y el llanto desesperado de Lizzie.
Trevor logró introducirse en el bosque, al igual que Judith la cual nos seguía por detrás.
—¿Crees que los perdimos? —Isaac giró su cabeza algo agitado.
—No creo —Trevor tomó su cabeza y señaló un lugar entre tantos árboles —. ¿No será por allá?
Theo miró de reojo el mapa e hizo una seña para que Trevor detuviera el auto.
—¡Bajen ya! ¡No hay tiempo! —dijo abriendo las puertas y corrió hacia dos árboles gigantes. Cerró sus puños y comenzó a hacer largas pisadas, contando hasta siete en voz alta. Una vez listo, se inclinó y comenzó a dispersar la tierra hasta que el brillo de un metal nos sorprendió a todos —. Es aquí, gracias a Dios —suspiró y rió en cuanto encontró la otra puerta. Se puso de pie serio y se giró hacia nosotros —. Debemos dejar los autos lo más lejos de éste lugar.
—Te sigo —dijo Isaac subiendo en uno de ellos.
—Ustedes entren a los bunker, nosotros ya regresamos —ordenó Theo mientras ponía en marcha el otro auto.
Asentí rápidamente y tomé a Lizzie en mis brazos.
—Vamos —le dije a Trevor quien no despegaba la mirada de Isaac.
—¡Estaremos bien! ¡Vayan! —le gritó Isaac antes de desaparecer entre los árboles.
Ben quien no le sacaba un ojo de encima a Derek, se ocultó en el primer refugio junto a Judith, Tom y Jared.
Mientras que con Trevor abrimos la puerta rápidamente y con Lizzie en mis brazos, bajé las escaleras con cuidado, mientras que Trevor cerraba la puerta atento a que llegaran los demás.
Intenté calmar a Lizzie, pero lo único que logré fue que su cabeza esté aferrada en mi hombro. Sentía su cuerpo temblar del miedo y le decía constantemente que todo estaría bien. Eso era lo que quería creer también...
El lugar era pequeño y pude encontrar un interruptor a un costado, me sorprendí al ver que entre los dos bunker había una conexión por teléfono y también habían muchas reservas de comida.
Unos disparos a lo lejos, hicieron que me hundiera en el miedo y con Trevor hicimos contacto visual.
Yo negué lentamente mientras él giraba la perilla de hierro para abrir la puerta.
—Aguarda, no salgas —abrí mis ojos aterradas —. Espereremos a oír sus voces.
Trevor hizo una mueca desesperado y cerró sus ojos.
—¡Abran! ¡Abran maldita sea! —los gritos de Isaac hicieron que me sobresaltara y fue al mismo tiempo que Trevor abría la puerta.
—¿¡Qué paso?! —dije alterada y dejando a Lizzie con Trevor.
Isaac tenía un pequeño corte en su mejilla y llevaba cargando del hombro a Theo, quien chorreaba sangre de su pierna.
—Logramos dejar los autos, pero en cuanto comenzamos a correr unos disparos lo alcanzaron —dijo Isaac suspirando y limpió la transpiración de su frente.
—¡Mierda! —gritó Theo golpeando el suelo con fuerza.
AHORA:
—Hey —le susurré a mi hermano —. Te sacaremos la bala.
—Bueno —dijo con sus ojos cerrados y casi desvanecido sobre mis piernas.
Miré de reojo a Isaac quien se estaba preparado con unas pinzas y me giré hacia Trevor.
—Date la vuelta y tapa los oídos de Lizzie —dije mientras sostenía los hombros de Theo para que no se moviera.
Isaac suspiró.
—Aquí vamos —dijo mientras introducía la pinza haciendo que mi hermano largara gritos de dolor. Mi mentón comenzó a temblar y no pude evitar largar unas lágrimas —. Aguanta, ya casi —Theo me agarró del brazo y me suplicó llorando a que parara. Cerré mis ojos aturdida y le pasé el alcohol en cuanto Isaac retiró la pinza con la bala —. Ésto arderá como el demonio —dijo echando chorros del líquido lo cual provocó más gritos de Theo.
—Se desmayó —dije tocando su cuello y comprobé que tuviera un buen pulso.
—Mejor, podré suturar la herida sin que lo sienta —dijo pasando una gasa entre tanta sangre. Miré a mi alrededor y lo único que se notaba era el color rojo por todos lado —. Comunícate con Judith y los demás.
Asentí como un robot sin reaccionar del todo y tomé el teléfono.
—¿¡Hola?!
—Soy Gabi, hola —dije sin fuerzas.
—¿¡Está todo bien?! —gritó desesperado Ben —... oímos unos disparos, ¿Hay alguien herido? ¿Theo está bien?
—¿Me puedes pasar con Judith? —dije viendo de reojo mi ropa llena de sangre.
—Dime que pasa —dijo alterada.
—Te necesitamos —me quedé viendo a Theo pálido, Isaac que intentaba coser la herida y Trevor junto a Lizzie inclinados en una esquina, quien tapaba los oídos de la niña.
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