CAPÍTULO 48
La tensión que se había producido entre Chase y yo se rompió. Nos quedamos mirando a Bobby sin entenderle.
—¿Qué es tu culpa? —preguntó Lena de forma suave mientras se ponía de cuclillas para estar a su altura.
—Lo-lo-lo siento, yo-yo no sabía que esto iba a pasar... —Se pasó el antebrazo por el rostro, no sabía si para eliminar las lágrimas o el exceso de sudor—. Yo-yo...
No llegó a continuar porque empezó a toser, luego se sonó la nariz ruidosamente y cuando parecía que había terminado se llevó el inhalador a la boca. Chase suspiró irritado. No podía recriminarle nada, a mí también me estaba poniendo nervioso y no era el único: Mike miraba al chico como si fuera a estrangularle; Rachel se cruzó de brazos y comenzó a golpear el suelo con el pie; Helio fruncía el ceño sin apartar la vista de su compañero; y Sofía estaba apoyada con una mano en la pared mientras sus uñas pintadas de rojo repiqueteaban contra el muro impacientes. La única que parecía darle lo mismo lo que Bobby tenía que decir era Erin, que estaba a un lado jugando a enrollar y desenrollar su chicle en el dedo.
Cuando por fin Bobby terminó comenzó a decir:
—Bueno, yo..., puede que yo... hablase un poco de más —consiguió finalizar. Lena le animó a que se explicase mejor—. Entre los documentos de La OLIC encontré un informe que hablaba de nosotros y de tu... verdadera identidad. Entonces asocié tu nombre con un archivo que había visto y cuando entré vi tu ficha y que les habías robado unos documentos en los que se confirmaba que el Gobierno quería eliminar los sectores 4 y 5. Aquello me alteró mucho y cuando me altero... hablo.
Bobby hablaba estuviera nervioso o no, y eso lo sabía bien porque había estado trabajando con él.
—¿Y a quién narices se lo contaste? —demandó Chase.
—A Gusano —murmuró con hilo de voz mientras se encogía sobre sí mismo.
La habitación se quedó en silencio un segundo antes de que Chase lanzase su mechero contra una de las paredes.
—¡Joder, Bobby! !Eres un puto bocafloja! ¡Encima con Gusano! ¿No se te ocurrió alguien peor al que contarle algo así?
—Lo siento, lo siento —dijo el chico temblando entre sollozos.
—Venga, Chase, cálmate. Todos cometemos errores —dijo Lena intentando apaciguarle mientras él daba vueltas por el habitáculo golpeando al resto del grupo. Luego volvió a centrarse en Bobby—. Cuéntanos todo.
El muchacho la miró con los ojos rojos y volvió a repetir su ritual de toses, pañuelo e inhalador.
—En aquel momento no había nadie —comentó tratando de excusarse—. Vosotros habíais sido capturados y Helio, Alex y el resto del grupo estaban enfocados en sacaros de allí. Gusano había entrado hacía poco y bueno... fue majo conmigo y no todo el mundo lo es. —Se le escapó una mirada de refilón hacía Chase que seguía observándole cómo si desease despellejarle.
—¿Quién es Gusano? —pregunté.
—Gusano es el tipo rubio que acompañaba a Panther. Es un rastrero, cuando estaba en la banda de Tim se encargaba de recoger las "donaciones" de los comercios a la banda. Siempre conseguía sacar más de lo que pedía Tim a cambio de una pierna o un brazo roto, o los dos, según lo que se resistiese el propietario. Por supuesto de eso se encargaba Sapo que es un puto sádico.
—¿El que tiene la cabeza tatuada?
—El mismo.
Chase se sacó otro cigarro y se lo encendió, le hubiese pedido que no lo hiciera, el ambiente ya estaba lo suficientemente cargado con el calor de nuestros cuerpos como para añadir el humo del tabaco. Pero estaba bastante seguro de que no me haría ni caso.
—Lena conoce la vida de todos los miembros de La Rebelión. Antes de que entren estudia sus perfiles, su vida y si merecen su aprobación. —Vi cómo algunos chicos del grupo observaban con curiosidad a Lena—. ¿Alguien se encargó de hacer algo parecido?
—Yo revisé sus perfile —dijo Helio—. Pero tengo que reconocer que no hice un estudio muy profundo. En esos momentos estábamos preparando vuestro rescate. Estaban limpios, dentro de lo que una persona de la banda de Tim puede estarlo. Algunos antecedentes por robos y peleas, pero no habían pisado la cárcel. Aunque... sí que hubo algo que llamó mi atención. —Se colocó sus gafas con un gesto pensativo—. No habían trabajado para La OLIC.
—¿No eran peones? —preguntó Lena detrás de mí. El chico sacudió la cabeza—. ¿Por qué iban a querer entrar en La Rebelión si no eran peones?
—No lo sé —dijo Helio alzando los hombros—. No le di importancia, estaba demasiado ocupado intentando neutralizar la seguridad de los laboratorios con Sussie y Eliot.
Un silencio se apoderó de la habitación. El hecho de que dos personas de una banda hubiesen entrado en La Rebelión sin ningún motivo aparente hacía que algo oliese a podrido. A mí solo me venía una cosa en mente: Tim estaba tratando de meter gente en La Rebelión. ¿Para qué? Se me ocurrían un montón de motivos. Mis ojos y los de Lena se encontraron. No me costó ver que ella pensaba lo mismo. Sacudió la cabeza en una negación.
—Josh, eso no tiene sentido. Tenemos un trato. ¿Qué interés tiene él en romperlo? Los dos hemos colaborado sin problemas hasta ahora.
—Lo mismo que quiere todo el mundo en esta Ciudad: control. Has invadido su territorio y aunque tengáis un pacto ha perdido parte de su poder —la rebatí sin problemas.
—¿Hola? —dijo de repente Erin moviendo las manos frente a nosotros para llamar nuestra atención. La miré con el ceño fruncido por interrumpirnos—. Es impresionante la telepatía que tenéis entre vosotros, pero aquí la plebe, no tenemos ese superpoder y no nos estamos enterando de nada.
Yo la hubiese ignorado, pero Lena era bastante más correcta y se lo explicó.
—Estoy con el principito —dijo Chase—. Tim es un controlador y un manipulador. La Rebelión se le escapa de ese control.
—¿Y qué gana él provocando un conflicto interior? —rebatió Lena.
—Desconcierto, dudas, inestabilidad... —dije alzando los hombros—. En definitiva que os debilitéis.
Lena se mordió el labio inferior de forma pensativa y luego comenzó a estrujar el borde de su camiseta de forma inconsciente.
—No se puede enterar de lo que el Gobierno pretende hacer con los sectores 4 y 5 —dijo sin parar de retorcer el extremo de su camiseta—. Si se entera Tim podemos olvidarnos de todo, porque habrá comenzado una verdadera guerra.
Luego se giró hacía Alex y este afirmó sin que ella llegase a decir nada.
—Me encargaré de que no salga de aquí la información.
—Gracias —respondió ella regalándole una sonrisa dulce que fue como un puñetazo en mi abdomen.
Estuvieron un rato más hablando sobre cómo resolver toda aquella situación hasta que estuvieron conformes. Luego se asentó un silencio en la habitación. El calor del lugar era agobiante, siempre lo había sido en las instalaciones de La Rebelión, pero siendo además diez personas en un cuartucho sin ventilación, lo empeoraba. Olía a humanidad y Chase no ayudaba a airear el ambiente con sus cigarros. Empezaba a desear que viniesen ya a buscarnos para llevarnos al Sector 5.
—¿Y tú que hace aquí? —me preguntó de repente Mike.
Su pregunta me sorprendió. No tanto que la hiciera en sí, si no el tono con que la hizo, realmente parecía molesto de mi presencia, como si le importunase.
El resto del grupo me miró con curiosidad. Nadie lo había planteado en alto pero a todos se preguntaban lo mismo. Me hubiese gustado hablar del tema en privado con Lena, si bien allí era imposible y al final era algo que acabarían sabiendo los demás. Miré a Lena.
—Venía a avisarte de que tengo la fecha de La Limpia.
Un murmullo recorrió la habitación que de nuevo fue cortado por Mike:
—Pues podrías haber llamado, para eso no es necesario venir.
Una mueca de sorpresa se dibujó en mi rostro. ¿A qué venía aquello? Pero Mike seguía con la mirada fija en mí, como exigiéndome una explicación y el resto parecían muy interesados en que aclarara aquel pequeño detalle. Así que me aclaré la garganta incómodo y dije:
—Tenía la esperanza de convencer a Lena para que saliese de aquí y volviese al Sector 3.
—¡¡Ayyy, que bonito!! —Aplaudió Erin dando saltitos—. ¡Es como un príncipe que va a salvar a su amada!
Se me ensombreció el rostro y un malestar se adueñó de mí.
—Sí, precioso, y que al resto nos coman los gusanos cuando nos aniquilen, todo un caballero —replicó Chase.
Lena me observaba seria, analizando cada gesto que hacía, lo que solo conseguía que me sintiera más incómodo aún. Maldito Mike y su maldita pregunta.
Al final Lena pareció reaccionar y dijo:
—No pienso irme a ningún lado.
Una sonrisa cansada se me dibujó en el rostro.
—Lo suponía, pero tenía que intentarlo una última vez.
Nuestros ojos se unieron y aunque seguía con el gesto duro en sus ojos chocolate bailaba una sensación cálida.
—¿Cuándo va a ser La Limpia? —preguntó al fin.
—Dará comienzo un día después de la fiesta del Solsticio de Invierno y durará dos semanas. No sé qué es lo que pretende hacer el Gobierno. En el documento que encontró Sussie solo hacía referencia a la fecha.
—¡Eso es en dos meses! —dijo Lena de repente alarmada. Afirmé con la cabeza. El pánico en los ojos del resto del grupo era evidente.
—¿Qué vamos a hacer? —preguntó Sofía, angustiada.
—Coged a vuestros seres queridos y huid al Sector 3.
Chase bufó haciendo que nuestra atención volviera a él.
—Es muy fácil decirlo para ti, pero algunos lo tenemos un poco más complicado para cambiar de sector. —Se señaló los brazos en los que no había ni un ápice de piel sin tatuar—. En cuanto viesen mis tatuajes me encerrarían o me matarían. A menos que me pasase toda mi vida usando manga larga, y no sé si en el Sector 2 tenéis aclimatadas las calles para no asfixiaros pero he estado en el Sector 3 y sé que hace el mismo calor que aquí. Huir allí no es una opción viable para mí.
El resto pareció de acuerdo. Lena se paseó pensativa con el ceño fruncido hasta que dijo:
—Buscaré una solución, no os preocupéis.
—Veo bastante complicado que puedas buscar nada desde el Sector 5, bastante vas a tener con salir de allí con vida —gruñó Chase apoyándose en uno de los muros con los brazos cruzados—. Estamos bien jodidos, quizá la idea de Panther de invadir los otros sectores no sea tan mala.
—¡No! —categorizó Lena—. Así solo conseguiremos que el Gobierno tenga la excusa perfecta para eliminarnos cuanto antes. No le daremos esa satisfacción. Yo no estaré pero Alex seguirá aquí con vosotros. Además tenemos el apoyo de la LIF y de Eliot y Maggie, con su ayuda encontraremos la forma de detener al Gobierno.
Las palabras de Lena parecieron calmarles un poco y dejaron el tema.
Con el paso del tiempo todos nos fuimos acomodando en diferentes sitios de la pequeña habitación. Chase y Erin se habían sentado uno al lado de otro y tonteaban. Sofía que estaba frente a ellos los observaba divertida. Bobby y Helio, que estaba junto a Sofía sentados, comenzaron una conversación sobre ordenadores a la que nadie le interesaba. Lena y Alex estaban de pie junto a la puerta, Lena le estaba dando explicaciones de cómo llevar La Rebelión ahora que él sería el encargado de dirigirla. Rachel y Mike eran los que estaban más lejos de resto del grupo, hablaban en susurros y con el barullo de las otras conversaciones no se les llegaba a oír, pero por el rostro ofuscado de Rachel y cómo gesticulaba con los brazos me daba la impresión de que estaba enfadada con Mike. Yo me enfrasqué en mis propios pensamientos intentado buscar soluciones de cómo podíamos salir Lena y yo de Sector 5 con vida. Estábamos en esas cuando la puerta se abrió y aparecieron Panther seguida de Gusano y Sapo.
—Ya está todo listo para vuestro destierre —dijo Panther con una sonrisa oscura en el rostro—. Como sois mucho, hemos decidido hacerlo por partes...
—Panther, quería hablar contigo —dijo Lena adelantándose al resto—. Entiendo que mi comportamiento no ha sido bueno y entiendo que merezco un castigo, pero el resto no. Te propongo...
No pudo terminar la frase antes de que Alex la empujara a un lado. Lo siguiente que pasó fueron como un conjunto de imágenes a cámara rápida. Nadie se lo esperaba y por eso nadie reaccionó. Aunque yo sabía que las víctimas no habían tenido ninguna oportunidad, no era la primera vez que veía actuar a Alex y sabía que si se lo proponía era letal. Panther, Gusano y Sapo cayeron frente a nosotros como tres sacos de carne sin vida.
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