Capítulo 14B


Estaba rodeada de cadáveres congelados, empezaba a tener frío, grité y supliqué que alguien viniera pero me hicieron caso omiso. Llevaba cuatro horas gritando, tenía la boca seca, mi intención era irritar al máximo a alguien, porque debería de haber alguien en la entrada, y funcionó.

- ¿Te quieres callar de una vez?- Gritó el hombre que me trajo aquí.

- Déjame salir, no tienes derecho en retenerme bajo mi voluntad, saco de piojos-. Guité más fuerte.

- Me irritas, tu voz me irrita, deja de gritar-. Dijo un poco más calmado.

- Es el Gran Jefe, ¿verdad?- Me miró con cara de no comprender nada-. El Gran Jefe te dijo que me atraparas.

- Nosotros no trabajamos con el Gran Jefe como tú le llamas-. Dijo sonriendo.

Iba a gritar pero me paré en seco, mi cara era todo un poema, pues, no sabía que no trabajaban con el Gran Jefe. No hablé por un momento porque mi cerebro necesitaba analizar y asimilar la nueva información que me estaba dando ese chico.

- ¿Quiénes sois?- Pregunté después de un corto periodo de tiempo estando en pause,

- Pequeña niña-, sonrió-, somos The Energy Section-. Dijo acercándose a mí y poniéndose en cuclillas frente a mí.

- He oído hablar de vosotros pero no sé a qué os dedicáis-. Dije un poco confusa.

- The Energy Section es una agencia que tu padre formó antes de que lo mataran-. Dijo enderezándose y paseándose.

- ¿Por qué mi padre no me dijo nada?- Pregunté extrañada.

- Te lo iba a decir aquella noche cuando lo mataron, quería que formases parte de él, pero todo se torció-. Dijo sin dejar de pasear.

Estaba intentando asimilar lo que aquel chico me estaba diciendo pero muy difícil enterarse que tu padre formó una agencia porque quería asegurarse mi futuro, eso es lo que me dijo aquel chico al que no dudé ni un momento en creerle.

- ¿Por qué me arrestasteis así de esa manera?- Grité enfadada-. Si mi padre os viera seguro que os mataría a todos-. Concluí.

- Lo sentimos pero no sabíamos cómo te lo ibas a tomar, si nos creerías o no-. Dijo inseguro de sí mismo.

- Bueno, disculpas aceptadas, pero, una cosa-, me miró impaciente-, ¿por qué tenéis una cámara frigorífica llena de cadáveres?- Pregunté desconcertada.

- Ah-, se acarició el pelo-, son los agentes de tu agencia, lo guardamos aquí porque cuando ellos usan castigos muy brutos en las que sus cuerpos no aguantan más y bueno, mueren, luego los llevan al bosque y los dejan ahí tirados, nosotros los recogemos y los metemos aquí para que cuando nosotros sepamos quien son contactar con sus familias para que ellos puedan darles una sepultura-. Explicó sin dejar de pasearse.

- ¿Qué queréis que haga?- Pregunté.

- Dirigir esta agencia-. Respondió al instante.

Pensé en los pros y en los contras de dirigir esta academia que mi padre fundó, me hacía mucha ilusión pero no sé si esté a la altura.

Algo en mi cabeza se encendió y se me vino en la cabeza que si llevo esta agencia podría empezar mi venganza con total firmeza y sin herir a Allan o a Jimmy, santo cielo, ¿cómo estará Jimmy?

- Desátame-. Ordené.

El chico me miró con cara de no entender nada.

- No puedo llevar esta agencia atada de pies y manos y congelándome-. Sonrió y me soltó.

Me enseñó las instalaciones, todos los pasillos, luego me llevó al despacho y me puse al día de todo lo que pasaba día tras día en la agencia. Escuchaba muy atentamente al chico que aún no sé cómo se llamaba, cuando terminamos, me senté en la gran silla que había detrás de aquel enorme escritorio.

- ¿Cuál es tu nombre?- Pregunté interesada.

- Jason, he estado llevando esta agencia todo ente tiempo-. Contestó.

- Se nota, Jason-. Dije con una amplia sonrisa.

Un reloj de cuco empezó a sonar indicando que eran las nueve de la noche, hora de volver a la agencia de donde venía.

- Jason, me tengo que ir, tengo que avisar a unas personas de esto, tranquilo, son de confianza-. Dije mientras me levantaba y me disponía a salir de aquel despacho.

- Promete...promete que volverás-. Dijo asustado.

- Lo prometo, te doy mi palabra-. Dije mientras abría la puerta para irme.

Corrí hacia la agencia, sabia el camino, no era muy difícil averiguarlo. Cuando llegué me dirigí a donde había visto por última vez a Allan, pues quería decirle lo que me acababa de pasar, aunque no sé si era buena idea. Lo busqué por toda la agencia pero sin éxito, decidí irme a mi habitación sin hacer ruido pero vi a Jimmy dolorido, quería preguntarle lo que le pasaba, vi que Allan se le acercaba y yo no lo pensé dos veces y me acerqué.

- Jimmy, ¿cómo estás? Lo siento mucho-. Me disculpé.

- Bueno...-. Me respondió sin mirar.

- No tenemos la culpa-. Añadió Allan.

- Lo sé-. Dijo.

- Os tengo que contar algo que pondrá punto y seguido a nuestra rebelión-. Dije entusiasmada-. Pero aquí no, las paredes tienes oídos.

Escrito por Swiftie5sos13

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