Me levanté del sofá cuando Allan leyó el mensaje que le mandó Jimmy. No lo podía creer, todos mis planes estaban tirados a la basura, debería de haber planeado un segundo plan por si el primero fallaba.

- Espero que sea una broma-, dije llevándome las manos a la cabeza-, tiene que ser una broma-. Grité.

- No creo que sea una broma pero vamos para ver qué es lo que pasaba en realidad-. Trató de tranquilizarme.

Le cogí de la mano y fuimos a la agencia, el sol brillaba con más fuerza, al llegar, nos miramos llenos de miedo y entramos.

- No es bueno que Erick nos vea juntos, ve por la parte inferior de la agencia, yo iré al despacho de él-. Dijo mientras ponía cara de saber lo que hacía.

- Ten cuidado-. Le susurré mientras le di un beso en la boca, cuando nos separamos, Allan tenía cara de confusión.

- ¿Y...y...esto?- Preguntó confundido.

Sonreí y me fui por donde me indicó Allan, busqué por todos lados de lo que era el piso inferior de la agencia, mi búsqueda finalizó sin éxito, una pregunta rondaba mi cabeza, ¿qué pasaba para que Jimmy enviara ese mensaje? Algo en mi cabeza se encendió y recordé cuando nos dijo que se le había caído la nota que le dio Allan a Jimmy. No pude pensar en otra palabra que no fuera: mierda.

Corrí hacia el despacho de Erick pero algo me paró, me escondí detrás de una esquina mientras escuchaba atentamente lo que hablaban Allan y Erick.

- Erick, he estado buscando a tu secretario, ¿cómo se llamaba? Ji... ¿Jilopeto?- Preguntó confuso Allan, me tapé la boca para que no se me escara una carcajada.

- Jimmy, se llama Jimmy-. Contestó con indiferencia.

- Ah, sí-, dijo chasqueando el pulgas con el dedo corazón-, lo vas a tener que despedir porque no estaba en su sitio en fu franja laboral-. Concluyó.

- Ya se le está dando su merecido-. Dijo.

Mis ojos se me abrieron como platos y mi cara seguramente se tornó de miedo, sin pensarlo dos veces me dirigí corriendo para los calabozos.

Estaba recorriendo todas las celdas para saber en cual lo habían metido, de repente, escuché mucho ruido, decidí acercarme hacia donde escuchaba ese ruido, a medida que me iba acercando me paré porque vi como unas figuras negras, por las voces pude adivinar que eran agentes, me escondí detrás de una columna para que no me vieran, sentí como abrían una celda.

- Venga Jimmy, el Gran Jefe nos ha dicho que hiciésemos el trabajo que él no puede hacer-. Dijo uno de los agentes.

- ¿Qué...qué me vais a hacer?- Reconocí la voz de Jimmy, una voz cansada, ¿qué le habrán hecho esos desgraciados?

- Ven con nosotros y lo verás-. Dijo otro agente.

Me asomé un poco y pude ver como lo arrastraban hacia una sala, los seguí manteniendo la distancia, un frio recorrió todo mi cuerpo cuando vi a donde lo llevaban, a la sala de tortura.

Dejaron la puerta entreabierta, me asomé tras esa rendija, vi como lo colocaban en una mesa y lo ataban de pies y manos, cuando estuvo atado empezaron a tirar de una palanca, lo que hacía estirar los brazo y las piernas. Me horroricé.

Empecé a correr para encontrar a Allan y parara a esos agentes, Jimmy no se merecía por lo que estaba pasando y menos por mi culpa. Iba distraída y me choqué con alguien, me entró mucho alivio cuando vi delante de mí a Allan.

- Allan-, me incorporé y me abracé a él-, por favor, tienes que parar a Erick-. Decía mientras lloraba.

- ¿Qué está pasando?- Preguntó asustado.

- Lo están torturando-. Escupí y sentí como Allan me dejó en el suelo y se fue.

No podía reaccionar y la imagen que me pasaba por la mente era cuando vi a Jimmy siendo torturado. Me levanté y me dirigí a aquella asquerosa habitación.

- ¿Dónde crees que vas?- Escuché una voz masculina detrás de mí, me di la vuelta, no lo conocía.

- No es de tu importancia-. Dije dispuesta a seguir con mi camino.

El chico empezó a correr detrás de mí, yo corría como una loca para que no me cogiera pero, como no soy muy rápida me atrapó, caí al suelo porque me había cogido de la pierna produciendo que me estampara contra el suelo.

- Si lo es, querida-. Puso un pañuelo en mi nariz para que lo oliera, sabía lo que era, conocía muy bien el cloroformo.

Intentaba no respirar pero en un impulso inconsciente lo hice, caí dormida.

Cuando me desperté estaba aturdida, cuando me aclaré la vista pude ve que estaba como en una cámara frigorífica, pues hacía mucho frío, vi que estaba atada en una silla de pies y manos pero lo peor que pude hacer fue mirar hacia atrás, lo que vi era muy desagradable, miré a mis lados y había más, cerré los ojos para decirme a mí misma que era una pesadilla pero no lo era, estaba asustada.

Escrito por Swiftie5sos13