Capítulo 12B(vuelve a Juliet)
Tras hablar con Jimmy, Allan me llevó a su casa, donde estuvimos los dos cuando tenía la espalda dolorida por aquellos latigazos, me extrañé, pues le dije que me llevara a un sitio tranquilo, sin recuerdos, aquella casa, para mí, tenía recuerdos que yo quería olvidar.
- ¿Para qué me traer aquí?- Pregunté cuando apagó el motor del coche.
- Me has pedido que te lleve a un lugar tranquilo y eso he hecho-. Respondió con tono evidente.
- A lo que luego añadí, sin recuerdos-. Expeté.
- Bueno, da igual, lo importante es que estamos en un sitio tranquilo-, salió del coche y me abrió la puerta-, ¿te quieres quedar a vivir en el coche?- Preguntó, a lo que yo le miré con una mirada fulminante y, a regañadientes, bajé.
Entramos y lo primero que vi era el comedor, me encantaba como estaba decorado, el suelo era de madera, las pareces también, todo era de madera y de objetos antiguos y valiosos.
- ¿No te vas a sentar? Estás como en tu casa-. Dijo.
Me senté en el sofá que había en frente de la televisión, a lo que Allan hizo lo mismo pero dejando en aquella mesa pequeña un bote de cerveza y un refresco. Cogí el refresco y le di un pequeño sorbo.
- ¿No vas a hablar?- Preguntó mirándome.
- ¿De qué quieres que hablemos?- Respondí con otra pregunta.
- No sé, ¿de nuestras vidas?- Preguntó pensativo.
- Tú ya sabes la mía-. Contesté.
- Y tú la mía-. Dijo con una amplia sonrisa en su cara que le hacía parecer más adorable de lo que ya era.
Hubo un silencio muy incómodo, una escena muy rara y sin sentido, los dos mirando a una televisión apagada.
- Que entretenido está la televisión, ¿no crees?- Dijo riéndose.
- Sí-. Contesté.
- Oye, lo siento por lo que hice, mi hermano me convenció para que hiciera eso y los días que pasé en esa maldita celda me han servido para pensar y recapacitar sobre aquello...-. Le corté.
- ¿Qué lo sientes? Tú no sientes nada, estás todo el día con la apariencia de chico malo y quedando como el héroe de los pobres que ya me aburre y eres un...-. Cuando me di cuenta sus labios estaban pegados a los míos. Me separé-. ¿Qué haces?- Le grité confundida y eso me sirvió para volverlo a besar.
Me di cuenta de que sus labios son mi droga y sus besos mi fortaleza, no sabía si esos besos eran sinceros, pero lo que sí sabía es que él también necesitaba una dosis de mis besos, lo que me hizo relajarme y seguirlo. Nos separamos por falta de aire pero al rato volvimos a besarnos, no podíamos vivir sin esos besos, de eso estaba completamente segura. Quería una eternidad con él y con sus besos energéticos y dulces que me proporcionaba.
Un mensaje llegó al móvil de Allan, no quería verlo pero lo abrigué.
- Es de Jimmy-. Dijo.
- ¿Qué dice?- Pregunté intrigada.
- Demasiado tarde, lo han descubierto-. Leyó Allan.
Escrito por Swiftie5sos13
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