Capítulo 15
Sha volví, y pues… jajaja es el momento que esperamos (¿?), no tengo mucho que decir, la verdad es que me da algo de vergüenza publicar estás cosas, jajaja, peeeeeeeeeeero bueno, ya que disfrútenlo porque no volverá a pasar, será tanta mi pena por publicar algo tan malo que no sé cuando vuelva actualizar, jajaja
A veces escribo y digo "Esto apesta", a veces lo leo y pienso "No está tan mal", no sé, de verdad ya solo lo quiero finalizar, tengo muchos proyectos pendientes, y bastante zukulencia por compartir con el mundo, jajaja.
Mi ortografía sigue siendo horrible, lo lamento.
Igual espero disfruten el capítulo.
Pd. Los personajes de Yurio on Ice no me pertenecen, de ser así habría más yaoi, y Otabek y Yurio serían canon :P
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El nerviosismo nunca ha sido su mejor compañero, lleva consigo al insomnio y dependiendo la ocasión, incluso a la falta de apetito, aunque en esta ocasión, este no les acompañaba.
Víctor le había dicho que tenía que estar fuera del asilo a las 6pm, cuando terminaran las visitas a los ancianos, aunque él estaba ahí desde las 4 de la tarde sin poder permanecer más tiempo en casa.
No tenía idea de que era lo que planeaba el mayor, pero no quería perder la oportunidad de hablar con Yurio, de disculparse por ser tan pobre y no haberle podido comprarlo, que supiera que pese a todo, le ama. Si, sabía que le amaba, porque podía recordar a detalle cada expresión del rubio, porque nada le hacía más feliz que poder abrazarle, porque contaba los minutos para estar a su lado. Justo esa noche que no pudo hacer nada, que había perdido contra Leroy, lleno de frustración no pudo negar por más tiempo lo que sentía por Yurio, aún a pesar de los miedos y las inseguridades, de no saber qué sería de ellos en un futuro.
Por eso estaba ahí, esperando a que el rubio saliera para poder hablar, y sonriendo cuando este se sorprendió de verle en ese lugar, corriendo a su lado.
- Otabek…. ¿qué haces aquí? – preguntó el ruso confundido
- Yo le dije que vendríamos – respondió Víctor que le había alcanzado
- Quería verte –
- ¿Por qué no me lo dijiste? – gruñó Yurio con resentimiento hacía el mayor de ellos
- Porqué eres muy impulsivo, me preocupaba que no pudieras ser discreto al respecto - el menor gruñó de nuevo, más no dijo más al respecto
- Muchas gracias por la oportunidad –
Víctor miró a los 2 y suspiró pesadamente
- No puedo ofrecerles más que la oportunidad de pasar la noche juntos, y aún eso pone en riesgo mi vida – quiso que supieran, no como un reclamo, si no para que le dieran importancia al hecho – Le pedí permiso a Yakov de regresar hasta mañana aprovechando que estaba de buen humor y accedido, pero temprano debemos salir para estar allá.
La sorpresa se reflejó en ambos jóvenes, sin embargo Otabek fue quien se sonrojó al tener pleno conocimiento de lo que eso significaba.
- No tengo forma de…
- No me agradezcas nada, no lo hago por ti realmente – le cortó, sin ganas de escuchar algún discurso lacrimógeno, durante el tiempo que trabajo en el Secrets había escuchado muchos y los odiaba – Solo quiero que lo trates bien, ¿de acuerdo?
Las palabras de Víctor hacían sentir extraño no solo a Otabek, sino al rubio quien seguía ciertamente sin palabras.
- Viejo… - comenzó a decir
- Los veré aquí a las 7 de la mañana – cortó, y aunque no lo planeaba, se acercó al otro ruso para abrazarlo – Se feliz
Víctor se fue de ahí pronto, sabía que si no lo hacía de esa forma, se arrepentiría y se llevaría a Yurio muy lejos con él.
Cuando se quedaron a solas, nerviosos, ambos tardaran un poco mirarse
- ¿Quieres ir a patinar? – preguntó el mayor, sin conocer mucho del lugar pero sin considerar conveniente ir así como si nada ir al hotel del pueblo
- Mejor vamos a caminar – respondió el rubio, no creía que con todas las emociones que se revolvían dentro de él pudiera prestar mucha atención a la actividad propuesta.
Ninguno de los 2 conocía el pueblo sin embargo esa no era a causa real de que estuvieran más atentos a todas las cosas a su alrededor mientras caminaban, evitando de esa manera hablar entre ellos.
- Lamento no haber logrado pagar por ti – soltó sin querer guardar más sus palabras, luego de varios minutos – Esa cantidad de dinero escapa por completo de mis manos
- El idiota de Leroy me quería para él, me lo había dicho muchas veces, debí pensar que no lo dejaría fácil – respondió el rubio luego de negar con la cabeza, sin detenerse y sobre todo sin mirarle. – Incluso ahora que por fin esté disponible, muy seguramente querrá que esté con él más que en el privado, así que de igual forma iba a pasar
- Después de eso, haré todo lo posible por tenerte la mayor parte del tiempo conmigo – prometió el kazajo sin darse cuenta de lo que extraño de sus palabras
- No digas tonterías – gruñó el rubio, no porque le molestara la idea, sino ante la vergüenza la cual le hizo caminar algunos pasos más rápido, alejándose de él.
No hicieron mucho realmente, ni siquiera hablaron, recorrieron el centro del pueblo en silencio, apenas y compartiendo algunas palabras cuando algo llamaba demasiado su atención, sumergidos en toda esa expectativa que no hacía más que tensar el ambiente entre ambos. A las 9 de la noche, Otabek sugirió que pasaran a cenar, y aunque al inicio el ruso se mostraba aún algo incómodo, el que pasara en la televisión del lugar un comercial de gatos logró sacarle por completo de ello, logrando platicar el resto de la cena de manera completamente tranquila y natural.
Eso si, después de ella, sin poder demorarlo más, fueron a uno de los 2 hoteles disponibles en el pueblo, subiendo las escaleras de madera luego de pagar la estancia.
Otabek no pudo evitar recordar el hotel de 5 estrellas en el que había estado hacía solo 10 días antes, mientras miraba la extremadamente sencilla habitación en la que estaban, la cual solo tenía 2 camas individuales y una mesa de noche con una lámpara.
De la nada, y con cierta brusquedad, Yurio comenzó a quitarse la ropa
- ¿Qué haces? – preguntó casi escandalizado el kazajo
- ¿Qué hago de qué? Pues me quito la ropa, o ¿cómo va eso? – preguntó
- ¿Eso qué? –
- Eso del sexo
- Wow, vaya, no. Espera – detuvo sus manos, mientras el rubio se quedaba solo en pantalón
- ¿Qué? – el nerviosismo le hizo gruñir la pregunta
- No creo que debamos hacer esto así –
- ¿Así cómo?
- Así, a la carrera, forzado – explicó
- Pero entonces, ¿Cómo se hace? –
Suspiró, debía el tranquilizarse para hacer ese momento menos crudo
- Ve a bañarte, eso te ayudará relajarte – sugirió luego de darse cuenta que no había mucho que hacer ahí dentro
- Bueno – fue lo único dijo, no muy conforme pero igual aceptándolo porque eso mismo a él le da daba tiempo de sentirse menos nervioso
Mientras el rubio se duchaba, él no paró de mirar por la ventana o hacía la puerta, como si esperara que en cualquier momento Jean apareciera para llevarse al rubio, y solo hasta que le vio salir envuelto con una toalla pudo olvidar el tema.
- Voy a bañarme – dijo desviando la mirada de la pálida piel – Mientras puedes ver los capítulos que tienes atrasados de la serie
- Eso suena bien – el rubio tomó el celular que le dio antes de pasar a bañarse el mismo.
¿Hacía cuanto que no tenía relaciones? ¿6 meses? Ni siquiera lo recordaba, además independientemente del tiempo eso no era un consuelo, porque esta sería la primera vez que lo haría con un hombre, y no sabía si estaba completamente preparado para ello.
Respiró un par de veces de manera profunda, él era el adulto ahí, él era quien tenía que llevar las riendas y hacer que fuera algo memorable y no un simple acostón.
Termino de ducharse, entonces salió también solo envuelto en la toalla viendo al rubio bastante entretenido.
- ¡Aún no lo han atrapado! – exclamó este al verle
Feliz de verle así de tranquilo, fue a su lado para continuar de ver el capítulo, así como la continuación de este, pues había finalizado en algo bastante interesante, sin embargo como si el aparato electrónico quisiera ayudarles en el proceso, anunció que no tenía más batería y simplemente se apagó.
- Eso fue muy entretenido, hace tiempo que no veíamos capítulos – dijo el ruso mirando el techo, acostado al lado de Otabek en la estrecha cama individual.
- No, ya teníamos algo de tiempo – comentó el kazajo recordando el evento que había ocasionado eso
- Otabek… ¿yo te gusto? – preguntó entonces el rubio, acomodándose sobre su pecho para poder verle a la cara
- ¿Por qué me preguntas eso?
- No te entiendo, pagas por privados, pero nunca me tocas y… después de la vez que pasó aquello con Leroy, no volviste -
- Sí, si me gustas, pero no quiero que pienses que es solo eso lo que siento por ti – comenzó a decir, aunque al momento de pronunciar las palabras se fue sintiendo más inseguro
- ¿Lo que sientes por mi? – preguntó el ruso, sonrojándose sin saberlo y sin darse cuenta del salto que había dado su corazón ante las palabras del kazajo
Asintió el mayor con la cabeza
- No quería que pensarás que solo me gustas físicamente, que es solo tu cuerpo lo que quiero de ti, yo…
Sin embargo no pudo terminar de decir lo que sentía, porque Yurio le besó impulsivamente.
No quería escuchar esas palabras, porque dolían, porque lejos de sentirse dichoso de que el otro le amara, saber que pudiera querer por algo más de él que su cuerpo le dolía y le hacía sentir que no lo merecía, que debía alejarse del kazajo, sin embargo no era eso lo quería. Prefería ser solo su juguete, pues de alguna forma confiaba que como Jean, si seguía siendo interesante para él, le mantendría a su lado, y no le rechazaría por su carácter como todas las personas del club cuando no le soportaban.
Sin saber lo que pasaba por la mente del más joven, Otabek recibió sus labios, al inicio con sorpresa y después con seguridad, buscando transmitir en el beso ese amor que sentía por él.
El ruso se posó sobre su cuerpo y dado que ambos estaban solo cubiertos de la cintura por las descuidadas toallas del hotel, el roce de sus pieles desnudas provocó en ambos un fuerte escalofrío que borró las previas palabras, dejándoles solo con las placidas sensaciones que el uno provocaba en el otro.
Otabek no tuvo que explicar al rubio ni explicarse como es que sería aquel momento, porque simplemente se fue dando, entregados como estaban el uno con el otro, física y emocionalmente, porque aunque no pudiera decirlo, Yurio también le amaba, con cada célula de su ser, ese que ahora se estremecía de anticipación frente a algo que ni siquiera comprendía, pero que hacía que moviera sus caderas sobre el cuerpo del kazajo, quien no podía detener sus manos quienes se deleitaban acariciando cada parte a su alcance del cuerpo más joven.
Gracias a lo excitado que estaba, Otabek tomó el presemen del rubio para prepararle.
- ¡Maldita sea! ¿Qué estás esperando? – preguntó con molestia y con la voz entrecortada Yurio mientras sentía aquellos dedos dentro de sí dilatarle
- Espera… no quiero lastimarte – respondió también con dificultad, pues su propio miembro le exigía ser atendido.
Era tal el deseo, que en un momento, el ruso mordió los labios del mayor de ansiedad, y en medio de ese dolor y placer, fue que Otabek entró en el joven cuerpo, provocando un largo gemido.
- Espera, espera… - murmuró el rubio ante la sensación, pues tener su miembro dentro no era lo mismo que un par de dedos.
Otabek ni siquiera pudo negarse, él mismo se encontraba sumergido en esa agradable sensación de estar dentro de él, de tener por fin aquel joven para si, como para pensar en algo más.
Lleno de deseo como estaba en esa nueva experiencia, el ruso pronto comenzó a moverse sobre el mayor, marcando su propio ritmo para no lastimarse y disfrutar de ello.
El kazajo no podía comparar esa experiencia con ninguna previa, porque el joven sobre si le exigía a su cuerpo más que ninguna otra relación previa, ya fuera por su edad o por su género, llevándoles en medio de hambrientas caricias y gemidos mezclados con gruñidos al orgasmo.
En medio de las respiraciones agitadas que buscaban recuperar el aliento de ambos y del sudor de sus cuerpos, cuando Otabek retiró algunos mechones que se pegaban al rostro del más joven, no pudo dejar de pensar que Yurio no eran menos que hermosamente perfecto.
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Realmente espero sus comentarios, por favor, desconozco si fue bueno o un desastre, jajaja. No sé muchas veces si se me explicar, así que…
Aun cuando mi OTP es Otabek x Yurio, saben que no se puede evitar lo inevitable… así que…
Les agradezco sus comentarios, espero con todo mi corazón la inspiración mejore, aunque ya es mucho fantasear que suceda, lo que si les puedo decir es que con cada comentario que recibo, si me siento más presionada, porque las voces en mi cabeza ahora tienen nombres y desean ciertas cosas, les agradezco el tiempo que le dedican a la historia para leerla.
¡Saludos!
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