- Que explicación, cerebritos - dijo "Leo" aplaudiendo lentamente mientras camina hacia la mesa - ¿Sabes, Donnie? Cuando te equivocas, te equivocas en grande, pero debo reconocerlo... - dijo "Leo" sentándose en la mesa - acertaste.  
Con todos expectantes, el Changeling cambio a su forma original: piel, vestimenta y garras negras, colmillos y ojos azules.

- ¿Quien eres tu? - pregunto Splinter reteniendo la ira.
- Mi nombre es Klato, soy el jefe de la guardia real de los Changeling - dijo el mencionado haciendo una reverencia.
- ¿Donde esta mi hermano? - pregunto Karai a punto de tirarse encima de Klato.
- No te desesperes, esta bien - dijo Klato tratando de calmarla - De hecho, justo ahora iba a buscarlo.
- Eres un maldito - dijo Donnie entre-dientes apuntando a Klato con la hoja de su bo.
- Hijo mio, baja el arma - ordeno Splinter, Donnie obedeció confundido - Se que es difícil pero por mas que me desagrade la idea... el es el único que sabe donde esta Leonardo.
- Y los llevare si prometen no matarme - dijo Klato cruzado de brazos con una sonrisa.
Todos se pusieron de acuerdo y se subieron en la nave de Fugitoid, destino: el planeta de los Changeling. En el transcurso, Klato asumió la apariencia de Leo.
- Sigo sin entender por que lo haces, todos aquí sabemos quien eres - se quejo Karai, Klato rolo los ojos.
- Ustedes si... pero mi gente no - dijo Klato suspirando - Todos creen que Leo volvió a casa sano y salvo, no eramos capaces de decirles que su héroe estaba malherido de gravedad.
- ¿Que fue lo que paso? - dijo Fugitoid.
- Fue hace mucho tiempo - dijo Klato comenzando su relato - Leo llego y se hizo amigo de muchos de nosotros, incluyendo a la princesa. Un día, la princesa fue secuestrada por su tía, la princesa Beruka y cuando Leo se entero, quiso ir a buscarla. Nosotros le dijimos que era un suicidio pero el estaba decidido así que le hicimos un centenar de pruebas y lo dejamos ir. Al principio entro sin problemas pero aunque fue descubierto, logro sacar a la princesa. Sin embargo, insertaron una micho-bomba en su cuerpo y lo hicieron explotar.
- N-No me diga que mi hijo esta... - dijo Splinter pensando en esa posibilidad.
- ¡Nada de eso! - dijo Klato interrumpiéndolo - El sigue vivo.
Continuara...