O9; IMPOTENCIA

𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓𝐎𝐒 𝐄𝐍𝐓𝐑𝐄 𝐋𝐎𝐒 𝐓𝐑𝐈𝐋𝐋𝐈𝐙𝐎𝐒 𝐉𝐄𝐎𝐍 

❝IMPOTENCIA❞

—¡Hoy lo has hecho más increíble, Jungsuk!

Al escuchar a su amigo, giró la cabeza observándolo con una gran sonrisa y terminando de colocarse la chaqueta, mientras Jimin se acercaba con una toalla enrollada en su cadera, mirándolo con una sonrisa que mostraba su orgullo.
Jungsuk no podía evitar sentirse aliviado de que jamás tocara el tema de sus cicatrices, a pesar de que las había notado. Pues, aunque ya consideraba a Jimin un gran amigo, no tendría la suficiente confianza para hablar de lo que le sucedía, además, temía que se alejara.

No quería por nada perder a su único amigo.

—Cállate —soltó una ligera risa tímida, bajando la mirada.

—Hablo en serio. Has roto tu récord y estoy seguro de que pronto me alcanzarás —aseguró apoyando la mano en su hombro mientras le sonreía.

—Si tú lo dices.

—Claro, soy un visionario —bromeó haciéndole reír.

Conversaban animadamente, Jungsuk riendo por momentos por las ocurrencias de Jimin, el cual terminaba de vestirse. El pelinegro al escuchar su celular, lo sacó del bolso observando la fotografía de Jonghyun, por lo que decidió contestar.

—Jonghyun, ¿qué sucede?

Llevo llamándote más de cinco veces...

Lo siento. Acabé hace un rato de entrenar y me di una ducha.

Ya, no importa. Vuelve de una vez.

Pero ¿sucedió algo? —preguntó preocupado ganándose la atención de Jimin que se colocaba la zapatillas. Observó cómo con su mano libre jugaba con el borde de la manga de su chaqueta, y subió la mirada hasta su rostro viendo que arrugaba levemente el ceño, mordiendo su labio inferior.

Papá organizó una jodida fiesta para celebrar, así que debemos prepararnos, y claro, demostrar ser los hijos perfectos.

—Oh, ¿y Jungkook ya se encuentra en casa?

¿Tú qué crees? Debe estar follándose a esa novia imaginaria que dice tener —respondió cínico—. De todas maneras ya sabe de la fiesta. Tú ven ahora para que nuestro padre no siga tan alterado porque no están sus tres hijos.

Está bien. Adiós.

Jungsuk soltó un suspiro colgando la llamada, guardando el celular en el bolsillo de su chaqueta negra mientras Jimin se levantaba listo.

—¿Sucedió algo? —preguntó preocupado, acercándose al de gafas que conectó sus miradas.

—No, solo que mi padre invitó a demasiada gente a casa para festejar otro de sus logros —respondió intentando sonreír, pero le salió más una mueca.

—¿Y por qué no pareces contento? —arrugó levemente la frente, dando otro paso hacia adelante.

Jungsuk tomó una bocanada de aire sintiéndose algo inseguro por lo que pensaba al respecto, pero sentía la atenta mirada de su amigo que esperaba su respuesta.

—No me gusta estar entre tantas personas y mucho menos que estén atentos a todo lo que hago y digo. Es como si esperaran que cometa un error para así intentar ensuciar la imagen de mi padre —explicó por lo bajo desviando la mirada.

—Hey, tranquilo —Jimin acarició su cabello ondulado, acomodando un mechón de manera cariñosa, lo que hizo que este le mirase notando su sonrisa comprensiva—. En los negocios las personas suelen ser muy envidiosas, esperando algún mínimo error para atacar. Tu padre es muy exitoso, así que es normal que sean así, pero tú tienes que relajarte un poco. Te conozco cada vez más, y por como eres es imposible que tú arruines la imagen de tu padre. Al contrario de arruinarla, dejas su imagen en alto.

—¿Lo dices en serio? —Jimin al ver como sonreía y sus orbes oscuros se volvían pequeños formando unas arruguitas alrededor, no pudo evitar soltar una risilla por la ternura.

—Claro, ¿por qué te mentiría?

—Quizás porque eres mi amigo —se encogió de hombros y él negó con la cabeza.

—Tienes que relajarte —palmeó su hombro, para luego tomar su bolso—. ¿Vamos?

—Vamos —asintió tomando su bolso para así empezar a caminar—. Oh, lo más malo de hoy es que voy a aburrirme.

—Pero tienes a tus hermanos.

—Jungkook siempre se pierde y mi papá siempre está presumiendo a Jonghyun con todos...

—¿Y tú? —frunció el ceño, girando la cabeza para verlo.

—A veces me encierro en el baño porque realmente no soporto estar...—admitió haciendo una mueca, pero al darse cuenta que quizás estaba soltándose demasiado con él, presionó los labios—. Ya, olvídalo.

—Entonces, ¿hoy estarás solo?

—Sí, pero estoy acostumbrado.

Jimin dejó de caminar llamando la atención de Jungsuk al tomarlo del brazo, mirándolo con una gran sonrisa y sus ojos mieles que tenían un brillo que no lograba comprender.
El más bajo iba a hablar, pero el pelinegro al escuchar unos pasos volteó a ver cómo una joven caminaba en la dirección contraria.

Su amigo notó rápidamente como ella capturó toda su atención y quería acercarse, pues parecía que Jungsuk era muy fácil de leer, al menos para Jimin, por lo que presionó los labios por un momento antes de hablar.

—Bien, me iré —informó palmeando su hombro tratando así de llamar su atención.

—Oh, está bien —lo miró por un momento asintiendo, pero volvió a ver cómo se alejaba cada vez más la pelinegra, por lo que no podía seguir reprimiendo su impulso.

—Te escribiré...

Jungsuk había dejado de prestarle por completo atención al rubio, pues estaba dirigiéndose hacia la pelinegra, mientras este suspiraba decidiendo continuar su camino hacia la salida del natatorio.
El de gafas dijo su nombre esperando así llamar su atención, pero al no lograrlo arrugó levemente la frente, apresurando el paso hasta llegar a ella y tocar su hombro, lo cual hizo que volteara sobresaltada.

Al verlo abrió los ojos a la par por la sorpresa y se quitó los auriculares, por lo que Jungsuk comprendió porqué no lo había escuchado, y fue un alivio darse cuenta que no lo estaba ignorando porque quería.

—Lo siento. No quise asustarte, es que estaba llamándote —explicó tímido.

—Oh, está bien. Lamento no haberte escuchado. Estaba escuchando música.

Jungsuk quería hablar, decirle lo que tanto pasaba por su cabeza hacía días, más al notar como sus orbes oscuros lo miraban lleno de curiosidad, esperando que dijera algo. En ese momento deseaba tanto ser cómo esas personas que de sus cuerpos emanan una seguridad envidiable, así como sus hermanos. De esa manera anhelaba ser más que nunca, porque en su vida lo había sido unos pequeños momentos al sentirse en confianza, pero había terminado dándose cuenta que no hizo más que jugar con él.
Había sido quizás un divertido juego para esa persona, pero ahora él ya no sabía quién era. Estaba allí, sintiéndose pequeño y vulnerable, pero maravillado con la joven de sonrisa tímida, de ojos marchitos y mirada perdida.

—¿Q-qué sucede? —inquirió sintiendo su rostro arder por la manera en que la miraba.

—Y-Yo... He estado pensando...—arrugó el rostro avergonzado, bajando la cabeza mientras se maldecía—. No es nada. Lamento distraerte de tu trabajo.

—¿Seguro que estás bien?

Jungsuk podía sentir un poco su preocupación como desconcierto, por lo que se sentía arder de la vergüenza, hasta pensaba una manera de desaparecer, pero tomó una bocanada de aire encontrándose nuevamente con su mirada.

—Podríamos ser amigos, ¿qué dices? —preguntó tratando de sonreír, pero la vergüenza aumentó por la manera en que las palabras escaparon de su boca y cómo ella parecía reprimir la risa.

Jeon Jungsuk se sentía un completo idiota, y quería desaparecer antes de que ella lo rechazara por su manera de ser.











(...)








Jungkook estacionó detrás del coche de su hermano Jungsuk, y giró su cabeza a ver a la joven que estaba a su lado, la cual parecía asombrada como aterrorizada al haber visto la cantidad de coches que había en la casa de él. El de piercings no iba a negarlo, verla con aquel vestido rojo algo escotado que dejaba a la vista una de sus piernas desnuda, llevando su cabello recogido, sus uñas pintadas, su rostro maquillado, hacía que ella fuese como el tipo de mujeres que lo enloquecían.

Hyesoo tragó con dificultad girando también su cabeza para verlo de pies a cabeza. Llevaba su cabello con gel echado hacia atrás dejando más a la vista el piercing en su ceja, labio y los aretes. Tenía un traje negro, al igual que una camisa negra con el primer botón sin abrochar y zapatos negros.
Sin duda verlo de aquella manera hacía que ella se sintiese aún más débil ante él, por lo que intentaba quitar los pensamientos impuros de su cabeza.

—¿Estás lista? —preguntó alzando una ceja, observando cómo por los nervios apretaba el pequeño bolso negro que llevaba en sus manos.

—¿Puedo decir que no?

—No.

—Aún no entiendo porqué me has obligado a venir —mencionó conectando sus miradas.

—Porque estamos juntos y debes conocer a mi padre.

—¿Estamos juntos? —arrugó levemente la frente, mirándolo desconcertada.

—Sí.

—Nunca me lo pediste, Jungkook.

—Creí que eso dijimos cuando follamos la última vez.

—Lo que decimos cuando estamos follando...

—Ya, entonces, si soy libre buscaré a otra que...

—No, lo haré —habló rápidamente provocando que sonriera triunfante.

—Entonces, entremos.

Jungkook bajó del coche acomodando su chaqueta, observando cómo Hyesoo se ponía aún más nerviosa. Parecía no poder caminar bien, por lo que se acercó tomándola de la mano, lo cual a ella le sorprendió, pero aún así apretó el agarre intentando que le contagiase un poco de su confianza.
En ese momento se estaba recriminando por haber aceptado, aunque no iba a negar que el hecho de que le haya comprado ropa, llevado a la peluquería, que la maquillaran y le hicieran las uñas, lo había disfrutado demasiado, como estaba disfrutando ahora la manera en que el pelinegro la miraba. Deseaba poder darse esos lujos siempre, y estaba empezando a pensar que si estaba a su lado, él se encargaría de dárselos.

Ambas puertas estaban abiertas, por lo que Jungkook fue el primero en entrar tirando del agarre, ya que la fémina parecía paralizada al ver la cantidad de personas. Todos parecían tener tanta elegancia, seguridad y dinero, que provocaba que ella se sintiese pequeña e insegura.

—Vamos.

—Jungkook, ¿y si no me acepta tu padre? —preguntó por lo bajo—. Tú sabes que no soy como las personas de aquí.

—Tú tan solo sonríe, halaga a mi padre y déjame hablar en todo lo demás a mí.

—Pero...

—Cállate y sonríe —exigió volviendo a tomar su mano.

Jungkook siguió caminando junto a ella, haciendo pequeñas reverencias cuando se ganaba la atención de algunas personas allí, yl ver a su padre, paró en seco provocando que la fémina lo mirara desconcertada.

Jeon Jaewook se encontraba hablando con unos hombres que parecían mayores que él. Pudo darse cuenta de que estaban teniendo una conversación animada, ya que su padre sonreía por momentos.

—¿Qué sucede? —preguntó curiosa, observando a los mismos hombres—. ¿El de cabello oscuro es tu padre?

—Sí —respondió sin más por lo bajo, volteando para ya no seguir viéndolo.

—¿No vas a presentarme?

—Está conversando. No puedo interrumpirle así como así por esto.

Hyesoo quiso decir algo más, pero notó rápidamente que parecía ya no estar de humor, por lo que decidió callar. Jungkook sabía que si llegaba a interrumpir su conversación, se molestaría con él porque no se trataba de Jonghyun, lo cual provocaba su rabia por no recibir el mismo trato que su hermano, ya que todo lo que él hacía parecía estar mal para su padre.

—¡Jungkook, sí viniste! —exclamó una voz masculina que causó que la fémina se sobresaltara por un momento.

Al voltear encontrándose con un joven de traje blanco, con camisa blanca, gafas, cabello ondulado dividido, con su mismo rostro solo que sus facciones más delicadas y una cicatriz notoria en el pómulo, abrió los ojos a la par.
En ese momento no podía evitar mirar a ambos, cómo Jungkook pasaba la lengua por el interior de su mejilla, observándolo como si intentase mantener la calma, mientras que Jungsuk tenía una pequeña sonrisa en el rostro como si estuviera aliviado de verlo allí.

—¿Qué quieres, Jungsuk? —preguntó con frialdad.

Este borró la sonrisa y en sus orbes oscuros pudo notarse la decepción por su manera de hablarle. Al bajar la mirada y ver cómo la mano de su hermano tomaba la de la joven, la observó arrugando levemente la frente por su desconcierto mientras ella sonrió algo nerviosa.

—Buenas noches.

—¿Quién es? —preguntó por lo bajo, observando a Jungkook.

—Ella es mi novia.

—Soy Hwang Hyesoo, es un placer...

—Oh, Jeon Jungsuk —sonrió tímido haciendo una pequeña reverencia—. Entonces, ¿sí es verdad que tienes novia?

—¿Acaso no la ves? Esas gafas parecen ya no servirte —escupió molesto, provocando que desviara la mirada mientras tragaba con dificultad.

—Jonghyun estaba buscándote, así que le diré que estás aquí —informó haciendo otra vez una pequeña reverencia ante Hyesoo, para luego marcharse perdiéndose entre las personas.

La fémina estaba realmente sorprendida por la forma en que Jungkook le hablaba a Jungsuk como si fuese realmente una molestia para él, lo cual no lo entendía para nada, pues lo poco que lo había escuchado, parecía ser agradable con su hermano.

—¿Por qué rayos iría a decirle al otro idiota? Jonghyun hoy va a estar detrás del trasero de nuestro padre como un maldito cachorro necesitado de atención —dijo entre dientes.

—¿De qué hablas? —indagó acercándose más él.

—Eso no te interesa.

Volteó rápidamente buscando con la mirada otra vez a su padre, y al verlo con la intención de acercarse a una pareja, comenzó a caminar hacia él llamando así su atención.

—Creí que no vendrías —mencionó el hombre, observándolo con seriedad.

—Pero aquí estoy y quiero presentarte a alguien —pasó su brazo por la cintura de Hyesoo que intentaba sonreír pese a sus nervios.

—Es un placer...

—Así que realmente es cierto sobre tu novia —asintió fijando su mirada en la joven que sentía su rostro arder, mientras él la observaba de pies a cabeza—. ¿Cómo te llamas, cariño?

—Hwang... Hwang Hyesoo —respondió con voz débil.

—Pues, soy Jeon Jaewook, padre de este...—lo observó de pies a cabeza disgustado mientras Jungkook sentía una punzada en el pecho—. Tú debes conocerlo al ser la novia, ¿no es así?

—C-claro.

—Y dime, ¿qué estudias?

—Al igual que Jungkook estudio Negocios internacionales.

—Oh, ¿así es cómo se conocieron? —inquirió arrugando el rostro como si no le creyera, a pesar de que ella asintió—. Disculpa si me cuesta creerlo.

—Así fue, papá —insistió intentando esconder su frustración, Jungkook.

—¿Y tus padres? ¿De qué trabajan, Hyesoo? Así dijiste que te llamabas, ¿cierto?

—Sí, así es.

—Bueno, ¿de qué trabajan tus padres?

Hyesoo observó asustada a Jungkook, el cual tragó con dificultad y al ver a un hombre de servicio de catering pasar con copas de champagne, tomó rápidamente dos para entregárselas a ellos y luego tomó una para él.

—¿Y bien? —preguntó antes de darle un sorbo a su copa.

Jungkook abrió la boca para responder por ella, pero Jaewook los sorprendió dirigiéndose a paso rápido hacia un joven de traje ceniza con camisa blanca. Hyesoo no pudo verle el rostro, pero tampoco le importó, pues su concentración fue al de piercings que empuñaba su mano y tenía sus facciones endurecidas, como si estuviese intentando contenerse.

—Hey, ¿qué sucede? —preguntó preocupada con toda su concentración puesta en él.

Este tomó un gran sorbo de su copa y se relamió los labios sin quitarle la mirada de encima. Hyesoo quiso volver a hablarle, pero escuchó la voz del hombre que llamó la atención de todos allí, y al darse cuenta de que Jungkook seguía concentrados en ellos, decidió voltear a verlos para escuchar a Jaewook con atención.

—Para mí es un placer que estén aquí conmigo, celebrando que me han elegido como Presidente de la asociación. Me siento muy honrado de tener aquí a mis tres hijos conmigo, quienes me han apoyado y dado fuerza siempre que lo necesité —habló alzando la copa de champagne.

Observó primero a Jungsuk que se encontraba a unos pocos metros frente a él, que al sentir las intensas miradas, no pudo evitar bajar la suya sin saber cómo actuar, pues parecía estar ardiendo por la vergüenza y quería desaparecer.
Jaewook luego alzó más la copa girando la cabeza para ver a Jungkook, el cual al sentir las miradas sonrió falsamente y alzó la copa.

—Pero más que nada quiero agradecerle a uno de ellos, Jeon Jonghyun, el cual se ha mantenido siempre firme. Y es quien en un futuro mantendrá en alto el nombre de nuestra empresa —aseguró con orgullo, llevando la mano a su hombro—. Él tocará una pieza que le enseñé de pequeño. Espero que al igual que yo queden maravillados con su talento.

Jaewook hizo una pequeña reverencia antes de alejarse, para luego voltear y ver cómo su hijo tomaba asiento frente al piano negro.

Hyesoo comenzó a concentrarse en aquella melodía que parecía melancólica. Sentía que se perdía en ella, tanto así que no fue capaz de ver como Jungkook se marchaba de allí luego de terminar su copa.
No era capaz de reaccionar a lo que estaba haciendo cuando empezó a acercarse a ver al joven.

Al estar a unos pocos metros veía la forma en que sus largos, fuertes y varoniles dedos se movían. Tenía sus ojos cerrados, completamente concentrado, arrugando levemente el ceño por momentos.
Llevaba una mitad de su cabello ondulado largo hacia un costado, mientras el otro poco estaba echado hacia atrás, dejando así notar la parte rapada y los aretes en su oreja. Podía notar como con cada nota enfatizada su cabello ondulado se movía.

Estaba tan maravillada con aquella imagen que cuando este abrió los orbes permitiendo que pudiera ver la intensa oscuridad en ellos al conectarse con los suyos, sintió como sus latidos se aceleraban y no pudo evitar tensarse, por lo que decidió empezar a buscar a Jungkook.











(...)














Jungsuk al haber sentido la intensa mirada de todos como si fuese un bicho raro, las inseguridades lo empezaron a atacar. Ese fue motivo suficiente para que quisiera marcharse, por lo que sin más comenzó a caminar decidiendo irse sin importarle en absoluto recibir reproches de su padre, aunque de todas maneras dudaba que eso sucediera.
Lo había visto tan concentrado en Jonghyun, diciendo que este era su más grande orgullo, que eso provocó que se sintiese aún peor consigo mismo, pero jamás sería capaz de decirlo.

Quiso dirigirse hacia la salida, pero al estar a menos de dos metros de la puerta, lo tomaron del brazo llamando su atención. Eso había provocado que aquellos malos pensamientos desaparecieran y volteara a ver de quién se trataba.

Al encontrarse con unos orbes mieles que lo observaban con preocupación, no pudo evitar sentir como se relajaba de a poco.
Park Jimin se encontraba frente a él con un traje negro, camisa blanca, su cabello rubio caía por su frente y sus aretes como siempre resaltaban.

Había estado paseando por la mansión, buscando a Jungsuk, ya que recordaba que este decía siempre estar solo y quería estar para él, pero se había encontrado con Hyesoo, lo cual fue una gran sorpresa y más la manera en la que estaba.
Quiso acercarse a hablarle, pero al verla junto a Jungkook y de la mano, quedó atónito intentando procesar todo. En ese momento no podía comprender nada de lo que sucedía, quería intervenir para saber qué hacía a su lado, aun así decidió dar la vuelta porque sabía que ella no le debía explicaciones, y tampoco era como si en algún momento se haya mostrado interesada por él.

—¿Estás bien?

—Claro, pero ¿qué haces aquí, Jimin? —inquirió con el ceño fruncido.

—Mi tío es accionista, ¿no lo sabías?

—No, claro que no.

—Ya, ¿y no te alegra verme aquí? —preguntó sonriente, provocando que sus orbes desaparecieran y Jungsuk no pudiera evitar sonreír por aquel aspecto tierno.

—Me gusta tu cabello —admitió pasando sus dedos por este, por lo que Jimin sacudió su cabeza acomodándolo.

—¿Qué rayos haces, Jungsuk? —intervino una voz masculina causando que este se sobresaltara, y Jimin volteara encontrándose con Jungkook, el cual observaba a su hermano con las facciones endurecidas.

—¿Q-qué...?

Jungsuk quiso hablar, pero la mirada de Jungkook se fijó en la del rubio que levantó su mirada sin miedo alguno, pues sabía que para el de piercings no era para nada su agrado, ya que tuvieron algún que otro cruce.

—¿Qué carajos haces aquí? —inquirió alzando una ceja, dando un paso hacia adelante.

—¿Importa?

—Claro que sí, porque por si lo olvidas, es mi casa.

—Vine por Jungsuk, no por ti  —aclaró amargo.

—Vete —ordenó con sus facciones endurecidas.

—Jungkook, es mi amigo —intervino rápidamente, acercándose más a ellos.

—¿Amigo? —preguntó cínico—. Tú no puedes ser amigo de este imbécil.

—¿Por qué? ¿Por qué no puedo serlo? —cuestionó desesperado, tratando de mantener baja su voz al estar ganándose miradas.

—Porque es un maldito marica, así que no te quiero cerca de él —respondió sorprendiéndolo, mientras Jimin endurecía las facciones.

Jungsuk se encontró con la mirada del rubio, el cual dejaba notar la preocupación en su rostro, pero el de gafas volvió a mirar a su hermano.

—¿Y eso qué?

—Oh, claro —soltó una risa cínica—. Por eso eres tan cariñoso con él que hasta le acaricias su cabello.

Este intentó imitar su acción, pero Jimin apartó de un manotazo la suya, acercándose a este con la respiración pesada al sentir su sangre hervir.

—No vuelvas a tocarme.

—¿Ahora no te gusta que los hombres te toquen? —cuestionó con una sonrisa socarrona, intentando provocarlo más, pero cuando soltó una risotada no pudo evitar sorprenderse por un momento.

—Ya no sabes de qué manera llamar mi atención porque también quieres follar este hermoso trasero, ¿verdad?

Esa pregunta provocó que Jungsuk abriera los ojos a la par por la sorpresa, mientras que Jungkook enfureció y quiso tomarlo de la chaqueta, pero su hermano puso la mano en su pecho impidiéndolo.

—Ya basta, Jungkook. No busques tener más problemas con papá —intervino nervioso.

—Lo quiero fuera de aquí si no quieres que lo saque a golpes —advirtió pasando por su lado, chocando sus hombros.

Jungkook se acercó a un hombre del servicio de catering para tomar una copa, siendo observado por su hermano, pero este al voltear a ver a su amigo que estaba marchándose, no dudó en seguirlo. Salió de la casa sintiendo la brisa fresca, observando como Jimin se alejaba quitándose la chaqueta.

—¡Jimin, espera! —alzó la voz llamando su atención. Él volteó pasando los dedos por su cabello echándolo hacia atrás, aunque volvió rápidamente a su lugar.

—¿Qué sucede?

—Hablemos.

—Jungkook dijo...

—No me importa lo que haya dicho.

Este al escucharlo lo miró boquiabierto, pero no dudó en acercarse. Jungsuk volteó para comenzar a caminar por el jardín con él que lo miraba por pequeños momentos, aún sorprendido de que le haya pedido quedarse.

Caminaron por unos pequeños minutos en absoluto silencio, uno que para Jungsuk era cómodo mientras que Jimin no dejaba de pensar. Cuando el pelinegro se sentó frente a unos arbustos, lo imitó rápidamente sintiendo su mirada.

—¿Lo que dijo mi hermano es cierto? —preguntó tímido.

—¿Si soy marica? —frunció el ceño.

—No lo digas así —pidió por lo bajo.

—Soy bisexual —aclaró tranquilamente—. ¿Eso es un problema para ti, Jungsuk?

Este al escucharlo levantó rápidamente la mirada para conectarla con la suya, sintiendo por un momento cómo se le dificultaba respirar.

—N-no, claro que no.

—Entonces, ¿por qué pareces nervioso?

—N-no lo estoy —respondió, pero al notar que no parecía creerle para nada, suspiró dándose por vencido—. E-es sólo que mi padre tanto como mis hermanos siempre me dicen que soy un...

—Marica —completó este rodando los ojos.

—Ya deja de decirlo así.

—No tiene nada de malo que te gusten los hombres —aclaró con suavidad, tratando de conectar sus miradas.

—Lo sé, pero no me gustan, Jimin —aseguró conectando sus miradas.

El rubio al escucharlo asintió comprendiendo que no le gustaba para nada hablar acerca de eso.

—No te llevas tan bien con tus hermanos, ¿cierto?

—Jungkook me odia.

—¿Por qué lo haría? —indagó frunciendo el ceño.

Jungsuk a pesar de sentir su mirada, desvió la suya perdiéndose en sus pensamientos mientras jugaba con sus manos tratando así de calmar sus nervios. Jimin supo rápidamente que pensar en eso le afectaba y que no era capaz de abrir la boca.

—¿Y tu padre?

—Jonghyun es su favorito, ¿no lo has escuchado?

—Sí, pero no lo entiendo.

—No quiere que Jungkook o yo manchemos su nombre.

—Tú no lo harías —aseguró acercándose más a él, lo que hizo que este lo mirara—. Al contrario, si tan solo te mostrara más a ti como a Jonghyun, dejaría notar lo bien que te ha criado porque eres maravilloso, Jungsuk. Tú sí dejarías su nombre por lo alto.

—¿Eso crees? —preguntó ilusionado.

—Estoy seguro. Eres la persona más maravillosa que he conocido —Jimin al ver el brillo de ilusión en sus orbes, no pudo evitar soltar una risilla por la ternura que le provocaba, mientras acariciaba su cabello.

—Gracias, Jimin —murmuró desviando la mirada, sintiendo sus mejillas arder.













(...)













Jungkook había quedado realmente molesto, tanto así que empezó a beber sin control y sin dejar de observar como su padre presumía a Jonghyun. Sentía su sangre hervir, más luego del enfrentamiento con Jimin y cómo Jungsuk se atrevió a defenderlo. Ni siquiera pareció importarle que estuviese Hyesoo, porque solo podía pensar en cómo descargarse, pero cuando ella empezó a hablarle para que se relajara, una idea cruzó su cabeza.

No le importaba que estuviese reprochándole por el hecho de que no dejaba de beber y que lo siguiera hacia el baño, hasta eso le pareció una grandiosa idea, puesto que dio un portazo y en una fracción de segundo juntó sus labios.

La besaba de manera intensa, su lengua recorría su cavidad bucal mientras la tomaba de la cintura con fuerza intentando sentirla. La temperatura empezaba a aumentar, las caricias de Jungkook se volvían obscenas robándole gemidos, mientras el bulto que crecía en sus pantalones, ella podía sentirlo en su abdomen.

—¿Qué haces? —preguntó sobre sus labios con la respiración pesada.

—Será rápido. Lo necesito.

—Si nos escuchan...

—No lo harán. Déjame sentirte —exigió apegándola más a él, haciéndola jadear.

Eso fue suficiente para que este lo tomara como un sí y la hiciese voltear rápidamente, pegando su erección en su trasero. Sus labios fueron por su cuello, mordiendo y succionando, mientras sus manos subían a sus pequeños pechos apretándolos como a ella le gustaba.

Con una mano la tomó de la barbilla girando un poco su rostro para así poder juntar sus labios. La besaba con rudeza, lo cual a la fémina lograba hacer que se sintiese débil ante él.
Este mordió su labio inferior robándole un gemido, para luego introducir su lengua a la vez que bajaba su mano, corriendo la tela de su vestido que enseñaba su pierna desnuda para así poder llegar a sus bragas.

Jungkook sonrió de manera engreída lo que la hubiese molestado demasiado, pero en ese momento sus sentidos estaban dispersándose y solo podía sentir ganas de que la tocase de una vez. empezó a frotar sus dedos sobre su feminidad, lo que no pudo evitar que ella se retorciera jadeando y él pudiese sentir como lo húmeda que estaba aumentaba.

—Nunca puedes resistirte a mí, ¿no es así? —preguntó con voz profunda en su oído. Al sentir su tibia respiración chocar en su cuello y como sus labios húmedos y el piercing rozaba su piel, sintió estremecerse—. Me necesitas tanto. Estás lista para mí.

Jungkook parecía burlarse de ella, presionándose con más fuerza para que sintiera su erección a la vez que hacía movimientos circulares sobre su hinchado clítoris.
Hyesoo mordía su labio inferior para no gemir porque temía ser escuchada y él sabía eso, pero en ese momento no le importaba en absoluto porque quería escucharla como las anteriores veces.

Sin más apoyó la mano en su espalda provocando que se apoyara en el lavabo y así este pudiese subir su vestido, observando las bragas rojas que llevaba.
Ella al escuchar el sonido metálico de su cinturón y como sus pantalones caía al suelo, intentó reprimir la sonrisa.

Bajó sus bragas rápidamente alzando su trasero, dejando su intimidad completamente expuesta por lo que se relamió los labios a la vez que tomaba su miembro erecto goteando líquido pre-seminal, acercándolo a su entrada.
Hyesoo quería verlo, pero no podía ante la posición incómoda en la que se encontraba sobre el lavabo. Sentía que su desesperación aumentaba por sentirlo, y cuando creyó que lo haría, este empezó a frotarse sobre su feminidad, robándole un gemido.
Involuntariamente sus caderas se movían, por lo que la sostuvo con fuerza y ella se aferró a los bordes del lavabo, mordiendo su labio inferior para reprimir su lloriqueo.

—¿Tanto lo deseas, pequeña perra? —preguntó burlón.

Le divertía verla de aquella manera como si fuese a llorar por el deseo, eso lo excitaba aún más, por lo que se presionó en su entrada y al sentir cómo ella buscaba el anhelado contacto, le dio un azote provocando que chillara.
Hyesoo se cubrió rápidamente la boca mientras una sonrisa juguetona aparecía en los labios del pelinegro que sin más se introdujo de manera rápida sintiendo la forma en que sus paredes vaginales se abrían alrededor de su miembro.

Hyesoo cubrió sus labios con más fuerza para que no se escuchara, mientras con la otra mano se aferraba al borde del lavabo al sentir como la llenaba por completo, escuchándolo gruñir.
Empezó a embestirla y Hyesoo intentaba callar sus gemidos, tratando de escuchar lo que sucedía fuera de aquel baño. Podía escucharse la música, pero al escuchar unas voces, abrió los ojos a la par por el temor de ser descubiertos.

—J-Jungkook, detente, van a escucharnos...

—Entonces, no seas tan ruidosa.

La tomó de las muñecas llevándolas a su espalda, sosteniéndolas con una mano a la vez que sus embestidas se volvían más rápidas. Al darse cuenta de que ella no podía mantenerse callada, cubrió su boca con la otra mano.

Sus embestidas eran con fuerza, rápidas y profundas, a ambos les excitaba más el pensar que podrían ser descubiertos en cualquier momento. Les encantaba saber que estaba siendo follada salvajemente en el baño en la mitad de una celebración de Jeon Jaewook.

Ella gimió con más fuerza en su mano al sentir cómo sus piernas temblaban, una presión se instalaba en su vientre y estaba tan cerca del esperado orgasmo. Él al darse cuenta soltó sus muñecas enrojecidas, llevando la mano a su clítoris donde empezó a hacer movimientos circulares.
Hyesoo sentía debilitarse, pero no quería por nada que se detuviera, hasta que luego de unos cuantos segundos sintió como estallaba. Había alcanzado su orgasmo y Jungkook al sentirse cerca, salió de su interior bruscamente.

—Ven aquí. Chúpamela.

A pesar de sentirse temblar, ella obedeció arrodillándose frente a él para tomar su miembro. Lo llevó a su boca con delicadeza, intentando meterlo todo lo que podía de a poco, pero Jungkook la tomó del cabello sin importarle arruinar su peinado.
Este no quería para nada el ritmo lento que llevaba su boca, por lo que la obligó a aumentarlo sin importarle provocarle arcadas. Gruñía observándola lujurioso al ver cómo sus ojos se cristalizaban e intentaba ayudarse con su mano.

Veía la saliva caer por su barbilla haciendo un desastre, por lo que gimió cerrando los ojos por un momento a la vez que aumentaba el ritmo de sus caderas. Se sentía tan cerca de acabar y la imagen de ella lo ponía aún más. Quería que lo obtuviera todo, quería llenarle la boca de su esencia y verla saboreándole.













(...)









Jonghyun estaba agotado de tener que fingir una sonrisa en su rostro por todas las personas que iba presentándole su padre. En esos momentos odiaba que este viera algo en él que lo hiciese sentirse orgulloso, hasta deseaba poder ser Jungkook, a pesar de que solo recibía malos tratos de su padre. O Jungsuk que la mayoría de veces parecía no existir para él.

En cuanto tuvo la oportunidad de que su padre se distrajera, no dudó en desaparecer de su vista con rapidez. Tomó una copa de champagne mientras caminaba, buscando con la mirada a alguno de sus hermanos. A Jungsuk solo lo había visto en el comienzo, pero no sabía en qué momento había desaparecido. Eso no era común en él.
Y Jungkook siempre intentaba ser el centro de atención, por lo que le parecía sumamente extraño no verlo por allí bebiendo. Decidió de todas maneras buscar a Jungsuk, pues estaba seguro de que el del medio estaría de malhumor como siempre en estas fiestas y no estaba para soportarlo.

Esperaba que estuviese quizás escondido en alguna habitación de aquella casa, porque sabía que estar entre tantas personas llegaba a incomodarlo demasiado. Sin más, empezó a buscarlo evitando la mirada de las personas quienes algunos hacían pequeñas reverencias o le sonreían, lo cual detestaba al saber que era por conveniencia, pero intentaba fingir como siempre para no tener discusiones con su padre.

Al caminar por el pasillo empezó a escuchar una voz que llamó rápidamente su atención, pues se trataba de Jungkook. En cuanto vio la puerta del baño, lo dudó por un momento, pero aún así pegó su oído a esta.

—Oh, sigue así. Mételo todo, vamos —ordenó gruñendo—. ¡Oh, mierda!

Jonghyun al darse cuenta de lo que estaba sucediendo, se apartó rápidamente sintiendo su sangre hervir.
Mentiría si dijera que no podía creerse que estuviese follando en medio de una celebración importante para su padre, lo esperaba, pero eso no quitaba que provocara su indignación.

Esperó impacientemente allí sin saber cuánto pasó cuando vio salir a Jungkook acomodando su chaqueta y cabello, cerrando la puerta tras su espalda.
Este al ver a su hermano, se sorprendió por un momento, pero luego sonrió con cinismo.

—Hasta que nuestro padre te ha soltado.

—¿Cómo rayos puedes atreverte a follar en el baño cuando todos pueden escucharte? ¿Qué tal si nuestro padre se entera? ¿Sabes lo que provocaría? —preguntó entre dientes—. ¿Acaso quieres más problemas con él?

—Él ni siquiera pone sus ojos en mí y todo por ti, Jonghyun —escupió molesto—. No vengas a reprocharme por lo que hago como si fueras él. Estoy harto de él, de ti...

—Entonces, ¡deja de hacer estas estupideces!

Jungkook al escucharlo soltó una risa cínica, dando un paso hacia adelante observándolo de manera burlona, mientras Jonghyun tenía sus facciones endurecidas y su respiración pesada.

—Envidias que yo pueda follarme a quien quiero, ¿no es así? —preguntó burlón—. En cambio, ¿tú? Nadie se acercaría a una persona de la que se rumorea que es un maldito asesino, por más que nuestro padre hizo lo posible para que nadie hablara de lo que sucedió esa noche.

Al escucharlo, Jonghyun sintió como se estremecía. No podía creerse para nada que fuese capaz de decirle algo como eso, mientras Jungkook volteaba para alejarse tranquilamente.

—¡Jungkook, vuelve aquí! ¡Jungkook! —gritó enfurecido sin importarle que pudiesen escucharlo.

La puerta se abrió permitiendo que viese a la joven vestida de rojo que había visto antes cuando tocaba el piano, por lo que empuñó las manos sin quitarle la mirada de encima. Hyesoo sintió como el oxigeno abandonaba sus pulmones por un momento al ver el pelinegro y sus orbes oscuros, por lo que temblando volteó para comenzar a caminar hacia el camino que se fue Jungkook.

Impotencia.

Era todo lo que Jonghyun sentía mientras empuñaba las manos con fuerza al punto de que sus nudillos se volvían blancos, temblaba de impotencia y su visión se volvió nublada a causa de las lágrimas. En ese momento le costaba hasta respirar y sentía que era capaz de acabar con todo. Principalmente, con su hermano.

¡Hola!

¿Qué les parece la relación de Jungkook y Hyesoo? ¿Creen que él está comenzando a desarrollar sentimientos por ella? ¿Qué les parece Jungsuk y Jimin? ¿Les gusta más que Aeri y Jungsuk?

Muchas preguntas, perdón jajajs
Por cierto, acabo de agregar a Jimin al cast porque decidí hacerlo un personaje importante para la historia, así que pueden pasarse a verlo

Espero que les haya gustado el capítulo, si es así no se olviden de votar y comentar

¡Nos leemos pronto!

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