34; ¿EL VERDADERO JUNGSUK?
𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓𝐎𝐒 𝐄𝐍𝐓𝐑𝐄 𝐋𝐎𝐒 𝐓𝐑𝐈𝐋𝐋𝐈𝐙𝐎𝐒 𝐉𝐄𝐎𝐍
❝¿EL VERDADERO JUNGSUK?❞
—Me tienes a tus pies. Pídeme lo que quieras y lo haré —declaró aún tomándola de los brazos, conectando sus miradas—. No me importa en absoluto tener que enfrentar a Jonghyun si tú decides darme otra oportunidad, Hyesoo.
Jungkook sabía que su alma estaba hecha pedazos y cada uno de esos estaba envenenado de miedos, lo que había hecho que tardase en aceptar sus sentimientos por la castaña y la había roto a ella de gran manera. Pero ahora buscaría demostrarle que era realmente digno de su corazón, porque limpiaría los estragos del caos que le había provocado, mejoraría para amarla correctamente sin ninguna duda o temor. Sería el mejor en conquistar su corazón otra vez.
Hyesoo lo seguía observando con sus ojos abiertos a la par, intentando procesar todo lo que estaba diciéndole, pero era demasiado para ella. Jungkook, al no recibir respuesta, se levantó lentamente para acunar su rostro a la vez que juntaba sus frentes, limpiando sus lágrimas con los pulgares, detestándose por cómo había hecho las cosas con ella, ya que sabía que eso lo hacía aún más complicado a que pudiese creerle.
—No. Lo único que tú quieres es follar, y lastimarnos a Jonghyun y a mí —aseguró con un hilo de voz.
—No es así. Solo tenía miedo de dejarte entrar a mi vida...
—Basta...
—Quiero intentarlo ahora. Quiero dejarte entrar, Hyesoo —aseguró con voz débil—. Dame una oportunidad, por favor...
Hyesoo negaba con la cabeza sintiendo cómo sus lágrimas brotaban, y el pelinegro rozaba sus narices causando que sus tibias respiraciones se mezclaran. Los latidos de la castaña comenzaron a acelerarse, por lo que llevó las manos a la chaqueta de este para empuñarla. Una pequeña parte de ella deseaba que se alejara para poder marcharse y no cometer otro error más con él, pero la mayor parte deseaba que la besara de una vez, que le diera seguridad sobre sus palabras porque quería más que nada creerle.
Jungkook, sin poder soportar más aquel impulso, juntó sus labios. En un comienzo era un beso pequeño sin movimiento alguno, pero Hyesoo se apegó más a él, pasando las manos por su nuca. En ese instante, el pelinegro llevó las manos a su cintura para apegarla más, sintiendo su calor corporal mientras sus labios se movían.
Ejerció presión sobre los de la fémina para pedirle acceso, el cual le dio rápidamente, sintiendo cómo pasaba su lengua acariciando la de ella.
El beso aumentaba su intensidad demostrando cuánto se deseaban, cuánto se necesitaban en ese momento, volviéndose salado por las lágrimas de Hyesoo, pero eso a ninguno le importaba al estar concentrados en las sensaciones que se provocaban.
La fémina tuvo que romper el beso para así intentar recuperar el aliento, al igual que Jungkook que llevó una de las manos a la mejilla de ella, volviendo a limpiar sus lágrimas con delicadeza mientras la admiraba, preguntándose si lo que estaba sucediendo con ella era real.
Tenía que serlo porque la necesitaba con él.
—En verdad me tienes a tus pies —musitó juntando sus frentes—. Y si me lo pides, haré lo necesario para demostrarte que es cierto.
—P-pero Jonghyun...—titubeó sintiendo cómo este se tensaba.
—Me importa un carajo en este momento. Solo quiero estar contigo, Hyesoo.
—Estoy con él...
—Lo sé. Lo sé —suspiró cerrando los ojos con fuerza por un momento, intentando relajarse—. Pero quieres volver a intentarlo conmigo, ¿verdad?
Jungkook se apartó un poco para así poder ver su rostro, poder conectar sus miradas, permitiendo que ella por primera vez notase la inseguridad reflejada en sus orbes oscuros. Este sentía desesperarse por la forma en la que ella lo observaba, pero cuando asintió, su corazón se agitó.
—E-es lo que más quiero ahora —confesó sintiendo sus mejillas arder, mientras que Jungkook sonreía aliviado y emocionado.
—Entonces, lo correcto sería que terminaras con él —declaró con suavidad.
—P-pero...
—No quiero ser el otro. No quiero tener que seguir viéndote con él cuando tengo estos sentimientos por ti.
—Lo sé.
—Haremos las cosas bien, así puedes confirmar que estoy siendo sincero...
—Te creo —lo interrumpió llevando la mano a su mejilla—. Te creo, Jungkook.
—Entonces, ¿vas a dejarlo? —preguntó ilusionado.
—Lo haré. Quiero más que nada estar contigo —respondió antes de juntar nuevamente sus labios.
Un sonido involuntario escapó de la garganta de Hyesoo mientras se aferraba sintiéndose embriagada por la forma en que la besaba, la forma en la que sus lenguas danzaban y este metía las manos dentro de su camiseta, acariciando su cintura desnuda. Su cuerpo deseaba poder sentirlo más, sus sentimientos estaban más intensos que nunca siendo completamente correspondida, y hasta con más intensidad porque ella era la única para él. Era la única persona que tenía en su corazón en ese momento.
—Jungkook...—jadeó sobre sus labios, queriendo volver a volver a besarlo, pero este solo dejó un pequeño beso sobre sus labios.
—También deseo poder estar juntos, pero... Dije de hacer las cosas bien —recalcó intentando recuperar el aliento—. No pasará hasta que termines con él, ¿sí?
—Lo haré cuanto antes —aseguró mirándolo embobada, acariciando su mejilla mientras él sonreía apoyando más el rostro en su mano porque adoraba sentir su tacto tan cálido y suave.
—Gracias por darme otra oportunidad, amor —musitó con suavidad—. Te juro que no te arrepentirás.
Ella sonrió sintiendo su corazón brincar de emoción porque jamás había esperado ver aquella faceta de Jungkook, mucho menos poder creer en sus palabras, pero podía ver la sinceridad en sus orbes. Y por primera vez, se sentía realmente cómoda con él, más cuando la estrechó entre sus brazos con fuerza al sentir su rostro arder porque los nervios lo envolvían al estar abriendo su corazón frente a ella.
Quería creer más que nada que seguía siendo solo él quien ocupaba su corazón y que iba a terminar con Jonghyun esa misma noche para poder estar juntos sin culpa alguna, pero ¿realmente todo era así?
(...)
—Haesun era peor que tú al enredarnos, pero a ella le faltó probar uno de nosotros —murmuró acercando los labios a su oreja mientras ella jadeaba intentando liberarse—. Así que yo me encargaré de que tú seas la que nos pruebe a los tres, y se lo hagas saber a Jungkook para que se atreva a buscarme.
Hyesoo sentía estremecerse por la forma en que su tibio aliento chocaba contra su piel, y cuando sus miradas volvieron a encontrarse, creyó que podría ser libre. Pero al contrario, fue como si el oxígeno hubiese abandonado sus pulmones al sentir los labios de Jungsuk sobre los de ella.
Este aplicó presión con sus labios para abrir paso con su lengua que comenzó a recorrer su cavidad bucal, sintiendo cómo ella empuñaba su suéter. Él seguía besándola de manera dominante y salvaje, robándole el aliento, lo que hacía que no pudiese reaccionar.
Jungsuk tenía miedo de sí mismo porque en un momento pensó que merecía ser feliz, pero ahora ya no le importaba para nada autodestruirse, todo mientras pudiese ver la destrucción de sus hermanos.
Hyesoo jamás hubiese imaginado que aquel día acabaría siendo besada por los trillizos Jeon, volviéndola un caos de emociones y sensaciones, y arrepintiéndose por completo de haberse cruzado en el camino de ellos porque ya no tenía escapatoria alguna. Ahora el destino de Hwang Hyesoo podría acabar siendo el mismo que el de Jang Haesun.
Rompió el húmedo beso, observando cómo ella estaba completamente atónita con sus ojos abiertos a la par, y siquiera parecía respirar. Verla de esa manera hizo que no pudiera evitar sonreír mientras acariciaba su mejilla, sintiendo una gran satisfacción, como también un deseo oscuro que comenzaba a florecer en su interior.
—Vaya, eres tan zorra como Haesun, así que dime, ¿también te dejarías follar por mí? —preguntó con voz profunda, rozando la nariz contra su mejilla.
Eso provocó que ella reaccionara rápidamente y lo empujara bruscamente, haciéndole retroceder un paso. Jungsuk se sorprendió por su reacción, pero pudo notar a tiempo la intención que tenía, por lo que la tomó de manera brusca de la muñeca antes de que ella llegara a impactarle la mano en su mejilla, observando cómo abría los ojos a la par por el miedo.
—No te atrevas...—advirtió entre dientes.
—Yo no soy ella —recalcó con voz ahogada y sus ojos cristalinos mientras su pecho subía y bajaba por su respiración pesada.
—Tienes razón porque para eso deberías probarme mejor...
—Déjame en paz, por favor —pidió con un hilo de voz—. Jamás te hice algo...
—Pero mis hermanos te quieren a ti —apuntó aplicando más fuerza en el agarre de su muñeca, provocando que ella sollozara—. Ya pasamos por esto antes...
—Por favor...—musitó enfrentando sus miradas mientras él acercaba más sus rostros, sintiéndose satisfecho al notar el miedo en sus orbes almendrados.
—¿Me tienes miedo, Hyesoo? —interrogó viendo cómo ella bajaba la cabeza a la vez que sollozaba, lo que hacía que deseara volverla más loca—. Jamás me han tenido miedo antes, ¿sabes?
—Déjame, por favor...
—Estás equivocándote tanto...—aseguró acercando sus labios a la oreja de ella que intentaba alejarse, pero no se lo permitía al aplicar más fuerza, provocando que soltase un quejido—. ¿En verdad has decidido creer en Jungkook? ¿En lo que te dije hace un rato? ¿En verdad piensas que ella no nos probó a los tres? ¿Eres tan estúpida, Hyesoo?
—Basta...
—Eres tan fácil de engañar —soltó una ligera risa.
—¡Déjame! —exigió intentando forcejear, pero era en vano.
—Jamás debiste cruzarte en nuestro camino —masculló conectando sus miradas y endureciendo sus facciones—, porque mientras mis hermanos intentan buscar la felicidad, tu amor, sin saber de tus mentiras y engaños, yo me encargaré de que se vuelvan más miserables y quieran matarse entre ellos sin que me importe tampoco lo que pase contigo. Es más, espero que acabes como ella —sonrió soltándola mientras Hyesoo parecía atónita. Aun así, este volteó para comenzar a caminar, pero al hacer un paso, volvió a verla—. ¡Ah! Casi lo olvido. No olvides que nada puede salir de tu boca con Jimin, porque, entonces, abriré mi boca mucho antes y no creo que sea lo que quieres. Díselo a mi hermano favorito que te follas a escondidas de tu novio, ¿sí?
Este le sonrió para continuar su camino, sintiéndose completamente satisfecho porque estaba más que seguro que no sería capaz de abrir la boca con Jimin luego de cómo actuó con ella. Pudo notar cómo temblaba bajo su toque, cómo lo miraba con terror y cómo creyó en sus amenazas.
Mientras tanto, Hyesoo seguía intentando procesar todo lo que acababa de suceder con Jungsuk, cómo había pasado de creer que era el único bueno de los trillizos, a desconfiar y, ahora, a tenerle terror. Ya no podía saber cuál era el peor de los tres, si lo era Jonghyun que le había confesado haber matado a Haesun. Si en realidad lo era Jungkook que parecía haberle vuelto a mentir, y ya no sabía qué podía esperarse de él. O si acaso lo era Jungsuk que había mostrado ser siempre una víctima hasta de sus propios hermanos, pero ahora no le importó siquiera Jimin o Jonghyun otra vez, y la besó, confesándole cómo quería destruir a sus hermanos. Quizás el dolor, el rencor, la sed de venganza lo podía volver peor que ellos.
Hyesoo comenzó a deslizarse por el muro rompiendo en llanto mientras se cubría el rostro con una de las manos, sintiéndose desesperada y aterrorizada por lo que podría esperarle con los trillizos.
(...)
Una vez que Jungsuk estuvo en el estacionamiento y se subió a su coche, leyó el mensaje que recibió de Matthew, el cual luego de su respuesta, le pasó su dirección.
«Necesito una filmación» mencionó Jungsuk cuando se encontró en la sala del departamento de Matthew, tomando vino.
«¿Una filmación? Sabes que eso me pondría en peligro si alguien llegara a saber que te entregué una, ¿verdad?»
«Lo sé perfectamente. Es por eso que estoy dispuesto a lo que sea. Dígame el monto de dinero que quiere y...»
«Pues... No quiero solamente dinero»
«¿Qué más es lo que quiere?»
«A ti, muñequito»
«¿A-a mí?»
«Solo una noche. Dime, ¿estás dispuesto?»
«Sí»
«Vaya, ¿tanto quieres esa filmación?»
«Es importante para mí»
«¿Por qué?»
«Eso no le incumbe. Solo la necesito cuánto antes, así que, si quiere follarme, puede hacerlo ahora mismo»
«Me gusta, pero antes debes saber que... Tengo algunos gustos especiales»
Jeon Jungsuk jamás se había esperado que luego de esa conversación acabara siendo su sumiso. Completamente desnudo, con las muñecas esposadas detrás de su cintura, un gag-ball, y arrodillado sobre el suelo de la habitación.
No pudo evitar estremecerse al sentir cómo acariciaba sus glúteos con el cuero de la fusta, con sus piernas separadas para así apreciar su trasero que acariciaba, para luego darle el primer azote, escuchándolo soltar un grito por el dolor.
—Necesitas ser educado —dijo con voz profunda, empuñando su cabello para hacerlo erguirse. Jungsuk intentó responder, pero al llevar el gag-ball y ser nuevamente azotado solo provocó que gimiera llegando a babear un poco—. Si quieres responder, ya te he dicho que debes llamarme "amo".
Este siguió dándole azotes, haciéndole sobresaltar y gemir, que comenzara a acostumbrarse a esa sensación que estaba resultando algo placentera.
—Carajo, tu trasero está volviéndome loco, muñequito —confesó acariciando una de sus nalgas con la fusta.
Jungsuk sintiendo su barbilla húmeda por la saliva, giró su cabeza para ver cómo aquel hombre abría la botella de lubricante, llenando dos de sus dedos, para luego cerrarla y dejarla sobre el mueble.
—Inclínate.
No dudó en obedecer a la vez que este se colocaba detrás de él, sobresaltándose al sentir cómo la saliva corría sobre él para lubricar mientras empezaba a tentarlo, rozando la yema del dedo alrededor su entrada. Jungsuk jadeó cuando introdujo el dedo, dejando besos en sus nalgas.
Se mantuvo así por unos momentos hasta que por la manera de actuar de Jungsuk, decidió introducir un segundo dedo. Estaba fascinado por la manera de gemir del pelinegro al ser follado por sus dedos, por lo que decidió sacarlos y probarlo con su lengua, sintiéndose extasiado al separar las nalgas con sus manos y ver lo dilatado que estaba.
—Mantente así, muñequito —ordenó quitándole las esposas, por lo que este obedeció llevando las manos a sus nalgas para abrirlas como él había hecho—. Vas a disfrutar mucho.
Matthew se alejó por un momento para así comenzar a lubricar el plug, y volver a acercarse al pelinegro. Este no pudo evitar estremecerse al sentir la frialdad del metal entrar en contacto con su agujero. El castaño sonrió al comenzar a introducirlo, diciendo lo lindo que se veía ante esa manera, hasta que lo introdujo por completo siendo visible tan solo la base.
—Te está gustando esto, ¿verdad?
Jungsuk no era capaz de contestar al estar acostumbrándose y ser un caos de emociones y sensaciones, por lo que el hombre volvió a tomar la fusta dándole un azote en los glúteos. Este movió las caderas, sintiendo un ardor que comenzaba a encantarle y cómo sus piernas temblaban.
Seguía hablándole, pero el joven no contestaba a propósito recibiendo más azotes sabiendo que ya debía estar marcado. Era una mezcla de dolor y placer, pensando en que quizás debía comenzar a intentar responder aunque el gag-ball no le permitía hablar, pero es que de todas maneras sentía que se merecía aquel castigo. Merecía ser azotado.
No le importaba aquella tortura porque estaba sintiéndose cada vez más caliente, más por el estímulo del plug al mover las caderas.
—¿Qué pasa, muñequito? ¿Ya quieres ser follado por mí? —preguntó divertido, quitándole el gag-ball—. Dime, ¿tantas ganas tienes? Quiero que me supliques.
Jungsuk tragaba saliva e intentaba recuperar el aliento, estando demasiado vulnerable, caliente, y sensible, pero sentía que no podía decirle que "sí", porque estaría fallándole aún más Jimin.
—No lo haré.
Matthew estaba seguro que tan solo intentaba provocarlo porque podía notar que estaba desesperado por el orgasmo, así que lo tomó del cabello haciéndole inclinar más hacia adelante, al punto de que su mejilla quedara apoyada en el suelo con su trasero bien levantado.
—¿Por qué te haces el difícil? Sé que te mueres de ganas de suplicarme.
No podía negarlo para nada, y el hecho de que lo tratase de esa manera, le provocaba un cúmulo de emociones que dejaba su mente en blanco. Y fue aún peor cuando este sacó la mano de su cabello, colocándose en cuclillas detrás de él mientras este intentaba recuperar el aliento, estremeciéndose al sentir cómo llevaba la mano a su miembro.
—Mírate, pequeño sucio —habló con voz profunda—. Estás tan duro y no dejas de gotear, así que deberías dejar de una vez por todas el orgullo y pudor de lado, ¿no crees? —preguntó bombeándolo, provocando que Jungsuk soltase un gemido—. Dime qué quieres.
—¡Ah! Amo...—gimoteó causando la sonrisa de satisfacción de él.
—Suplícame...
—¡Fólleme, amo!
Este estaba completamente satisfecho al escucharlo, por lo que se deshizo del plug haciéndole jadear por la sensación de vacío, para luego tomar el lubricante y bañar su miembro. Se dirigió hacia Jungsuk, tomándolo del cabello para hacerlo levantar y colocarse bruscamente sobre la mesa, acabando con el torso boca abajo.
Se frotaba contra su trasero con demasiado descaro, hasta que sin aviso alguno, se introdujo haciéndole gritar y llenar aquel cuarto de alaridos. Empuñó nuevamente su cabello para jalar su cabeza hacia atrás, siendo sumamente fuerte y duro, provocando que la sensación de dolor mezclado con el placer aumentara.
Jungsuk sentía que le costaba respirar, su rostro estaba enrojecido mientras una vena se marcaba en su frente y las lágrimas se asomaban. Quería pedirle que se detuviera porque dentro de él todo era un caos, y estaba seguro que si seguía así, podría romperlo, pero sentía que de alguna manera se lo merecía porque había lastimado a demasiadas personas que no se lo merecían.
Las pocas personas que habían podido amarlo, terminaron saliendo decepcionados y lastimados por él. Y ahora con lo que estaba haciendo, rompería por completo a aquel joven que no había hecho más que apoyarlo como nunca nadie hizo. Siquiera sus propios hermanos.
Se odiaba, se daba asco, por lo que se permitía sentir todo el dolor que estaba provocándole aquel hombre que lo embestía con brutalidad, sin compasión alguna. Un grito ahogado escapó de sus labios al sentir cómo le daba un azote en una de las nalgas mientras su corazón daba un vuelco, hasta que sin dominio alguno de su cuerpo, se corrió.
Había eyaculado sintiendo cómo se corría entre sus piernas, mientras que Matthew al darse cuenta lo hizo incorporarse y voltear, para luego obligarlo a colocarse de rodillas aunque este se sintiese temblar y sin fuerzas alguna.
—Chúpamela. Quiero llenar tu preciosa boca, muñequito.
Jungsuk seguía sintiendo las lágrimas rodar por sus mejillas, observando cómo este se bombeaba el miembro, hasta que tragando con dificultad decidió acabar con lo que había empezado. Comenzó a chupársela a la vez que este llevaba la mano a su cabello para mover su cabeza, y penetrarle la boca, causándole arcadas.
El joven trataba de contener las náuseas sintiendo la presión en su lengua, rozando toda su cavidad bucal. Podía escucharlo gruñir como un animal, gemir, hasta que finalmente llenó su boca, por lo que Jungsuk tuvo que controlar su impulso de vomitar y tragárselo todo.
—Eres fantástico con la boca —sonrió aún empuñando su cabello, observando cómo la saliva mezclada con el resto de su semen caían un poco por su barbilla—. Realmente me has sorprendido. Eres maravilloso, muñequito.
—¿E-entonces...? —preguntó con voz débil.
—Entonces, vístete y vete. Yo iré a darme un baño —respondió volteando para comenzar a caminar mientras el pelinegro lo observaba asustado—. Mañana me comunicaré contigo y te diré de la filmación.
El hombre cerró la puerta, y Jungsuk se dejó caer en el suelo, sintiendo cómo esta vez ya no podía controlarse más. Las lágrimas brotaban, el dolor y la ira crecían, mientras intentaba hacer a un lado sus pensamientos sobre aquel rubio, concentrándose en su venganza.
Reía histérico pensando en cuánto disfrutaría ver el caos que podría provocar entre Jonghyun y Jungkook, cuánto disfrutaría verlos odiándose, siendo completamente miserables luego de cómo siempre lo habían apartado, de todo el dolor que le causaron.
Pero ¿a quién iba a mentirle? Sabía perfectamente que, de todas maneras, jamás podrían llegar a ser tan miserables cómo se sentía él, porque lo único bueno que ahora tenía, podría perderlo.
Perdería a Park Jimin si llegaba a saber cómo le había fallado. Y perderlo a él solo terminaría por matarlo por dentro, pero ya no podía dar marcha atrás.
(...)
Al día siguiente, Hyesoo se encontraba en su departamento, con los libros sobre la mesa para intentar estudiar. Necesitaba más que nada concentrarse, pero no podía dejar de pensar en todo lo que estaba sucediendo últimamente. La manera en la que Jonghyun la había dejado entrar a su vida, mucho más de lo que ella esperaba y quisiera, porque prefería seguir cegada creyendo que Haesun solo decidió marcharse mientras seguía enamorándose de él. Cómo la noche anterior Jungkook le había abierto el corazón, provocando que el de ella se estrujase, y gracias al de gafas, volviera a desconfiar. Y para su mayor sorpresa, aquel encuentro que tuvo con Jungsuk, haciéndole tenerle hasta mayor miedo que a Jonghyun.
Ni siquiera había sido capaz de subir a ver a su mejor amigo luego de esa situación, tan solo se había deslizado por el muro hasta caer sentada, intentando procesar lo sucedido. Era un caos de emociones, pero cuando pudo reaccionar aunque sea un poco, decidió marcharse a su casa.
Jungsuk y Jonghyun estaba instalados en su cabeza, ocupando la mayoría de espacio casi sin dejarle lugar a Jungkook. Y quería más que nada sentirse feliz porque él tenía sentimientos por ella, pero no podía evitar sentir culpa porque no estaba completamente segura, ahora volvía a desconfiar, como también sentir miedo por sus hermanos.
Sabía perfectamente que debía hablar con Jonghyun, que debía decirle la verdad acerca de que, por más que lo intentó, la mayor parte de su corazón quizás seguía perteneciéndole a Jungkook porque ahora sabía quién era verdaderamente él. Quizás, luego de todo lo que le había hecho vivir, cómo había actuado, cómo la había lastimado, no debería atreverse a darle una oportunidad, pero en sus ojos veía que estaba siendo sincero.
Quería creer que esta vez no había mentiras de por medio, ni tampoco algún tipo de interés beneficioso de su parte que la hiciese sentirse utilizada.
Esta vez podrían estar juntos porque tenían sentimientos por el otro.
Y es que ahora no sabía cómo enfrentar la situación, mucho menos si era correcto confesarle a Jungkook lo que Jungsuk se había atrevido a hacer la noche anterior luego de verse con él. Al no haber podido reaccionar, tan solo se echó en su cama, ignorando las vibraciones de su celular.
Hyesoo sintió su celular vibrar en la mesa, por lo que salió de sus pensamientos para tomarlo. Al leer el nombre "Jungkook" no pudo evitar sentir un escalofrío recorrer su espina dorsal, pero aún así abrió rápidamente el mensaje.
Jungkook
Hey, ¿puedes hablarme?
Ayer no contestaste mis llamadas,
ni mis mensajes. Estoy comenzando
a preocuparme.
¿Te has arrepentido?
Por favor, dime algo, amor.
Hyesoo
Lo siento.
No me arrepentí.
Jungkook
Oh, Dios, hasta que contestas.
¿Ya has quedado en hablar con él?
Hyesoo
Aún no ha respondido mi mensaje.
Jungkook
Por favor, intenta hablar hoy con él.
Yo también lo haré. Le explicaré lo
que siento por ti, y quizás pueda
entenderme.
Hyesoo
Es lo que quiero.
Aunque no voy a mentirte,
tengo miedo, Jungkook.
Jungkook
Tranquila.
Si quieres puedes decirme dónde
se verán y yo estaré cerca para ti.
No permitiré que quiera hacerte daño.
Hyesoo
Creo que el saber que tú vas a estar
cerca me va a dejar más tranquila.
Jungkook
Entonces, allí estaré.
Ya quiero estar contigo, amor.
Una media sonrisa se dibujó en los labios de Hyesoo, olvidándose de todas las dudas que le había provocado Jungsuk, mientras sentía sus mejillas arder de tan solo pensar en volver a estar con él, lo que le hacía olvidar por completo de Jonghyun también. Aquellos dos hermanos que estaban provocando un caos en ella.
—¿Está todo bien?
Esa voz masculina la hizo sobresaltar y que bloqueara rápidamente el celular sin responder, pero al ver a su hermano, el cual tomaba asiento frente a ella, soltó un suspiro.
—Claro.
—¿Con quién hablabas? —interrogó inclinándose hacia adelante.
—Era solo Jimin —mintió intentando restarle importancia.
—Dudo que sonrías así por él.
—Ya, déjame estudiar.
—¿Puedo hacerte una pregunta?
—Depende —respondió volviendo a conectar sus miradas.
—¿Qué son Jonghyun y tú? —examinó alzando una ceja.
—¿Qué? —frunció el ceño, soltando una ligera risa histérica.
—Oh, vamos. Con papá nos hemos dado cuenta y hasta estamos felices de que estén juntos —confesó con una sonrisa—. No entendemos porqué lo ocultan.
—Cállate, Hyeongjun. No es así.
—¿Por qué? ¿Por qué sigues enamorada del idiota de Jungkook? —cuestionó con el semblante serio, provocando que ella se tensara.
—Por Dios, ¿qué cosas dices? ¿Quién se acuerda de él?
—Oh, ¿en verdad crees que no conozco a mi hermana? En el funeral no parecía que no te acordaras de él —replicó molesto—. Solo espero que no lastimes a Jonghyun por ese imbécil.
—Cállate, ¿sí?
—Papá y yo aceptamos a Jonghyun. No lo arruines —advirtió levantándose.
—Aunque sea tu amigo, tú no lo conoces
—aclaró llamando su atención.
—Claro que lo hago.
—No es tan maravilloso como tú crees.
—¿De qué hablas? —preguntó acercándose rápidamente.
Hyeongjun la observaba interrogante, y ella no sabía qué decir, por lo que agradeció cuando su celular comenzó a sonar, pero al ver que se trataba de Jonghyun, tragó con dificultad.
Decidió no responderle a su hermano, para levantarse tomando su celular y dirigirse a su habitación, escuchando cómo Hyeongjun la llamaba.
—Hey, estaba esperando saber de ti —habló intentando sonar normal.
—¿Hyesoo? —al escuchar su voz ahogada y cómo sorbía su nariz, no pudo evitar tensarse al recordar las palabras de Jungsuk.
—¿Jonghyun? ¿Estás bien?
—No...
—¿Q-qué sucede? ¿Por qué lloras?
—Te necesito.
Hyesoo al escucharlo de esa manera no dudó en tomar su bolso para salir del departamento. No le gustaba para nada saber que parecía estar mal, así que iría a verlo olvidándose por completo de lo que había quedado con Jungkook. Pues, lo único que le importaba saber en ese momento era lo que sea que estuviese afectándole a Jonghyun.
Siquiera le avisó a Jungkook durante el camino en autobús, ya que solo tenía en su cabeza a Jonghyun. Quería más que nada llegar cuanto antes, por lo que los minutos de autobús y la caminata para ella fueron una eternidad.
Su cabeza era un caos, tanto así que se olvidaba del temor que había comenzado a tenerle mientras subía las escaleras para dirigirse a su habitación siguiendo a la servidumbre. Ni siquiera pensaba en la posibilidad de encontrarse con Jungkook al estar en esa misma casa que él vivía, algo que por suerte, no sucedió.
Hyesoo le agradeció a la servidumbre, la cual se retiró y ella le dio unos toques la puerta esperando recibir alguna respuesta. Al no suceder, se atrevió a abrir la puerta, asomando su cabeza para ver si estaba Jonghyun.
En cuanto lo vio sentado en la cama cubriéndose la cabeza con los brazos, vistiendo de negro y permitiendo que se notase un poco los tatuajes en sus brazos porque se le subieron las mangas de la chaqueta, entró no muy convencida.
A paso cauteloso se acercó a él que levantó la cabeza conectando sus miradas. Hyesoo sintió su corazón encogerse al ver sus ojos hinchados y enrojecidos, por lo que se sentó en frente, sorprendiéndose al ver una marca en su pómulo izquierdo.
—Jonghyun, ¿quién te lastimó? —preguntó preocupada, llevando la mano a su mejilla para pasar el pulgar por debajo de la marca.
—Jungsuk —respondió por lo bajo en un murmuro casi inaudible, provocando que ella se estremeciera.
—¡¿Jungsuk?! —repitió asombrada—. ¿Cuándo? ¿Por qué?
—Ayer...
—¡¿Fue ayer y no me dijiste nada?! ¡¿Por qué?!
—¿E-en qué momento se jodió todo entre los tres, Hyesoo? —preguntó con la voz rota—. Nunca... Nunca antes por más molestos que estuviésemos nos atrevimos a golpearnos, y ahora... Ahora Jungsuk se atrevió a golpearme y a decirme que quiere matarme.
Ella abrió los ojos a la par por la sorpresa y temor mientras que Jonghyun tenía sus ojos cristalinos, expresando el dolor tan grande que sentía. Él la miraba desesperado, buscando algo que le hiciese sentirse en calma, por lo que ella no dudó en envolverlo con sus brazos sintiendo cómo apoyaba la cabeza en su pecho.
—¿Por qué no me dijiste ayer por lo que estabas pasando, Jonghyun? —preguntó desconcertada, acariciando su cabello rizado mientras él llevaba una de las manos a su brazo.
—No quería cargarte aún más con esto porque ya tenías suficiente con lo que sucedió entre nosotros antes.
—No digas eso. No lo harás.
—Ahora no sé quiénes son —pronunció con un hilo de voz—. Solo quiero volver a tener la relación de antes, volver a poder a confiar y no sentirme tan lastimado por ellos.
—Van a poder resolverlo...
—No —musitó interrumpiéndola—. Me siento completamente solo sin ellos. Tú no me dejes, por favor. Eres todo lo que tengo y la única persona en la que puedo confiar, Hyesoo.
Al escucharlo y sentir cómo se aferraba a ella con fuerza, era capaz de quedarse así horas, días, sabiendo que Jonghyun así ya no era más lastimado y podía estar un poco en paz. Pero un nudo se formó en su garganta al recordar lo que había hablado con Jungkook.
Pues, se suponía que debía estar hablándole sobre sus sentimientos, sobre terminar, pero al contrario, estaba abrazándolo y buscando la manera de que se calmara mientras su corazón se estrujaba.
Y es que por más que intentase reprimirlo, concentrándose en lo que fue capaz de hacerle a Haesun, sus sentimientos por Jonghyun seguían estando, aunque quizás no tan vivos como antes como para elegirlo sobre Jungkook.
(...)
Jungsuk entró al departamento de Jimin, sintiendo sus latidos acelerados y cómo se le dificultaba respirar, mientras que el rubio dejó el libro que estaba leyendo recostado en el sofá. Se levantó rápidamente con una gran sonrisa en su rostro al verlo, para así acercarse a él.
Pues, la noche anterior luego de que saliese alterado, Jimin intentó llamarlo una y otra vez, recibiendo a la medianoche un mensaje de su parte que le informaba que no quería que estuvieran mal, pero que no volvería porque se había reencontrado con sus viejos amigos del instituto, así que se quedaría en la casa de uno de ellos. Eso había hecho sonreír al rubio porque creyó que su relación se había arruinado, pero luego de eso sintió que era algo bueno que tuviera amigos, que viera que no estaba completamente solo, así que solo le contestó que tampoco quería estar mal y que disfrutara.
Había esperado otra respuesta de su parte, pero eso no sucedió e intentó sentirse tranquilo de todas maneras, y no seguir sobrepensando, dañándose él mismo por la ansiedad que le generaba el no sentir seguridad de parte de Jungsuk.
—Hasta que vuelves. Cuéntame cómo la pasaste, bonito —pidió animado con la intención de acercarse para juntar sus labios, pero este no se lo permitió al tomarlo de los brazos, lo cual le desconcertó—. Hey, ¿qué sucede? ¿Por qué no me dejas darte un beso?
—Solo... Estoy agotado. Déjame darme un baño y te daré todo el cariño que quieras —respondió sin siquiera mirarlo para seguir su camino a la habitación.
—¿Estás bien, Jungsuk? —preguntó preocupado siguiéndolo—. Si es por lo que sucedió anoche, yo...
—No. Estamos bien —aclaró por lo bajo, intentando ignorar el nudo en su garganta.
—No veré a Eunwoo —mencionó provocando que cerrara los ojos con fuerza—. Quiero estar bien contigo. Quiero darte la seguridad que necesitas. Te demostraré que mi amor por ti es verdadero y no planeo jamás hacerte daño, ¿sí?
—E-está bien. Solo... olvidémonos de eso —dijo en un murmuro casi inaudible, para luego comenzar a buscar su ropa en el armario que ahora compartía con el rubio.
Cuando luego de discutir por Eunwoo, el pelinegro se marchó, había logrado que Jimin sintiese la ansiedad a flor de piel, por lo que lo llamó una y otra vez con miedo de que pudiese traicionarlo.
Y al ahora tenerlo allí con él podría haberse relajado por completo, pero seguía notando que algo no iba para nada bien al volver a verlo, hasta notaba que parecía aun peor que ayer.
—¿Estás bien?
—Estoy bien...
—No me mientas.
Jungsuk soltó un suspiro de frustración, para acercarse a él y depositar un beso en su mejilla, lo que hizo que Jimin lo mirase algo sorprendido.
—Estoy bien —aseguró con una media sonrisa, pero él podía ver sus ojos enrojecidos e hinchados—. Iré a darme una ducha rápida.
El rubio asintió deseando poder creer en sus palabras, aunque ese beso lo había ayudado a que se relajara un poco, mientras que Jungsuk cerraba los ojos con fuerza por un momento y se quitaba la chaqueta para dejarla en la cama.
Una vez que estaba en el baño y el agua recorría su cuerpo desnudo, sintió cómo el nudo en su garganta lo asfixiaba. Aparecieron nuevamente los recuerdos sobre lo que había hecho, y solo podía sentir asco de sí mismo al darse cuenta de que, después de todo, se atrevió a hacerlo. Había sido tanto el asco que sintió por sí mismo que decidió pasar la noche en un hotel donde no dudó pasar a bañarse apenas entró a la habitación.
Los minutos comenzaron a pasar mientras Jungsuk intentaba no romper en llanto por el asco que sentía por si mismo y la gran culpa por Jimin. Se decía que no lo había hecho porque quiso sino porque era la única manera de conseguir ese video, ya que a Matthew no solo le interesó el dinero que iba a darle a cambio.
Mientras tanto, Jimin volvió a la habitación ya sin poder ignorar lo que estaba sintiendo. Algo no estaba yendo bien, y lo sabía perfectamente, por lo que su curiosidad estaba ganándole.
Quería estar allí para así enfrentar a su novio, esta vez no quedándose solamente con un beso que pudiese darle. Pero antes de que Jungsuk pudiese salir del baño, escuchó su celular vibrar en el bolsillo de la chaqueta que se había quitado y dejado en la cama.
Eso llamó por completo la atención de aquel rubio que giró a verlo, tragando con dificultad ante los pensamientos que comenzaban a invadir su cabeza, diciéndose que no era para nada correcto porque no llegaba a desconfiar de esa manera.
Un suspiró escapó de sus labios y decidió seguir su impulso, acercándose para sacar celular del bolsillo, tomándolo con las manos temblorosas. Recordaba perfectamente la contraseña que tenía ya que lo había visto colocarla una y otra vez. Mordió su labio inferior con fuerza decidiendo dejar sus nervios de lado, por lo que observó la puerta del baño por un momento, para luego desbloquear el celular.
Primero se desconcertó al ver que tenía llamadas perdidas de su madre, pero luego sintió cómo un escalofrío recorría su espina dorsal al ver que además de que tenía mensajes de un número que no conocía, también tenía de Aeri. Su corazón se encogió al pensar en lo que estaba escondiéndole, y más al leer que ella parecía querer volver a verlo.
¿Acaso se habían visto y él jamás se lo confesó? ¿Cuándo había sido? ¿Por qué no se lo dijo? Su cabeza comenzaba a crear escenarios imaginarios de ellos dos juntos, causando que su corazón diese un vuelco.
A Jimin se le dificultaba respirar, pero aún así entró al último mensaje que recibió de aquel número que no conocía.
Desconocido
¿Sabes? No puedo sacar de mi
cabeza lo bien que te sentías y
lo lindo que te veías con tu boca
llena.
Mañana te llamaré para que pueda
entregarte lo que tanto quieres, muñequito. Lo tienes más que merecido.
Jimin no solo sentía su corazón acelerarse, también parecía estarlo haciendo su cuerpo. Su pecho estaba contrayéndose llegando a doler mientras su estómago se revolvía completamente, y temblaba de impotencia con su visión volviéndose nublada a causa de las lágrimas acumuladas.
Aun sintiéndose así, dejó rápidamente el celular para abrir las puertas del armario. Respiraba con dificultad y sentía cómo ya no podía seguir reteniendo las lágrimas, mientras sacaba bruscamente la ropa de Jungsuk para meterla en el bolso.
Era tanta la rabia, el dolor, el rencor, que quería soltar un grito porque sentía que era la única manera de liberarse un poco, pero estaba haciendo hasta lo imposible para no romper en llanto aunque las lágrimas brotaban sin parar.
Cuando la puerta del baño se abrió, Jimin se sintió estremecer, pero siguió metiendo su ropa en aquel bolso, lo que desconcertó por completo a Jungsuk.
Tenía su cabello húmedo, encontrándose vestido y con sus ojos enrojecidos al no haber podido reprimir el llanto. Al salir jamás imaginó que vería histérico a su novio, sacando su ropa para meterla en el bolso, por lo que arrugó el rostro.
—¿Cariño? ¿Qué haces con mi ropa? —preguntó acercándose de manera insegura.
—¿Cariño? —repitió amargo, intentando cerrar el bolso, pero la ropa sobresalía por la forma desordenada en que la acomodó—. ¡Carajo!
—¡¿Qué haces, Jimin?! —alzó la voz confundido, intentando quitarle el bolso, pero el rubio lo empujó histérico.
—¡No te acerques a mí! —ordenó enfurecido.
—¿Qué carajos te sucede? —arrugó el rostro. Jimin soltó un gritó de frustración al no poder cerrarlo por completo, pero acabó tirándolo en los pies de Jungsuk, el cual lo miraba indignado.
—Ahí tienes tus porquerías. Lárgate de mi departamento —exigió queriendo sonar lo más calmado posible, aunque su voz salió entrecortada por su respiración pesada.
—¿Qué? —preguntó en un murmuro casi inaudible, pero Jimin salió de la habitación.
Completamente confundido tomó su bolso y al ver su celular en la cama, abrió los ojos a la par sintiendo cómo sus latidos se aceleraban, por lo que lo tomó rápidamente. No era capaz de salir de aquella habitación al pensar que Jimin había sido capaz de revisarlo, porque si era así, entonces, todo tendría sentido.
Tragó con dificultad intentando dejar su miedo de lado y tener esperanzas de que no sabía absolutamente nada, para así salir de la habitación. Pero al verlo a un lado del sofá, cubriéndose el rostro con una de las manos mientras intentaba inhalar y exhalar para no romper en llanto, sintió su corazón encogerse.
—J-Jimin...—su voz salió apenas audible y temblorosa.
—Eres la peor porquería que se ha cruzado en mi camino —dijo con un hilo de voz—. ¡Eres un maldito miserable!
Jungsuk toda su vida había recibido todo tipo de comentarios que habían llegado a afectarle. Y en el último tiempo jamás se creyó que también los recibiría de sus hermanos, lo cual le dolió, principalmente, por parte de Jonghyun, pero el dolor que llegó a sentir no podía siquiera compararse con el que estaba sintiendo ahora al ser Jimin quién escupiera esas palabras.
Se estaba dando cuenta de que esas personas eran irrelevantes a comparación del rubio, porque escucharlas de su boca estaba rompiendo su corazón en mil pedazos.
Esas palabras estaban terminando de destruir todo su ser, porque era la única persona que siempre había visto lo bueno en él, que lo había valorado, y había cuidado su corazón sin importar todo lo que intentaba ocultar.
—No digas eso. Mírame, por favor...
—No puedo.
—Mírame, Jimin.
—No puedo mirarte sin sentir asco, Jungsuk —masculló girando a verlo con su rostro enrojecido y empapado de lágrimas, mientras que el pelinegro sentía su labio inferior temblar por el llanto retenido—. Quiero que te largues de aquí.
—N-no tengo a dónde ir —recalcó con la voz ahogada, y el rubio soltó una risa cínica.
—Tienes dinero...
—No quiero estar solo —replicó entre lágrimas.
—Quizás... Podrías ir con quien te atreviste a chupársela. O con Aeri, Jungsuk —al notar cómo este se tensó, negó con la cabeza mirándolo indignado—. Lárgate de una vez. No me interesa dónde.
—N-no. No me hagas esto, por favor —pidió con voz ahogada, dejando caer el bolso.
—¡Lárgate, Jungsuk!
—¡No! ¡Yo estoy enamorado de ti! —alzó la voz sintiéndose desesperado, acercándose para tomarlo de los brazos, pero él forcejeó—. ¡No me trates así! ¡Quiero estar contigo!
—¡Aléjate de mí! ¡No me toques! —gritó enfurecido, logrando soltarse bruscamente, para luego abofetearlo tan fuerte que provocó que Jungsuk girara la cabeza—. ¡No vuelvas a tocarme, Jungsuk!
—J-Jimin...—musitó dolido, llevando la mano temblorosa a su mejilla enrojecida que sentía arder.
—Vete de una vez —ordenó intentando no sentirse afectado por lo que fue capaz de hacer, aunque notaba cómo sus lágrimas brotaban más que antes.
—No me hagas esto. Escúchame...
—¡Carajo! ¡Vete, por favor! —pidió ya sin poder soportarlo más, tomando su bolso para dirigirse rápidamente hacia la puerta.
—¡Jimin! —alzó la voz frustrado, mientras este abría la puerta para tirar el bolso.
—¡Vete!
—Necesito que me escuches...
—Solo quiero que te largues —masculló acercándose a él que daba un paso hacia atrás con temor, pero lo tomó bruscamente del brazo para obligarlo a caminar hacia la puerta, ejerciendo fuerza—. ¡Vete de una vez!
—¡Basta, Jimin! ¡Por favor, detente! —suplicó ahogando sus sollozos, siendo casi arrastrado por él.
—No quiero volver a saber de ti en mi vida, Jungsuk —escupió al lograr sacarlo de su departamento—. Ya no permitiré que vuelvas a joderme.
—Jimin...
El rubio no fue capaz de dejarlo terminar de hablar porque dio un portazo, para luego colocarle llave. Apoyó su espalda en la puerta, deslizándose hasta llegar al suelo, cerrando los ojos con fuerza mientras rompía en un llanto desconsolado al sentir cómo el dolor lo envolvía por completo.
No era capaz de procesar cómo era que pasaron de estar en su mejor momento porque Jungsuk ya no le importaba lo que pensaran los demás, ya no le importaba mostrar que estaba junto a él "perdidamente enamorado", a ahora descubrir que lo había engañado.
Su cabeza era un caos y más al pensar que no era solamente con aquel desconocido, sino que había vuelto a verse con Aeri, a pesar de la manera en que hablaba de ella por estar con Jungkook.
Tan solo quería olvidarse de todo lo que había vivido a su lado, porque estaba completamente arrepentido de haberse querido acercar a él. Estaba arrepentido de haber sentido pena porque nadie quería acercársele y hablaban de él.
Estaba arrepentido de haberle dado otra oportunidad más. Estaba arrepentido de haber dejado entrar a su vida a Jeon Jungsuk, porque solo se la había jodido con sus mentiras, con sus engaños, haciéndole creer que era una víctima.
—¡Por favor, perdóname! —escuchó sollozar a Jungsuk, detrás de la puerta, lo que hizo que su llanto empeorara—. ¡Tienes que escucharme! ¡Te amo, Jimin!
—¡¿Cómo puedes decir eso?! —preguntó dolido—. ¡Quien ama, no lastima, Jungsuk! ¡Tú no sabes lo que es amar! ¡Tú solo sabes engañar a las personas!
—¡Tuve que hacerlo, pero eso no quita que te amo!
—¡¿Tuviste que engañarme?! —soltó una risotada cínica entre lágrimas—. ¡¿Te pusieron una jodida arma en la cabeza para que lo hicieras?!
—No —respondió sollozando, deslizándose al igual que el rubio hizo anteriormente.
—¡Por favor, vete!
—¡Pero tienes que escucharme!
—¡Jamás volveré a tu lado! ¡Solo siento asco por ti, Jungsuk! —expresó cubriéndose el rostro con ambas manos mientras sollozaba por lo alto—. ¡Déjame en paz, por favor! ¡Solo vete, por favor, Jungsuk!
El pelinegro sollozaba con su frente apoyada en la puerta, al igual que sus manos, deseando poder traspasarla para llegar al rubio. Quería más que nada que pudiese comprenderlo como siempre lo había hecho, pese a sus secretos y lo complicado que podía llegar a ser. Pero al escucharlo de esa manera, sentía cómo su corazón se rompía por completo al darse cuenta de que, esta vez, ya no había solución.
Jimin jamás volvería a darle otra oportunidad porque realmente lo había jodido. Y eso lo llenaba de rabia.
No podía evitar imaginarlo con alguien más, pensar en que antes de él estuvo con Eunwoo, y quizás, Jimin estaba usando esa excusa para poder irse con él.
—Esto es perfecto para ti, ¿verdad?
—¡¿De qué hablas, Jungsuk?! —preguntó frustrado.
—¡Tú esperabas que lo arruinara para poder irte con otro! Es Eunwoo, ¿verdad? —inquirió molesto—. ¡Se trata de ese imbécil! ¡Por eso te escribió!
—¡Estás mal, Jungsuk! ¡Tan solo vete!
—¡Eres una porquería tú también! —gritó golpeando la puerta, provocando que Jimin soltara un grito ahogado por el susto—. ¡Si no quieres volver, está bien! ¡Pero luego no te arrepientas!
Jungsuk se levantó rápidamente acomodando su ropa para tomar su bolso, mientras sus facciones se encontraban endurecidas y las lágrimas seguían brotando.
—¡Púdrete, Jimin! —escupió enfurecido, golpeando nuevamente la puerta con su mano abierta—. ¡¿Me escuchas? ¡Púdrete!
(...)
Jungsuk se dirigió a su coche, tirando el bolso a un lado, sacando el celular del bolsillo de su chaqueta para poder saber qué era lo que logró ver Jimin. En cuanto leyó aquel mensaje que recibió de Matthew, rompió en llanto sintiendo su sangre hervir por la rabia, por lo que empezó a golpear el volante una y otra vez. Gritaba buscando liberarse porque hasta sentía su pecho arder y se le dificultaba respirar como también pensar. Estaba seguro de que explotaría en cualquier momento, pero detuvo sus golpes intentando recuperar el aliento, cerrando los ojos por un momento. Se decía que debía pensar con tranquilidad porque ahora tan solo necesitaba saber a dónde podría ir.
Volvió a tomar su celular que había dejado en sus piernas y vio el contacto de Aeri, tres mensaje sin abrir, pero que podía leerse que ya se vieron anteriormente, y eso hacía que comprendiera porqué Jimin había desconfiado de ella.
Aeri
¿Qué sucedió con el vídeo?
¿Lo tienes?
¿Podemos vernos otra vez?
Jungsuk decidió no responderle aquellos mensajes, simplemente, encendió el motor para comenzar a conducir hacia su departamento. Durante el camino seguía intentando mantener la calma y no perderse en los recuerdos de lo sucedido hacía apenas unos minutos, aunque el hecho de pensar en que ya no tendría a Jimin, lo estaba matando aún más por dentro.
Una vez que se encontraba frente a la puerta del edificio, dio unos toques, esperando ansioso que le abriera. Bastaron unos segundos para que pudiese ver la cabeza de Aeri asomarse al abrir la puerta. Llevaba su cabello oscuro y liso algo húmedo, una camiseta blanca holgada y un pantalón de algodón gris.
—No respondiste mis mensajes, así qué creí...
—Estaba intentando resolver una situación —explicó entrando al departamento.
Sentía la intensa mirada de Aeri y sabía perfectamente que debía ser por sus ojos hinchados y enrojecidos, al igual que sus mejillas y nariz por el llanto desconsolado de minutos atrás. Eso era una situación que no pensaba contarle para nada, ya que para eso debía explicarle lo que tuvo con Jimin, y no estaba dispuesto.
—¿Y bien? ¿Tienes la grabación? —preguntó curiosa.
—Aún no, pero quizás mañana lo vea para que me la entregue.
—¿Cómo hiciste para convencerlo? —arrugó ligeramente la frente.
—¿Eso importa? —alzó una ceja mientras se acercaba más a ella, la cual levantó la cabeza para mirarlo—. Lo único importante aquí es que hundiremos a Jungkook.
—Y a Hyesoo —recalcó por lo que este soltó una risa amarga.
—La odias porque deseas más que nada ser ella, ¿verdad?
—No entiendo porqué Jungkook tiene sentimientos por ella si es una perra que se metió con su hermano.
—Tú no eres muy diferente —murmuró llevando la mano a su mejilla, sintiendo cómo se estremecía ante su tacto.
—Es distinto. Yo confundí mis sentimientos mientras ella solamente utiliza a Jonghyun por venganza —aclaró molesta—. Yo no soy cómo ella.
—Tienes razón. No eres cómo ella.
Jungsuk observaba sus orbes oscuros y, por primera vez, parecían idénticos a los que tuvo la persona que hizo arder su corazón. Podía ver aquella perversidad que tanto había anhelado, sintiendo cómo encendía su corazón tanto como su cuerpo, olvidándose por completo de todo lo demás.
Aeri podía ver cómo su mirada se oscurecía, y en estos podía notarse un brillo de lujuria que hizo que se acercara inconscientemente más a él, sintiendo cómo su tibia respiración chocaba contra su rostro.
Jungsuk, en ese momento, decidió seguir aquel impulso que comenzó a nacer en cuánto conectó sus miradas. Estampó sus labios sobre los de ella, sorprendiéndose al ser rápidamente correspondido.
Aeri le dio acceso a su boca, por lo que este la recorría con la lengua acariciando su paladar mientras la apegaba más a él, permitiéndole que sintiese su calor corporal. Ella hizo un sonido involuntario con su garganta, llevando los brazos alrededor de sus hombros, por lo que él pasó las manos por sus muslos, haciéndolas enrollar en su cadera para así comenzar a caminar hacia la habitación.
(...)
Hyesoo observaba a Jonghyun dormir, cómo sus facciones estaban relajadas, sus mejillas y nariz sonrosadas por el llanto de varios minutos atrás. Estaba algo afectada por esa razón porque no sabía cómo podría ayudarlo, y más que nada por seguir a su lado aún cuando no correspondía por completo a sus sentimientos por el temor que le tenía.
No sabía cómo podría decírselo a Jungkook, ya que él esperaba que en cuanto hablaran le confirmara que ya había terminado lo suyo con Jonghyun. Pero es que el escucharlo pedirle que no lo dejase en ese momento porque la necesitaba más que nunca, había provocado que sintiese su corazón estrujarse y que diese marcha atrás.
Soltó un suspiro de frustración y lentamente comenzó a sacar su brazo de debajo de su cabeza, ya que este había hecho que lo abrazara porque realmente sentía que lo necesitaba. Cautelosamente se levantó para así salir de su habitación, porque tan solo quería volver a su casa y pensar en alguna manera de darle un final a lo que tenían sin romper su corazón o sentir culpa al respecto.
Hyesoo bajó rápidamente las escaleras sintiendo su celular vibrar, por lo que lo sacó del bolsillo de su chaqueta leyendo el nombre "Jimin". Quiso atender rápidamente porque se le hacía algo extraño recibir una llamada de su parte siendo de noche, pero cuando estuvo por hacerlo, una voz masculina la sorprendió.
—Buenas noches.
Ella al levantar la cabeza y encontrarse con Jeon Jaewook que llevaba un traje café, el cabello con gel echado hacia atrás, y el maletín en su mano, sintió estremecerse, por lo que tragó con dificultad.
—B-buenas noches.
—¿Qué haces en mi casa? —examinó alzando una ceja, acercándose más a ella.
—J-Jonghyun me llamó, pero... Pero estoy por mar...
—Escucha... Hyesoo, ¿verdad? —arrugó levemente la frente, y ella asintió rápidamente—. El hecho de que tu padre trabaje en mi Empresa...
—Papá, basta —intervino otra voz masculina que provocó que ella volteara encontrándose con Jungkook. Este se acercó rápidamente sin apartar la mirada de Jaewook, el cual endureció sus facciones.
—¿Vas a defenderla?
—A Jonghyun no va a agradarle para nada saber que no la estás tratando bien —recalcó con una sonrisa amarga—. Y a mí tampoco me agrada.
—¿Es en serio?
—Ella ya se va, así que relájate —habló dirigiéndose hacia la salida, pero al notar que Hyesoo no lo seguía, volteó a verla—. Vamos. Te llevaré a tu departamento.
Hyesoo observó nerviosa a Jaewook, para luego hacer reverencia y seguir rápidamente a Jungkook, sintiendo la intensa mirada del hombre sobre ellos. Lo menos que quería era desagradarle, pero sabía perfectamente que jamás la aceptaría, ya que recordaba las palabras de Jungkook.
Se sentía demasiado aliviada de que él intervino porque sabía que si llegaba a escuchar lo que tenía para decir, solo llegaría a afectarle demasiado.
Hyesoo se subió al coche de Jungkook, el cual encendió rápidamente el motor para así comenzar a conducir. Ambos sentían cómo una tensión aparecía, pero ninguno decía alguna palabra hasta que este aparcó el coche sorpresivamente, logrando desconcertar a la castaña que giró a verlo con la frente arrugada ligeramente.
—¿Qué...?
La fémina no logró terminar de hablar cuando sintió cómo este estampaba sus labios sobre los de ella. Quería poder ser capaz de separarlo para así decirle lo que sucedió con Jonghyun, pero al tratarse de él, era completamente débil, por lo que al contrario, pasó los brazos sobre sus anchos hombros.
Llevó una de las manos a su nuca profundizando aún más el beso, sintiendo su lengua pasar sobre la suya, y cómo un cosquilleo recorría su vientre.
Hyesoo le succionó y mordió el labio inferior, provocando que Jungkook gruñera sobre sus labios, apretando el agarre de su cintura.
—Le terminaste, ¿verdad? —preguntó con la respiración pesada y rozando sus labios—. Dime que ya eres completamente mía, amor.
—Era lo que quería hacer —confesó provocando que este se separara, arrugando levemente la frente—. Fui con esa intención, pero él no estaba bien.
—¿Qué?
—Jonghyun estaba demasiado mal, y me pidió que no lo dejara ahora que me necesita...
—Hyesoo...
Jungkook quiso seguir hablando, pero el celular de ella empezó a sonar, llamando rápidamente la atención de ambos, por lo que al observar que se trataba nuevamente de Jimin, la curiosidad volvió a la fémina.
—Lo siento. Déjame contestar, ¿sí?
—Está bien. Hazlo.
Este inhaló y exhaló intentando mantener la calma, ya que sabía que debía tener una buena explicación porque no quería pensar que ella podría llegar a estar confundida. La vio llevar el celular a su oreja para responder, por lo que al ver su otra mano libre en su muslo, decidió colocar la suya encima para hacerle saber que no estaba molesto, notando cómo se relajaba.
Todo estaba más que bien para la fémina, hasta que escuchó la voz de su mejor amigo que le permitió saber que estaba histérico y llorando, por lo que le pidió a Jungkook que la llevase a su departamento. Este al darse cuenta de lo alterada que estaba, decidió obedecer rápidamente, aunque quería poder continuar su conversación con ella.
Cuando Hyesoo le dijo que Jungsuk tenía que ver con el hecho de que Jimin se encontrase tan mal, él no dudó en bajar junto a ella para así enterarse qué había ocurrido. La fémina por un momento lo dudó, pero sabía que Jungkook y Jimin ya no parecían llevarse fatal, y confiaba en él, por lo que se lo permitió.
Al llegar al departamento, ella le dio toques a la puerta una y otra vez hasta que Jimin la abrió. Al verlo con su rostro enrojecido y empapado de lágrimas, no dudó en envolverlo en sus brazos, sintiendo cómo se aferraba a ella en un llanto desconsolado sin prestarle atención para nada a Jungkook que entró cerrando la puerta tras su espalda.
Este no podía creerse para nada la manera que estaba derrumbándose Jimin por culpa de su hermano, por lo que eso despertaba más su curiosidad.
Cuando el rubio logró calmarse un poco, los tres se sentaron en los sofás, Hyesoo y Jimin juntos, ella acariciando su espalda mientras este aún temblaba. Y Jungkook que había decidido prepararle un té, se encontraba en el de a un lado observándolos atento.
—N-no sé si... Debería...—su voz salió débil y temblorosa, mirando por un momento a Jungkook.
—Jamás volveremos a estar bien, Jimin.
—Podemos confiar en él —aseguró con suavidad, Hyesoo. Este la observó no muy convencido, pero ella le regaló una sonrisa tranquilizadora—. Dime qué sucedió. ¿Qué te ha hecho ese idiota?
—Jungsuk es la peor basura con la que me he topado —sollozó cubriéndose por un momento el rostro, sorprendiendo a Hyesoo que abrió los ojos a la par por un momento—. Me engañó. Me engañó con absolutamente todo. Él siquiera me amó cómo decía.
—¿Qué? ¿De qué hablas? ¿Cómo que te engañó con todo? —preguntó rápidamente, tensándose al recordar el beso.
—Descubrí... Descubrí unos mensajes. Estuvo con otro hombre... Y no solamente con él —sorbió su nariz a la vez que observaba a Jungkook, el cual se inclinó hacia adelante, observándolo como si no pudiera creérselo. Mientras tanto, Hyesoo tragó con dificultad, rogando que no haya dicho nada sobre su beso—. También... También creo que con Aeri.
—¿Qué? ¿Con Aeri? —repitió riendo cínico—. Eso es imposible, Jimin. Debes estar equivocado.
—No...
—Aeri le tiene miedo —aclaró rápidamente, ganándose la atención de Hyesoo—. Jungsuk se comportaba cómo un maldito obsesionado con Aeri. Además, ella... ella está enamorada de mí —desvió la mirada por un momento con algo de nervios al sentir aún más intensa de la castaña—. Pasaron algunas cosas, así que...
—Pues, eso no importa en absoluto, Jungkook —se encogió de hombros, riendo histérico—. Tenía mensajes sobre ella para que vuelvan a verse.
—Debes estar mal...
—Ya, ¿qué te ha dicho él? ¿Al menos tenía alguna excusa? —indagó desconcertada.
—Me dijo que tuvo que hacerlo —contestó volviendo a sollozar.
—¿Qué rayos...?
—¡No lo entiendo! ¡No entiendo con quién he estado todo este tiempo! —alzó la voz frustrado—. Y es que yo noté que había dejado de ser el Jungsuk que me enamoró, pero... Pero aún así, continué con él. Debí haberlo dejado cuando supe de Haesun, o... En el momento en que Jonghyun vino a enfrentarlo.
Jimin pensaba en todas las situaciones que le hicieron saber que Jungsuk era capaz de tener secretos oscuros. Secretos que jamás tendría alguien cómo él antes veía al pelinegro. Pero aun así, decidió seguir cegándose, creyendo que tan solo fueron unos errores de los que se encontraba completamente arrepentido, y ahora comenzaba a creer que siquiera conocía lo que era la culpa y el arrepentimiento.
Jungsuk, en realidad, no era una persona realmente buena. Tan solo le gustaba enredar a las personas. O de eso ahora estaba seguro Jimin.
—¿Jonghyun lo enfrentó? —preguntó asombrado y este asintió—. ¿Cuándo?
—Ayer vino aquí para hacerlo.
—Pero... Pero ¿por qué lo haría? ¿Qué sucedió entre ellos?
—No lo sé, pero cuando los vi, Jungsuk parecía realmente molesto. No dejaba de gritarle y creo que... Era capaz de cualquier locura.
—No puede ser. Jungsuk no es así...
—Pues, yo puedo confirmarlo —intervino desconcertándolo, Hyesoo.
—¿Tú lo sabías y no me contaste nada? —examinó arrugando ligeramente la frente, y ella asintió—. ¿Por qué no me lo dijiste?
—Porque esto me lo ha dicho hoy. Por esa razón fui a verlo.
—¿Qué rayos sucedió entre ellos?
—Jonghyun fue a enfrentarlo por Haesun. Él... Él sospechaba de ellos —explicó notando cómo este se tensaba—. También de ti, Jungkook.
Eso llamó por completo su atención, provocando que sintiese cómo la sangre parecía abandonar su cuerpo por un momento. Hyesoo tanto como Jimin, pudieron notar cómo él pareció palidecer mientras apretaba sus manos, lo que hizo que el rubio observara a la castaña.
—No deberíamos estar hablando de esto con él. Al igual que Jungsuk...
—Yo no fui amante de Haesun, Jimin —aclaró intentando mantener la calma—. Estaba enamorado de ella, pero jamás sucedió algo entre nosotros.
—¿Tú le crees? —preguntó girando a ver a su amiga, la cual asintió no muy convencida, presionando los labios. Jungkook pudo notar rápidamente que no parecía creerle como el día anterior, por lo que decidió hablar.
—Yo quería más que nada que ella pudiese corresponderme porque me enamoré desde antes de que se la presentara a Jonghyun, sin pensar en absoluto que él podría enamorarse y me la quitaría —explicó tenso—. Siempre supe que ella no le era fiel, que había dejado de importarle Jonghyun porque jamás estuvo realmente enamorada. Y yo estaba tan enamorado que... Aunque fuese su novia, intentaba buscar la manera de que me correspondiera, pero también sabía que había alguien más —sonrió amargo observándolos por un momento, notando lo atentos que estaban a sus palabras—. La noche que sucedió todo... Descubrí que ella era amante de Jungsuk. Haesun estaba perdidamente enamorada de él —confesó dolido—. Jungsuk lo había logrado sin siquiera intentarlo, algo que Jonghyun y yo jamás pudimos por más que hacíamos todo por ella.
—¿Q-qué carajos? ¿Cómo lo descubriste ese día? ¿Qué fue lo que sucedió?
—Ese día me encontraba realmente agotado porque ya no estaba pudiendo más con la situación. Esos últimos días parecía estar todo el tiempo perseguida, asustada, y yo quería poder ayudarla, pero no me lo permitía. Por más que lo intentaba solo me llevaba insultos de su parte, y lo entiendo, llegué a ser... Invasivo —suspiró con la mirada perdida como si estuviese recordando—. En verdad en ese momento quería poder ayudarla porque me preocupaba, pero no me dejó saber lo que podría estar sucediendo. Y cómo pasaba últimamente, Haesun desapareció durante el día. Intenté comunicarme una y otra vez, así como Jonghyun, pero ¿saben qué es lo que me pareció sospechoso? —alzó una ceja, observando a ambos que lo escuchaban con atención—. Que por primera vez me di cuenta que no era la única que había desaparecido. Jungsuk también lo hizo.
—¿Cómo no te diste cuenta antes? —indagó confundido, Jimin.
—Porque Jungsuk solía decir que estaría con sus amigos. Los únicos que tenía del instituto —respondió provocando que Jimin comenzara a creer en él y sintiese su corazón dar un vuelco al darse cuenta de que utilizó la misma mentira con él.
—¿Y no era verdad?
—Me encontré con ellos en la mañana, y les pregunté porqué no estaban con Jungsuk. Me confesaron que llevaban tiempo sin saber de él —soltó una risa amarga—. Y es que cada vez que ambos desaparecían, uno de ellos lo hacía horas antes, y volvían hasta días diferentes. Con Jonghyun confiábamos en que él estaba con sus amigos. No podríamos desconfiar del tonto Jungsuk —explicó encogiéndose de hombros—. Hasta que esa noche al ya no poder más porque Haesun estaba volviéndome loco, decidí ir a la cabaña porque necesitaba estar solo, pero jamás me esperé ver el coche de Haesun allí. Tan solo Jonghyun, Jungsuk y yo teníamos las llaves.
—Quizás... Ella se robó la de Jonghyun...
—No. Ojalá hubiese sido así —murmuró con una risa amarga.
—¿Qué hiciste? —indagó Hyesoo.
—No me atreví a entrar. No me atreví a saber si lo que sospechaba era cierto —respondió pasando las manos por su rostro, sintiéndose frustrado—. Tan solo me fui.
Jimin y Hyesoo se observaban por momentos al escuchar lo que estaba confesándole Jungkook, notando perfectamente que no sabían si creer del todo en sus palabras. El pelinegro siquiera parecía notar eso, ya que mientras hablaba se perdía en los recuerdos, tensándose por momentos como si estuviese reviviéndolos.
Hyesoo parecía creer en él más que Jimin, pero ¿las palabras que salían de su boca eran realmente ciertas?
El rubio ya no sabía si alguno de los trillizos podía llegar a ser confiable, porque no había hecho más que descubrir mentiras y engaños del hermano que parecía ser el único de buen corazón.
¿Acaso se había equivocado tanto que el que creía que era el peor de los tres, resultaba ser en el que, en realidad, podía confiar?
—Yo no hice bien...
—¿Q-qué fue lo que hiciste? —preguntó tenso, Jimin.
—Le pedí ayuda a Taehyung —respondió mirándolos con arrepentimiento—. No toleraba la idea de que Jungsuk haya conseguido lo que yo no —murmuró con los ojos cristalinos—. Yo envié a Jonghyun a esa cabaña, haciéndole saber que Haesun podría estar engañándolo.
—¿Qué...?
—Cuando reaccioné a lo que hice, intenté comunicarme con ambos, pero cuando llegué a la cabaña... Era muy tarde —confesó pasando las manos por su rostro, cerrando los ojos con fuerza, pareciendo afectado—. Y lo peor es que... Decidí callarme. Decidí guardarle el secreto a Jungsuk, porque... Porque sentía culpa.
—Entonces, ¿él también me mintió en eso? —examinó desesperado—. Él en realidad estuvo allí cuando sucedió eso...
—Sí.
—¡¿Por qué no hizo nada?! ¡¿Por qué no ayudó a Haesun?! —cuestionó alterada.
—No lo sé. Yo...No lo sé —respondió con un hilo de voz mientras negaba con la cabeza.
Jimin estaba histérico, intentando procesar todo lo que había escuchado mientras que Hyesoo parecía perderse en sus pensamientos. Tenía una de las manos en la frente y la mirada perdida, negando con la cabeza por momentos como si no pudiese creerse todo lo que pasaba por su cabeza.
Jungkook seguía pareciendo afectado al recordar ese día, como si la culpa hubiese vuelto a golpearlo, pero fijó su mirada en la castaña para buscar así algo de tranquilidad. En cuanto notó cómo estaba, llamó por completo su atención, como también sintió miedo de lo que pudiese pensar de él.
—¿En qué piensas, Hyesoo? —preguntó llamando su atención.
—Jungsuk no es para nada quién creíamos —musitó atónita.
—¿Por qué siento que hay algo más? —inquirió observando a ambos demasiado tenso, Jimin.
—¿Y si les digo que Jungsuk amenazó a Jonghyun con matarlo? ¿Ese es el verdadero Jungsuk que conoces tú, Jungkook? ¿Es capaz de algo así? —examinó nerviosa, juntando las manos temblorosas.
—¿Qué? ¡No! Claro que no —respondió rápidamente—. Jungsuk siquiera es capaz de llegar a golpearnos, menos lo sería de amenazarnos de esa manera.
—Pero lo hizo, y también amenazó a Jonghyun. Él me confesó que también se atrevió a amenazarlo...
—Ya basta. No quiero escuchar más —interrumpió levantándose el rubio, pasando las manos por su nuca al intentar procesar todo.
Jungkook levantó la mirada conectándola con la de Hyesoo, la cual tragó con dificultad mientras él negaba repetidamente con la cabeza como si ambos estuviesen pensando lo mismo. El pelinegro parecía completamente negado, hasta algo alterado, como si quisiera desaparecer aquel pensamiento de la cabeza de ella.
—No, Hyesoo, no —habló llamando la atención de Jimin.
—¡¿Ahora qué?! —examinó histérico.
—¿Y si el verdadero culpable de la muerte de Haesun es Jungsuk? —preguntó nerviosa.
¡HOLA! ¡MÁS DE UN MES SIN ACTUALIZAR! ¿ME EXTRAÑABAN POR ACÁ?
¿Les molestó que Hyesoo decidiera darle una oportunidad a Jungkook? ¿Se esperaban esa traición de Jungsuk a Jimin? ¿Qué creen que pase entre Jungsuk y Aeri? ¿Creen que Jungsuk dijo la verdad y Jungkook miente sobre que no pasó nada entre él y Haesun? ¿Hyesoo va a terminar con Jonghyun y se vendrá caos entre los hermanos? ¿Creen que Jungsuk puede llegar a ser el asesino? Si ya tienen alguna teoría de lo pudo pasar esa madrugada, los leo, ya me da curiosidad
Como ya sólo queda unos 3 capítulos para el final, quiero avisarles que probablemente me tarde tiempo en actualizar, así como pasó con este capítulo. Pero es que al ser los últimos, necesito pensarlos DEMASIADO para que todo encaje bien.
Espero que puedan tenerme paciencia porque intento recompensarles con capítulos bastantes extensos, que pueda entenderse cada acción de los personajes y así, ya que no quiero darles algo corto y sin mucho sentido para apresurarme en actualizar, además que mi inspiración ya no es como antes y ando media ocupada con la Universidad jajsjs
En fin, espero que les haya gustado el capítulo, si es así no se olviden de votar y comentar
¡Nos leemos pronto!
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