22; SECRETO DOLOROSO

𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓𝐎𝐒 𝐄𝐍𝐓𝐑𝐄 𝐋𝐎𝐒 𝐓𝐑𝐈𝐋𝐋𝐈𝐙𝐎𝐒 𝐉𝐄𝐎𝐍 

SECRETO DOLOROSO

—¡¿Qué carajos significa esto?!

Estos al escuchar esa voz masculina y grave por la rabia, se separaron rápidamente. Hyesoo se cubrió los labios, mientras que Jonghyun dio otro paso hacia atrás, intentando recuperar el aliento. Observaba cómo Jungkook se encontraba a unos metros de ellos, mirándolos con las manos empuñadas y su pecho que subía y bajaba por su respiración pesada.

—Jungkook...

La voz de Jonghyun había salido baja, porque aún no podía creerse que Jungkook los haya atrapado en esa situación. Quiso decir algo al respecto, intentar excusarse, aunque la verdad era que no tenía cómo hacerlo, pero el de piercings no se lo permitió al empezar a acercarse amenazante. El pelilargo, al verlo, tomó rápidamente del brazo a Hyesoo, para así colocarla detrás de él.

—¡¿Cómo te atreves a meterte con mi hermano?! —apuntó enfurecido.

—¡Jungkook, contrólate! —ordenó Jonghyun. Colocó la mano en su pecho, haciéndole saber que no iba a permitirle acercarse a ella, la cual estaba temblando de miedo por cómo la miraba Jungkook.

—¡¿Encima tienes el cinismo de defenderla?! —lo tomó de la camiseta, por lo que este tragó con dificultad sin apartar la mirada de él—. ¡Eres mi hermano! —recalcó entre dientes—. ¡¿Cómo puedes hacerme esto?!

—Jonghyun...

—¡Tú cállate! ¡¿Desde cuándo los animales hablan, maldita zorra?! —escupió furioso, por lo que ella abrió los ojos a la par y se alejó temblorosa.

—¡Escucha, carajo! Déjame explicarte —pidió el pelilargo, quitando sus manos, haciendo que lo soltara. Este negó repetidamente con la cabeza, empuñando las manos para intentar mantener la calma.

—¡¿Qué vas a explicarme?! ¡¿Que quieres follarte a la que fue mi primera novia?! —preguntó cínico—. ¡Eres una basura, Jonghyun!

—¡Tú mismo dijiste que siquiera la querías!

—¡¿Y ese era motivo para hacerme esto, maldito imbécil?! —cuestionó tomándolo de la camiseta nuevamente.

—Vete —ordenó girando su cabeza para ver a Hyesoo, la cual parecía estar atónita por la situación.

—¡No le hables a ella, háblame a mí! —exigió sacudiéndolo.

—Lo siento —dijo con la voz algo aguda y por lo bajo, antes de comenzar a caminar.

—¡¿A dónde piensas que te vas, maldita perra arrastrada?! —inquirió rápidamente, soltando a su hermano para dirigirse a ella, tomándola de los brazos, provocando que chillara asustada—. ¡¿Crees que puedes buscar a mi hermano?! ¡¿Crees que puedes burlarte de mí?!

—¡Jungkook, suéltala! —ordenó el mayor, llevando la mano a su hombro.

—¡Tú no metas! —gritó soltándola bruscamente, provocando que perdiera el equilibrio por un momento.

Para sorpresa de Jonghyun, este no lo dudó ni un segundo más y su puño impactó contra su pómulo, lo que hizo que cayera al suelo. Hyesoo chilló asustada al verlo mientras que Jungkook se colocó encima de él para así seguir golpeándolo siendo cegado por la rabia, por el dolor, por el rencor.

—¡Oh, Dios!

Hyesoo al escuchar aquella voz masculina, volteó temblorosa, encontrándose con el joven de gafas que veía la situación con sus ojos abiertos a la par por la sorpresa. Este al ver a la fémina, arrugó el rostro, ya que no comprendía qué hacía allí, pero aún así pasó de ella para acercarse a sus hermanos.

Tenía miedo porque jamás los había visto llegar a ese límite de golpearse, y más lo temía porque sabía que Jungkook llegaba a cegarse tanto que podría hacerle algo. Mientras que, Jonghyun, al tratarse de ellos siempre intentaba controlarse, así que, Jungsuk, a pesar de temerle a Jungkook en ese momento, necesitaba defender al pelilargo.

—¡Jungkook, detente! —ordenó intentando tomarlo de los hombros, pero para su mala suerte, este volteó golpeándolo también en el rostro, provocando que cayera hacia un lado con sus gafas frente a él.

Hyesoo al ver cómo toda la situación se había descontrolado, salió sin dudar de esa casa rápidamente, pensando que quizás su plan se había adelantado demasiado y no cómo ella lo tenía planeado.

Jungsuk llevó la mano a su labio inferior al sentir un líquido tibio caer, por lo que al observarla se dio cuenta de que era sangre y gimió de dolor por las punzadas que le estaba dando en aquella zona afectada.
Podía escuchar los golpes, por lo que giró un poco la cabeza viendo cómo aún Jungkook se encontraba encima de Jonghyun, propinándole golpes que acababan en sus brazos, desviándose en algunos momentos porque el mayor protegía su rostro con estos.

Le pedía desesperado y adolorido que se detuviera, aún sin creerse cómo Jungkook había sido capaz de explotar en su contra, y este no dejaba de soltar maldiciones, lleno de rabia al recordar cómo lo había visto besar intensamente a su exnovia.

—¡¿Qué rayos está pasando aquí?!

Al escuchar aquella voz profunda masculina, Jungsuk, sobresaltado, levantó la cabeza encontrándose con su padre que dejaba caer su maletín, por lo que se colocó de manera temblorosa sus gafas. El hombre se acercó rápidamente, tendiéndole la mano a su hijo para ayudarle al levantarse, preocupado al ver su barbilla con sangre, pero al ver a Jungkook aún intentando golpear a Jonghyun, sintió su sangre hervir.

—¡Eres un maldito miserable! —gritó enfurecido, Jungkook.

—¡Detente, carajo! —exigió Jaewook, tomándolo con fuerza de los hombros para poder separarlo.

Jungsuk al darse cuenta que se le estaba dificultando a su padre por cómo Jungkook intentaba zafarse de su agarre para así volver a golpear a Jonghyun, decidió ayudarlo tomándolo del brazo.
El mayor soltó un quejido y escupió sangre, sintiendo las punzadas en sus brazos, pero aún así, con dificultad empezó a levantarse.

—¡¿Qué rayos les pasa?! —preguntó enfurecido, Jaewook—. ¡¿Ahora qué rayos te pasa a ti, Jungkook?!

—¡Cuéntale, Jonghyun! ¡Atrévete a hacerlo, así cómo te atreviste a traicionarme!

—¿Qué está pasando, Jungsuk? —inquirió al darse cuenta de que Jonghyun no iba a decir una palabra.

—N-no lo sé. Acabo de llegar.

—Oh, ¡ahora no te atreves a decírselo a nuestro padre, cuando hace unos minutos estabas besándote con mi exnovia! —soltó una risa amarga al notar la sorpresa en el rostro de su padre y su otro hermano—. ¡Así es, papá! —al darse cuenta que aflojaron el agarre, se soltó observando con cinismo a su hermano mayor—. ¡Tú tan querido Jonghyun no es más que un traidor que se anda follando a mi exnovia!

—No es así. Nunca me atreví a eso —aclaró con sus facciones endurecidas, intentando mantener la calma—. Tú...

—¡Tú te atreviste a traicionarme!

—¡Ni siquiera la querías, Jungkook! —refutó frustrado.

—¡¿Tú qué diablos sabes lo que sentí o siento por ella?! ¡¿Acaso sientes todo lo que yo?! —preguntó enfurecido, acercándose a él—. Porque si es así, no eres más que una maldita basura por...

—¡Ya basta, carajo! —intervino Jaewook, llevando la mano al pecho de Jungkook para evitar que se acercara más a Jonghyun.

—¿Sabes una cosa, Jonghyun? —bajó la voz, mirándolo fijamente con su visión nublada por las lágrimas. El mayor pasó la lengua por el interior de su mejilla sin mirarlo, intentando no darle importancia a sus palabras ya que sabía perfectamente que iba a intentar herirlo—. No tienes una puta idea de cuánto me arrepiento de no haberme follado a Haesun cuando tuve la oportunidad. Para mí estás muerto desde este momento —masculló con frialdad antes de comenzar a caminar para marcharse de su casa.

—¿Qué carajos? —preguntó atónito, observando cómo su padre parecía sorprendido, mientras que Jungsuk tragó con dificultad, pareciendo más pálido de lo normal por aquella confesión—. ¡Jungkook, ven aquí! —ordenó con la intención de seguirlo—. ¡¿Cómo que tuviste la oportunidad?! ¡Ven y dímelo a la cara, maldito idiota! ¡Ven aquí, carajo! ¡Enfrenta la situación!

Jonghyun tenía la intención de seguirlo, pero Jaewook se lo impidió tomándolo de los hombros, lo que hizo que soltara un gruñido. Intentaba zafarse de su agarre porque, en ese momento, necesitaba saber qué había sucedido entre ellos.

—¡Suéltame! ¡Necesito saber!

—¡Ya basta! ¡¿Cómo vas a creerle algo así cuando sabes cómo es Jungkook?! —cuestionó sacudiéndolo—. ¡Ya basta de esta mierda!

—Algo pasó entre ellos. ¡Necesito saber!
—dijo desesperado.

—¡No pasó nada!

—¡¿Tú cómo carajos vas a saberlo, papá?! ¡Algo pasó sino no hubiese soltado esas palabras! —aseguró sintiendo cómo un nudo se formaba en su garganta, ya que de él jamás se lo hubiera esperado.

Jaewook observó a Jungsuk, el cual aún parecía estar procesando lo sucedido, pero logró sentir su mirada y notar que parecía estar pidiéndole ayuda. Jonghyun estaba enloqueciendo, sintiendo una presión en su pecho que provocaba que se le dificultase respirar, por lo que decidió intervenir acercándose a paso inseguro, jugando con las mangas de su suéter.

—No pasó nada entre ellos, Jonghyun —aseguró llamando por completo su atención.

—¿C-cómo lo sabes? ¿Qué es lo que sabes de ellos dos?

—Porque... Porque Jungkook jamás se acercaba demasiado a ella, hasta parecía evitarla. Tú lo notabas —se encogió de hombros y lo observó por un momento dejando notar sus ojos enrojecidos—. É-él jamás te hubiera traicionado así.

—E-entonces, ¿por qué dijo algo así? —preguntó desesperado.

—¿Cómo puedes no darte cuenta? Jungkook siempre que se enfada con nosotros, intenta meterse en nuestra cabeza y así herirnos para que podamos sentir lo que él —explicó haciendo una mueca—. Ahora puedes estar tranquilo.

—Reacciona, Jonghyun —exigió nuevamente su padre, acercando sus rostros—. No pasó nada. Ya basta.

Jonghyun tragó con dificultad, asintiendo, intentando convencerse de que lo que dijo Jungsuk era completamente cierto, así que debía dejar de crear escenarios ficticios con Jungkook y Haesun. Debía recordar que antes eran como mejores amigos, además de hermanos, y que sabía que Jungkook jamás se atrevería a traicionarlo.

La relación de ellos dos siempre había sido demasiado fuerte y hasta se decían que parecían sentir lo que el otro. Era más fuerte de la que tenían con Jungsuk, porque cada vez que uno estaba mal, llamaban al otro para saber si era esa la razón.
Siempre habían estado demasiado conectados y pasaban la mayoría de tiempo juntos, ya sea bebiendo, en las carreras o practicando con la banda que tenían. Pero cuando Haesun llegó a la vida de Jonghyun -gracias a Jungkook-, todo entre ellos fue cambiando lentamente.

La inseguridad de Jonghyun ahora estaba presente, y la voz de su cabeza no dejaba de gritarle que no podía confiar, que algo sucedió. Su respiración estaba pesada y su visión se volvió nublada porque el dolor estaba consumiéndolo.

—Ahora dime cómo es posible que estés con esa tal Hyesoo —ordenó su padre, soltándolo mientras este se encontraba cabizbajo intentando mantener la calma—. ¿Jonghyun?

Este no fue capaz de hablar, simplemente, se marchó rápidamente llamando la atención de los dos, pero es que si seguía un segundo más allí, explotaría frente a ellos.

—¡Jonghyun! —alzó la voz.


















(...)















Hyesoo salió sintiendo su respiración pesada y cómo su corazón latía con fuerza, como si quisiese escapar de su pecho. Aún parecía lograr escuchar los gritos, los golpes, ver sus rostros, cómo el de Jungkook estaba enrojecido, cómo sus orbes destilaban la furia.

¿Sentía culpa? No lo sabía muy bien, pero el hecho de pensar en Jonghyun, provocaba que sintiese algo de inquietud. Mientras que el pensar en Jungkook, no se le hacía suficiente lo que había provocado, pero quizás era porque tenía demasiado rencor por cómo la había humillado y pisoteado.

Al estar afuera y a unos metros, volteó hacia la casa, la entrada cerrada por la verja. Ella se aferraba a su suéter, el cual seguía húmedo, lo que provocó que se estremeciera. En cuanto levantó la cabeza, encontrándose con una joven pelinegra que caminaba cabizbaja, frunció el ceño.

Se trataba de Aeri, la cual hacía varios minutos había recibido una llamada de Jungsuk. Este se escuchó demasiado alterado y parecía estar llorando, por lo que le recordó la llamada de la fiesta, aunque parecía aún más alterado.
Jungsuk le había pedido desesperado que se vieran, aunque a ella se le hizo algo extraño el hecho de que estuviese así, de todas maneras, decidió aceptar, pero simplemente por el hecho de que quería saber qué le sucedía. Le preocupaba demasiado.

—¿Quién eres? —se atrevió a preguntar la castaña, con algo de temor de que pudiese tratarse de una nueva conquista de Jungkook. El solo hecho de pensarlo, provocaba que sintiese su estómago revolverse.

—Soy Choi Aeri.

—¿Y a qué vienes? —alzó una ceja observándola de pies a cabeza, pensando que se veía como una muñeca de porcelana. Era realmente linda ante sus ojos.

—V-vengo a ver a Jungsuk. Mi novio —respondió nerviosa—. ¿Tú...?

—Oh, soy Hwang Hyesoo —dijo más relajada—. Te recomiendo no entrar a esta casa en este momento. Es más, podríamos irnos juntas —soltó una risilla nerviosa y la tomó del brazo, provocando que ella jadeara nerviosa e intentara seguir sus pasos—. No es un buen momento.

—P-pero...

—En verdad, créeme. No es para nada un buen momento —aseguró observándola—. Están matándose allí.

—¿Qué?

—No literalmente... O quizás sí —hizo una mueca y suspiró frustrada—. Pero ya, no importa. El imbécil de Jungkook se lo merecía

—¿Jungkook? ¿Qué le has hecho a Jungkook? —preguntó preocupada.

—Él me ha hecho a mí.

—¿Qué? —la miró confundida.

—Jungkook es un imbécil. Fui su novia por un tiempo. Me humilló, pisoteó mi autoestima, mi corazón —explicó molesta—. Cuando te digan que es un imbécil y que no debes acercarte a él, créeme que debes obedecer —advirtió alzando una ceja—. O terminarás llorando porque te envían un video de él follando con otra chica mucho más linda que tú.

—Soy novia de Jungsuk —recalcó incómoda y aún confundida por toda la información que estaba recibiendo.

—¡Cierto! —exclamó riendo nerviosa—. Lo siento. ¿Novia de Jungsuk?

—Eso dije dos veces. ¿Por qué estás mojada?

—Jonghyun me tiró a la piscina.

—¿Qué? ¿Y Jungsuk también te odia? —indagó nerviosa.

—Jonghyun ya no me odia. Creo —hizo una mueca algo insegura—. Si alguien te besa es porque no te odia, ¿cierto?

—Espera, ¿te has besado con Jonghyun cuando eres exnovia de Jungkook? —arrugó la frente por el desconcierto.

—Quizás —respondió riendo, observando cómo ella la miraba atónita sin poder procesar sus palabras—. Es mi venganza. Quería que Jungkook me viera con él, aunque esto tenía que darse más adelante, pero se apresuraron las cosas.

—¿Por qué...? ¿Por qué me cuentas esto a mí?

—¡Lo siento! Creo que estoy demasiado nerviosa aún, y cuando estoy así no paro de decir estupideces o contar cosas que a nadie le interesa —suspiró frustrada—. ¿Te he dicho mi nombre?

—Sí...

—¿En verdad sigues siendo novia de Jungsuk?

—¿Por qué mentiría?

Hyesoo la observó por un momento presionando sus labios y ganándose más el desconcierto de Aeri. Esta quería poder decirle que había visto varias veces a Jimin y Jungsuk, y no de manera que demostraran tener comportamientos o sentimientos de amigos. Pues, ella había notado que sus miradas no parecían ser solo de amigos, sino que había algo más, y que ninguno parecía atreverse a enfrentar la situación, ya sea por miedo o por negación, como ella creía que era por parte de Jungsuk.

Aun así, Hyesoo estaba segura de que Jimin podría terminar atreviéndose a meterlos en una situación que no le dejase más remedio a Jungsuk que enfrentar el hecho de que no lo veía solamente como un amigo. Ella podía notar lo enamorado que estaba su mejor amigo, y no soportaba el hecho de verlo angustiado por esa situación, porque Jimin estaba completamente seguro de que Jungsuk jamás podría verlo como algo más.

—No. Por nada —sonrió nerviosa—. ¿Y cuánto tiempo llevan juntos?

—Pues, no mucho. Llevamos un mes.

—¿Y... lo quieres?

—¿P-por qué me haces esa pregunta? —cuestionó separándose y mirándola como si aquella pregunta hubiese sido más un ataque, por lo que Hyesoo se desconcertó.

—L-lo siento. No pensé que te molestaría...

—No. No me molesta —aseguró rápidamente, intentando volver a relajarse—. Es solo que... eres extraña.

—¿Seguimos? —preguntó mirando el camino.

—Está bien.

Hyesoo volvió a entrelazar sus brazos a la vez que carraspeaba la garganta, pensando qué podría seguir hablando que la hiciese relajarse, ya que la notaba demasiado tensa desde que le había hecho aquella pregunta. Aún no podía creerse para nada que estuviese caminando junto a la novia de Jungsuk. Pues, el rubio jamás le había hablado demasiado de ella, siquiera le había dicho su nombre, simplemente, le decía que ella era realmente hermosa y que jamás podría competir con alguien así.

Pero ahora Hyesoo solamente quería poder hablar con Jimin, y no solo del hecho de que estuvo con ella, sino de lo que había pasado en la casa de los trillizos Jeon. No podía evitar estremecerse cada vez que recordaba cómo se había formado un caos luego del beso, y preguntarse cómo debía estar Jonghyun, qué debía sentir por ella.
No sabía si su plan había fallado o no luego de ver a Jungkook explotar, porque sentía que las cosas se habían adelantado demasiado. Quería que cuando eso sucediera, Jonghyun estuviese enamorado, porque su idea era esa, enamorarlo de alguna manera, así lo que Jungkook vería no sería solo un simple beso sin sentido alguno.
















(...)














Hyesoo se encontraba en su departamento tranquilamente. Luego de haber llegado agotada y con mucho frío, se había dado un baño caliente como también bebido café, lo que hizo que entrase aún más en calor.
El hecho de estar sola no le gustaba demasiado, pero eso le dio la oportunidad de hacer una llamada con Jimin, el cual le contó eufórico sobre el beso con Jungsuk. Ella al escucharlo no pudo evitar chillar emocionada y pedirle detalles, pero al acordarse sobre que se encontró con Aeri luego de que llegara Jungsuk, la hizo tensarse.

No quería acabar con las ilusiones que tenía su mejor amigo en ese momento, luego de ese beso tan intenso, por lo que decidió callarse y no contarle sobre eso. Al menos por ese momento, ya que sabía perfectamente que no podía mantenerse callada por mucho tiempo. Sentía la necesidad de soltarlo, pero debía dejarlo disfrutar, aunque sea por unas horas.

Cuando la llamada acabó, Hyesoo se levantó leyendo el mensaje de su hermano, sobre que no iría a casa porque se quedaría en lo de su amigo a dormir. Eso la hizo suspirar porque significaba cocinarse para ella y comer sola, algo que no le agradaba.
Pero cuando se dirigió a la cocina, pudo escuchar unos toques en la puerta, lo que le hizo desconcertar, ya que su padre le había informado que por trabajo esa noche probablemente llegaría tarde.

La castaña se dirigió a la puerta, aún pensando de quién podría tratarse, y al abrirla, se sorprendió.

Jonghyun se encontraba frente a ella con su semblante serio, más pálido de lo normal, sus ojos enrojecidos con unas notables ojeras bajo de estos y una marca en su pómulo.
Al verlo de esa manera, no pudo evitar tensarse sin saber cómo reaccionar al respecto, más que verlo boquiabierta.

—¿Puedo pasar? —preguntó con la voz algo profunda.

—S-sí, pasa.

Ella se hizo a un lado, por lo que Jonghyun entró, observando cómo ella cerraba la puerta a sus espaldas. En ese momento, la observó de pies a cabeza, cómo llevaba un suéter blanco que parecía el doble de su tamaño, pantalones negro de algodón y unas medias negras con detalles blancos. En otra situación hubiese reído al darse cuenta de que eran conejos. Algo infantil para él.

Su cabello castaño estaba atado en una coleta, con su flequillo cayendo por su frente. La veía tan deslumbrante como el último tiempo, con aquel brillo en su mirada y sus mejillas sonrosadas, lo que le hizo recordar el beso.

¿Podría estar así por el beso que le había dado? ¿Ya no pensaba que era uno de niños? Aquellas preguntas aparecían en su cabeza en ese momento, pero intentó despejarlas al recordar a su hermano. Así que, ahora, eran reemplazadas por el hecho de que notaba que ella no parecía nada afectada de que Jungkook los haya descubierto.

—¿Qué...? ¿Qué haces aquí, Jonghyun? —inquirió abrazándose a sí misma.

—Necesito hablar contigo.

—Bien. ¿Quieres ir a mi habitación? —preguntó tranquila, mientras que él al escucharla abrió los ojos a la par pensando cómo podía ser de esa forma—. Oh, no es para eso —negó repetidamente con la cabeza—. Es por si viene alguien, para que podamos hablar tranquilos.

—Donde sea. Será rápido, Hyesoo.

—Ven.

Jonghyun tragó en seco, pensando en porqué no se negó si era lo que quería, y es que el solo hecho de imaginarse con ella en una habitación, provocaba que se inquietara, más luego de aquel beso que siquiera podía saber porqué lo había hecho.

Al entrar refregando uno de sus ojos, vio que era algo pequeña, pero se veía bastante cómoda y cálida, por lo que imitó a Hyesoo sentándose alejado de ella, lo cual hizo que la fémina tuviese que reprimir su sonrisa.
Nunca imaginó que podría ver a Jonghyun, por primera vez, estando nervioso por su presencia.

No iba a negarlo. Hyesoo lo estaba disfrutando demasiado y por su cabeza aparecía pensamientos que podrían considerarse... Impuros.

—¿Y bien? ¿Qué tienes que hablar? —preguntó tomando una de sus almohadas, para así apoyar su espalda en el respaldo.

—Lo que sea que pasó entre nosotros... Olvídalo —pidió con seriedad y observándola fijamente.

—¿Por qué?

—Traicioné a mi hermano, Hyesoo.

—¿Traicionaste?

—Al besarte lo hice.

—¿Por qué?

—¡Porque eres su exnovia! —alzó un poco la voz, pero luego suspiró frustrado pasando las manos por su rostro—. No sé qué diablos estoy haciendo —murmuró apoyando su cabeza en la almohada de su lado, provocando que ella se sorprendiera un poco.

—¿A qué te refieres? —indagó confundida.

—A que no sé qué carajo hago aquí dándote explicaciones, cuando tan solo podría alejarme de ti —explicó frustrado—. No puedo dejar de pensar en toda la mierda que ha pasado hoy, mientras que tú... pareces como si nada —arrugó el rostro y giró la cabeza para verla—. ¿Acaso no te importa que nos haya visto? ¿No te importa lo que te dijo?

—¿Por qué debería importarme cuando jamás le importé?

—No lo sabes...

—Jamás me lo demostró.

—Es complicado. Jungkook no sabe cómo demostrar algo como es el amor —se encogió de hombros—. Desde que nuestros padres se divorciaron cuando éramos pequeños, dejamos de recibir atención por parte de ellos. Jungkook empezó a cerrarse cada vez más, hasta dejar de compartir con nosotros —explicó mientras ella lo escuchaba atenta—. No sé qué rayos habrá pasado por su cabeza para que dejara de ser alguien cariñoso. Puede que el divorcio o el hecho de que nuestra madre desapareciera de nuestras vidas por un tiempo, le haya afectado demasiado, porque en el pasado era alguien demasiado sensible y el favorito de nuestros padres. No lo sé. Pero por todo lo que me ha dicho hoy... Creo que sí sintió algo por ti, Hyesoo —confesó sorprendiéndola.

—Discúlpame si no te creo —habló intentando ignorar su corazón que parecía agitarse al pensar en esa posibilidad.

—Simplemente, deberíamos alejarnos y hacer como si nada pasó entre nosotros. Tú podrías volver con él o... No lo sé. Pero si aún lo quieres, inténtalo.

—¿Cómo podría volver con él cuando dijo que le daba asco? —cuestionó riendo amarga—. Jungkook me hirió de muchas maneras, Jonghyun. Él jamás sintió algo por mí. Quizás sólo quiso manipularte para que sientas esta culpa.

Jonghyun no pudo evitar recordar sus palabras sobre Haesun. Quizás también lo había manipulado con eso para que estuviese torturándose sobre que algo pudo haber pasado entre ellos.
En ese momento, solo podía sentir su sangre hervir y cómo quería acabar con Jungkook, porque no podría estar tranquilo hasta saberlo completamente todo.

—¿Qué sucede? —preguntó al verlo empuñar las manos.

—Todo lo que me ha dicho hoy...—suspiró—. Estoy agotado, Hyesoo.

—Mentalmente y físicamente, ¿cierto? —señaló sus ojeras, por lo que este apartó su mano para tomarla.

—Todo está siendo demasiado.

—¿Qué más te ha dicho ese idiota?

—¿Y si él fue capaz de traicionarme? —preguntó preocupado, bajando el tono de voz mientras cerraba los ojos por un momento.

—¿A qué te refieres? —arrugó el rostro y este desvió la mirada.

—No sé qué debería hacer —dijo en un murmuro casi inaudible.

—¿Sabes qué creo yo? —inquirió acomodándose justo cómo él que parecía siquiera inmutarse por su cercanía. Jonghyun solo luchaba por mantener sus ojos abiertos y seguir mirándola, como escuchando lo que decía—. Que deberías descansar y luego podremos seguir hablando sobre esto.

—No debería...

—Descansa. Lo necesitas —murmuró con suavidad, observando cómo este apretaba su mano por un momento—. Yo te despertaré en un rato.

—Hyesoo...

—Duerme de una vez —ordenó riendo un poco la ver cómo parecía luchar por mantener sus ojos abiertos.

Se permitió relajarse por completo, observando por última vez de manera nublada cómo Hyesoo lo observaba con una pequeña sonrisa en sus labios. Sin más, ella lo vio cerrar los ojos cayendo en un profundo sueño, sin soltar su mano.
Se decía que podría haberlo echado, pero desde que había llegado a su departamento, fue fácil notar que seguía con sus problemas para dormir. No lograba comprender porqué era eso, porqué este parecía ser completamente miserable aún teniéndolo todo en su vida. Pero aún así, había logrado mover algo en ella con el hecho de ayudar a su padre, por lo que a pesar de utilizarlo para vengarse de Jungkook, no quería actuar mal de otras maneras. Así que no había problema alguno en que lo tuviese descansando en su cama, luego de no dormir por no sabía cuánto tiempo, pero parecía demasiado por sus grandes ojeras.














(...)
















Jungsuk no podía dejar de recordar en cómo se había atrevido a besar a Jimin, sintiendo cómo se estremecía por completo y quería desaparecer. Luego de haberlo besado de esa manera, se quedaron con sus ojos cerrados, rozando por unos segundos sus labios, hasta que el pelinegro reaccionó a lo que estaba haciendo.
En ese momento, lo observó completamente asustado, provocando que Jimin se preocupase, hasta que un "lo siento" salió de sus labios y tomó su bolso para huir del natatorio.

Cada vez que recordaba la sensación de tener los brazos de él alrededor de sus hombros, de cómo tiraba de su cabello, de la sensación de sus suaves labios, de su sabor, sentía cómo el deseo volvía a aparecer. Pero esta vez, aquel deseo parecía haberse intensificado, lo que solo causaba que se asustara.

En su cabeza la idea de besarlo funcionaría para que aquellos deseos desaparecieran, para que se diese cuenta que aquella atracción que sentía hacia los hombres, fuese solo por las ideas que le creaban su familia y demás personas que dudaban. Había creído que con la persona con la que estuvo anteriormente, pudo lograr apartar aquellas dudas, pudo confirmar que las mujeres sí le atraían. Pero, ahora, al conocer a Jimin, aquellas dudas habían vuelto más intensas que nunca y con aquel beso mucho más.

Estaba completamente confundido, como también asustado.

No sabía cómo acabar con aquel deseo, cómo desaparecer aquellos pensamientos, aquellos sentimientos. Sabía que el solo hecho de que su familia lo supiese, terminarían enloqueciendo al confirmar lo que piensan sobre él. El pensar en ser rechazado por Jaewook, por Jungkook, por Jonghyun, provocaba que quisiera romper en llanto.

Ahora lo único en lo que podía pensar era en desaparecer todo eso que le perturbada, por lo que al haber esperado a Aeri y que no llegase, lo hizo desesperar más. La había llamado, pero al no responder, decidió ir a su departamento, siendo recibido por ella que parecía acabar de bañarse por su cabello húmedo.

El que no pareciese molestarle para nada su visita, fue agradable para él, pero notaba que lo miraba algo extrañada, por lo que no podía evitar pensar si es que acaso podía notar que algo había cambiado en él. Si acaso era posible que supiese lo que pasó entre Jimin y él, por lo que el solo hecho de pensarlo, hacía que sintiese su estómago revolverse.

Se encontraban en la habitación de Aeri, recostados mientras ella jugaba con la mano de él, como había empezado a hacer cada vez que estaban juntos. A Jungsuk le gustaba sentir su tacto cálido y lo pequeña que era su mano a la comparación de la suya, pero en ese momento al darse cuenta  de que eso le recordaba a Jimin, no pudo evitar tragar con dificultad, cerrando los ojos por un momento.

Necesitaba olvidar a Jimin de alguna forma u otra.

No estaba haciéndole nada bien empezar hasta a tener comparaciones cuando estaba con su novia. Se suponía que ella lo había enamorado desde el primer momento que la vio, ¿por qué ahora no estaba cómodo con ella? ¿Por qué estaba empezando a compararla con Jimin?

Necesitaba buscar una manera de quitarse aquella frustración, de saber que las mujeres seguían gustándole.

—¿Está todo bien? —preguntó la fémina girando su cabeza para verlo, por lo que él notó la preocupación en su mirada.

—S-sí —respondió inseguro—. ¿Por qué lo preguntas? ¿Ves algo? ¿Me ves algo extraño? ¿Qué notas?

—¡Jungsuk, cálmate! No te veo nada extraño

—Lo siento. Creo que hoy me encuentro demasiado tenso.

—Me recuerdas a alguien.

—¿A quién? —preguntó frunciendo el ceño.

—A una chica que conocí hoy. Tú la conoces.

—¿Qué chica?

—Hwang Hyesoo. Es la exnovia de Jungkook, ¿verdad?

—Sí.

—¿Qué sucede entre Jonghyun y Hyesoo? ¿Son novios?

—¿Cómo sabes que pasa algo entre ellos? —inquirió arrugando levemente la frente.

—Oh, es que ella me comentó algo sobre eso hoy. Me dijo que era un caos tu casa por esa razón —respondió haciendo una mueca—. ¿Ya está todo bien?

—No. Lamentablemente, se agarraron a golpes y por querer separarlos, me pasó to —señaló su labio inferior con una pequeña herida. Aeri lo tomó de la barbilla y se acercó para observarla, lo que hizo que él se tensara—. Jonghyun terminó marchándose y Jungkook igual. No sé a dónde pudieron irse porque siquiera me contestan el celular —suspiró frustrado—. Estábamos tan bien los tres, y ahora...

—Hey, estoy segura de que todo va a arreglarse entre ellos y volverán a estar bien —habló con suavidad, apretando un poco su mano.

—Lo dudo demasiado. Si hay algo que juramos nunca hacer, es traicionarnos, y eso sucedió hoy para Jungkook —murmuró angustiado—. No quiero que todo se arruine aún más entre nosotros, Aeri.

—Jungsuk, tienes que confiar —llevó la mano a su mejilla, por lo que él conectó sus miradas—. Todo va a estar bien.

Este empezó a mirar cada centímetro de su rostro, bajando la mirada hasta sus pomposos labios de un rosado pálido. En ese momento, no podía evitar pensar que no lo eran tanto como los de Jimin, siquiera tenían el mismo color, ni forma, mucho menos el mismo sabor. Jungsuk al darse cuenta de que estaba nuevamente comparándolos sintió su estómago revolverse, por lo que cerró los ojos con fuerza por un momento.

—Puedes hacerlo, Jungsuk —murmuró con suavidad.

No comprendió a lo que se refería, hasta que sintió cómo llevaba la mano a su barbilla y sus labios se posaban sobre los de él. Jungsuk sintió cómo el oxígeno abandonaba por un momento sus pulmones, por lo que quería separarse, pero se decía que debía disfrutar de ese momento e ignorar a su cabeza.

Aeri jamás había tomado la iniciativa de un beso así, por lo que decidió corresponderle, moviendo sus labios temblorosos al compás de los de ella. Jungsuk pasó la lengua pidiéndole acceso, el cual le dio, por lo que decidió llevar la mano a su cintura para apegarla más a él y así besarla aún mejor.
Su lengua acariciaba la suya, pero Jungsuk volvía a compararla con Jimin, porque la manera en la que este le había besado, le hizo saber cuánto lo deseaba y hasta necesitaba.

Quería eso. Lo anhelaba.

Necesitaba quitarse de la cabeza a Jimin, necesitaba confirmar que podía llegar a más, y quizás, eso le haría olvidarse por completo del rubio. Cuando se separaron para tomar aire, Jungsuk volvió a besarla, pero esta vez de manera más intensa, siendo correspondido con algo de torpeza.

Aeri trataba de llevarle el ritmo porque se había sentido demasiado cómoda con él, por eso se había atrevido a besarlo por primera vez de esa manera, pero el sentir cómo Jungsuk empezaba a subir su camiseta, acariciando su cintura desnuda, provocaba que sus inseguridades volviesen a aparecer. Jungsuk estaba dejándose llevar, hasta empezó a colocarse sobre ella aún besándola de manera intensa.

La pelinegra sentía cómo su corazón quería escapar de su pecho, por lo que llevó las manos al pecho de este con la intención de separarlo, pero él parecía no comprenderlo para nada. Y es que, Jungsuk solo estaba concentrado en poder sacar a Jimin de su cabeza de una vez por todas. Dejar de compararlo con su novia.

—J-Jungsuk, no...—intentó hablar entre besos, escuchando el timbre.

—Por favor, déjame hacerlo —pidió volviendo a besarla.

—No...

Jungsuk siguió insistiendo, ejerciendo algo de presión para que ella no lo separase mientras volvía a juntar sus labios. Pero para su sorpresa, al escuchar el sonido de unos golpes en la puerta, Aeri se atrevió a morderle, provocando que soltara un gruñido a la vez que se levantaba rápidamente, sintiendo un sabor metálico.
La fémina había hecho que su herida volviese a abrirse y que sintiese el sabor de su sangre, por lo que gimió de dolor, llevando la mano a su labio inferior, observando sus dedos manchados de sangre.

—¡¿Qué diablos, Aeri?! —preguntó alterado.

Ella que se encontraba sobre la cama con sus labios también con una mancha de sangre y sus ojos cristalinos, se levantó rápidamente y temblorosa.

—¡Aeri...!

El pelinegro quiso acercarse a ella, ya que parecía realmente asustada y no lograba comprender qué sucedió, pero fue rápidamente empujado.

—¡Aeri, espera!

Jungsuk quería seguirla, pero Aeri se encontraba abriendo la puerta, aún completamente asustada por lo que acababa de pasar. Al encontrarse con Jungkook, el cual la observó preocupado, rompió en llanto.

—Hey, ¿qué sucede? —preguntó
tomándola de los hombros, y al ver una pequeña mancha de sangre en sus labios, arrugó el rostro—. ¿Eso es sangre? ¿Qué te sucedió? ¡Dime!

La pelinegra sollozó desconsoladamente sin ser capaz de hablar porque aún siquiera podía creerse la forma en la que había actuado Jungsuk. Había comenzado a confiar en que este podría ir a su ritmo, que jamás intentaría forzarla, pero pareció haberse equivocado por completo. Y ahora al verlo a unos pocos metros de ella, con su cabello desordenado y sangre en su labio inferior como un poco en su barbilla al pasar su mano, le hacía llorar con más fuerza porque solo quería que se marchara y no volver a verlo en su vida.

—¿Qué carajos le hiciste? —preguntó intentando mantener la calma, Jungkook, colocándose frente a ella que se aferraba a su brazo.

—N-no le hice nada. ¡Ella malinterpretó la situación! —exclamó alzando las manos—. ¡Yo...!

Jungsuk no fue capaz de terminar de hablar porque Jungkook se acercó rápidamente tomándolo del suéter, estampándolo contra la pared, provocando que este gimiera de dolor.

—¡¿Quién diablos te crees que eres para intentar hacerle algo como eso?! ¡Eres un maldito bastardo! —gritó volviendo a estamparlo, provocando que soltara un quejido—. ¡Te enseñaré a no volver a intentarlo, imbécil!

Jungkook estaba enfurecido, por lo que sin pensarlo ni un solo segundo, impactó su puño contra el rostro de su hermano provocando que cayese al suelo. Rápidamente lo tomó del suéter para levantarlo un poco y volver a golpearlo, mientras que Aeri sollozaba horrorizada y Jungsuk no era siquiera capaz de reaccionar.

Jungkook soltaba maldiciones, pateando su abdomen, provocando que este jadeara al sentir cómo el oxígeno abandonaba sus pulmones.

—¡Por favor, ya basta! —exigió llena de terror de que pudiese matarlo allí mismo—. ¡Jungkook, basta!

Este al escuchar los gritos horrorizados de Aeri, reaccionó a lo que estaba haciendo y cómo Jungsuk cubría su rostro. Sin importarle saber qué tan bien se encontraba, lo tomó del suéter arrastrándolo por el suelo, aunque este intentaba levantarse, y lo sacó del departamento dejándolo en el pasillo.

—¡No te vuelvas a acercar porque juro que te haré pagar aunque seas mi hermano! —advirtió enfurecido.

Jungsuk solo podía toser mientras las lágrimas brotaban y un hilillo de sangre colgaba de su boca, escuchando cómo su hermano entraba al departamento.
Aeri volteó a verlo todavía abrazándose a sí misma, temblando por el miedo, por lo que este se acercó a ella, envolviéndola por primera vez con sus brazos.

La pelinegra estaba algo sorprendida por eso, pero aún así se aferró a él, sintiendo cómo el aroma a su colonia costosa y su calidez la envolvían. Podía sentir que sus latidos estaban acelerados y que también se encontraba temblando, pero de impotencia.

—No quiero que vuelvan a lastimarme —dijo entre sollozos.

—Todo va a estar bien. Estoy aquí —murmuró cerca de su oído y dejó un beso en la coronilla cabeza—. Estoy aquí, Aeri.

—Estoy asustada. Necesito a mi familia, Jungkook —confesó con la voz rota—. La necesito tanto.

—Lo sé. Lo comprendo. Comprendo más que nadie tu dolor —aseguró por lo bajo, estrechándola entre sus brazos—. Por eso no te dejaré sola. Me tienes a mí.

—¿Cómo...? ¿Cómo puedes comprenderme? —preguntó separándose un poco para ver su rostro mientras sorbía su nariz.

Jungkook acunó su rostro para limpiar sus lágrimas, notando cómo sus mejillas y nariz se encontraban enrojecidas por el llanto desconsolado. En ese momento, podía ver la desesperación en sus orbes, por lo que tragó con dificultad,  pensando en lo que estaba a punto de soltar.

Su secreto doloroso. El único que no era capaz de decirle a nadie y llevaba callando por años.
El secreto que podía destruirlo con gran facilidad cada vez que llegaba a su cabeza. El secreto que lo hacía sentirse sucio.

—Porque a mí también me jodieron la vida como a ti —confesó sintiendo cómo su voz se rompía—. Abusaron de mí, Aeri.

—Oh, Dios...—murmuró atónita.

—Escúchame —ordenó tragando con dificultad para desaparecer el nudo en su garganta, y observando sus orbes, aunque su visión se estaba volviendo nublada por las lágrimas que empezaban a acumularse—. No permitiré que nadie vuelva a hacerte algo así, ¿me entiendes? —su voz salió temblorosa y ella lo observó compartiendo su dolor mientras las lágrimas brotaban—. Ahora me tienes a mí y te protegeré sin importar qué.

Ella por más que intentó reprimirlo, sollozó aferrándose a él que no dudó ni un segundo en envolverla en sus brazos nuevamente. Jungkook, en ese momento, sintió cómo también sus lágrimas brotaban, porque luego de tanto había logrado confesar el daño que le hicieron. No podía creerse que luego de tantos años había logrado confesárselo a una persona, pero sentía cómo se quitaba un peso de encima porque ella no había dudado de él ni un segundo.

Ella le había creído.

Y ahora que Aeri sabía aquel secreto, podían sentirse aún más comprendidos el uno por el otro. Jungkook solo empezaba a querer protegerla de todo el daño que pudiesen intentar hacerle, porque en ella se reflejaba aquel niño al que le jodieron la vida por completo.

¡Hola!

Cómo que todo se descontroló demasiado en un sólo capítulo, ¿no? ¿Creen que Jungkook confirmó que sí tuvo o tiene sentimientos por Hyesoo? ¿Se esperaban aquel secreto de su parte?
Quiero leer qué opinan del capítulo y qué creen que vaya a pasar, ¿será que los trillizos ya no van a volver a arreglarse?

Estoy muy feliz porque aprobé el examen el jueves, así que voy a intentar traerles el siguiente capítulo en estos días jujuu

Espero que les haya gustado, si es así no se olviden de votar y comentar

¡Nos leemos pronto!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top