1O; RECUERDOS DOLOROSOS

𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓𝐎𝐒 𝐄𝐍𝐓𝐑𝐄 𝐋𝐎𝐒 𝐓𝐑𝐈𝐋𝐋𝐈𝐙𝐎𝐒 𝐉𝐄𝐎𝐍

RECUERDOS DOLOROSOS

Eran tantas cosas las que sentía Jungkook, que todo se terminaba resumiendo en rabia. Esa rabia que termina carcomiéndote la piel y no puedes hacer absolutamente nada para evitarla. Y él no quería quedarse retorciéndose en una sensación que la sentía como la mierda, que ardía su sangre y anhelaba que en algún momento desapareciera.

Se conocía perfectamente. Sabía que era demasiado impulsivo y lo que podría llegar a suceder si no hacía algo para descargarse. Algo que lo ayudara a él y no terminara haciendo daño, porque sabía que luego tendría otro maldito problema.

-¿Esta es la pocilga en donde vive? -se preguntó a sí mismo, cerrando la puerta de su coche a sus espaldas mirando el departamento con una mueca de disgusto-. Tiene que ser una broma.

Sin más sacó su celular para fijarse si era la dirección que le había escrito, y al ver que era justamente esa, volvió a mirar disgustado el departamento. Guardó el celular en uno de los bolsillos delanteros de sus pantalones y comenzó a caminar hacia la escalera, para luego tocar la puerta.

Esperó impaciente unos segundos observando a los lados, asegurándose que nadie se acercara a su coche, pues no le gustaba el lugar en donde se encontraba, pero prefería estar allí y distraerse porque no se le ocurría otra manera.

Cuando la puerta se abrió, se encontró con Hyesoo que llevaba su cabello suelto y vestía un conjunto que él le había comprado, por lo que la miró de pies a cabeza.

-Pasa.

Ella se hizo a un lado, por lo que entró arrugando la nariz al sentir cómo el olor a humedad se colaba por sus fosas nasales. No pudo evitar arrugar el rostro en una mueca de disgusto al ver lo pequeño que era y lo poco cuidado que parecía.

No era para nada de su gusto. No estaba acostumbrado para nada a eso y era demasiado evidente para Hyesoo que no era capaz de mirarlo por la vergüenza.

-Ahora entiendo porqué no parecías querer que supiese dónde vivías -comentó mirando a su alrededor.

-¿Solo has venido a criticar?

-No, claro que no.

-Entonces, puedes sentarte -dijo señalando el sofá detrás de él. Este giró a verlo arrugando el rostro y negó rápidamente-. ¿Sabes qué? Creo que es mejor que te vayas. De todos modos en una hora debo irme al trabajo.

Hyesoo comprendía perfectamente que Jungkook no estuviese acostumbrado a la manera en la que ella vivía, pero no le parecía bien que le criticara, que mirara tan mal su departamento. Pues, ahora se reprendía el hecho de haberlo invitado cuando algo dentro de ella le gritaba que no lo hiciera.

Pasó por su lado para dirigirse a la puerta así este se iba y se ahorraban una discusión, pero rápidamente Jungkook la tomó del brazo.

-Vamos, era broma. No me hagas irme cuando he venido a estar contigo.

Había relajado sus facciones observándola, mientras ella tenía la mirada baja porque seguía molesta por su manera de actuar, pero le gustaba sentir que él realmente quería pasar tiempo con ella, aunque a veces sentía que para lo único que la quería era para follar.

-Está bien.

-Por cierto, le he dicho a mi padre que los tuyos trabajan fuera del país -mencionó tomándola de la cintura.

-¿Qué? ¿Y si trata de investigarlos? -preguntó temerosa conectando sus miradas.

-Oh, no creo que suceda. A él no le importo para nada, y si llegara a hacerlo, inventaría algo con mucha facilidad.

-No sé si me parece bien inventar que vengo de familia adinerada.

-¿Sabes qué? De todas maneras, con lo que sucedió hoy, no me importa demasiado que sepa que no es así -confesó endureciendo sus facciones.

-¿Qué sucedió?

-Olvídalo -murmuró desviando la mirada.

Hyesoo nunca sabía cómo actuar al tratarse de él. No sabía cuál era la confianza que tenía en ella, pues para el sexo parecían tenerla completamente, pero fuera de eso era alguien frío, lo que le disgustaba demasiado ya que decían estar juntos.
Aun así, no muy convencida de que fuese a tomárselo bien, llevó las manos a su rostro para que volviera a mirarla, notando cómo en sus orbes parecía esconder una gran ira.

-Puedes decirme qué sucede. Estamos juntos...

Jungkook apartó rápidamente su rostro soltando una risotada burlona, mientras volteaba dirigiéndose hacia el sofá lo que hizo que la fémina se sintiese tonta.

-No vine aquí a hablar de mis problemas. No eres mi terapeuta o una mierda así -aclaró rodando los ojos.

-Pero soy tu novia -recalcó provocando nuevamente su risa y que negara con la cabeza-. ¿No es así, Jungkook?

-Claro que sí. Tranquila.

-No me gusta esto -confesó en casi un murmuro inaudible, por lo que Jungkook arrugó levemente la frente.

-¿Qué has dicho?

Hyesoo quería decirle que no le gustaba lo que tenían, que ella imaginaba otro tipo de relación donde pudiesen apoyarse el uno al otro, donde el cariño no faltara, pero Jungkook parecía no querer nada de eso. Aun así, a ella parecía estar gustándole que se preocupara por su imagen y gastara dinero en eso, por lo que no quería llegar a tocar el tema y que le terminara.

-Nada.

-Ven -ordenó por lo que ella se acercó nerviosa.

Al estar lo suficientemente cerca, la tomó de la cintura indicándole lo que debía hacer, por lo que Hyesoo se arrodilló frente a él. Entendía perfectamente lo que quería, y le gustaba poder complacerlo, pensar que entre todas las que desearían estar en su lugar, solo ella llamó su atención.

Hyesoo conectó sus miradas notando en aquella oscuridad intensa, la lujuria, lo cual provocaba que sintiese un cosquilleo en su vientre, más cuando llevó la mano a su cuello de manera brusca haciéndola jadear.

-Quiero que me la chupes como lo hiciste en el baño

Hyesoo sentía que la temperatura aumentaba y no era capaz de negarse al tenerlo tomándola y mirándola de esa manera. Es más, quería complacerlo como él deseaba, por lo que se relamió los labios.

Jungkook al verla juntó sus labios bruscamente, sintiendo como sus dientes chocaron por un momento, pero a ninguno pareció importarle. Él lamía y chupaba sus labios, mordiéndole por un instante el inferior provocando que ella gimiera y este pudiese introducir su lengua.
Aún no quitaba la mano de su cuello sino que apretó más el agarre, lo cual a ella le encantaba. A pesar de que nunca hablaron acerca de lo que les gustaba y Hyesoo no lo sabía, Jungkook parecía saberlo perfectamente porque todo lo que este le hacía, le enloquecía de gran manera.

La puerta se abrió de repente, provocando que Hyesoo al escucharla se sobresaltara y Jungkook observara desconcertado al joven que se encontraba atónito al verlos.

-Hyeongjun...

-¿Quién carajos es él? -preguntó levantándose, notando cómo él parecía sorprendido por su manera de hablarle.

-¿Qué haces con un Jeon, Hyesoo? -inquirió confundido.

-Hyeongjun...-se levantó rápidamente para acercarse y al ver la herida en su labio inferior, no pudo evitar preocuparse-. ¡¿Qué rayos te ha pasado ahora?!

-¡He preguntado algo! -Jungkook la tomó del brazo ejerciendo algo de fuerza, por lo que ella gimió adolorida.

-¡¿Quién te crees que eres para tratarla así?! -Hyeongjun lo enfrentó a pesar de que Jungkook era unos pocos centímetros más alto y de cuerpo robusto.

-¡Tú cierra la boca! -ordenó empujándolo.

-¡Jungkook, basta! -exigió alterada, tomándolo del brazo-. Es mi hermano. Basta, por favor.

-¿Es tu hermano? ¿Este... Idiota al que tienes que defender? -preguntó burlón.

Hyeongjun empuñó las manos y su pecho subía y bajaba por la respiración pesada, ya que en ese momento sentía rabia y más cuando su hermana no supo qué contestar.

-Quiero que se largue de aquí -exigió sorprendiendo a ambos, aunque el de piercings soltó una risa cínica.

-Hyeongjun...-intentó hablar, mirándolo angustiada, pero suspiró.

-Entonces, me largo yo -dijo entre dientes volteando para salir, dando un portazo que la hizo sobresaltar.

-¿Quién carajos se cree que es? ¿Por qué nunca me dijiste que tienes un hermano así?

-¿Así?

-Sabes a lo que me refiero.

-Vete.

-¿Qué? -arrugó la frente, riendo cínico.

-Quiero que te vayas ahora mismo -ordenó dirigiéndose a la puerta para abrirla mientras él la observaba desafiante.

-Eres tan sensible como él -murmuró pasando por su lado.

Este salió rápidamente sin volver a mirarla, mientras Hyesoo mordía el interior de su mejilla observando el suelo con su visión nublada por las lágrimas retenidas. En ese momento se detestaba por no haberle puesto un alto a Jungkook por la manera en la que le habló a su hermano, pero no comprendía porqué parecía cada vez más débil ante él.











(...)









Jonghyun golpeaba la bolsa de boxeo, sintiendo su sangre hervir al recordar las palabras de su padre, y que por más que Jungkook y él reprocharan, a este no le importó en absoluto. Detestaba el hecho de saber que estaban obligados y más que nada que Jungsuk estuviese tan feliz porque parecía vivir en un mundo de fantasía.

Llevaba el cabello atado enseñando sus costados rapados y el sudor caía por su frente, pero este no parecía sentirlo por su rabia. Estaba realmente concentrado en ese momento de discusión, golpeando la bolsa sin parar hasta que sintió una presencia.

Al voltear y ver a Hyeongjun, se sorprendió, ya que ese día le había informado por mensaje que no entrenaría para estudiar para un examen, por lo que le desconcertaba su presencia allí. El tatuado se acercó a la banqueta para tomar su botella de agua, mientras Hyeongjun se mantenía en silencio, logrando despertar su curiosidad.

-¿No saludarás? -frunció el ceño, pero al ver la herida en su labio se acercó-. ¿Esos imbéciles volvieron a golpearte?

-¡¿Tú también con lo mismo?! -preguntó exaltado, sorprendiéndolo-. ¡No soy un maldito marica como todos piensan! ¡Como hasta tu hermano lo piensa! ¡¿Está bien?!

-¿Qué? ¿De qué carajos hablas?

-¡Solo necesito que paren con esa mierda!

El adolescente se sentó en la banqueta, tomando su cabeza entre sus manos y suspirando frustrado, mientras Jonghyun parecía completamente desconcertado al no comprender qué le sucedía. Aun así, estaba preocupado por él, por lo que tomó asiento a su lado.

-¿Por qué dices que mi hermano piensa eso?

-Porque estaba en el departamento donde vivo con mi hermana -respondió aún tomando su cabeza.

-¿Qué? -arrugó el rostro por la confusión-. ¿De qué hermano hablas? ¿Jungsuk?

-Jungkook.

-¿Y qué hacía él allí?

-Queriendo follarse a mi hermana.

-No. Eso es imposible.

-Pues, no lo es. Yo vi cómo se metían la lengua hasta la garganta, Jonghyun -refutó levantando la cabeza para poder verlo-. Y creo que están juntos hace tiempo.

-No puede ser...

-Le regala ropa y toda esa mierda. Está cambiando a mi hermana, Jonghyun -explicó angustiado.

-¿Cómo se llama ella?

-Hyesoo.

En ese momento, Jonghyun sintió como si le cayera un balde de agua fría. Había escuchado a su padre nombrarla, pero jamás se había cruzado por su cabeza que ella podría ser la hermana de Hyeongjun, pues al verla parecía ser alguien adinerada y sabía que él y su hermana no lo eran para nada.
Ahora no podía dejar de pensar en el hecho de que Jungkook estaba mintiéndole a su padre, lo cual no lo entendía.

-Claro que es ella.

-¿La conoces? -preguntó desconcertado.

-¿Qué te dijo el imbécil de Jungkook?

-Demasiadas mierdas, hasta creo que quiso golpearme, pero ¿sabes qué es lo peor? -Jonghyun negó mirándolo curioso-. Que Hyesoo no fue capaz de defenderme, de echarlo cuando se lo pedí. Él realmente la está cambiando y no quiero perder a mi hermana. Es la única persona que tengo, Jonghyun.

Este al ver la desesperación en sus ojos cristalinos, como intentaba reprimir su llanto, sintió su corazón encogerse, por lo que llevó la mano a su espalda en forma de apoyo.

-Eso no va a pasar. Tranquilo.

-Lo siento -murmuró cubriéndose el rostro-. Sé que debo parecerte un idiota por llorar por esto.

-No digas eso. ¿Y sabes algo? -Hyeongjun limpió sus lágrimas y volteó a verlo-. Para demostrarte que ahora me tienes a mí, ¿por qué mañana no hacemos día de campo así te distraes?

-Pero mañana tengo instituto, ¿no podría ser el sábado?

-El sábado no estaré aquí.

-Entonces, ¿me estás pidiendo que falte?

-¿Qué puedo decir? No soy tan buena influencia.

-No tengo cómo pagar un viaje...

-¿Y quién dijo que debes pagar? -cuestionó arrugando la frente-. Iremos en mi coche. Hay un lugar que siempre me gustaba fotografiar, así que te llevaré para que conozcas. Conocerás la paz, Hyeongjun.

-¿En verdad quieres que vaya contigo? -preguntó aún sorprendido.

-¿Sabes? Me recuerdas a alguien quien yo creía que era tan bueno como tú, pero estoy seguro que contigo no estoy confundiéndome -presionó los labios por un momento y luego palmeó su espalda-. Ahora me tienes a mí.

-En verdad, gracias -sonrió tímido-. Siempre te juzgué mal, pero ahora me doy cuenta de que tú eres el más bueno de los tres.

-Ya, olvida esas estupideces. ¿Quieres entrenar?

-Eso me ayudaría ahora.

Jonghyun reprimió su sonrisa mientras el adolescente parecía de mejor ánimo. Aún no podía creerse que su hermano estuviese saliendo con la hermana de este, y que ella pareciera ser tan distinta a Hyeongjun, en cuanto a su manera de ser. Pues, desde que la había visto salir del baño le desagradó por completo y no quería volver a verla en su vida.













(...)













Ya era sábado por la noche, Jungkook y Jonghyun se encontraban en completo silencio, sintiendo su sangre hervir. El de cabello largo aunque sea comía un poco a la vez que jugaba con la comida, mientras que el de piercings estaba con los brazos apoyados a los costados de su plato. Su pecho subía y bajaba por su respiración pesada y empuñaba las manos por momentos.
Mientras tanto, Jungsuk no paraba de hablar de cómo estaban siendo sus días, de su nuevo amigo Jimin, y de cómo disfrutaba nadar, lo cual no se había esperado para nada ya que nunca fue de su interés.

Cuando su padre les había informado que viajarían a Irlanda a pasar el fin de semana con su madre, fue como si les hubiera caído un balde de agua fría para Jungkook y Jonghyun, pues lo menos que querían era volver a verla. Mientras que Jungsuk no había podido evitar emocionarse, ya que este la extrañaba demasiado y anhelaba pasar el tiempo con ella, a pesar de que ella la mayoría de veces no contestaba sus llamadas.

Jungkook y Jonghyun intentaron de convencer a su padre que no los obligara al ser mayores de edad, pero no les permitió seguir reprochando y sabían perfectamente que no les convenía hacerlo enojar.

La madre de ellos, Minseo, intentaba parecer interesada en lo que decía Jungsuk, pero parecía más concentrada en la cena, lo que el de gafas no notaba para nada debido a su emoción y lograba enfurecer más a sus hermanos.

-Oh, el entrenador me ha felicitado por mi gran progreso. Jimin dice que pronto seré mejor que él, pero no creo lograrlo -comentó riendo-. Además...

-¿En verdad eres tan estúpido para no darte cuenta que la mujer a tu lado no le interesa para nada lo que le cuentas?-preguntó cínico, Jungkook, llamando la atención de todos allí. Jungsuk levantó la mirada y giró a ver a su madre, la cual parecía intentar mantener la calma.

-No es cierto, Jungsuk -aclaró intentando sonar suave-. ¿Y la pintura? ¿Has hecho algún cuadro nuevo?

-¡Si realmente le importara su maldito hijo, sabría que dejó de pintar hace meses! -alzó la voz golpeando la mesa, provocando que Jungsuk se sobresaltara y la mujer fijara su mirada en él.

-No tienes porqué gritarme.

-¡Tengo millones de motivos porqué gritarle a usted! -escupió furioso-. Ahora le damos un puto miedo, ¿no es así?

-No digas eso y no me sigas hablando como si fuese una desconocida.

-¡Por eso le has ignorado llamada tras llamada cuando él te necesita!

-He estado ocupada. Nunca fue mi intención, hijo -explicó mirando angustiada a Jungsuk, el cual desvió la mirada mientras su pecho subía y bajaba por su respiración pesada. Se le dificultaba respirar y Jonghyun a su lado intentaba que se calmara-. Hijo...

-¡No le hables a él, háblame a mí, carajo! Jungsuk tampoco te importa, nunca te importamos -aseguró amargo.

-No es así. He cometido muchos errores como madre, pero los amo. En serio lo hago -se levantó para acercarse a este-. Lo lamento, Jungkook -musitó con un hilo de voz y cuando intentó envolverlo con sus brazos, este la empujó levantándose rápidamente, provocando que Jungsuk soltase un grito ahogado por la preocupación, pero Jonghyun impidió que quisiera acercarse.

-¡No me toques! ¡No vuelvas a intentar tocarme en tu perra y miserable vida! -gritó enfurecido, acercándose a ella que parecía atemorizada por su reacción. Este observó los ojos oscuros de la mujer de los cuales no paraban de brotar lágrimas-. Tú... Tú que eres mi madre sabes que me has arruinado de la peor manera, y no tienes idea de cuánto te odio por eso. Te odio tanto -expresó con un hilo de voz mientras las lágrimas empezaban a brotar, por lo que las limpió bruscamente con la mano empuñada para empezar a caminar alejándose.

-¡Jungkook, lo siento!

-¡Quiero que te mueras! ¡Muérete y déjanos en paz! -gritó con el rostro enrojecido por la rabia, para luego seguir su camino por el pasillo.

La mujer comenzó a sollozar llevando una mano a su pecho, sintiendo un profundo dolor por las palabras de su hijo que una vez fue el más apegado a ella. Volvió a observar a sus otros dos hijos, como Jungsuk lloraba de manera silenciosa intentando respirar cómo le indicaba Jonghyun, el cual estaba su lado, inclinado hacia adelante.

-Hijos, lo que dijo Jungkook...

-No intentes ponernos en su contra.

-No es eso, solo quiero disculparme...

-Es muy tarde para hacerlo, ¿no crees? -preguntó acercándose amenazante, por lo que ella se alejó temerosa y este soltó una risa amarga-. Me tienes tanto miedo. Lo que Jungkook ha dicho es la verdad. Eres nuestra jodida madre y nos tienes miedo -chasqueó la lengua-. Olvídalo. Para Jungkook y para mí no existes. Nuestro padre se ha encargado de nosotros, nos ha dado la atención que tú dejaste de darnos por irte con otro hombre. Lo único que nos das es asco.

-Cállate.

-No soportas la verdad. Nunca lo has hecho, ni siquiera cuando papá supo que estabas con otro hombre -soltó una risa cínica-. Agradece que tienes a Jungsuk que es lo suficiente ingenuo para seguir queriendo un poco de tu atención. Se conforma con migajas, pero ni siquiera eres capaz de darle una mísera migaja de atención -escupió molesto dando otro paso hacia adelante-. A Jungkook y a mí déjanos en paz, ¿lo entiendes? ¡No queremos absolutamente nada de ti! ¡Solo que desaparezcas de nuestras vidas!

Sin más, volteó para comenzar a caminar hacia la que ahora era su habitación, escuchando a Jungsuk que rompía en llanto ante los recuerdos dolorosos del pasado.
Su madre limpió sus lágrimas intentando reprimir su llanto y se acercó a Jungsuk, el cual cubría sus labios. La mujer de cabello ondulado y oscuro, lo envolvió en sus brazos, provocando que se aferrara a su brazo, sollozando desconsoladamente, dejando salir el dolor por haberla necesitado tanto.










(...)









Jungsuk cerró la puerta tras su espalda para dirigirse a su cama, tirándose sobre esta soltando un suspiro mientras miraba el techo. En ese momento estaba realmente agotado emocionalmente y no quería seguir pensando en lo que sucedió en las últimas horas.
Luego de que su madre lo consolara, estuvieron hablando por horas de manera tranquila bebiendo café. Le gustó poder escuchar a su madre disculpándose y prometiéndole que haría las cosas bien, aunque en su cabeza no dejaba de repetir cómo Jonghyun decía que era demasiado ingenuo y por eso quería su atención.

Sabía perfectamente que ellos tenían buenas razones para odiarla y no querer saber más nada sobre ella, aunque no entendía el odio tan profundo de Jungkook que parecía haberle envenenado el corazón para que se volviese de esa manera. Jungsuk prefería olvidar sus llantos por necesitarla tanto, prefería olvidar las discusiones con sus hermanos, las palabras de su padre que a pesar de tenerle un gran rencor la obligaba a pasar tiempo con ellos, porque sino ella podría ser capaz de olvidarse por completo de ellos. Prefería olvidar todo lo malo y aferrarse a la buena imagen que tenía de pequeño sobre su madre, más que nada ahora que se había disculpado.

Este tomó su celular leyendo los últimos mensajes con Jimin, comentándole que ya se encontraba con su madre y él diciéndole que disfrutara y le enviara fotografías de Irlanda, lo cual le había hecho sonreír.
Ya había pasado horas de esos mensajes, pero necesitaba distraer su cabeza, por lo que decidió hacerle una videollamada, rogando que le contestara.

Esperó impaciente unos largos segundos y cuando fue contestada, vio a Jimin con una gran sonrisa, su cabello rubio revuelto y una camiseta negra. Aquella imagen de él hizo sentir su corazón pesado, reprimió una sonrisa hasta que recordó las nueve horas de diferencia.

-Oh, mierda, lo siento. Olvidé el cambio de horario -habló avergonzado.

-Hey, no pasa nada. Acabo de llegar al departamento, pero tú deberías estar durmiendo. Es de madrugada -habló relajado, y al escuchar su voz profunda mientras veía su sonrisa, no pudo evitar tensarse llegando a removerse en su lugar-. ¿Cómo la estás pasando? -preguntó observándolo, pero su ceño se frunció y se acercó más a la cámara-. ¿Estuviste llorando? ¿Qué sucedio? Dime.

-N-no es nada.

-Dime qué sucedió.

-Jimin, no te preocupes.

-Estabas emocionado por estar allí con tu madre y ahora veo que has estado llorando, ¿cómo no voy a preocuparme?-inquirió arrugando levemente la frente-. Si no me dices, le rogaré a mi tío que me preste dinero para ir a verte y me cuentes.

Jungsuk al escucharlo sintió su corazón encogerse y no pudo evitar soltar una risilla, lo que provocó que Jimin sonriera un poco.

-¿Me dirás?

-Está bien. Mis hermanos explotaron en contra de mamá, y escucharlos gritarle de esa manera, yo... No lo sé -explicó inseguro, masajeando su nuca-. Creo que me afectó demasiado.

-Oh, ¿has hablado con ellos?

-Es imposible hacerlo si yo no pienso como ellos. A Jonghyun es mejor dejarlo solo cuando está enojado porque no escucha -hizo una mueca-. Y Jungkook... Realmente me dio miedo. Por un momento creí que él... Olvídalo. Fue horrible, Jimin -suspiró-. Pero ya, no hablemos de lo que sucedió.

-Pero ¿estás mejor? -preguntó preocupado.

-Sí, tranquilo. He hablado con mi madre hasta hace un rato, luego salí a tomar aire y ahora estoy más tranquilo -aseguró con una pequeña sonrisa, la cual se desvaneció lentamente mientras pensaba-. Solo me preocupa que mis hermanos estén enojados conmigo.

-No pueden enojarse por tu decisión de estar bien con tu madre, Jungsuk.

-Lo sé, pero quizás ellos no piensan igual.

-Jungsuk...

-Ya, ¿qué tal el trabajo? ¿Te ha dejado agotado?

-Solo un poco, pero me quedé hasta tarde por una compañera.

-¿Qué compañera? -preguntó curioso recostándose mientras Jimin lo observaba con una sonrisa.

-Es una amiga... O ya no lo es. En realidad, nunca supe si lo era o no -explicó haciendo una mueca-. Pero ya, no importa.

-¿Y ella te gusta? -una pequeña sonrisa de picardía se dibujó en sus labios y Jimin rodó los ojos-. ¡Vamos, dime!

-Quizás antes me gustaba demasiado y quería conquistarla, pero ha cambiado.

-¿Cambiado?

-Está saliendo con un idiota.

-Oh, eso es... complicado.

-Ya no importa.

-Sigue gustándote, ¿no es así?

-¿Por qué lo dices? -inquirió frunciendo el ceño.

-Porque te has quedado con ella.

-Oh, pero eso fue porque noté que estaba mal, y además, la considero una amiga aunque ella muchas veces ni nota mi existencia -explicó encogiéndose de hombros, restándole importancia.

-Eres demasiado bueno, Jimin -dijo con una sonrisa.

-¿Por qué?

-Siempre buscas incluir a todos para que no se sientan solos. Lo hiciste conmigo, así que gracias por ser tan lindo.

-Cállate -pidió riendo sonrojado.

-Oh, ¡te he hecho sonrojar!

-¡Claro que no!

-¡Mírate! -apuntó riendo.

-¿Acaso olvidas que te hago sonrojar como tres veces por día? -preguntó alzando una ceja.

Jungsuk rápidamente dejó de reír, sintiendo como su rostro empezaba a hervir al recordarlo, pero unos gritos lo hicieron sobresaltar y que Jimin se preocupara.

-Oye, ¿qué...?

-Lo siento, debo colgar.

Jungsuk, sin más, colgó la videollamada dejando a Jimin completamente preocupado. Se levantó y salió rápidamente viendo cómo Jungkook con su cabello desordenado entraba a la habitación de Jonghyun, por lo que apresuró el paso para también entrar.

Jonghyun se encontraba con el cabello rizado revuelto, sentado en la cama con la manta cubriendo sus piernas mientras se tomaba de la cabeza y gritaba. Rápidamente ambos hermanos supieron que había tenido una pesadilla acerca de esa madrugada que quería olvidar, por lo que se acercaron a él.

-¡Jonghyun, cálmate! -Jungkook lo tomó de los hombros.

-¡Yo la maté! ¡Yo la maté! ¡Lo hice, Jungkook!

Gritaba una y otra vez mientras las lágrimas brotaban sin parar, por lo que ambos hermanos se miraron recordando esa noche y Jungsuk se colocó al otro costado de él subiéndose a la cama.

-Yo la maté. Yo la maté -repitió bajando la voz, sollozando.

Jungsuk lo abrazó apoyando la cabeza en el hombro de este, mientras que Jungkook lo envolvió abrazando también al de gafas a la vez que apoyaba la mejilla en la cabeza de Jonghyun, para que así este pudiese sentir el apoyo de ellos. El menor conectó la mirada nuevamente con el de piercings por un momento, para luego cerrar los ojos con fuerza, aferrándose al mayor que sollozaba por lo bajo sintiéndose agotado.

Los tres anhelaban poder olvidarse de lo sucedido, mientras la culpa los consumía de distinta manera y por distintos motivos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top