Elijah

Mire mi reflejo un tanto molesto no podía creer que seguía con esta tontería, estar enojado conmigo mismo solo por recordar el rostro de mi hermano era una completa molestia, nada de esto sucedería si no fuésemos gemelos idénticos, cerré el casillero para poder dirigirme a la cocina.

—Últimamente te ves muy cansado—mencionó Patricio mientras me miraba.

—Muchas cosas están sucediendo.

—¿Y esas cosas involucran a mi hija? No es que dude de ti pero ella también últimamente está muy distante.

—Creo que tuvo una disputa con Lemmy, realmente no estoy seguro.

—¿Y a ti que te sucede? ¿Sigues teniendo problemas con Edelyn?

—No solo es ella, es algo más complicado.

Un fuerte grito nos sobresalto a ambos, salimos corriendo de la cocina para ver a Louisa bastante pálida giro a verme y luego en la entrada donde yo también mire para encontrarme con la mirada de mi hermano, levantó su mano en forma de saludo para llevar sus manos hacia sus bolsillos.

—Si este es tu problema, si que es bastante complicado—menciono Patricio mirando también a mi hermano con una sonrisa —Elijah.

—No has envejecido nada Pat—mi hermano extendió su mano pero Patricio lo envolvió entre sus brazos para darle un fuerte abrazo—¿Que te trae por aquí?

—Quisiera hablar con mi hermano, claro si no es mucho pedir.

Él me miró y yo desvíe la mirada un tanto incómodo no quería hablar con él en especial porque me sentía irritado pero él era persistente y Patricio era una persona a favor de la paz familiar así que sin preguntar si me sentía bien respecto a esto me dio el día libre para que platicara con mi hermano en una de las mesas del restaurante.
Lo tenía sentado frente a mi bebiendo su café con tranquilidad mientras me miraba.

—¿Como fue que llegaste?

—Vine en auto—señalo el auto negro que se encontraba fuera para volver a beber de su café.

—Es un lindo auto, es nuevo, ¿verdad?

—Quería una motocicleta nueva pero Edelyn dice que son peligrosas y no la quiero preocupar.

—Y solo por ella escogiste el auto.

—Si, su opinión me es importante.

—¿Por qué?

—Elijah, quiero ser honesto contigo y no ocultarlo pero estoy saliendo con Edelyn.

Sabía que este momento algún día llegaría y sabía que me sentiría molesto por ello pero ahora mismo no me sentía con él derecho de sentirme así en especial cuando medite las cosas con cuidado y me di cuenta que le había hecho daño al dejarla sola en ese lugar cuando necesitaba de mi.

—La verdad es que sabía que esto sucedería algún día. Bien si es todo volveré al trabajo.

—No es solo eso, no vine hasta acá solo para decirte que estoy saliendo con Edelyn.

—¿Y que es lo que quieres?

—Creo que ambos ya evitamos ese tema por mucho tiempo.

—¿Ahora vas a echarme todo en cara?

—No es eso Elijah, habló sobre ser honestos, no podemos seguir mintiendo a las personas de nuestro alrededor, habló sobre volver a nuestras antiguas vida. Quiero mi nombre de vuelta y estoy seguro que tu también quieres el tuyo.

—¿Que te hace pensar que quiero eso?

—Siempre detestaste mi nombre, estoy seguro que quieres ser llamado por el tuyo.

—Ya hace tiempo de eso que estoy acostumbrado a tu nombre.

—Si pues yo no. No quiero tener que fingir ser tu y girar cuando te llaman mientras que en realidad soy alguien mas. Esto no solo es difícil para mí también lo es para Edelyn, no quiero que ella mienta solo para mantener oculto este secreto.

—Así es que por ella.

—También es por mi, quiero tener una vida y una relación normal donde todo el mundo sepa que el novio de Edelyn soy yo no tu. Además también es por ti, mereces mas que esto.

—Nada será sencillo, tendré que hacer muchos cambios.

—Se que llevará tiempo pero no es algo con lo cual no puedas, después de todo eres alguien brillante, ya veras que todo saldrá bien.

—No insistas.

—Escucha Elijah se que te acostumbraste a esta vida pero...

—No.

—Vamos Elijah, no seas necio eso no te quedas tu siempre fuiste alguien que...

—No es así.

—Tranquilo Elijah, que tal si nos relajamos un poco y...

—¿Por qué estas tan tranquilo?

—¿Acaso tengo alguna razón para estar molesto?

—Deberías estarlo te quite tu vida, tu nombre, te empuje a un accidente donde perdiste valioso de tu tiempo.

—Solo fue un accidente, no pienses en el pasado y tan solo pensemos en lo que podemos hacer ahora, así que...

—¡¿Por qué!? ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué insiste tanto en esto?! ¡¿Por qué no estas molesto conmigo!? ¿Por qué no me odias?

—No quiero lastimarte, a pesar de todo eres mi hermano.

—No lo entiendo, yo era mejor que tu entonces, ¿por que?

—Las mentiras no llevan a nada bueno, el engaño, todo, no puedes vivir queriendo ser otra persona... Es suficiente, no podemos seguir de esta manera, no voy a decirte que me arrepiento de todo y que quisiera cambiar algo porque de ser así no podría estar en el lugar donde estoy ahora con Edelyn, pero ese lugar donde estoy tuve que ganarmelo y empecé con la verdad, si hicieras lo mismo estoy seguro que las cosas entre Dayana y tu serían diferentes no puedo asegurar que ella quiera volver contigo pero si que las cosas serán mejores, ninguno de los dos merece seguir viviendo con ese sentimiento de culpa, dolor pero en especial de rencor.

Solté una pequeña risa sarcástica mientras llevaba mis manos hacia mí rostro con cierta frustración, lo detestaba no quería seguir hablando con él, no quería admitir que tiene razón y que en realidad toda esta furia que siento es a mi mismo, siempre le tuve envidia por la vida tan libre que tenía solía pensar que se salía con la suya y quise hacer lo mismo pero las cosas no salieron bien, al final me di cuenta que no era su actuar lo que envidia más bien era su manera tan honesta de hacerlo siempre fue así y nunca cambió eso, se podría pensar que tenía un futuro más brillante por solo seguir las reglas pero lo cierto es que no era feliz mientras que Keyson era todo lo contrario de mi un rebelde pero una persona honesta y feliz.

—¿Como es posible que seas así?

—Tengo una buena motivación. Si tan solo hubieras sido sincero también la tendrías pero la verdad es que me siento feliz de que no haya sido de esa manera, tu estupidez fue beneficiosa para mi.

—¿Como esta ella?

—Sinceramente, algo preocupada. Me dijo que estaría realmente molesta si discutía contigo.

—Ahora entiendo tu tranquilidad.

—Se agradecido con ella porque de lo contrario ya te hubiera dado una paliza al escuchar tu primera queja.

Aquello me hizo soltar una breve risa mientras la recordaba por un momento.

—Es una persona realmente dulce y amable con un fuerte espíritu aunque no se de cuenta de ello... Debes cuidarla bien, ella ya pasó por momentos difíciles.

—Lo se—mencionó tomándome por sorpresa, mire la manera en la que tomaba la taza al igual que aquel gesto de molestia para luego soltar un largo suspiro con cierta frustración —. Lo único que quiero es enterrar esos malos recuerdos y colocar sobre ellos buenos recuerdos, realmente quiero hacerla feliz así que no me desesperes porque de lo contrario te daré una paliza.

—No lo haré.

—Sabes, mamá y papá quieren que vuelvas a casa, no son los únicos que quieren arreglar las cosas pero no saben cómo deberías dar el primer paso.

—Será difícil explicar la situación.

—Ya lo saben, la verdad se lo tomaron bien.

—¿Que? —pregunté confundido.

—Aunque bueno, la verdad es que papá ya lo sabía desde el principio y no me preguntes como es que se entero incluso para mí aun es difícil descifrarlo.

—Esto es difícil de procesar.

—Si, si lo es pero al final una gran tranquilidad te invade.

—¿Y lo estás? ¿Estas del todo tranquilo?

—Lo estoy, ya no tengo que fingir ser alguien más, ahora mi única preocupación es ser aceptado por el hermano de Edelyn.

—Me alegra que tus preocupaciones ya no sean muchas.

—A mi igual, bueno debo volver no quiero que se haga tarde.

—Nunca pensé escuchar esas palabras de tu boca.

—Si bueno, cuando tengas una relación seria y con mucho futuro quieres hacer las cosas bien, mujer feliz vida feliz.

—Ten cuidado de camino a casa.

—Y tu cuidate y no causes mas problemas, creo que ya son suficientes los que tienes.

—Adiós Keyson.

—Hasta pronto, hermanito—alboroto mi cabello para salir con una sonrisa, lo mire alejarse para salir del restaurante donde se dirigió a su auto estando arriba me miró para mostrarme su dedo de enmedio, vaya patán, aquello me hizo reír y al parecer a él también una vez que se marchó me puse de pie.

—¿Todo esta bien, Keyson? —preguntó Patricio mientras colocaba su mano en mi hombro.

—Elijah.

—¿Que? —preguntó confuso.

—Soy Elijah. Tengo algo importante que hacer y aunque se que tienes muchas preguntas las respondere después, tengo que irme.

—¿Que? Espera Keyson, digo Elijah, ah quien seas, espera.

Pidió pero yo ya me había marchado en dirección a mi motocicleta para ponerme en marcha, mi hermano tenía razón no podía seguir de esta manera debía continuar dejar esta vida de engaños yo también ya estaba cansado de esta vida donde no podía ni decir mi propio nombre, era tiempo de ser honesto y dejar atrás las cosas con las cuales alguna vez me aferre.